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Chapter 2

Han pasado diez minutos después de haberse dado una ducha, se puso su pijama y con la misma toalla que usó empezó a secar su cabello, la música aún se escuchaba pero le restaba demasiada importancia en perderse la cena, si estuviese presente él se la pasaría cenando en el living o en la cocina ya que jamás hay lugar para él en la mesa, es mejor estar solo que soportar toda a esa gente. Soltó un suspiro mientras checaba su celular, no hay mensaje de sus dos mejores amigos aún, quería que las vacaciones acaben para volver al instituto, ahí se siente tranquilo estando con Seokjin y Jimin, ellos son su escapatoria.

Destendió su cama para meterse entre las sábanas, apagó la luz de la lámpara que tenía en la mesita de noche, conectó su celular y apegó su cabeza sobre la almohada. Podría despertar tarde a pesar de que va dormir temprano, recibirá un regaño por parte de su padre pero valdrá la pena. Se dejó llevar en el mundo de los sueños.

«Caminaba tranquilamente mientras disfrutaba la vista y la belleza de aquel campo, las flores de diversos colores y de diferentes tipos dan un detalle más tranquilo por el lugar, el cielo azul, las nubes esponjosas pasaban lentamente, el sol reluciente ilumina perfectamente, Jungkook cerró ambos ojos mientras se recostaba sobre el verdoso césped, dejándose llevar para disfrutar un poco su momento de paz, veía el cielo intentando descifrar la forma que hacían las nubes, tal como lo hacía cuando era pequeño.

Todo era tranquilo, inhaló y exhaló, logrando divisar la forma de aquella nube que era una mariposa, recordó algo hermoso sobre las mariposas.

"Las mariposas no pueden ver sus alas, por lo tanto, no se percatan lo hermosas que son."

Aunque también, a pesar la belleza que poseían esos seres, son libres, vuelan demostrando lo que son y su libertad, Jungkook puede ser como una mariposa, lejos de sus problemas con una vida deseable, cumpliendo sus objetivos sin necesidad de que digan que hacer y que no, va ver un momento.

Se levantó hasta quedarse sentado, con la yema de sus dedos pasaba por los pétalos de las amapolas, creando líneas imaginarias en ellas, apreciando el lindo color rojo.

Al elevar la mirada, encontró alguien sentado enfrente suyo, extrañado tuvo la necesidad de hablarle pero permaneció observando aquel chico que le daba la espalda, vestía de una manera formal, una chaqueta de vestir negro bordado con figuras muy extrañas para él, sus cabellos oscuros ondulados y una piel blanquecina, ladeó la cabeza preguntándose que hacía allí, sin pensarlo dos veces se acercó a él gateando un poco para tomarle el hombro, pero una voz le interrumpió.

—Sálvame. — Pudo oír un murmuro por parte del chico desconocido, no se limitó a voltearle a verle, simplemente le daba la espalda.

La vista se Jungkook se hacía borrosa, empezó a sentir su cuerpo debilitarse, todo empezaba a mover a su alrededor hasta quedar en el césped y cerrar lentamente los ojos.»

Jungkook se incorporó de inmediato de su cama, su respiración se encontraba agitada y sudaba frío, desvió la mirada en el reloj de pared y marcaban las tres de la mañana, recorrió sus cabellos hacia atrás intentando procesar el sueño que ha tenido.

Se levantó de su cama con la intención de ir al baño y mojar su rostro, hasta que se detuvo enfrente del espejo que ha encontrado en el ático, en el encontró la misma silueta que apareció en su sueño, no podía ver su reflejo, ni de la habitación, es como si en el espejo tuviese una clase de habitación ahí dentro.

Prefirió ignorar lo que vio, tal vez es parte de su imaginación y el sueño todavía le poseía, se dirigió de nuevo a su cama para conciliar el sueño.

















































Ha sido una mañana normal como cualquiera, pero esta vez Jungkook pudo descansar muy bien a pesar que ha dormido desde temprano, aunque realmente su madre podría matarlo por haberse saltado la hora del desayuno, es mejor desayunar solo que soportar a su familia, ya deberían de acostumbrarse en no sentir la presencia del menor de los Jeon.

