Jungkook había bajado con la pijama puesta, Agatha le había cuidado en el camino mientras frotaba sus ojos y sus pasos seguían somnolientos, bostezando después de ser despertado por la lechuza, dándole más tiempo a Taehyung en preparar un buen desayuno, con suerte no hubo ningún accidente por los escalones para que llegara al comedor con gran éxito, el olor a comida llegó a sus fosas nasales, olfateando mientras escuchaba el ruido de su estómago gruñir, para ellos en este mundo debería ser las nueve de la mañana, tan extraño para su primer día en este sitio.

Taehyung dejó el último plato que es para el guardián, viendo como el menor se sentó, notando lo cuán adorable se ve con los cabellos desordenados, soltó una diminuta risa antes de sentarse al frente suyo. Agatha había llegado a su preciado desayuno, comenzando a ignorar por completo a los presentes para darles privacidad, bueno no es la única vez que se olvidan de su presencia.

—Se ve que dormiste bastante bien. — El menor elevó la mirada antes de tomar los palillos.

—Es muy raro, Agatha me dice que ya son las nueve de la mañana cuando tú me dijiste que despiertas a las tres de la tarde.

—El portal se cierra en la amanecer. — Recordó el mayor. — Yo duermo a las siete de la mañana en tú mundo, aquí efectivamente son las once de la noche.

—Es difícil calcular mental ¿sabes? Vi el reloj de aquí y efectivamente las nueve de la mañana.

—Si, y en tu mundo son las cuatro de la tarde.

—Es raro que exista lo matutino en un mundo sin un día.

—Lo mismo pensé cuando fueron mis primeros meses, dormía más de lo normal hasta que terminé acostumbrado.

—Siento que tuve un profundo sueño que mi cuerpo está extraño.

—Dudo que eso haya una explicación.

—Lo que preparaste está delicioso, podemos preparar la comida juntos.

—Si gustas igual en la cena.

El resto de la mañana, ambos chicos habían vuelto a la habitación para que Jungkook vistiera ese tipo de ropas que Taehyung suele usar, sería raro estar en pijama en una noche infinita y fría, más si la casa es antigua. Se sentía completamente diferente, se paró frente del espejo donde es su entrada y salida, viendo por completo su reflejo, había escogido lo menos formal que Taehyung suele usar, giró un poco sobre talones sin apartar la vista sobre el espejo, viendo que las prendas de ropa le han encajado perfectamente y el guardián le ha ayudado en eso.

—Siento que pertenezco en tus tiempos. — Acomodó sus cabellos, viendo de reojo al mayor quien se acomodaba las mangas de su saco, el mismísimo con su bordado extraño y llamativo como las veces que lo veía en los sueños y cuando lo conoció en persona.

—Estás de acuerdo que te enseñara de esa época, pero no puedes salir de aquí en pijama y calzoncillos raros.

—No son calzones de abuela, hyung. — Rio bajo.

—Bien ¿Con cual empezamos?

—Tu practica de violín.

—No sé porque siento que vas a dormir.

—Te prometo que no lo haré.

El mayor hizo un ademán de que lo siguiera, Jungkook sabe que el hogar donde están es como el suyo en su mundo, solo que con más salones, es mejor seguir a Taehyung o a la lechuza y no investigar por su cuenta, pero de igual manera le indicaba lo que es cada puerta que pasaban. Al llegar allí, solamente había unos cuantos instrumentos, hasta le asombró de que el mayor haya aprendido a tocar el saxofón.

Así sucedió hasta el mediodía, escuchaba la melodía que Taehyung ha compuesto, luego aprendió algo de música e intentó aprender tocar el piano, ya que eso era lo que le interesó más, dejándose llevar que las manos de Taehyung tocaran las suyas, para moverlas cada que se equivocaba y guiarle, aprendiendo a tocar una melodía que era muy popular en los años de su hyung, contando más anécdotas de su vida, memorizando los hermosos recuerdos de su vida, siendo él quien hablara de más y Jungkook simplemente escucharlo, conociendo ciertas cosas.

Prepararon la comida juntos, Jungkook quiso un platillo que para Taehyung le extrañó demasiado, buscando por internet para mostrarle, indicándole el procedimiento de la receta, para que al final saliera de maravilla, aunque habían arreglado un pequeño problema que el resultado haya sido comida quemada.

