Chapter 28
Guardó el relicario dentro de la caja que ha encontrado entre sus cosas, una de terciopelo y un moño para regalos pequeño de color dorado, Taehyung se siente demasiado nervioso que van como veinte veces que se seca el sudor de sus manos, se vistió lo mejor posible sin necesidad de lucir elegante, acomodó sus cabellos de la forma que a Jungkook le encanta, dejando caer su fleco un poco ondulado, había buscado por internet alguna buena receta para preparar y también en el libro que tiene en la cocina, el tiempo ha sido rápido que no se dio cuenta que la medianoche ha llegado, estaba tan indeciso de que tipo de flores escogerá, las rosas es lo más típico de regalar, si son bellísimas pero hay más especies de flores que terminó por combinar, estaba formando el ramo con un periódico viejo que encontró, también con suerte, un listón rojo para amarrar los tallos.
Jungkook guardó la caja con los anillos dentro de su chaqueta junto con su celular, mintió que tenía demasiadas tareas y que comería un poco más temprano para poder reposar y disfrutar la cena que su hyung preparó, cuando vio el mensaje ha sido como si sus plegarias han sido escuchadas, veía una de sus series favoritas hasta que vio la notificación, casi se caía de su cama por querer levantarse de golpe. Soltó un profundo suspiro y cruzó el espejo, buscaba con la mirada si la presencia de alguien, supo que Agatha lleva unos días que no se encuentra allí, preguntándose cuando volvería, lo primero que encontró fue un montón de objetos sobre la cama, habían tres cajas abiertas con ciertas cosas dentro.
Dándose cuenta que son las pertenencias que le ha recuperado a Taehyung, cada anécdota que le contaba, Jungkook iba al ático a encontrarlo, así para dárselo y escuchar esa nostalgia. Tomó unas cuantas fotos que estaban algo esparcidas sobre el colchón, viendo detalladamente, reconociendo a la perfección el rostro de esas personas, le encantaría llevar a Taehyung a Londres, supo que es una de sus ciudades favoritas y que volvería a visitar, lo segundo es Venecia y el tercero es Brujas, una ciudad localizada en Bélgica, supo la gran adoración por viajar mucho en el continente europeo, hay demasiadas bellezas que en cualquier lugar, demasiado para los gustos de Taehyung.
Le encantaría viajar esos lugares, lo desea demasiado que su pasaporte será usado muy seguido, solo sus viajes han sido por compromiso, no por simple diversión o para descansar lo cual le sonaba muy aburrido, pero comparando con esto, le gustaría navegar por los canales de Venecia, visitar algunos museos de Berlín o comer en algún restaurante en París. Si lograra convencerlo, de ir a otros sitios en los otros continentes.
Escuchó pasos aproximándose, pasó la foto donde está Taehyung con sus padres, justamente en la sala que solía evitar cada que bajaba para que ninguno de sus padres le hablaran solo para convivir con otras personas, detesta el hecho de escoger amistades por él cuando efectivamente Jungkook sabe como escoger con quien hablar y quien no, solo por simple educación corresponde los saludos, así para desaparecer de sus vistas cuando están en su propio mundo. Los padres de su hyung son unas maravillosas personas, aunque había un pequeño detalle que no le agradaba, pero al menos lo que importaba es que Taehyung no tuvo una vida idéntica como la que tiene.
La puerta se ha abierto, Taehyung se asomó para encontrarse con el pelinegro menor, era de esperar que ya se encontraba allí y ocultó el ramo de flores a sus espaldas, antes de adentrarse y llamarle la atención, su corazón palpitaba demasiado como si tratara de escapar, aclaró la garganta haciendo un ruido, para que finalmente los ojos de Jungkook se posaran en él, una genuina sonrisa apareció.
—Llegaste puntual.
—No tenía mucho de que hacer, Namjoon siempre si tuvo que recompensarle su tiempo a su familia.
—Ignora ese desorden, solo veía esos recuerdos de mi vida. — Trataba de ocultar el ramo, pero el ruido del papel moverse hizo que Jungkook cooperara. — ¿Cómo te ha ido en la universidad?
—Mi padre por primera vez ha ido, solo para convencerme de que volviera, poniendo como excusa la imagen de la familia que puede estar en peligro. — Ríe bajo, un poco irónico al recordarlo. — Es difícil imaginarse a mis propios padres y mis hermanos preocupándose por mi, así que no puedo dudar si lo están haciendo.
