𝐗𝐋𝐕𝐈𝐈
-Entonces hay que quemarlo juntos- La mirada intensa de Neteyam hacia que todo el cuerpo de Rhaena temblará, no era una mirada inocente... no, era deseo
-Si lo hacemos... ¿en que mundo tendríamos nuestro legado?
Rhaena miraba sus labios, se sentía cómoda en sus brazos pero sabía que si no volvían antes del eclipse terminarían siendo buscados por Jake y Neytiri
-Deberíamos de volver Neteyam
-¿Deberíamos? Podríamos quedarnos más tiempo
-Vendrán a buscarnos
-Ya no somos niños Rhaena, podemos tener más libertades... más deseos, quiero estar solo, contigo
Quería quedarse, juraba que leía la mente de Neteyam al saber lo que quería, pero también sabía que tenían que regresar
-Regresemos
Rhaena se separó con una sonrisa divertida, acelerando su paso para que Neteyam no la alcanzara, aunque quisiera quedarse un rato con él en ese lugar lo haría, pero habían cosas que terminar
-¡No puedes escapar de mi Rhaena!- Neteyam grito con alegría al verla subir a Diagon, imitando su acción con Tessarion
-¿Te digo algo? Si logras alcanzarme haré lo que tú quieras
-Eso suena bien linda
-Suena bien si no sabes que Diagon es el más rápido de los tres
Rhaena no perdió el tiempo y comenzó a volar por los cielos, siendo perseguida por Neteyam quien daba todo por alcanzarla, Tessarion aunque era hábil no era más rápido que Diagon, y esa era una ventaja para Rhaena
El cielo se oscureció en solo minutos, la luna adornaba el cielo junto las estrellas, en aquel cielo estrellado volaban dos dragones aunque parecía que danzaban juntos al perseguirse con alegría sus jinetes
Neteyam calmaba las voces de Rhaena, sus miedos, y eso ella se lo agradecería eternamente, estaba enamorada de él desde que tiene memoria, Neteyam ha estado a su lado todo el tiempo, en la vida y en la muerte
Ambos dragones aterrizaron en la nieve, siendo el primero en hacerlo el gran dragón negro, disfrutando de su victoria y descansando a un lado de Nymeria, Tessarion solo tardó segundos en hacerlo también
-Eso fue trampa- Neteyam hablaba mientras descendía del gran dragón azul bajo la mirada atenta de Rhaena
-No lo fue, yo te lo dije, simplemente fuiste lento
-No lo fui, solo me distraje con unos ojos azules, deberías de conocerlos bien
Neteyam se acercó con rapidez, tomando su cintura para acercarla a él, la nariz de Rhaena aún se encontraba enrojecida al igual que sus mejillas, clara señal del frío que ahora tenía, cosa que antes no había pasado
-Deberíamos de ir adentro, no quiero que te congeles
-Yo no soy la que va semidesnuda por la vida
-Tenemos anatomías diferentes linda, aguanto bajas temperaturas con tranquilidad
Rhaena se encargó de tomar la mano de Neteyam para comenzar a caminar, su mirada se enfocó en el cielo, buscando la estrella más brillante en el cielo, cosa que Neteyam notó en un instante
-Los Na'Vi dicen que cada persona nace dos veces ¿cierto?- Rhaena balbuceó sin dejar de caminar, mirando por momentos su camino para no tropezar
-Es una forma poética de ver la muerte, pero eso creemos, la reencarnación es algo que está ligado a Eywa
-La antigua Ghiscari tiene su propia versión
-¿Cual es esa versión?
-Cada persona nace dos veces, pero lo hace en el momento adecuado y mientras espera, se une al cielo como la estrella más brillante, esperando poder bajar a la tierra y seguir viviendo de nuevo
-¿Crees que Olivia sea una estrella?
