Chapter 29
Esperaba en que Namjoon le abra la puerta, después de haber regresado a su mundo, antes de dormir vio el mensaje que le ha mandado, sonaba que es tan importante porque la abuela de su amigo quería verlo, Siyeon le ha ayudado convencer a su tía de que Jungkook no podrá asistir al cumpleaños de un familiar, aparte que no tiene ánimos de ver a sus padres era para que se quedara a casa dormido, pidiéndole que le contara de como le ha ido en la cita con Taehyung. Miró el anillo que tiene en el dedo del medio, había explicado el significado de esos anillos así para tener la promesa de mantener este amor, y no ha olvidado en colocarse el relicario ya que ahí dentro llevaba la foto de su hyung, así con la idea de verlo cada que lo extrañe.
La puerta se ha abierto, y el dueño de la casa se dio a presentar demostrando sus hoyuelos al sonreír, saludando a su amigo para después dejarlo pasar, como imaginaba la señora Kim se encontraba esperándolo, notó que habían ciertas cosas sobre la mesa junto con unos bocadillos para su visita, estaba tan extrañado lo que era hasta haber posado su mirada en la lechuza, asombrándose de que Agatha esté ahí, parada en el hombro de la mujer mayor, no tuvo más explicaciones al respecto, igual Namjoon tenía cierta curiosidad y le pidió a Jungkook que se tranquilizara porque es algo bueno.
Por cortesía, saludó a la abuela de su amigo y después a la lechuza, vaya que llevaba algunos días que no la ve, se sentó enfrente de ambas en espera de alguna novedad, la mujer había visto el anillo y el relicario que el chico trae puesto, era de esperarse sentir esa vibra y ver esa luz, soltó una suave sonrisa al imaginar de como han sido los días para estos chicos. Namjoon se quedó ahí, queriendo escuchar lo que vendrá a continuación, sentándose al lado de su amigo.
—Ha pasado un mes y medio desde la última vez que nos vimos. — Minjoon rompió el silencio, luciendo tranquila.
—He estado esperando que sea la hora, con suerte mi tía no me llevó a la fiesta familiar. — Respondió recibiendo el té que la mujer sirvió. — ¿Es tan importante como parece?
—Más bien, una buena noticia para los dos, aunque me gustaría que Taehyung esté presente para escucharlo.
Jungkook y Namjoon se miraron entre sí, tratando de averiguar lo que su mente intentaba de hacerles entender, desvió la mirada en Agatha, quien hizo un sonido que quiso saber que significaba, Minjoon tomó la mano de Jungkook donde lleva el anillo puesto, y ambos chicos vieron ciertas luces que les asombró demasiado, Namjoon hizo un sonido diciendo que se ve genial.
—Estas... son las luces que están apareciendo últimamente sin que ustedes se dieran cuenta. — Igual sucedió con el relicario, haciendo que Jungkook se sobresaltara. — Son señales que el día ha llegado.
—¿Eso quiere decir que... — Relamió sus labio inferior, tratando de tomar esto con calma. — Taehyung ya podrá salir del espejo?
—Estás en lo correcto, pero presta atención lo que voy a decir. — Dijo dejando el libro en medio de ellos para que el pelinegro escuchara. — No va ser necesario que mi nieto o yo vaya ayudar, Agatha hará todo el procedimiento, tiene que ser antes del amanecer, el espejo se va abrir cuando llegues a casa con ella y no será necesario esperar a la medianoche, por eso pedí que vinieras a estas horas porque tuvimos que hacer unas cosas que nos costó trabajo. — Asintió entendiéndolo. — Agatha les pedirá ciertas cosas, ustedes tiene que unir aún más su amor y Taehyung saldrá, la maldición va romperse. Para ello, tienes que tener la casa sola, sin que ningún empleado o alguien que se dedique fuera tiene que estar ahí, no pasará nada pero no queremos que suceda lo mismo como el incidente de tu prima. Sé que van a logarlo, sino habrá otro intento para mañana, de que Taehyung salga de ahí, va salir.
—¿No habrá algo que hará usted aquí?
—Todo ya está listo, ahora falta que tú entres al espejo, no le digas nada hasta que ustedes estén ahí y le hacen saber, Agatha les va decir lo que sucederá con sus vidas con tiempo, así que... — Dejó que la lechuza se posicionara sobre la mesa. — Vayan, antes de que se haga tarde.
Agatha soltó otro sonido viendo a Jungkook, quien asintió decidido y emocionado que no pudo evitar sonreír.
—Vámonos.