—No hay palabras exactas para opinar.
—No te preocupes, hay ocasiones que no podemos comentar, solo escuchar. — Encoge de hombros. — Es increíble que me culpen por avergonzar a mi madre en esa comida, hubo gente que me defendió y otros criticándome. — Mira de nuevo la foto. — ¿Alguna vez... habías vivido un momento así?
—Mi vida no es perfecta como suelo contar. — Sinceró. — Solo los comentarios que recibía era porque vivo en un mundo perfecto, que jamás sé de como es la realidad, cuando de verdad sé como son las cosas, de que valoro los esfuerzos de mis padres y no soy un niño mimado. Hasta la gente que suele ser perfecta, critican a los de su misma clase, críticas si recibía pero no tan dañinas para causar inseguridades.
—Me alegra que jamás hayas vivido por una situación así. Pero después, había tenido planes con mis amigos a comprar pero al final Siyeon terminó acompañándome.
—¿Tus padres no trataron de chantajear a los padres de tus amigos para que vuelvas?
—Ellos no saben que estoy con mi tía, mi madre es muy dramática. — Ladeó su cabeza tratando de ver lo que el mayor oculta. — Y ¿Qué llevas ahí? Desde que entraste, tienes el brazo así.
—Oh eso... — Ríe un poco nervioso, antes de exponer el ramo y dejarlo ante la vista. — Es para ti... — Trató de no balbucear. — Quizás no debí combinar ciertos tipos de flores, pero no sabía a cuales escoger y trataba de hacer esto no muy exagerado.
Jungkook dejó las fotos sobre la cama para tomar el ramo, no le molestaba el hecho que el papel sea con periódico viejo, solo que la belleza y el brillo de las flores no se apagaba, es lo sorprendente de este lugar, en total son veinte y dos especies formaban la cantidad, soltó una diminuta sonrisa, antes de mirar al mayor que tiene las mejillas un poco coloradas, esperando por alguna respuesta o acción.
—Gracias... son muy lindas. — Taehyung carraspeó nervioso, viendo como el menor examinaba cada flor, tratando de descifrar el nombre de las flores que desconoce.
Minutos más tarde, le llevó al jardín donde será la cena, el olor de la comida llegaba a sus fosas nasales que provocaba que su estómago gruñera, había comido lo suficiente para no brincarse ninguna hora y poder disfrutarlo, es normal que los chicos sean caballerosos con otro chicos, lo supo Taehyung y no se molestó en recorrer una silla para que Jungkook se sentara, dejando el ramo en un asiento vació que está entre ellos así para que el contrario se sentara enfrente. La luz de las velas hacían que el ambiente se vea hermoso, siendo acompañado con la luz de las flores y de las mariposas pasar, la noche se encontraba cálida, con cero probabilidades que sea fría.
Comían con tranquilidad escuchando lo que hablaba del otro, desviando el tema de como lo ha pasado Taehyung, ya que no era tan necesario porque Jungkook supo todo eso, así dejando las cosas tristes a un lado y solo enfocarse en su cita, la cual olvidaron si es la doceava. Bueno, no importa, cada que se ven es una cita.
—Hyung, respecto de tu carta. — Taehyung tomó la servilleta para limpiar sus comisuras, escuchando a su amado. — ¿De verdad le pides deseos a la luna?
—También a las estrellas, suena muy tonto y muy infantil pero siempre lo hago.
—Oh me gustaría escuchar esas palabras de ti, que me lo digas y si quieres agregar algo más, te escucharé.
—¿Sabes algo? Cuando hay lluvia de estrellas, es una señal que puedo pedir una infinidad de deseos, pero nadie puede pedir dichas cantidades, en esos momentos solo esperaba de que no te fueras de mi lado, que esto no te presione demasiado o puedas meterte en problemas. — Elevó la mirada. — Solo pedía de poder salir de aquí, de que no me odies por mi pasado pero jamás esperaba que hay deseos que se piden sin necesidad que yo lo diga, es como si la vida o el destino pide algo para ti y por eso existen los días inesperados. Es donde comencé a darme cuenta, pero no tenía miedo, solo dudaba y me causaba curiosidad cuando la respuesta es solo amor, de que estoy enamorado.