-Lo es, mira arriba y la encontrarás
Ambos se detuvieron para poder observar el cielo, entre tantas estrellas había una más brillante que las otras, no era la que avisaba la llegada de las personas del cielo, era más brillante, parecía ser nueva en la constelación nocturna, Rhaena sabía que su madre ahora estaba con Eywa, Eywa la convirtió en una estrella y podría nacer de nuevo en algún futuro
-Ven conmigo- Rhaena tiro de la mano azulada con delicadeza pero apurada, caminando con rapidez sin prestar atención a quien estaba a su alrededor hasta que comenzó a correr por la nieve con dirección a su hogar temporal
Llegar fue fácil pero Rhaena no quería que la llenaran de preguntas como solían hacerlo, quería un momento de paz con Neteyam
En ese instante eran dos jovenes amantes, corriendo por los pasillos hasta llegar a la habitación de Rhaena, todo parecía irreal, pero Rhaena caía en cuenta que tan real era todo cada que tocaba a Neteyam, no era un sueño
Neteyam no tardo en tomar el rostro de la chica en sus manos, besando sus labios con necesidad, recorriendo su espalda con una de sus manos, esa privacidad era todo lo que necesitaban
-¿Que haces?- Rhaena soltaba pequeñas risas al sentir la respiración de Neteyam en su cuello, le parecía gracioso él como se inclinaba para estar a su altura
-Nada fuera de lo común, solo quiero estar junto ma ti, esta noche solo seremos tú y yo Rhaena
-¿Como los viejos tiempos?
-Como los viejos tiempos
Tuvo que sacar a Neteyam de la habitación para poder ponerse su vieja pero cómoda pijama, era algo que siempre cargaba, tanto a su viaje al clan Metkayina y al clan Ghiscari
En poco tiempo, después de que Neteyam entrara de nuevo, ya se encontraba en sus brazos, intentando descansar de todo el tormento que había sucedido el día de hoy, su madre le había pedido que fuera feliz, y por ella viviría su vida como si la fuera a perder
-Te amo Rhaena- La gran mano de Neteyam acariciaba su brazo y en ocaciones su cintura, calmándola en ese instante
-¿A que viene eso?
-Solo quería recordártelo, los Na'Vi tienen su forma de amar, así como los humanos, aprendí bien al saber que decir "te amo" es sinónimo de "te veo"
Rhaena sonrió con ternura, Neteyam podía tener muchas facetas, podía ser atrevido y romántico, para después ser tímido y tierno, esas eran unas de las razone por la cuales Rhaena se había enamorado de él
-Cuando todo esto termine, quiero dejar mi cuerpo... unirme a mi Avatar por fin
-¿Estás segura? No tienes que presionarte Rhaena, aún hay cosas que terminar
-Lo se, pero quiero hacerlo, estar más unida a Eywa y a Pandora, quiero ser de tu especie y así poder unirnos ante Eywa de por vida y formar un futuro juntos
-En ese caso, extrañare tu pequeño cuerpo humano, pero sé que debes ser hermosa en todas las especies, no importa si eres Omaticaya, Metkayina o Ghiscarina, yo te amare en todas las maneras que sea capaz
Somos como dos suspiros
que en la aurora cabalgan
Dos caricias sin destino
Que caminan solitarias
Dos olas que se perdieron
Como dos palomas blancas.
Dos notas que se escaparon
De los tambores de esa celebracion
Que dio comienzo a un nuevo amor.
Dos miradas suspendidas
En las pupilas del alma .
Dos sonrisas que engendraron
Ternura , amor y fragancia.
Dos corazones del fuego
Que arden en la misma llama
Dos voluntades que unieron
Para siempre sus distancias
Dos besos que a un mismo tiempo
De nuestros labios se escapan,
Y al juntarse se fundieron
En los crisoles del alma
-Todos y cada uno de ustedes pelearán por sobrevivir- Quartich miraba al batallón que habían reunido, en menos de 48 horas atacarían, con el objetivo de no solo eliminar a Jake, si no a todo Na'Vi que se cruzara en su camino
-Hay una horda de Na'Vi reuniéndose para atacar... dicen qué hay no solo clanes del arrecife, fueron inteligentes y reunieron más clanes de diferentes áreas, no todos saben nadar así que tenemos una ventaja
-¿Que hay de los dragones? ¿No son peligrosos?
