Chapter 26
Habían pasado dos horas desde que Taehyung salió del salón de arte, Jungkook ha estado contándole todo a su prima quien igual convivía con Agatha, a Siyeon le parecía maravilloso que exista algo así, perdió el miedo al saber que no hay nada que temer, le agrada demasiado a la lechuza. Jungkook caminaba por los pasillos en busca de Taehyung, no lo encontró en la habitación y era la única opción encontrarlo en el jardín, el silencio de este lugar le extrañaba, agradecido que esas personas que rondaban por ahí ya dejaron de aparecer, no quiso cuestionarle a Agatha sobre eso y no armar una teoría por lo que escuchó, abrió la puerta de cristal y pasó para salir, se acomodó bien el abrigo que ha encontrado en la habitación ya que la temperatura ha bajado a seis grados, sintió el aire chocar con su piel, metió las manos en los bolsillos sin importar que este le quedara más grande.
Aún se sentía molesto y triste por saberlo todo, Agatha prometió que todo lo sabrá Taehyung cuando estén a solas, respetando la decisión de ocultar ciertas cosas y notó la angustia que expresó la lechuza, se había preocupado por su hyung que rompió demasiadas reglas sin que esa familia se diera cuenta. Taehyung no merecía este tipo de castigos y sucedió, ahora está aquí cumpliendo con sus palabras cuando encontró esa razón, solo él tendría un año más y su vida será normal pero con suerte Jungkook apareció, con su curiosidad presente que le guió hasta ahora.
Solo son dos chicos que quieren correr con la suerte de conseguir una felicidad, una Taehyung esperaba recuperarla y dos, Jungkook jamás lo esperaba.
Miraba las blancas alcatraces que están cerca de una fuente, veía la gran cantidad de mariposas rondar por su alrededor, preguntándose que clase de flores habrían por el jardín, escuchaba el canto de los grillos y el sonido de los búhos, buscaba con la mirada a Taehyung sin necesidad de gritar su nombre, recordó que hay un gran estanque en el norte, lo cual había visitado una ocasión para escuchar a su hyung cantar, comenzó a correr hasta ese rumbo.
Hay sitios que a Taehyung los considera como sus favoritos, y ese lugar es uno de los primeros que suele tocar el violín o cantar.
Los peces nadaban de un lado a otro, las flores de loto igual brillaban e imitaban a sus alrededores sobre los nenúfares, el ruido de la corriente de una pequeña cascada acompañaba con los ruidos que hay, Taehyung se encontraba parado en medio del puente, viendo en su celular pasando las fotos que ha tomado con Jungkook y por su cuenta cuando logró entender, le encantaría ver al menos el rostro de sus amigos y padres pero es complicado para una época diferente, soltó una entristecida sonrisa preguntándose como sería su vida en sus tiempos, si logrará casarse con la mujer indicada o continuarla como cualquier persona normal, pero terminó enamorándose del chico de los ojos hermosos y sonrisa como la de un conejo, hubo un gran cambio en sus planes que comprendió la razón de darle un año más en este lugar, para encontrar a esa persona correcta, amigo o pareja, pueda ser feliz en su nueva y mejorada vida.
Soltó un suspiro, siendo una buena idea volver y disculparse por haberse molestado, aunque tenía el derecho pero siempre mostraba una buena imagen cuando se trata de conocer alguien más, cuando se dio media vuelta encontró al pelinegro menor, quien se detuvo y soltaba respiraciones aceleradas, agachándose un poco para obtener algo de aire, Taehyung se dio cuenta que Jungkook usaba uno de sus sacos favoritos, había creído que se quedó dormido con su prima mientras está él aquí tratando de tranquilizarse.
Sus días nublados finalmente llegó un sol que con sus destellos y luz, iluminaba cada rincón de su mundo.
Se quedó allí parado hasta que Jungkook caminó donde está él, soltó una linda y diminuta sonrisa cuando posicionó sus ojos sobre los de Taehyung.
—¿Todo en orden? — El mayor asintió lentamente.
—Creí que te haz dormido.
—Siyeon prefirió platicar con Agatha y escuchar toda la historia, al final ambas terminaron por llevarse bien.
—Entonces no nos va regañar por besarnos.
—¿Otra vez con eso?