Comenzaron a ver una película juntos, a Taehyung le había llamado la atención una película de terror, pareciéndole una locura que exista uno donde trata de sobrevivir en doce horas por la noche, que todo sea legal incluyendo el asesinato, sorprendiéndole demasiado que le terminó por encantar, cuatro películas exactas para ver, también vio películas de otros años como en los noventas y unos antiguos para Jungkook.

El reloj marcaba las ocho de la noche, solo habían visto dos películas para continuar su día, viendo las pinturas que el pelinegro mayor ha creado, sin olvidar en mostrarle el que está a punto de terminar, Jungkook vio lo cuán talentoso en el arte, la gran imaginación e inspiración, posando su mirada sobre la pintura, dos enamorados viéndose en una reluciente primavera, donde el chico ve a su amada con un lindo ramo de flores en la mano, el escenario es un lindo paisaje natural con un río precioso.

—Debes haber hecho un museo en esta casa.

—Si que lo hay, solo que este arte no es apreciado por alguien más, eres el único.

—¿A caso haz leído Romeo y Julieta?

—Lo hice, esa pintura está inspirada en esa historia. Ambos viéndose a escondidas en un buen sitio, libres de demostrar el amor sin el miedo de que su mundo se derrumbara.

—Vaya que este día esté por terminar, ha pasado tan rápido que no sé si dormir otra vez contigo o regresar a casa.

—Será mejor que lo hagas y descanses bien, mañana tienes clases.

—¿Qué quieres hacer por esas horas?

Taehyung sonrió un poco, mirando al menor antes de que sea él quien le mirara primero, una sonrisa tan linda y cálida que Jungkook tuvo curiosidad, es como si esperara tal momento, tan solo pensarlo comienza en ponerse nervioso.

—¿Te gustaría ir al jardín?

—¿Hay algo que me quieras mostrar? — El contrario negó como respuesta, Jungkook quería saber si existe un lugar o una ciudad a cual visitar, aparte de ver bosques, flores y mariposas brillantes.

—Me gustaría que bailes conmigo. — Al escuchar eso, volteó a verlo entre abriendo un poco su boca asombrado por esa respuesta. — Tú y yo bailando con música clásica bajo la luz de luna y de las estrellas ¿Qué dices?

Pasó saliva, sintiendo su corazón palpitar ante esa propuesta, era verdad que ambos no comenzaron con algo amoroso a pesar que se prometió hacer, quizás Taehyung lo tiene planeado para dejarlo al último, terminó por aceptarlo con tan solo asentir con su cabeza, dejando que su mano sea tomada con la contraria, viendo la suave sonrisa del mayor preguntándose si poseía emoción, una sonrisa que le pareció tan hermosa mientras de dejaba llevar por él.

En la hora de la cena, ambos comieron algo ligero para reposar unos minutos e ir directo al jardín.

Un gigantesco jardín que es difícil llamarle así, suponiendo que han de haber de flores de cualquier tipo, la brisa cálida acariciaba su blanquecina piel, las mariposas rondaban con tranquilidad, demostrando un aura tan hermosa al aletear, parando sobre de una flor o ir en algún árbol para descansar.

Llegaron en un punto de lugar, tan hermoso con narcisos, jazmines, dalias,  lirios y rosas, dándose cuenta que sus sospechas han sido lo cierto de que esto sea planeado, comenzando a sentirse extraño mientras miles de sensaciones rondaban, un escándalo en su estómago solo por pensar de que el baile no es como intentaba imaginar. No entendía porque se sentía como en los cuentos, solo que existen dos príncipes comenzando a enamorarse, o simplemente librando esa emoción cuando se dieron cuenta de eso, para sanar dos corazones cálidos por el otro, una historia que no existe un dragón o una bruja a cual enfrentar, solo romper un encantamiento.

La música comenzó a resonar, tan linda, tan tranquila que encajaba con el ambiente.