—¿Hasta a las constelaciones les pides deseos?
—Hasta los luceros. ¿Será normal con el sol?
—No es normal. — Ríe bajo. — Pero cada quien tiene la manera de pedir deseos, de pequeño solía lanzar una moneda a una fuente y pedía por mi helado favorito o de que mi próximo cumpleaños hubiera un gigantesco pastel.
—Antes, en la primaria llevaba un calcetín entre mis cosas, no podía salir de casa sino no tendría suerte, no me lo pondría y no tenía el par, aún así terminaba poniéndolo debajo de mi almohada y dormía con el.
—¿Un calcetín? ¿Ni siquiera el par?
—Solo fue por un tiempo, hasta que mi abuela me contó sobre las estrellas y salíamos a verlas.
—Al menos seguías pidiendo deseos soplado las velas.
—¿A los cuantos años tus padres dejaron de festejar tu cumpleaños?
—A los doce. — Soltó con tranquilidad. — Solo mis amigos armaban pequeñas reuniones o llevaban un pastel a la escuela.
—¿Seokjin, Jimin y tú?
—Si, y Siyeon se las arreglaba para mandarme un regalo.
—Bueno, nuestros días especiales se volvieron tristes.
—Al menos después de cincuenta años, volverás a festejar el tuyo si esto sigue así.
—Debiste decirme que día fue el tuyo, cuando me lo dijiste ya ha sido demasiado tarde.
—Lo que importa ahora, es vivir estos momentos, me gustaría ir de viajes contigo.
—Me convence conocer Canadá y algunos sitios de Rusia.
—Podemos celebrar tu cumpleaños en cualquier de esas dos opciones.
—O celebrar nuestro primer aniversario en Noruega.
Jungkook sonrió antes de beber su bebida, disfrutaban los minutos que avanzaban en la noche, se sabe que el menor no podría quedarse a dormir o por más tiempo, ya que tenía un asunto pendiente, le encanta saber de que las cosas estén mejorando, miraba directamente ante las expresiones que hace el menor mientras seguía hablando, tienen hasta las tres de la mañana para que vuelva a su mundo, así que no es temprano y ni tarde para dar el detalle tan importante para ambos.
Las mariposas siguen rondando por doquier, hasta algunas se habían apoderado donde se encuentran, y se paraban entre las flores que Taehyung ha escogido, es ahora o nunca, se sentía nervioso preguntándose porque todo lo que siente está a punto de colapsar, agradecido que sus manos hayan dejado de sudar, esperó que el contrario terminara de comer así para comenzar con el siguiente paso.
Jungkook luce tan hermoso que no podía concentrarse.
Llevó su mano libre para posarse sobre la contraria, recibiendo su mirada como respuesta, Taehyung sonrió de lado siendo tan dulce y cariñoso antes de balbucear, pidiéndole de favor a su rebelde corazón que cooperara porque esto tiene que salir bien.
—Jungkook, tengo algo que me gustaría dar.
—Uh... — Llevó su mano contraria al bolsillo donde lleva guardada la caja con los anillos. — También yo tengo algo que regalarte.
—Empieza tú. — Niega el menor.
—No, no... — No se siente preparado para ser el primero. — Mejor tú.
Taehyung dejó visualizar la caja de terciopelo y lo colocó sobre la mesa, así para que Jungkook lo tomara, el pelinegro menor tomó la caja haciéndose algunas ideas lo que vendrá dentro, levantó la tapa y entre abrió la boca asombrado lo que había, así para tomar la cadenita y sacar el objeto, mirándolo con detalle recordando que ha soñado con ese objeto en unas ocasiones, el relicario que obtenía cada escena mientras dormía, una gran coincidencia para que Agatha pueda ser cómplice de este tipo de señales.
—Taehyung... este relicario, aparecía en mis sueños como si tu me lo hubieras dado, o cada que quería tenerlo. — El mayor no dijo nada, solo miraba con admiración la expresión que Jungkook hacía, el brillo de sus ojos haciéndose cada vez más.
—Aún me sigo preguntando porque eso seguía estando conmigo. — Miró el relicario. — Lo había comprado cuando fui a Londres por primera vez, tenía con las ganas de hacerlo hasta que mi amiga Yoohyeon me animó comprarlo, ella y Seojoon supieron el significado. — Sonríe triste. — Mantuve ese relicario en estos tiempos, con la esperanza de regalárselo a la persona correcta, la cual pienso vivir por el resto de mi vida.
