Chapter 22
Era la hora del almuerzo, Jungkook se encontró a Namjoon esperándolo fuera de su aula, para ir a la cafetería antes de que se acabe el Kimbap de salmón y aguacate, la mente de Jungkook recordó de nuevo lo que ocurrió en la noche anterior, es como si viviera dentro de un sueño y que ese chico fuese su príncipe, además no entiende porque empezó a tener ese tipo de ideas, diciéndose para sí mismo que debería buscar entre las películas de romper hechizos, la noche ha sido maravillosa para él y la lluvia de estrellas mientras escuchaba las lindas palabras de Taehyung, soltó un profundo suspiro preguntándose si sería una buena idea volverlo a verlo, aunque su corazón le dice que si pero necesita la respuesta de su cerebro.
Con tan solo pensar la gran decisión que tomaron, tiene un poco de miedo pero en el fondo sabe que Taehyung lo va amar de la manera que no imaginó suceder, ya es un hecho de que esos importantes requisitos estén cumplidos, le alegra de que su hyung haya logrado cambiar, ahora falta cooperar entre los dos. Namjoon desvió la mirada en su amigo cuando no recibió una respuesta y dándose cuenta que hablaba solo, el moreno tiene gran curiosidad respecto del tema, no supo lo que su abuela habrá hablado con Jungkook, de un día para otro el pelinegro había cambiado, no dejaba de sonreír embobado o soltar uno que otro un suspiro profundo, Seokjin y Jimin notaron eso que durante en clases estaban hablando del tema a escondidas, el menor de los dos está en su propio mundo que un sonrojo pudo notar. Extrañado y curioso, Namjoon zarandeó el brazo de Jungkook llamándole, hasta que finalmente le prestó atención.
—Jungkook ¿Qué ocurre? Estás tan callado desde que te vimos y sonríes así de la nada. — Detuvieron sus pasos e al cruzar las puertas de la cafetería, encontrándola vacía.
Namjoon de inmediato fue a comprar el almuerzo y Jungkook pidió el suyo, no había recibido una respuesta, hasta que se sentaron en uno de los lugares disponibles del lugar, tomando sus palillos para comenzar a comer.
—¿Qué te dijo mi abuela para que cambiaras así de repente?
—¿Por qué?
—¿Es por Taehyung? ¿Algo pasó? — El pelinegro hizo un sonido de afirmación.
—Ayer estuve todo el día con él, le pedí a Jimin que me cubra. — El contrario asintió para sí mismo comprendiendo porque Park reaccionó de una manera pícara, mencionando a Taehyung en vez en cuando como si un tipo de señal mostraba. — Ya es un hecho del hechizo, solo... Taehyung y yo tenemos que sentir lo mismo, y... — Elevó la mirada. — Decidimos enamorarnos.
Namjoon lo vio con los ojos abiertos, teniendo el bocado en sus mejillas y alejó un poco los palillos de su boca, elevando ambas cejas ante esa declaración, hizo un ademán de que le diera un minuto para tragarse el bocado.
—Wow... es una manera tan extraña.
—Lo sé, pero es un ser humano como nosotros. Ayer hicimos muchas cosas juntos, estando con él me causa felicidad, de sentirme tan seguro y libre de ser yo mismo, la razón de sus sonrisas soy yo y viceversa, es mucho de que contar.
—Y eso que ocurrió solo un día.
—Lo sé, seré franco contigo. — Recargó su codo sobre la mesa, jugando un poco con la comida con los palillos. — Antes comencé a tener sentimientos hacia Taehyung, preferí no admitirlo hasta hoy en día, hasta tuve la idea de mentirle pero al final no lo hice, puede que Agatha lo haya notado en mi y prefirió no decir nada, a pesar que vamos a tener tres meses conociéndonos comencé a enamorarme, pero me da miedo.
—No deberías tener miedo si haz encontrado a la persona indicada.
—Lo juro, Nam. No dije nada por lo mismo, de que Taehyung jugara conmigo pero es tan sincero que no lo sé.