Se paró enfrente el espejo mientras se acomodaba sus cabellos oscuros, recordó un poco lo que ha soñado y lo que ha visto en el, es una locura ver a alguien más a través del espejo, lo que se le vino en la mente (y es gracioso a la vez) es que el espejo esté maldito.

Salió de su habitación para dirigirse a la cocina y preparase algo de desayunar, al bajar por los escalones encontró a las trabajadoras limpiando el desorden, se preguntó a que hora podría haber acabado la fiesta o aquellos invitados hicieron tanto desorden para que limpiaran, ya que acabó de ver a Hyunjin tirar algo de jugo en el suelo, después que una mujer ha limpiado por ahí.

—¡Hey! — Chasqueó los dedos llamando a la mujer. — Aquí te falta limpiar. — Señaló el pequeño charco de jugo que él hizo, la mujer asintió sin decir nada, para de nuevo volver a limpiar. Hyunjin soltó una risa burlona.

—Tsk, idiota. — Murmuró Jungkook caminando por allí para dirigirse a la cocina. Lo que no supo, es que su hermano lo ha seguido.

—Vaya, que al fin despiertas. — Se recargó en la barda. — Te perdiste el desayuno que preparó mamá.

—Tal vez para la próxima. — Se dirigió al refrigerador para sacar unas cuantas cosas.

—¿No vas a llamar a la cocinera en que te prepare?

—Tengo manos ¿no? — Bufó. — No tengo que ser un flojo para eso, solo prepararé unos sándwiches.

Hyunjin soltó una pequeña risa, dejó el vaso de vidrio a un lado suyo.

—Jungkook, agradece que naciste como el hijo del hombre que maneja dos empresas y tiene una gran alianza con otras personas, y no de un hombre mediocre que sufre en encontrar para sobrevivir.

—Para tener este alcance, es el esfuerzo, hermanito. — Tomó un plato para poner sus sándwiches por ahí. — ¿Por qué crees que papá ha logrado mucho? No puedo creer que ni tú, ni Sua y mamá quieran entenderlo.

—Bien, es tu comentario y yo lo respeto. Solo quería tener una linda conversación con mi hermano menor, pero al parecer habla con lo mismo.

—Porque tengo la mente abierta. — Hyunjin bufó y prefirió salir de la cocina, Jungkook soltó una pequeña risa y prefirió ir directo a su habitación.

No le importaría que su madre lo regañara por hacer eso, nadie de su familia se atreve meterse a su habitación, así que no hay nada de que preocuparse. Siempre mantenían distancia de él, no le afecta para nada, ya que es lo mejor.

Al entrar a su habitación, encontró una mujer mayor ordenando sus cosas, logró llamarle la atención, se dirigió a su escritorio para dejar el plato y su vaso ahí.

—Joven, Jeon. Espero que no le moleste que ordene sus cosas. — Habló la mujer un poco nerviosa, el pelinegro negó con la cabeza.

—Puedo ordenar si desea. — Sonrió. — Me gusta hacer las cosas por mi cuenta.

Aquello sorprendió mucho a la mujer, se dio cuenta que el menor de los Jeon es alguien diferente, estuvo insegura si obedecerle o seguir limpiando aquellas figuritas de anime, teme que esto haya sido un truco para después ser tratada como las personas de este lugar.

Así que continuó limpiando, temiendo en ser tratada mal como suele pasar, ni llevan la primera semana viviendo los Jeon y todo se volvió una pesadilla como las veces pasadas, la mujer soltó un suspiro triste, desvió la mirada a un lado topándose con el espejo, parpadeó varias veces confundida preguntándose que hace este espejo en la habitación.