La trayectoria de la casa de Namjoon a la de su tía, es de dos horas y si dos horas para una pequeña reunión importante, Jungkook corría para llegar a casa, pidiéndole permiso a Wheein si puede pedirle a los empleados que puedan salir temprano ya que ellos llegarían a casa al día después y sabe prepararse de comer, las cosas están yendo de maravilla, hasta había recibido la suerte de sus tres amigos y de Siyeon.
Al llegar, se aseguró de que la seguridad esté como debe de ser ya que los guardias no podían dejar la casa pero si descansar un poco o cambiar turnos, con suerte no había problemas en eso, se adentró a su habitación sin olvidar en asegurar la puerta, Agatha movió sus alas para volar directo al espejo que con facilidad ha entrado, lo que aún más le asombro es que el color que representaba es el mismo que vio en el día que iba poner un pie ahí, son las diez de la noche, podía sentirse aún más emocionado que dejó su celular sobre su cama, ya que era la única pertenencia que lleva en mano.
Se paró frente del espejo, viendo a Agatha parada en espera de que entrara, no había una señal de Taehyung, pero ella iría por él después, se decía asimismo que todo saldrá bien, inhaló y exhaló preparándose por lo que vendrá, después de tanto tiempo finalmente será libre, será él quien lo salvará y su promesa se cumplirá, entró al espejo como cualquier día normal, así para que Agatha saliera de la habitación es busca de Taehyung.
Esperó por unos minutos hasta escuchar como alguien corría hasta donde está, hasta verlo de nuevo, con una expresión confusa y se acercó, Jungkook no pudo ocultar la emoción, la manía de querer llorar sin saber si es de felicidad o de tristeza, así para terminar abrazando a su hyung, aferrándose un poco sin esperar que el otro le corresponda, Taehyung vio que faltaba dos horas para que sea la medianoche, extrañado de que no lo vería el día de hoy pero feliz por eso.
—Jungkook... — Habló cuando se separó. — ¿Qué es lo que sucede?
—Al fin serás libre. — Soltó con un hilo de voz. — Hoy es el día que saldrás de aquí y finalmente podemos estar juntos.
El mayor no supo como reaccionar, tratando de no pensar que esto sea una broma, pero como lo dijo su chico, al fin saldrá de esta pesadilla, miró a la lechuza quien está en espera de comenzar, sintiendo esa energía que Minjoon le ha mencionado, estando feliz de que el chico que ha cuidado por estos años obtendrá lo que pidió.
—Hyung... — Llamó tomándole de la mano. — ¿Estás listo?
—N-No lo sé, ¿Debería?
—Hagámoslo y veremos que sucederá. — Taehyung pasó saliva y asintió, notando que el menor trataba de tranquilizarlo, de que todo va salir bien.
Agatha se posicionó en el perchero, justo en medio de los dos chicos, obteniendo la atención de los dos, lista lo que está por decir, con la idea de que Taehyung haya decidido correctamente.
—Antes que nada, necesito saber si ustedes quieren vivir en estas dos épocas, es decir, los tiempos de Taehyung o en la actualidad.
—Yo... — Miró a la lechuza. — No me gustaría dejar mi vida aquí.
—No te preocupes, porque he decidido estar contigo, en tu época.
—¿En serio?
—Los años que estuve, es muy complicado para el amor de dos hombres. — Sinceró. — A pesar que ahora es igual, no es tan terrible como mi amigo me ha contado, nosotros podremos vivir juntos con la aprobación de las personas indicadas, anda... ¿Me permitirías estar contigo y esperar lo que nos tienen preparado para continuar con nuestras vidas?
—Puede que mis padres, Sua y Hyunjin cambien, si tú tendrás todo lo que perdiste ¿Por qué yo no tendría un buen cambio en mi vida? — La manecillas del reloj se juntaron en el número doce, dar entender que es la medianoche, Agatha había movido el tiempo para que la luz de la luna tocara el espejo, el sonido del reloj resonó en la habitación.
—Bien, empecemos. — Anunció Agatha cuando esa luz está atravesando por las ventanas. — Les pediría de favor que no cuestionen lo que sucederá después, cuando Taehyung salga de aquí se dará una hora para que puedan cumplir el último requisito, ya no me escucharán como ahora porque es el mundo real, así que tal vez esta será la última vez que me verán.
Ambos asintieron al entenderlo.
—¿Podemos despedirnos de ti al menos? Porque de verdad, gracias por cuidar a hyung por todo este tiempo, eres una lechuza sabia y hermosa que te echaré de menos.