Quartich miro a Scarlett como si de una instrucción se tratara, las persianas se cerraron y la pantalla artificial dejó ver un esquema de lo que podría ser un dragón, tuvieron que investigar con rapidez su tipo de piel para así eliminarlos
-Dicen que son más grandes que un Tulkun en tamaño, son bestias que vuelan y escupen fuego... pero no son inmortales, si matas al jinete son más débiles, y si matas al dragón el jinete no tendrá como protegerse
En la gran pantalla apareció un nuevo esquema de las máquinas que habían hecho, precian grandes ballestas, con flechas hechas de él metal más fuerte de la Tierra, ellos asumían que esas flechas eran capaces de herir e incluso eliminar a aquellas bestias
-Todas estas imágenes nos dicen que los enemigos han pasado de ser unos cientos a un par de miles en cuestión de días y se están reuniendo más
Scarlett intentaba no parecer nerviosa, la conversación con Rhaena había sido corta, pero necesaria para advertirle lo que sucedería y eso tranquilizaba una parte de ella, no quería que la descubrieran tan pronto
-Tenemos que ser rápidos, si dejábamos pasar esta semana podrían ser más de 20.000 superándonos a nosotros y podrían invadir nuestro perímetro... nuestro objetivo
-Pero eso no pasará, nuestra seguridad radica en un ataque sorpresa, combatiremos el terror con terror, sangre con sangre, ya no importa si dañamos algo importante para ellos, este planeta tiene que ser nuestro y cuando eso suceda podremos eliminar el resto, somos más fuertes, más inteligentes, somos soldados y tenemos armas, esta vez Jake Sully y su familia no ganará
Los aplausos y murmullos eufóricos se escucharon frente a él, había nuevos Avatares y soldados humanos por cualquier lugar donde mirarás, se habían dedicado en aquellos tres años en hacer nuevas armas, más despiadadas, más peligrosas
-Coronel... me gustaría hablar con usted- Scarlett se colocó frente a él, Quartich tuvo que bajar la mirada debido a la altura del Avatar y la humana
-Que sea rápido, hay cosas que hacer Meyer
-¿Por qué atacar? ¿No hay alguna manera de hacerlo pacíficamente?
-¿No crees que lo hemos intentado? Son unos salvajes, responden de manera agresiva
-¿Incluso su hija?- Quartich se quedó callado, no conocía a aquella niña cómo llegó a conocer y querer a Spider- Si somos sinceros, las formas en las que nos hemos acercado no han sido pacificas, si tan solo hubiera...
-No hay un hubiera Meyer, se hará cómo está planeado, ¿tu también traicionarás a tu especie?
-No señor
-Entonces no quiero escuchar nada más, ni siquiera sobre aquella niña
-Pero es su hija
-¡Ella no es mi hija!
Scarlett se sobresaltó al escuchar el grito, un hijo o una hija siempre sería un tema sensible para cualquier progenitor
-Lo es, su sangre corre por sus venas, es lo mismo que usted me dijo... ¿traicionaría a su propia especie? ¿Mataría a su propia sangre?
¿Que son los hijos si no una debilidad? ¿Una locura? ¿Amor? ¿Una futilidad? A través de ellos, imaginas engañar a la gran oscuridad de su victoria, persistían de alguna forma u otra, te mantenían alejado del polvo y la destrucción, puede que sepas lo que es correcto hacer por ellos, pero el amor detiene la mano, el amor es una ruina
𝘚𝘦 𝘳𝘦𝘤𝘰𝘮𝘪𝘦𝘯𝘥𝘢 𝘭𝘦𝘦𝘳 𝘦𝘴𝘵𝘢 𝘱𝘢𝘳𝘵𝘦 𝘤𝘰𝘯 𝘭𝘢 𝘤𝘢𝘯𝘤𝘪𝘰𝘯 𝘙𝘰𝘺𝘢𝘭𝘵𝘺- 𝘌𝘨𝘻𝘰𝘥 & 𝘔𝘢𝘦𝘴𝘵𝘳𝘰 𝘊𝘩𝘪𝘷𝘦𝘴 (𝘧𝘵. 𝘕𝘦𝘰𝘯𝘪)
Sus pasos hacían eco contra en concreto, escuchaba los gritos del clan gracias a las palabras previas que Atan'eko les había dado, ella lo admiraba, su poder, su fuerza, quería ser como el
Diagon volaba en dirección hacia donde ella estaba, era un espacio abierto, todo se escuchaba, todo se veía y más ante los pasos que daba
-Frapo Tawte Terkup- Kiri caminaba junto a ella al igual que Tsireya, la Metkayina tenía un espíritu más pasivo que el de Kiri, ella en su estadía había disfrutado de la nieve que rodeaba el territorio, Kiri era quien se mantenía a un lado de Spider todo el tiempo, tenía el espíritu guerrero de sus madres
-Si, todos los hombres deben morir- Un antiguo monólogo en el clan, conocido gracias a la guerra y para dejar ver la lealtad entre los guerreros y el Olo'eyktan- pero no somos hombres
Kiri tomó la mano de Tsireya para poder alejarse, Rhaena caminaba con la frente en alto, hubo un tiempo, cuando era pequeña en el que se imaginaba lo que sería ser una reina como los cuentos de hadas que Jake le solía leer en la base, con tiaras y vestidos lindos, pero aquellas reinas no iban a la guerra, no, ella era la reina dragón