—Al parecer lo encontró en el ático, creí que nadie iba sacarlo. — Jungkook volteó a verla, notó que la mujer miraba el espejo.

—Creo que fui el único que se atrevió ir al ático. ¿Hay algo que debo saber sobre este espejo? — Asintió la mujer, tratando de tranquilizar su miedo.

—Llevo veinte años trabajando aquí, el señor Seo tenía este espejo en su habitación desde que empezó a vivir aquí. — Explicó. — No sé que pasó para que ordenara guardarlo en el ático con las otras reliquias, se veía asustado. Ya nadie de ahí se atrevió llevárselo o hacer algo con ese espejo, simplemente se quedó guardado.

Jungkook entre abrió la boca sorprendido, ¿Cómo un espejo puede causar sucesos extraños de esa manera? Aunque también tiene la curiosidad de saber que pudo haber pasado para que ese antiguo dueño pidiera algo así, es un espejo cualquiera ¿Habrá secretos ante su origen?

—Anoche tuve un sueño extraño. — La mayor volteó a verlo. — Vi un hombre usando ropas raras, es difícil explicar de que tiempo son esas ropas pero sus cabellos eran oscuros, un poco largos y ondulados. Aquel me pidió que lo salvara.

—¿Alguna vez soñaste eso antes? — Jungkook negó.

—Supongo que podría ser un sueño cualquiera. — Encogió de hombros. — No sé si tenga que ver con el espejo, no ha pasado nada raro.

La mujer empezó a dirigirse a la puerta de la habitación después de haber terminado de limpiar.

—Puedes hablar con los hijos del jardinero. Sus abuelos trabajaron aquí, tal vez sepan algo de esto. — Jungkook frunció el ceño confundido. — Tal vez no ahora, pero en ahora en adelante sería necesario.

Jungkook no supo el significado de ello, quiso decir algo pero la mujer se había ido, desvió la mirada de nuevo en el espejo, se dio cuenta que el espejo podría tener una historia, tal vez podría tener sentido con el sueño que tuvo.

Lo va averiguar en la noche.









































































Jungkook se cepillaba los dientes, preparándose para ir a la cama, tuvo que cenar en la cocina de nuevo ya que quiso evitar a su madre, sabía que empezaría hablar sobre su comportamiento y opiniones discriminatorias hacia los empleados de la casa, agradeció en que su padre le haya dado el permiso, quería estar tranquilo, lejos de esos problemas por un largo tiempo.

Pero la curiosidad sobre el espejo aún no se iba, después de haberlo hablado con aquella mujer de tercera edad, quedó con la duda respecto la historia.

Minutos después, salió del baño, bostezó mientras destendía su cama algo perezoso, sentía sus párpados pesados, se adentró a las cobijas y se acomodó sobre el cómodo colchón, dejando su cabeza sobre la esponjosa almohada, apagó la luz de la lámpara, se había acomodado para ver el espejo, se quedó mirando por unos cuantos minutos, hasta haberse quedado dormido.

«Caminaba con tranquilidad las hermosas calles nocturnas de su ciudad, las luces de diferentes colores iluminaban por doquier, Jungkook podía ver gente pasar de aquí y para allá, mientras cargaban sus compras o simplemente se dirigían a dichas tiendas. No recordaba cual fue la última vez que Jungkook ha podido salir con la libertad de ir donde quiera, así que aprovechó esto y se dirigió a una joyería, se acercó al ventanal de la tienda antes de entrar, encontrando una gran variedad de preciosas joyas, siempre ha deseado comprar una lindo relicario, y encontró algunos por ahí, el que le encantó mucho es uno de forma circular, hecho de oro puro y precioso. Siempre ha querido tener uno así, cuando encuentre al amor de su vida, poner la foto de aquella persona que siempre la tendrá con él, recordará los lindos momentos con esa persona que se fijó en él y lo quiera demasiado.