—No debes dudar cuando ustedes decidieron enamorarse, haz a un lado los comentarios de tu familia y arriésgate, sé feliz con él, ámense o que sé yo... — Encogió de hombros. — Si él te gusta y está cumpliendo con lo que prometió, será mejor que hagas el gran intento dejar de cuestionar, porque nadie y mucho menos una lechuza mágica va saber lo que sucederá después.
Namjoon tiene demasiada razón, puede que Taehyung no se rinda pero no va ver ni un avance si Jungkook no hace algo, soltó una diminuta sonrisa decidido, asintiendo una sola vez. Él es un chico fuerte, y lo será hasta que ese hechizo esté roto, su amigo igualmente respondió la sonrisa esperando por su respuesta, si Taehyung también está sintiendo esos sentimientos y siendo correspondido, no tiene que desaprovechar esta gran oportunidad, grandes ventajas vendrán hacia ambos.
—Haré lo posible, Nam. De verdad gracias.
—Dale demasiadas oportunidades, sé que todo saldrá bien. — Animó.
Minutos más tarde, Seokjin y Jimin se unieron con ellos, logrando alcanzar un poco de kimbap para ambos y Namjoon aprovechó en comprar un poco más. Jungkook comenzó hablar de como le ha ido con Taehyung el fin de semana, emocionando a sus dos amigos, y lo mismo, totalmente extraño para que anduviera con una persona de diferente época, con una mentalidad que con suerte logró entender que en la actualidad es normal, Jimin ya sospechaba, soltaba todo lo que tenía en mente y avergonzado a Jungkook para hacerlo sonrojar.
Taehyung es un chico totalmente agradable, le gusta pasar tiempo con él, de aprender otras cosas y buscar algo que les una, Jungkook descubrió que a Taehyung le encanta demasiado el helado napolitano o la banana split con mucha crema batida y chispas de colores, también en preparar increíbles recetas que su hyung sabe algunas que son internacionales, dándole los ánimos que puede abrir un restaurante o dedicarse a eso, grandes ideas para que el mayor pueda ser alguien en la vida real.
Pasaron las horas en un abrir y cerrar de ojos, el chófer cerró la puerta después que Hyunjin se adentrara, Jungkook quedándose en el medio y Sua estaba hablando por teléfono. La comida que su madre organizó, algunos familiares Jeon y otras personas se harán socios para nuevos proyectos, lo que su progenitor no podrá asistir ya que tiene junta a esas horas.
Pensaba en las palabras de Taehyung para sentirse bien, ignoraba por completo a sus dos hermanos quienes están en sus propios mundos, bueno su prima Siyeon estará en ese lugar que no se va aburrir.
El lugar es totalmente lindo, tuvieron que cambiarse en casa de su tía Wheein, Siyeon había recibido con un gran abrazo a su primo favorito, ignorando la presencia de sus dos primos, la chica pelinegra usaba un lindo vestido con mangas largas, su fleco cubría toda su frente que le hacía ver aún más preciosa.
Desde niños, Siyeon y Jungkook siempre fueron unidos, ella como su mayor ha cuidado demasiado de él, le daba buenos consejos y lo escuchaba cada que quiere desahogarse, sabe la situación en la que vive, al menos pudo haber ayudado en algunas cosas, por ejemplo el tipo de amigos que Jungkook quiera tener. Ella es una chica generosa, desde la preparatoria comenzaba a donar dinero para fundaciones o asuntos donde lo necesitan, su padre Lee Taehwa siempre ha tenido conflictos con la familia Jeon que jamás estuvieron de acuerdo que la gran cantidad de dinero se gaste en cosas absurdas, si claro, absurdo es estar saliendo de compras cada semana con las amigas para "cambiar" el estilo de sus armarios, o simplemente en comprar teléfonos de las últimas generaciones solo por moda, relojes, casas o autos lujosos no es absurdo para gastar su dinero ¿o si?
Jungkook si disfruta de sus riquezas pero de una buena manera que su propia tía le ha educado, agradecido que sea ella y no su madre para ser otro egoísta en este universo.