Los ojos de Jungkook se posicionaron en él, asombrado por esa declaración, ¿Taehyung quiere estar a su lado por la eternidad? Supo que no soñaba con tener un amor, pero al parecer ahora, su hyung suele tomarse las cosas en serio para obtener lo que quiere.
—Siempre corriendo por encontrarse el amanecer o el atardecer, como la noche y el día, como la luna y el sol, así como tú y yo. — Soportó las ganas de levantarse e ir por él y devorarle los labios. — Contigo he aprendido que cuando el amor es puro y verdadero. Es lo mismo que llevar la primavera en el corazón, sin temor alguno que la marchite el invierno.
El menor no tuvo las palabras indicadas para responder, sacó la caja del bolsillo de su chamarra así para dejarla a la vista, Taehyung no dudó en tomarla, levantó la tapa y pudo encontrar dos anillos iguales de oro, con una mariposa pequeña hecha con una piedra preciosa de color esmeralda, dándose entender que son para ellos y sintió como los latidos de su corazón palpitaban con fuerza, Jungkook no pudo evitar sonrojarse y ver a otro punto que no sea Taehyung, temblando de nervios con las palabras de la boca a punto de decir lo que ha pensado cuando decidió comprarlo.
—No podía evitar pensar que el significado de la mariposa para ti, es belleza infinita pero también percatan lo valiosas que son para darle vida a la naturaleza. Así me sentí cuando llegaste a la mía, eres como mi libro favorito, me llamaste la atención por la portada y me enamoraste en cada página.
El mayor no resistió, se levantó de su lugar y fue directo donde está Jungkook, así para terminar abrazándolo y que ese abrazo sea correspondido en segundos, nunca en su vida se ha sentido tan feliz, es una sensación que no puede explicarlo, pero lo siente y sabe que eso está bien, ambos temblaban de nervios solo porque sus almas se están uniendo, a ser uno solo.
Se alejó del menor para verle los ojos, sintiendo como sus manos acunaban su rostro con cierto cariño, no podía borrar esa sonrisa y no piensa hacerlo, está tan enamorado que no se va arrepentir por regalar algo valioso que guardó por estos años, estando seguro que no se equivocó.
—Es tan fácil de enamorarse de ti, mi amor. — Murmuró. — Porque pasa que todo en ti es tan increíble, tienes un alma preciosa y un corazón de oro. ¡Eres mi persona favorita! Y yo estoy locamente enamorado de ti, todos mis gustos están en ti. — Oh como no descartar el hecho que su chico se ve tan angelical con ese carmín que pintan sus mejillas. — Definitivamente la vida no sería vida si no hubiéramos conocido aquella vez para llegar hoy hasta aquí, porque desde entonces te haz convertido en mi lugar seguro, en el lugar en el que quiero permanecer para siempre.
Jungkook no comprendía porque su respiración está acelerándose, así que terminó por unir sus labios con los contrarios, cerrando de inmediato sus ojos sin importar que Taehyung haya sobresaltado, llevando sus brazos para rodear su cuello y levantarse de su lugar para que el beso sea cómodo, las cosas serían igual si no hubiera un cambio inesperado en sus vidas, de que la situación en que vivían será su rutina diaria, como no agradecerle a la vida, al tiempo o al destino por haberlos guiado a este precioso tesoro. Si, así es lo que piensan ahora, un mundo donde estos chicos pueden estar solo para mostrar ese amor que están dispuestos en hacer.
Se separó de si hyung cortando el beso, a sabiendas que pedía más, le restaba importancia que sean más de las tres de la mañana, este desvelo vale la pena al igual sus noches de insomnio, la razón es él y se llama Kim Taehyung.
—Solo tu amor me completa... eres lo que me faltaba para poder ser feliz.
Abrazó de nuevo al mayor, este llevó sus labios hacia el cuello de Jungkook para besarlo y anhelar su olor, moviendo sus cuerpos de un lado a otro para terminar cargando hasta tal punto en que los pies de su chico dejaran de tocar el suelo, cada vez sentían que ese día está por llegar, así para obtener una vida juntos, de vivir esos sueños que están dispuestos en cumplir.
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