"Pero ¿Crees que alguien se va fijar en un chico como tú? Defiendes a los débiles, al menos que tu futura esposa sea pobre y termines como ella después."

Aquella palabra de su madre se le vino en la mente, soltó un suspiro triste, Jungkook solo tiene sus dos mejores amigos, son las únicas personas que piensan como él, pero es difícil evitar aquellos comentarios de su progenitora, ya que ella quiere tener nietos hermosos, llenos de avaricia, egoísmo, hipocresía como siempre ha sido la familia Jeon.

Se alejó de la tienda, volteó a su izquierda notando que toda esa gente ya no se encontraba por ahí, las luces estaban apagadas excepto de los faroles, es como si en un chasquido todo haya desaparecido, lo único extraño es haber visto una silueta a distancia.

Tragó duro con la opción si acercarse o irse de ahí, así que lentamente se acercaba listo para correr después si es que puede pasarle algo. Cada paso que daba reconoció que la silueta es la de un hombre, recordó el momento de habérselo encontrado antes, vestía esas mismas prendas raras y sus cabellos oscuros cuidados.

—D-Disculpe. — Habló un poco alto para que haya sido audible para él. Es demasiado extraño, porque el clima empezó a ser frío y muy inquietante, Jungkook temía que algo pasara pero no dejaba de caminar hacia el desconocido.

Las luces de las tiendas se apagaron de repente, haciéndolo sobresaltar ante ello, miraba un poco asustado al hombre que está al frente suyo, que le daba la espalda.

—Disculpe. — Volvió hablarle. — ¿Sabes dónde es la tienda de reliquias? — Preguntó un poco asustado, el ambiente cada vez es más frío, sentía un gran mareo, el hombre no dijo absolutamente nada, le inquietaba demasiado.

Sus párpados pesaban demasiado, su cuerpo temblaba, no entiende lo que está pasando y es extraño para él.

Hasta que todo se volvió negro

Jungkook se enderezó de rápido despertándose, su respiración se encontraba agitada y sentía su corazón palpitar con fuerza, de nuevo había soñado con el mismo sujeto, guió sus manos sobre sus cabellos intentando tranquilizarse, el sueño que tuvo ha sido totalmente extraño y aterrador.

Desvío la mirada en el reloj y marcaban las cuatro de la mañana, soltó un suspiro acomodándose de nuevo para volver a dormir, el sonido de la puerta golpearse le molestó un poco, quedó quieto unos segundos hasta que de nuevo escuchó el sonido, soltó un bufido levantándose de la cama para ir yendo a la puerta de la habitación.

Es molesto que Hyunjin lo quiera molestar, así que preparado para pelearse con él de nuevo, puso la mano en la perilla de la puerta abriéndola al instante, lo que le sorprendió es que no había nadie ahí. No se dejó confiar mucho, se asomó para asegurarse si su hermano se encontraba por allí pero ¿Quién lo molestaría a estas horas de la madrugada?

Dio un sobresalto al oír de nuevo los golpeteos de la puerta, se adentró a su habitación cerrando la puerta a sus espaldas y empezó a buscar de donde había venido ese ruido, la puerta del baño está abierta y el clóset, no habrá nada ¿o si?

"El señor Seo tenía este espejo en su habitación desde que empezó a vivir aquí. No sé que pasó para que ordenara a guardarlo en el ático con las otras reliquias, se veía asustado."

Recordó las palabras de aquella mujer, se paró enfrente del espejo, quedó observando por unos largos minutos, solo podía ver su reflejo pero los golpeteos de la puerta no paraban aún ¿Esto provino del espejo? Estuvo parado por casi media hora, el ruido paró y nada pasó, así que regresó a su cama para conciliar el sueño.

¿Será buena idea hablar con aquella empleada o con los hijos del jardinero?

Tal vez primero ir de nuevo al ático sería buena idea, ahí hay gran variedad de cosas probablemente puede encontrar respuestas, no lo haría solo, así que llamará a sus dos mejores amigos para ello.

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