Pero una maravillosa idea le ha llegado en mente, de querer ir de viaje con Taehyung, a los sitios donde él ha visitado después de graduarse, comenzar un poco con sus años sabáticos para permanecer tiempo con él, tan enamorado está que pudo imaginárselo.
—Kookie~ — Escuchó el canturreo de su prima, lo cual le había dado pequeños golpecitos con su hombro con el suyo. Siyeon sonreía pícara por haber notado la expresión del menor. — ¿Te gusta alguien para soltar esa sonrisa?
Posó su mirada en ella, desvaneciendo de inmediato la sonrisa y mirando si nadie de sus hermanos habrán escuchado, para después negar con la cabeza.
—Anda, confía en mi.
—No aquí, más si está mi madre.
—¿Y qué tiene? Algún momento te vas a enamorar de la mujer indicada.
—No es eso, Siyeon. — La chica lo miró con curiosidad.
—¿Con un chico? — Indagó lo más bajo posible pero audible para el menor.
Jungkook la tomó por el antebrazo y salieron del lugar con tan solo cruzar las puertas que llevan al balcón, por allí no había nadie.
—Es con un chico pero no le digas a nadie por favor, ni a mi tía Wheein. — Suplicó.
—Sabes que mis padres te pueden apoyar, ellos no son homofóbicos.
—Solo guarda este secreto, mi papá me puede matar si se entera que me gustan los chicos. — Siyeon hizo una mueca de tristeza al ver esa mirada temerosa de su primo, lo cual asintió y cuidó de que nadie los esté viendo.
—¿Es alguien de clase media?
—Más bien, como nosotros.
—Oh wow... y ¿Es lindo? — Decidió mejorar el ambiente, siendo la guardiana de su primo.
—Si lo es, aunque desde un principio creí que es como la gente que nos rodean.
—Vaya suerte, al menos con el chico que comencé a salir no ha sido un éxito como digamos. El muy idiota solo quiso salir conmigo porque soy bonita, no por mi forma de ser como me lo ha dicho. — Cruzó de brazos. — Me sentí mal en ese entonces y mamá siempre me dijo que no me desanime si no encuentro al indicado, puedo haber besado o entregado mi corazón a la persona equivocada y esto está bien, hasta cuando encuentras la persona que cumple lo que se compromete. — Volteó a verlo. — Y dime ¿Cómo te trata ese chico?
El pelinegro rio nervioso, haciendo que su prima hiciera lo mismo, jamás había visto a su primo así y más con las mejillas un poco sonrojadas, es notable con el propio sol en ellos.
—Bueno... — Claro, no puede decir que el chico que le gusta es de época diferente y anda encerrado en un espejo bajo de un hechizo. — Lo conocí en la universidad, tenía un montón de cajas cargando que decidí ayudarlo, ahí es donde todo comenzó y nos vemos a escondidas.
—¿Y cómo son los padres de él?
—Igual oculta este secreto, nos iría mal si nuestros padres nos descubren.
—Mhm, al menos estás siendo feliz y se me hace que ya son novios y ese detalle me lo estás ocultando.
—E-Esto... yo... — Balbuceó. — Llevamos un mes conociéndonos, recientemente desde el sábado hemos confesado lo que sentimos por el otro.
—Aww... — Exclamó con algo de emoción. — Me encantaría conocerlo, ¿Tienes una foto de él?
—De verdad...
—Jungkook... — La voz voz de Sua interrumpió la conversación, ambos pelinegros voltearon a verla lo cual está parada en la puerta del balcón. — La comida está por comenzar, apúrense.
—Ahí vamos. — Respondió Siyeon por su primo, asegurándose de que la castaña se haya retirado, antes de volver a mirarlo. — Me lo mandas por mensaje y hablamos de eso, tiene que ser muy afortunado por tener a un chico como tú, si ni una chica te adora, no es un pecado que un chico lo haga.
—Bien, quizás le cuente a la tía Wheein sobre mi gusto con los chicos.
—Deberías invitarlo a cenar, o al menos hacer un picnic para ver el atardecer. — Le guiña un ojo. — Los atardeceres son los más lindos porque son teñidos de diferentes maneras.