—Oh no digas nada cuando bien me correspondías. — Ríe bajo cuando Jungkook le pegó en el brazo.
—Pero no sucedió nada, solo fue... — Toma una bocanada de aire y exhala. — Solo fue un beso.
—Me gustó. — Desvió la mirada en su hyung. — Me gustó besarte, haría lo posible por hacerlo de nuevo.
—Pero... ¿No te sientes extraño por besar a un chico?
—¿Por qué debería pensar en eso? Si yo decidí en amar a un chico, no debería sentirme extraño por hacerlo, si me gustó lo será sin importar que sean milésimas de veces.
—Al parecer estás sintiéndote bien.
—No del todo, sé que me molestaré cuando Agatha confiese todo, entiendo ciertas cosas pero ha sido el colmo con esa mujer.
—Pero al final recibió su castigo.
—Eso si, un gran merecido castigo por sus estupideces, sonaría muy grosero para el familiar de tu amigo pero no lo diré.
—Sé que estás aliviado que esa mujer murió.
—De hecho, no tendría rencor hacia el resto de su familia, solo los que tomaban su lugar. — Encoge de hombros. — Tú amigo Namjoon suena que es un buen chico, se disculparía lo que hizo su bisabuela.
—¿Te gustaría conocerlo?
—No lo sé, no quiero que su abuela quiera verme y todos se pongan de acuerdo para hablarme cuando no hay nada de que hablar, solo perdemos tiempo. — Los ojos de Taehyung se volvieron acuosos, llevó el dorso de su mano para limpiar sus lágrimas, lo cual Jungkook volteó de nuevo a verlo para que lo encontrara llorando. — Solo... solo tendría una buena vida normal, mis padres me amaban, tenía buenos amigos, disfrutaba mis viajes y he sido un buen hijo. Ahora nadie sabe quien fue el malo cuando en realidad fui tachado como uno, tenía miedo de que me rechaces por haber sido así con la gente que no es de nuestra clase, he cometido errores y Agatha lo decía, solo no tuve una educación exacta desde mi niñez, tuve esa costumbre y lo mantuve hasta que sucedió esto.
—Dijiste que toda tu familia trataba así a sus empleados, pero siguen siendo buenas personas.
—Les repugnaba demasiado la vida que tienen, con la creencia que tienen enfermedades o alguna bacteria, son delincuentes y muertos de hambre. Y los de clase media, unos mediocres que ni llegarán a nuestros talones. — Evitaba que el menor quiera verle la cara, eso hacía Taehyung y solo permitía que escuchara su llanto. — Si yo soy el malo, entonces debió meter a gente como yo aquí ¿no lo crees?
—Taehyung, no eres malo. — Sinceró, viendo como el mayor quería abrazarlo pero solo lo hacía asimismo. — Sé lo que dije con mi familia porque son así, no hay alternativa que cambien, es muy diferente contigo porque cambiaste, tú decidiste hacerlo y mejoraste como persona. Mi tía siempre dice que no es bueno insistirle a una persona que cambie ya que va ser en vano, lo hiciste y no solo por salir de aquí, quizás es el último detalle para que te dieras cuenta.
—Solo quiero ser feliz ¿Es mucho pedir? — Soltó con un hilo de voz, Jungkook quedó callado por unos segundos, la mujer responsable sabía perfectamente que Taehyung comenzaba a sufrir, pero intentaba hacer algo para mantenerlo bien hasta que sus planes sean como ella lo dijo, aún así Taehyung perdía todo de una forma tan cruel. — Quiero ver a mis padres, a mis amigos, el mundo.
Se acercó un poco más a él, abrazándolo por el brazo y apegó su cabeza sobre el hombro del mayor, con sus ambas manos tocaban la ajena, haciendo líneas o círculos imaginarios sobre su piel mientras veía como los peces nadan. Este sitio es muy lindo, lo pensó cuando dio un pie a este mundo, pero es demasiado triste cuando uno averigua la verdad, Jungkook siente esa aura triste rondar por doquier, Taehyung se ha sentido muy solo y poco a poco se apagaba, su sonrisa se desvanecía hasta él había concluido que jamás la va recuperar, suponía que la cantidad de lágrimas que derramó han de superar cada gota que puede armar un océano, bueno al menos no se dañaba asimismo ya que no podía morir, y Agatha no permite actos así.