Su cuerpo era cubierto por un "vestido" completamente negro como las cenizas, pero con detalles en los brazos y el cuello dejando ver escamas de dragones, aquella vestimenta no le incomodaba, le permitía caminar con la frente en alto
Detrás de ella había aterrizado por un momento Diagon, Rhaena seguía avanzando con tranquilidad siendo observada con todos, detrás de ella las grandes alas negras de Diagon se levantaron, dando la ilusión de quien portaba aquellas alas negras era Rhaena, como el dragón que era
Daeron era un joven dragón aún al igual que sus hermanos, pero había nacido y vivido en el campo de batalla, y no era pequeño o lindo, aquellos dragones eran muy grandes para su temprana edad, Diagon era negro como la noche y con ojos rojos como la sangre, era aterrador, el clan Ghiscari lo llamó "fuego oscuro" por su color
Nymeria era apodada "la reina blanca" podía parecer la más tranquila, un dragón con alma amable y sin intenciones de dañar a un tercero, pero era igual de letal que sus hermanos
Tessarion, "la tormenta", gracias a su color electrizante y como era hábil, rápido en aniquilar lo que se ordenaba, tres dragones fieles a su madre y a la sangre de su familia
Rhaena Socorro, la hija de dos comandantes y una doctora, podría ser nadie en la historia de Pandora, pero Eywa demostró que era más que eso, era un auténtico dragón, ella representaba el espíritu guerrero de la antigua Ghiscari, de los antiguos dragones, era letal, imbatible y no mostraba piedad a sus enemigos, la reina dragón
"Eres un dragón, se un dragón"
Tuvo que darle una mirada rápida a su familia quien estaba a su lado para poder tomar el valor para hablar, Neteyam era quien se encontraba más cerca, aún podía sentir sus labios sobre los suyos o sobre su piel, no habían hecho demasiado la noche anterior, pero si lo suficiente para demostrarse cuánto se amaban
-¡Sangre de mi sangre!- Rhaena hablo, haciendo que todos guardaran silencio solo para escucharla a ella- Cumplieron todas sus promesas hacia mi, han sido mi escudo por tres años, me han vuelto una de ustedes... Me han dado el poder suficiente
Diagon se elevó hacia donde sus hermanos estaban, un pilar alto en donde aquellos dragones rugieron con fuerza, alterando al clan quien volvía a gritar con euforia
-Hace tres años yo les hice una promesa también, ahora... recuperaremos lo que nos quitaron y destruiremos sus ejércitos, ¡aquellos que lastimaron morirán gritando bajo el fuego de mis dragones!... un Olo'eyktan siempre ha elegido a tres cazadores para que luchen a su lado y resguarden su camino, pero yo no soy un Olo'eyktan, yo no escogeré a tres cazadores, ¡los elijo a todos ustedes!, ¿montarán sus Ikran por el cielo de Pandora?
Un grito más, grito que fue acompañado por la familia Sully, estaban dispuestos a pelear, esta guerra no solo era de Rhaena o de Jake, no, era de todo Pandora y Eywa había elegido a su guerrera principal, a la reina del clan Ghiscari
-¿Mataran a nuestros enemigos y derrumbaran sus armas? ¿Me darán lo que le prometieron a su reina? ¿Ahora... y siempre?- Rhaena miro a Neteyam con una sonrisa pequeña, el temor que llego a sentir antes se había ido, tenía una red de apoyo que le permitía no perder su cordura
-Hemos vivido lo suficiente bajo la rueda de la gente del cielo, una rueda que ellos han mantenido para que sean ellos los que tengan el poder, ¡mujeres! ¡Hombres! ¡Niños!, han sufrido suficiente bajo la rueda... ¡¿Romperán la rueda conmigo?!
"Algunos dicen que el mundo terminará en llamas,
algunos dicen en el hielo.
De lo que he probado del deseo
Sostengo a los que favorecen el fuego.
Pero si tuviera que perecer dos veces,
Creo que sé lo suficiente del odio
Decir que para la destrucción de hielo
también es genial
Y sería suficiente"
Y llegamos a la guerra al fin, esto es emocionante, el siguiente capítulo será largo ya que tocaré toda la guerra de diferentes perspectivas así qué hay que prepararnos
¿Adivinen quien tiene un nuevo fanfic? Es de Scream VI, me emociona tenerlo ya que tengo también planes en esa historia
Vestimenta de Rhaena
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