—Lo tomaré en cuenta.
La mayor le abrazó por el hombro para ir directo a sus lugares que les han seleccionado, los camareros dejaban unas cosas mientras ya todos se encontraban sentados, Jungkook se sentó al lado de Hyunjin estando al frente de su madre, cuando posó su mirada en ella, la mujer llamó la atención de una chica pelirrosa que está al lado suyo, Jungkook desvió la mirada en ella.
—Gahyeon... el chico que está a tu lado es mi hijo, Jungkook.
La mirada de la mencionada cruzó con la del pelinegro, lo cual sonrió como muestra de respeto.
—Mucho gusto.
—El gusto es mío.
—Si gustan, pueden hablar entre ustedes mientras nosotros estamos con la charla importante. — La chica asintió ante las palabras de su madre. Lo que Jungkook notó es las miradas de cómplices que ambas madres se dedicaron, comprendiendo de inmediato esa intención.
No quiere sonar descortés, puede que terminen siendo amigos pero a Jungkook le dejaron de gustar las chicas, una charla normal y cualquiera, terminándole por agradarle aunque hay una probabilidad que no la volverá a ver, el murmullo de la madre de Gahyeon y la suya le llamó un poco la atención.
Miraban con discreción a un punto, lo cual Jungkook hizo lo mismo hasta posar donde está un chico con cabellos castaños, sonriendo ante los lindos halagos de quienes están cerca, debido que está en su nueva relación, lo que hizo helar su sangre es que este chico es gay y su madre es totalmente de acuerdo de que el hombre tiene que tener a una mujer.
Sintió un poco de pena, si esas personas escucharan los comentarios de estas dos mujeres, solo hará el acto de que no las conoce.
—Será mejor que a la próxima no inviten a la familia Hwa. — Concluyó la señora Jeon viendo a su amiga. Si, amiga porque esa mujer que tiene al lado suele ir a las reuniones de cada mes. — ¿No te parece repugnante que ese chico traiga su novio?
—Será mejor que no hablemos de él o lo notarán, te cuento que tengo una sobrina que salió bisexual.
—Yo no permitiría que mis hijos terminen así. A veces sospecho que Jungkook le gustan los chicos, tiene un nuevo amigo que es becado y de clase media, preferí no decir nada porque este muchacho no va entender.
—Si tu hijo no le va bien con las mujeres de por como es, espera el momento que te lo va confesar.
—Mamá, aunque Jungkook sea homosexual... — Hyunjin se involucra a la charla, abrazando a su hermano por los hombros. — Igualmente ningún hombre se fijaría en él, aunque cualquier persona halaga su físico de todas maneras va ser lo mismo.
Sua miró al pelinegro blanquecino.
—¿Cómo estás seguro sobre la orientación de Jungkook? Aunque lo declare, de todas formas tenemos que respetar sus preferencias.
Wheein y Siyeon habían escuchado esos comentarios, los cuales preocupó demasiado a la chica, notando a Jungkook ser discreto.
—Papá se va molestar.
—Si, pero concuerdo el comentario el hecho que va resultar igual.
Gahyeon notó que el menor de los Jeon se había tensado, lo cual se levantó de golpe llamando la atención a unas cuantas personas.
—Jungkook ¿Qué haces? — Indagó su madre tratando de que su hijo volviera sentarse.
Hyunjin río bajo.
—¿Vas a confesar enfrente de todos que eres gay?
—De ninguna manera. — Soltó duro. — A ustedes no les tiene que importar una mierda sobre mi vida y mucho menos opinarla. — Algunas personas intentaban averiguar que es lo que ha sucedido, la señora Jeon soltó una falsa sonrisa para demostrar que todo está en orden. — Y mamá, perdón por avergonzarte de todos, será mejor que me vaya.
—Jungkook, no te irás.
—Si me voy, vienen hablar de negocios y tú te tienes que enfocar en eso ¿no? — Sua miró asombrada al menor. — Como siempre, prefieres hablar de tu perdedor hijo en vez de hacer a lo que vienes. — Se alejó de la mesa sin olvidar disculparse con todos los presentes, para retirarse y tomar su saco del perchero, así para salir de allí.