Una simple lechuza a cuidado a un chico por cincuenta años, le enseñaba cosas buenas y útiles para su vida, le guiaba al buen camino, tenía demasiada paciencia pero igual se desesperaba, por más que luzca neutral como siempre, en el fondo Agatha sentía esa tristeza por Taehyung.
Jungkook reía y sonreía pero luego no duraba por tanto tiempo cuando volvía a su realidad, completamente diferente, cuando ambos están juntos es como si todos sus problemas dejaran de existir, un mundo que solo él y su hyung conocen, cerró sus ojos dejándose llevar ante ese diminuto abrazo, sintiendo como hipeaba el otro quien no dejaba de llorar.
—Soy yo quien promete demasiado y tú quieres dar algo a cambio. — Murmuró. — Me he dado cuenta con el tiempo, porque no sabías que hacer y está bien, solo que esto es nuevo para ti, igual me gusta las promesas que haces, ambos los cumplimos pero soy yo que se esfuerza en sacarte de aquí.
—¿De verdad soy una princesa como mencionaron tus amigos?
—Digamos que eres un príncipe que necesitaba ser rescatado, pero la conclusión es que ambos necesitamos ser rescatados, así que no hay príncipes.
—Aún así suena ridículo que esto se rompe con el beso del verdadero amor.
—Ya dimos nuestro primer beso y no sucedió nada. — Ríe bajo al recordar que vio todas esas películas de Disney solo para ayudar, creándose escenarios imaginarios de como sería si eso fuese el procedimiento. — Eso no quiere decir que no nos queremos, nos besamos porque quisimos, no nos hemos aguantado pero siento esas sensaciones que dices cuando estoy contigo.
—Esas películas de princesas besan por primera vez a su salvador y todo se soluciona, ¿Cómo es posible que creas algo así?
—No importa si esto no se rompe con un simple beso, sé que Agatha no me lo toma en serio y solo lo prohibió para que sea especial.
—Nos adelantamos, no negaré nada, hay noches que se tornan tan oscuras y, no logro hallar la luz... tantos pensamientos fugaces de acabar conmigo me terminan destrozando de a pocos. — Se separó un poco de Jungkook para voltearlo a verlo, permitiendo que viera su rostro con las mejillas empapadas. — Sostenme más fuerte y yo me aferraré como nunca a ti.
El menor dirigió sus mano izquierda para acunar la mejilla ajena, quitando el exceso de lágrimas con su pulgar mientras su mirada entristecida se mezclaba con una de cariño.
—Y te amaré hasta que las estrellas dejen de brillar y mi corazón de latir. — Dijo acercándose más a Taehyung para apegar sus frentes, sintiendo como rodeaba sus brazos en su cadera para abrazarlo, sabe que es inevitable tranquilizar el llanto del mayor, porque sabe que su corazón está ahogándose en esta tristeza y apenas está recibiendo el consuelo del suyo.
—G-Gracias. — Balbuceó, aferrándose un poco más en Jungkook. — Gracias por esa luz que haz puesto en mi camino cuando ya estaba a punto de convencerme de que no volvería a ver un rayito de sol. — Resopló tembloroso al igual que su labio inferior, rozando su nariz con la contraria. — En mi inmensa oscuridad, llegaste tú, con tu risa perfecta, con tu voz que para mí es melodía, y con esa forma de ser que hace tiempo no conocía.
—¿Hace tiempo? — Indagó siendo bromista, separándose para verle los ojos.
—Para que mentirte, si yo nunca antes había tenido la suerte de coincidir con alguien como tú. — Apegó sus labios con los del menor, que de inmediato correspondió.
Los labios de Jungkook son suaves como los pétalos de las flores, no se ha equivocado Taehyung cuando las acariciaba, pensando que han de ser así cuando bese por primera vez al menor, Jungkook es como una linda flor que faltaba en su jardín, hay miles de especies para que exista él y que sea único y especial para que su pecho sintiera lo cálido de este amor.
Los chasquidos se mezclaban con la melodía de sus latidos, la bomba de las sensaciones acabó de explotar, ninguno en su vida ha sentido algo así hacia el otro, tan fuerte que los une, el tacto de sus labios es un cariño que pueden presentir, al igual que la unión de sus manos cuando las entrelazan.