Jungkook no supo como actuar, limpiaba sus manos en el pantalón para quitar el sudor, sin comprender porque está reaccionando así, tranquilizándose mentalmente para actuar con naturalidad, mirando donde está el mayor, lo cual había alzado su mano para ser tomada, igualmente Taehyung podría estar en una situación como la que está, solo que tiene el talento de ocultarlo para lucir tan tranquilo.

—¿Me concedería esta pieza? — El pelinegro menor sonrió nervioso, así como respuesta unir su mano con la ajena, dejándose atraer hasta quedar una cercanía con el cuerpo contrario.

Posicionó su otra mano sobre el hombro de Taehyung, sintiendo como su cintura ha sido tomada, sus alientos y respiraciones chocaron, quedando viéndose en los ojos. Como pensaba, Jungkook luce aún más hermoso bajo la luz de la luna en una noche donde probablemente habrá una lluvia de estrellas, puede apreciar el brillo de sus ojos, el color de sus labios que podrían ser suaves como los pétalos de una flor, con su pulgar acarició un poco su piel, tan suave y tan delicada que lo dirigió para besarle por el dorso.

Jungkook había prestado atención cada movimiento, el latido de sus corazones comenzaban a crear otra melodía, para combinarla con la que resuena en este silencio.

—No importa si soy pisoteado, te explicaré paso a paso ¿de acuerdo? — El menor asintió, así para comenzar con un nuevo recuerdo que será guardado.

Taehyung indicaba con gran lentitud, sin importar que hayan cortado el contacto visual para ver el movimiento de sus pies, tan torpe que no evitó soltar una diminuta risa al notar que Jungkook temblaba, no importa si esta primera vez sea así el punto es que se unieran aún más, siendo un detalle romántico de su parte.

La luna siendo el testigo de sus acciones, en vez en cuando reían juntos cada que el menor pisaba o había una broma entre el baile, regalándose lindas miradas y sonrisas, que un día para otro terminaron por convertirse en cariñosas, es como si lo vivieran en un sueño, tan real que lo están viviendo sin la necesidad de estar dormidos.

Es donde ambos supieron que sus noches de insomnio comenzaron a tener sentido, encontrando las verdaderas razones para esperar que ese portal se abra, el cariño y la admiración hacia el otro comenzaba ser mutuo, creando una inquebrantable conexión entre ellos, el acto de sus manos unidas sea la primera prueba de una promesa que está a punto de cumplirse, Jungkook apegó su frente sobre el hombro derecho de Taehyung, haciendo que el movimiento de sus cuerpos sean tan lentos, un acto que lo tomó por sorpresa y recargara su mejilla sobre su cabeza.

Ambos estando nerviosos, siendo cobijados con el manto cálido que creaban sus corazones, con una gran variedad de emociones y sensaciones que explotaban como si fuegos artificiales fueran.

—El único café que quiero ver todos los días de mi vida, es el café de tus ojos al despertar. — Murmuró, haciendo que Jungkook se separara un poco para mirarlo, deteniendo sus movimientos a la vez.

Vaya que el día está por terminar, para volver a una realidad que Jungkook tiene que lidiar, tal como lo ha sido en toda su vida, no puede pedir si se puede quedar en este lugar por un tiempo, no porque le parece hermoso este mundo, solo que se siente libre de ser él mismo con alguien de su clase, sin importar quien es y como sea, una sensación tan especial que solía sentir con sus amigos, recibiendo nuevos tratos que soñaba en secreto, pidiendo en silencio y de inmediato desviaba esos terribles comentarios, donde su familia solía hablarle de que nadie lo querrá por su forma de ser.

No podía, no quería que este momento se arruine por su culpa, sabe que Taehyung lo tranquilizaría pero ojalá no despertar y darse cuenta que todo esto ha sido un sueño.

—Faltan unas horas para que se abra el portal.

—Y Agatha te pidió que regresaras a casa y a descansar.

—De verdad, no quiero ir a la comida que mi madre organizó. — Soltó desanimado. — Era querer pasar este día contigo para que después me dé cuenta que regresaré a la realidad, o solamente soportar lo insoportable que puede ser.

Taehyung supo que Jungkook puede ocultar las cosas detrás de una sonrisa, a pesar que el día anterior lloró, supuso que ciertos momentos debió pasarle por la cabeza, para que llorara de esa manera y que esa voz se quebrara.