—De mi no se preocupen, yo estaré bien.
Taehyung no tenía las palabras suficientes para despedirse, ya se ha expresado en estos días y disculpándose, que al parecer para Agatha no será necesario.
—Después que los dos corazones sientan lo mismo, un deseo tendré que escuchar. — Comenzó al ver que ya era hora, los dos callando y prestando atención lo que podría pedir. — Las estrellas están preparándose para una lluvia, que la luna ilumine el camino que está por abrir, la vida de ustedes va cambiar por completo, la maldición estará eliminada de por vida y que la magia entre ustedes se mantenga a pesar por los años. Cada pedazo que cae del espejo que está por romperse, es una señal de hacer el siguiente paso.
Ambos vieron el espejo, era verdad que está por romperse que quizás en el mundo real esté así, por esa razón se había pedido tener la casa sola, los dos están totalmente nerviosos, cruzaron miradas en espera de algo más, Taehyung tiene miedo pero trataba de tranquilizarse, evitando en dudar que esto afecte al procedimiento.
—Deben decir lo que sienten por el otro, y el beso del verdadero amor no va romper esto, sino el amor que sienten sin importar la opción que hayan escogido.
—¿Solo eso? — Indagó Taehyung extrañado, un poco decepcionado lo que podría suceder.
—No debieron desobedecerme.
—¿Entonces si iba ver beso del verdadero amor?
—Les hare saber que tenía planeado para que sea especial para ustedes, pero hubo cambio de planes, un beso no solucionará nada pero lo que sienten ayudará.
El mayor desvió la mirada en su chico, logrando en convencerse y tranquilizarse.
—¿Empiezas tú?
Jungkook no supo que decir, no podía ver ninguna luz más que en el espejo, negó con la cabeza ya que Taehyung tiene demasiada imaginación para enamorarlo con sus palabras, una sonrisa ladina apareció en sus labios.
—Hoy de nuevo admiro la luna. — Soltó tomando las manos del menor. — Le hablo, y sé que tú también la ves. Espero que te llegue el mensaje que le mandé, si no lo hizo... — Evitó que Jungkook viera afuera. — Aquí te lo escribo por si lo llegas a leer: te extraño, cada vez más que ayer. Abrazándote te haré ver las estrellas, amándote haré que las toques.
Sintió sus ojos picar de las lágrimas, efectivamente no podría comenzar a decir lo que siente, porque es tan inexplicable para él, y Taehyung le ayuda para hacerlo.
—¿Cómo es posible que seas el único que no ve lo precioso que eres? Eres un sueño hecho realidad, tienes tantas cosas positivas, irradias una luz bonita cuando sonríes, tus sentimientos son reales y sinceros, tienes el corazón tan cálido que logra derretir las frías paredes de hielo de cualquiera, y sabes amar, aunque digas que no. — Y ambos vieron dichas luces rodear, más estar debajo de sus pies. — Tú amor me ha salvado incontables veces, y quizás no te hayas dado cuenta, pero tienes la capacidad de hacer querer vivir la vida, de disfrutarla, de ser mejor, con solo mirar esos ojitos soñadores cualquiera quisiera tomar tu mano y salir en busca de aventuras... incluso yo.
Jungkook sonrió nervioso, vaya que Taehyung tiene la habilidad de volver loco su corazón, como no es inevitable ignorar estas sensaciones, es donde entraron a su propio mundo, ignorando a la vez lo que sucede a su alrededor, Agatha hacía lo demás mientras ambos enamorados seguían con lo suyo.
—Todo fue tan espontáneo, tan natural, que a ninguno de los dos nos pareció nada raro que... — Acariciaba la piel ajena con sus pulgares. — De pronto, mi mano estuviera en tu mano y que nos miráramos a los ojos como dos tontos. Eres tú, tu sonrisa, tu forma de ser, tu humor, tu alegría, tu risa, tu lealtad, tu sinceridad, tu magia. Eres simplemente perfecto.
Y es donde justaron sus labios, para comenzar a moverlos con suavidad, a un ritmo que le hacía notar cariñoso, cerrando sus ojos dejándose llevar a esta lluvia de sensaciones, que las estrellas caigan para hacer un paisaje hermoso, para que el último detalle de este procedimiento sea que ambos chicos terminaran por abrazarse, Agatha supo que es la última vez que los verá, igualmente cerró sus azulados ojos para decir dichas palabras mentalmente, las mismas que usó la mujer responsable en la primera vez pero modificado.
—Fue un gusto en conocerlos. — Soltó antes que todo cambiara.