Siyeon miró a su madre murmurando si sabe algo al respecto ya que los ha visto irse al balcón, lo cual la chica cumplió con su palabra y solo era una charla normal, Hyunjin no paraba de burlarse mentalmente de su hermano que recibió un pequeño golpe por el hombro, como señal de que se calmara. La señora Jeon se disculpaba o decía que se siente avergonzada de que Jungkook haya actuado así, incluso a Gahyeon que como respuesta prefirió fingir una sonrisa.
Wheein prefirió levantarse de su lugar, diciendo que iría por su sobrino a las personas cercanas sin la preocupación que sus otros familiares la escucharan, así para ir detrás de él a pasos rápidos.
Jungkook se colocó su saco después de salir del elevador, era de esperarse que su madre comenzara a sospechar solo porque jamás ha llevado una chica a casa o al menos una novia a cual amar, cuando Namjoon estuvo a punto de ser mencionado lo defendería, pero a Jungkook no le molesta porque le llamen gay, solo le molestó que intentaran presionarlo en que se consiga una chica, siente felicidad por ese desconocido que reveló sobre su nueva relación, hasta le gustaría darle sus felicitaciones.
El otoño está por comenzar, lo cual la brisa es helada y el vapor de su aliento salía, Jungkook no tiene idea a donde ir pero no quiere molestar a sus amigos en ello. Tiene miedo de que sus padres se enteren de este secreto, aunque sea una locura no tiene que ser revelado lo que está comenzando entre él y Taehyung.
El sonido de los tacones le llamó la atención, suplicando mentalmente que no sea su madre pero cuando volteó, era su tía con una expresión de preocupación, estaba por irse pero decidió escucharla.
—Jungkook, cielo.
—¿Mamá siguió hablando de ese tema?
—El chico del que hablaban se enteró, tu Hyunjin había hablado un poco fuerte para que se diera cuenta de la situación.
—Tía, será mejor que regreses, no puedo tolerar comentarios hacia mi persona.
—Dime, porque Siyeon estaba muy preocupada por ti cuando tu hermano dijo que si vas a confesar. ¿Te gusta algún chico?
Sabe que puede confiar en ella, aunque su prima haya cumplido con su palabra no puede ocultarle nada a su tía. Soltó un suspiro rendido, asintiendo con lentitud con la idea de no dar demasiados detalles.
—Si, si me gustan los chicos.
La mayor lo tomó por la mejilla, acariciando su cálida piel con su pulgar.
—Sabes que tienes todo mi apoyo, tus padres jamás van a comprender ciertos puntos al igual que tus hermanos, ellos hacen lo posible para ser perfectos y ser envidiables por otros, jamás dan disculpas pero no voy a tolerar tratos homófobos hacia mi sobrino.
—T-Tía, ojalá que tú fueras mi madre.
—¿Para ti soy una figura materna?
—Mi mamá jamás se ha preocupado por mi desde que comencé con la secundaria, mi padre rara la vez me habla y siempre estoy solo. Mi única salvación es Siyeon y mis mejores amigos.
"Sobre todo Taehyung". Dijo mentalmente.
—Siempre me haz enseñado grandes cosas desde pequeño, me defiendes de los castigos injustos cuando mis padres deben estar orgullosos por ser una buena persona.
—Eres bienvenido si quieres estar con nosotros, tú tío le va alegrar verte.
El menor asintió con lentitud como respuesta, despidiéndose de su tía y que no olvidará en mandarle un mensaje que volvió a casa, así para poder retirarse. No le preocupa el hecho de hablar a solas con sus padres como lo hacía antes, a pesar que tiene veintidós años finalmente no lo están tratando de una manera tan "estricta".
Y dicha lechuza lo ha visto todo, Agatha seguía a Jungkook con la mirada estando parada sobre un cartel, sintiéndose molesta por lo que acabó de suceder y triste lo que le podría pasar al chico, comenzó a mover sus alas para seguirlo.
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