—Deberías intentar de despejar esos malos recuerdos, sé que lo vives todos los días y haces lo posible para evitarlos, hasta incluso haz tomado el hecho de venir aquí para alejarte de todo. Si supieras que igual yo quiero estar contigo para defenderte de las personas que te lastiman demasiado. — Soltó la mano de Jungkook para terminar abrazarle por la cintura. — Ambos no sabemos cuanto tiempo nos tomará, solo es un requisito a cual cumplir pero tenemos el tiempo suficiente para que esto sea más profundo.

Puede que sus problemas sigan allí, pero al menos Jungkook tiene a la persona que podría amarlo, de tener esto como un secreto y ocultar esta gran felicidad, no sabe como será la reacción de sus padres si descubren que su hijo menor le gusta los chicos, y más de una época diferente encerrado dentro de un espejo. Se dejó llevar por aquel abrazo, quizás finalmente encontró el tesoro de la vida, lo cual no estaba con su búsqueda, sin embargo este tesoro ha ido hacia él.

—Sé que estoy en el lugar correcto porque no hay nadie juzgándome, ni tampoco existe esa horrible sensación de que no soy lo suficiente. — Exhaló profundo, sintiendo el latido del corazón de Taehyung ya que sus manos están apegadas en su pecho. — Hyung, quiero que seas mi lugar seguro.

El pelinegro mayor se alejó un poco, haciendo que Jungkook le mirara, la música sigue resonando en el fondo, no les importaba la hora que sea solo en su propio mundo.

—Mereces a alguien que te admire y esté obsesionado con lo precioso que eres. — Sonrió ligero. — Si dices que no tienes nada en especial para demostrar, yo mismo te ayudaré para que lo encontraras.

Tan sincero que derretía sus emociones, el sonrojo del menor encajaba con el color de sus labios, es demasiado tarde para ocultarlo y ser admirado por el mayor, el brillo de sus ojos unían sus universos, viendo sus reflejos llenos de amor, la búsqueda del tesoro ha llegado a su fin, con la serendipia presente por todo este tiempo.

Jungkook desvió la mirada en el cielo al ver algo correr a gran velocidad, el contrario había hecho lo mismo para que una lluvia de luces comenzara en aparecer.

—Ya comenzó la lluvia de estrellas. — Anunció Taehyung, mirando de reojo el perfil del menor, quien miraba con emoción hacia el cielo. — También quería que lo veamos juntos.

—Es tan increíble que ver un eclipse, hyung.

—Eres la estrella que hacía falta en mi constelación. — Le sorprende para sí mismo de que soltara esta clase de palabras, de acciones cuando finalmente ha armado el valor de hacerlo, solo es amor lo que está comenzando a florecer, Taehyung prefirió comprender ciertos temas para estar preparado. — Nuestro día terminará de la forma como lo he planeado, considéralo como una cita.

—¿Una cita después de aclarar ciertos puntos?

—¿Cuál es el problema? — Soltó sin preocupación alguna. — Nos conocemos desde dos meses, no hay regla que diga que para comenzar un amor tiene que ser cuando las dos personas llevan tiempo, si existe esa conexión y dichos puntos ¿Por qué deberíamos esperar?

—Tienes razón.

—Todos somos libres de amar, sin importar que el tiempo que tengamos con esa persona sea muy poco. Nuestro amor no debe ser perfecto, debe ser verdadero.

El reloj marcó la hora que el portal se ha abierto, Jungkook sonrió y terminó por unir su mano con la de Taehyung, pidiendo un poco más de tiempo para admirar el último acto de la noche, ya que poco a poco sus manos comenzaban a entrelazar sus dedos, encajando a la perfección.

Agatha lo había visto desde lejos, la lluvia de estrellas había llegado a la hora indicada, recordando la emoción de Taehyung cuando se lo contó, sintiéndose contenta de que estos dos muchachos se convirtieran en amantes, que sus sospechas están siendo claras y las que fueron con obviedad, prefirió fingir en no notarlo. Ambos están descubriendo nuevos significados para entender lo que es el amor verdadero, y la unión de sus manos es el detalle de una promesa que terminó por cumplirse.

Y en medio de este inmenso universo, se encontraron para crear algo mágico.