Faltaban unos minutos para que el portal volviera abrir, habían tardado y recuperaron tiempo lo que tenían planeado, estando sentados en el césped viendo el estanque mientras hablaban de una gran variedad de cosas, besos y abrazos. Siyeon seguía asombrada por haber visto luces rojas que terminó por contarle a su primo, Agatha le ha explicado la razón pidiéndole que sea un secreto y bueno Siyeon sabe camuflajear las cosas, entregó el saco al dueño, tomando su mochila con lo que Taehyung le regaló adentro, teniendo curiosidad lo que viene escrito en esa carta.
—Prometo no meterme a este lugar, es muy lindo y tranquilo, aunque quisiera al menos rondar por aquí. — Admitió Siyeon cansada, siéndole increíble que pasara un día allí, agradecida que sus padres no se encuentra en casa y le avisó a todos los empleados que no va estar ausente por un día, tienen demasiada confianza en la chica así que no hubo problemas en ello. — No le diré a nadie de esto.
—Siyeon, lamento por haberme molestado de esa manera. — Se disculpo Taehyung.
—Tienes el derecho de molestarte con algo tan importante como eso, sé que quisiste demostrar una buena hospitalidad pero es entendible.
—No le borrarás lo que vio ¿o si? — Indagó Jungkook volteando a ver a Agatha quien está arriba del perchero, lejos de ellos y habló un poco bajo para que no los escuchen.
—Tú prima es de confiar, le daré una oportunidad si cumple con sus palabras.
—Kim Taehyung, necesito decirte algo. — Volteó a ver al chico. — Sé feliz con Jungkook, jamás le hagas llorar o te las verás conmigo, noto demasiado que se quieren mucho y luchan para estar juntos, pero confío en ti ¿eh? Sé que ni me defraudarás.
—Es obvio que lo voy a cuidar bien, prometo que lo haré con toda mi vida.
—Bien, me encantaría hablarte pero ya no podré venir aquí, esta va ser la primera y última vez que me verás. — Extiende su mano para que sea estrechada. — Ha sido un gusto conocerte, quiero que hablemos de nuevo porque siento curiosidad en ti.
—Siyeon tus preguntas han sido resueltas.
—Jungkook, hablo con tu futuro novio, es una charla de adultos.
Taehyung ríe bajo terminando por tomar la mano de la chica.
—El gusto es mío, señorita Jeon. Se nota que son muy buenos primos, me alegra que también lo hagas feliz.
Y el portal se abrió, Siyeon se despidió de Agatha antes de tomar a su primo por el antebrazo, ninguno de los enamorados quiso despedirse con un beso solo con un ademán.
—¿Qué tanto dijiste al guardia la hora que llegaríamos? — Cuestionó Jungkook antes de cruzar, viendo a su prima.
—Que llegaríamos a la hora de su cena y que no se preocupara en abrirnos.
Desvió la mirada en Taehyung que entre labios dijo algo, ladeó la cabeza tratando de descifrarlo pero entendió lo que le decía, un "te amo" entre labios, volviéndole la misma palabra antes que los primos Jeon regresaran a su mundo.
Siyeon se sentía como si no estuviera en su casa por un gran tiempo, soltando un suspiro dándose cuenta que el abrigo que tenía ya no estaba, creyendo que ha olvidado entregarlo.
—Debemos dormir porque tenemos clases dentro de unas horas.
—Pero no le digas nada a nadie, por favor. — Pidió de nuevo Jungkook. — Confío en ti para que me cubras cada que lo vuelva a ver.
—Lo haré, hasta que llegue el día que será libre. — Sonríe. — Soy de confiar, aunque sigue siendo una locura y vaya que sabe usar bien el celular.
—Descansa, prima.
—Igualmente, no vayas a estar chateando con él porque llegarás tarde a clases. — Dijo saliendo de la habitación para dejar a Jungkook solo.
Miró un poco el espejo, notando que ambos ya no se encontraban allí, se dirigió a su cama sin la preocupación de colocarse su pijama, dejó su mochila en la silla del escritorio, cargó su celular y lo dejó en la mesita de noche, para después destender la cama y acurrucarse entre las cobijas. Vaya que le ha gustado esa cita en el lago, aún sentía el cosquilleo en sus labios que moría por probarlos, sintiendo sus párpados pesados.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro