La noche había llegado, muchas personas hablaban o comían algunos bocadillos que habían en unas mesas, la familia Kim se encontraba en la entrada del lugar, recibiendo a sus invitados, el hombre al ver a la familia Jeon, soltó una sonrisa de oreja a oreja mientras se acercaba donde está a su futuro socio.

—Me alegra en que hayan venido. — Palmeó con suavidad la espalda del pelinegro. — Sean bienvenidos, pueden entrar.

—Seokjin, hijo. — Habló la señora Kim al ver al amigo. — Vino Jungkook, ¿Por qué no van a jugar videojuegos en tu cuarto?

Él no dijo nada, solo asintió, haciendo un ademán a su amigo en que lo siguiera, dejando finalmente a su familia, Jungkook soltó un suspiro cansado, siempre cuando son las reuniones son las más aburridas, pero esto es la excepción, bueno eso cree él. Veamos el lado positivo, nadie va a molestarlos o hablar a sus espaldas.

—Jungkook lamento lo que dijo mamá. — Abrió la puerta de su habitación dejando entrar al pelinegro. — Al parecer nos quieren mantener aquí, ya que podemos avergonzar a los invitados.

—No me sorprende, al parecer mi madre estuvo de acuerdo.

—Ve el lado bueno, no estaremos aburridos, solo falta Jimin, pero esto entre los Jeon y los Kim. — Encogió de hombros y cerró la puerta a sus espaldas. — Traerán nuestra cena, no tienes que preocuparte en bajar.

—¿Tan avergonzados de ti están? — Asintió el contrario.

—Ayer defendí al jardinero de mi madre, es increíble que ella le haya golpeado con el bastón del hombre.

—¿Por qué hizo eso?

—Había pedido amapolas, pero trajeron rosas rojas para el jardín. Mamá se molestó demasiado.

—Por Dios, es un señor ya mayor. — Seokjin hizo una mueca.

—Y así fue que mi madre prefirió que esté aquí contigo, aunque esto no es nada.

—Cierto, no entiendo porque nos tratan como si fuéramos unos psicópatas. — Se sentó en el sillón que se encontraba frente de un televisor. — Nos encierran, nos ignoran, creen que los enfermos somos nosotros.

Seokjin entendió lo último, desde que su amigo contó lo que su madre había soltado, le da bastante coraje en que sus propios padres digan lo que piensan de ellos, sin medir las palabras, porque creen que no tienen sentimientos y es lo correcto.

—Tendremos que esperar hasta que tengamos casa propia y vivir como hemos deseado. — Se sentó a su lado. — Igualmente me duele lo que mi madre piensa de mi, una vez la he oído hablar con mi padre, todas esas palabras que... ojalá no haberlas escuchado.

—Son así porque nosotros hemos visto la verdad, hay cosas que ni ellos mismos quieren sacar a la luz. En el colegio, en casa, por todos lados siempre habrá alguien así, mientras la mayoría nos agradece en ser un milagro.

Ellos saben que no están equivocados, solo los quienes están a su alrededor, están acostumbrados en ser tratados así, pero saben que habrá un momento en que puedan estar con una vida tranquila, siempre existirán los buenos y los malos sin importar que seas millonario o no, pero existe la manía en que la sociedad de recursos medios, piensen que los ricos son iguales, de crueles, alguien que pagaría por humillarte, o simplemente les importa una mierda.

Estamos en un mundo donde los buenos, siempre tienen que ser los castigados. Así aprendieron ellos, por todo en este tiempo.

—Dejemos esto a un lado y dime. — Dijo Seokjin sirviéndose algo de refresco, unos minutos después de una gran charla, les trajeron su cena. — ¿Qué pasó con Taehyung? ¿Ya descubrieron algo?

Jungkook encogió de hombros. — Sigo con la duda desde que Agatha entró en mi sueño.

—¿Agatha? ¿Quién es Agatha? — Preguntó confundido. — ¿Es la bruja que maldijo a Taehyung? — Niega el pelinegro.

—Agatha es el Guardián del otro mundo, te parecerá una locura pero es una lechuza que habla.

Seokjin entre abrió la boca. — Eso que si es una locura. — Tomó un poco de pollo para comer un poco más.

—Sé que es una locura, todo lo que estoy viviendo es difícil de creerlo, hasta que lo ves con tus propios ojos.

—Solo haz explicado como es el otro mundo, me sorprende que una lechuza hablara. — Dijo teniendo con la boca llena. — ¿Qué quería por cierto?

Jungkook está seguro por una cosa, aunque no sabe si esta forma es la correcta, recordaba perfectamente el sueño que tuvo, Agatha sabe la técnica de como liberar a Taehyung pero ella necesita de su ayuda.

—Bueno ella empezó a preguntarme cosas raras en el sueño, como si siento algo por Taehyung. — El contrario alzó una ceja. — Si podría enamorarme de él.

—¿Enamorarte? — Asintió el menor. — Jungkook, Taehyung ya es un abuelo, es imposible.

—Taehyung tiene veinticuatro años. — Corrigió. — Cuando salga del espejo va cumplir sus años como una persona normal, es como si el tiempo se detuvo para él.

—¿De qué época viene? Por lo que he visto en las fotos supongo que de los 60's o en los 70's. — El pelinegro encoge de hombros. — Tantos años estar en el espejo debió ser duro.

—Lo es, así que tengo pensado que si él y yo nos llegamos a enamorar, la maldición se puede romper con el beso de verdadero amor.

—Jungkook, sé consciente. — Intentó no reír y sonar serio. — Solo los cuentos infantiles de princesas sucede eso, no creo que se resuelva con un beso.

—No veo otro remedio, si Agatha me decía cosas relacionadas con eso, por algo lo dijo.

—¿Y cómo piensas enamorarlo? No sabemos si está fingiendo para salir, no quiero que te lastime después.

—No va pasar nada. Sé lo que hago, Taehyung es una buena persona, a pesar que si ya ha cambiado, nosotros no sabemos lo que va pasar después pero, seamos positivos.

—No olvides que debemos descubrir quien es la bruja que maldijo, o por lo menos saber quienes son sus descendientes. — Jungkook lo había olvidado, aún sigue pendiente en hablarlo con los hijos del jardinero, no ha tenido tanta suerte en ello, ya que siempre lo descubren dirigiéndose al jardín, aunque diga una excusa, nadie cae. Soltó un suspiro. — Tu mamá te tiene vigilado ¿cierto?

—Últimamente anda haciendo las cosas más crueles a los empleados. — Respondió. — Handong, es una mucama y nos hicimos amigos, mi madre se enteró y... lo demás ya haz de saberlo.

—Tengo una idea. — Seokjin sonríe con labios cerrados, el pelinegro lo miró atento. — Hagamos una pijamada en tu casa, solo hay que planear la ruta para ir a la casa de tu jardinero, esto lo tendremos que aprovechar en la noche cuando todos estén dormidos, seamos cautelosos.

—Es una misión suicida. — Ríe bajo el contrario.

—Hagámoslo, y no olvidemos de invitar a Jimin. Tal vez ese día podemos conocer a Taehyung.

Lo que adora de su amigo, es que Seokjin es un chico astuto para casos como estos, siempre encontraba una buena solución cuando no la hay, por ejemplo la aquella vez que cuidaron unos gatitos a escondidas de todos, Seokjin los mantuvo en su casa sin importar que su padre le prohíbe meter animales, todo ha sido un éxito hasta que encontraron hogar para los mininos. ¿Por qué no engañar a todos para descubrir ciertas cosas?

Taehyung dejó la taza de té después de haber dado un sorbo, sin quitar la vista sobre las fotos que Jungkook ha recuperado para él. De sus viajes, amigos, familia y de él mismo, recordaba las aquellas veces rondando por las calles de París o ir a un concierto de orquesta en Madrid, demasiados recuerdos antes de caer encerrado en este sitio.

Se preguntaba que ha sucedido con su familia, han pasado tanto que tal vez tenga algún sobrino o ¿Encontrará a sus mejores amigos de nuevo?

—Taehyung. — La voz de Agatha resonó, volteó a verla, ya que se encontraba posicionándose sobre el barandal del balcón. — Jungkook está de vuelta.

—Eso es extraño. — Dijo tranquilo. — Mencionó que pasaría la noche con...

—¡Hyung!

Vio al pelinegro dirigiéndose donde se encuentra a pasos rápidos, se encontraba ansioso y con algo de sueño.

—Jungkook, creí que estarás con tu amigo. — Negó el menor.

—Ya sé como romper el hechizo. — Taehyung alzó una ceja interesado, sonrió un poco dejando las fotos sobre la mesa para esperar la respuesta.

—¿En serio? — No hay que ser apresurados, Taehyung sabe que las cosas para salir de aquí no es así de sencillo. — Te escucho.

—¿Alguna vez te enamoraste de alguien?

Aquella pregunta lo sacó del quicio, Agatha confundida desvió la mirada en el chico, Jungkook estaba decidido lo que va hacer en ahora en adelante sin importar que, a pesar de que Seokjin lo haya tomado como una locura, está seguro que esa es la forma, aunque sonase estúpido ya que esa es la manera pero dentro de un cuento de hadas. Taehyung rio un poco negando con la cabeza.

—¿A qué se debe con esto?

—Hyung, la única forma es enamorarnos. — La lechuza sorprendida, desvió la mirada en el pelinegro mayor, que el cual su expresión cambió. — Sé que es una locura, pero tenemos que...

—Jungkook, ¿Estás seguro lo que dices? — Asintió el contrario. — Esto es difícil, es extraño el amor de dos hombres.

—Hyung, sea cual sea la forma. Yo te sacaré de aquí.

—¿Y cómo piensas enamorarme? — Cruzó de brazos mientras observaba como las mejillas de Jungkook se colorearon un poco. — Si dices que es la forma, no creo que ahora mismo esté rendido ante tus pies.

—E-Esto...

—Jungkook tienes sueño, ve a dormir. — Agatha habló. — Hablo de esto con Taehyung, mañana contigo ¿de acuerdo?

Asintió el menor, Agatha está segura que ese no era su intención, ha entrado en el sueño de Jeon para demostrar el verdadero camino, pero al parecer lo desvió. Después de haberlo guiado al espejo, notó que Taehyung se encontraba pensativo, ha sido de rápido aquel aviso, y bueno notaba el sueño ante el menor. Fue inesperado saber que esa sea la forma, ya que es algo nuevo, ¿Cómo será el romance de una pareja en la actualidad?

—Taehyung, ¿Estás consciente lo que haces? — El mencionado la miró. — Sabes que mi deber es guiar, al parecer comprendió la forma.

—¿Tienes idea de como vive la gente de ahora? — Negó la lechuza.

—Puedo investigar en el amanecer.

—Es sorprendente que este sea el camino, podré ver el amanecer de nuevo y conocer como es el mundo ahora. — Soltó un poco ilusionado. — O tal vez sea el sueño y esté confundido.

—Sonaba decidido, será mejor que le des una oportunidad.

O habrá un pequeño cambio en los planes de Agatha.