El reloj marcó las seis de la mañana, una alarma comenzó a sonar en la habitación, Taehyung y Jungkook seguían abrazados que no se percataron que están en el suelo, el cielo nocturno estaba cambiando para mostrar los colores del amanecer, el menor fue quien abrió los ojos primero, dándose cuenta que no está en la habitación que dormía en la casa de si tía, sino la que durmió después de mudarse, si, efectivamente están en la casa que Taehyung mandó construir.
El mayor no tardó en abrir los ojos, alejándose de su chico de golpe para mirar a su alrededor, los muebles de la habitación son diferentes, las paredes no son oscuras y... al posicionar sus ojos en la ventana, vio unos colores distintos que hizo levantarse de golpe, Jungkook miró donde está el espejo, completamente roto pero no podía ver nada.
Todo ha terminado.
Taehyung rio bajo al no poder creer que eso es el amanecer, comenzando a llorar, al fin es libre. Jungkook le mandó un mensaje a Handong para saber si su familia se encuentra en casa, así para que nadie interrumpa este momento, lo cual están dormidos y no tardarán en despertar.
—Hyung, vayamos a la azotea. — Habló Jungkook levantándose. — Mis padres no nos tienen que ver por aquí y más a ti, tenemos una hora para lo siguiente.
Taehyung giró a verlo, quitándose las lágrimas con el dorso de su mano, era verdad aún no es la vida que van a estar, se dejó tomar por la mano y ser arrastrado para ir a un sitio donde ver el amanecer, ambos cambiaron de opinión para no despertar a nadie pero con cautela fueron al jardín, uno diferente a que el mayor solía ver, ambos comenzaron a correr cuando Taehyung preguntó si la colina seguirá ahí, y para llegar son de diez minutos.
Los Min estaban entrando al jardín, Hoseok bostezó ya que no durmió lo suficientemente bien solo por reparar los errores que cometió, la señora Jeon quería rosas rojas y no blancas como mencionó al principio. Yoongi ayudaba a su padre con los costales de tierra, restándole importancia que el dolor llegara en su hombro, luciendo tan agotados, pero vieron a dos personas correr escuchando como uno le retaba al otro de quien llega a un lugar primero, el padre de los chicos se detuvo para ver si vio bien, era el menor de los Jeon riendo sin mirar atrás ya que Taehyung lo seguía.
—Un momento... — Habló Yoongi extrañado. — ¿No es ese sujeto que los abuelos nos contó? — El señor Min abrió los ojos asombrado, igual recordando de haber visto ese rostro en las fotos que están en el ático, soltó de golpe la pala viendo como esas siluetas se alejaban.
—Es Taehyung. — Murmuró, siendo audible para sus hijos. — Está aquí.
Se detuvieron agotados al haber llegado a la colina, Taehyung jamás imaginó que siguiera ahí, elevando la mirada hacia el cielo, notando como los tonos anaranjados se combinaban con el cielo nocturno, y las nubes pintándose de ese color y amarillo. Recuperaron su respiración y subieron, así para estar parados, una vista perfecta para ver el amanecer, seis cuarenta marcó el reloj y el sol está empezando a salir, los primeros destellos asomándose a distancia antes de que el cielo empezara aclarar.
—Dime que esto no es un sueño. — Murmuró sin apartar la vista.
Jungkook le había abrazado por el brazo apegando su cabeza sobre su hombro.
—Estás viendo el amanecer, hyung. Esto es la realidad.
Estuvieron en la misma posición por cinco minutos, aunque tres pares de ojos los observaban ya que los habían seguido para comprobar si no es por el sueño que emanaba en sus cuerpos, efectivamente es Kim Taehyung que está ahí, siendo abrazado por el hijo menor de los Jeon viendo el cielo, Hoseok está tan sorprendido que miró a Yoongi, dándose cuenta que esa leyenda no es real como creyeron y sus abuelos tenían razón.
—Ojalá que cuando despierte, esto siga igual. — Admitió viendo al menor.
—¿Qué esperas para besarme? Para comprobar que no estás soñando.
Rio bajo el otro haciéndole caso, apegando sus labios repentinas veces.
—Trato de calmarme con el olor a libro viejo, el olor de un té recién hecho y con la manera en la que enterraría mi cara en tu cuello para respirarte. — Hizo ese acto haciéndole cosquillas a Jungkook.
Pasaban ese momento juntos, ignorando la preocupación de ser descubiertos, el sol salía poco a poco, Taehyung besó el sien de Jungkook, en espera de que Agatha haga algo cuando den las siete de la mañana.
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