"Justin Timberlake"

-Les has caído bien, Pope -comentó la morena cuando, a la tarde, salían de su casa para pasear.

-Pues menos mal, sería muy incómodo comer con ellos cayéndoles mal -rieron los dos- ¿te apetece ir a casa de John B? Seguro que también está Kie.

-¿Y JJ? -preguntó ella- ¿Él no está?

-Sí, siempre está. De hecho, es como su casa, porque se pasa más tiempo en ella que en la suya -rio Pope

-¿Y eso por qué? -volvió a preguntar Harley

-Él...

Pope sabía lo que ocurría cuando JJ volvía a su casa. En el momento en el que volvían a quedar sus amigos con él, el rubio siempre se encontraba triste y pensativo. No podía decir la verdad sobre aquello tan rápido.

- Él es como una plaga de pulgas -mintió con una leve risa.

-¡Pope! ¡Eres malo! -rio ella, mientras poco a poco se acercaban al "Château", la casa de John B.

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-¡Bienvenida al Château! -presentó el pecoso a Harley cuando ya se habían saludado, consiguiendo un "gracias" de parte de ella.
Kie también la había saludado con una abrazo cuando se habían visto.

-¡Harley! -exclamó un rubio vestido con unos pantalones cargo cortos, una camiseta de tirantes y una llamativa gorra roja.
Sin duda era él, JJ Maybank.

-¡Hola JJ! -la felicidad del chico la había contagiado a ella.

El rubio la abrazó de tal manera que consiguió elevarla del suelo. Luego decidieron sentarse fuera, en el jardín -si aquello se podía llamar así-, en la hamaca harapienta que John B tenía y en las sillas.

-Me he cansado de verte tantas veces últimamente -comentó sarcásticamente el rubio mientras bebía un poco de su cerveza, sentado al lado de Harley.

-Mis padres tenían miedo de que me cayese un árbol en la cabeza con el tema del huracán -confesó la morena, cabizbaja. El rubio se rio y le dio un pequeño empujón en el hombro.

-Pues es hora de que salgas, ¿no? -habló de nuevo JJ- Esta noche hay una fiesta en la playa, anímate y ven con nosotros, desconecta de las mismas cuatro paredes en las que has estado.

-Si solo fuesen cuatro... -comentó con Pope por lo bajo, causando una risa de su amiga, Harley.

-¿Hay una fiesta? ¿Hoy a la noche? -preguntó la misma emocionada y cuando el rubio le contestó asintiendo la cabeza, continuó- ¿Quiénes irán?

-La pregunta es, ¿quiénes no van a ir? -contestó Kiara, que no había hablado antes, pues estaba muy ocupada afinando su ukelele- En esas fiestas asisten todos, pogues y kooks, hombre y mujeres, simpáticos y antipáticos... En resumen: Todos irán a esa fiesta.

-¡Exacto! Y por eso tú no te la puedes perder -sonrió JJ

-¿No será un poco peligroso que Harley vaya? -preguntó Pope. Él sabía que esas fiestas siempre acababan en peleas de los dos bandos. El moreno solo tenía miedo de que su amiga tuviese que presenciar aquello.

-La princesita de los Kooks va y nunca nadie la ha hecho nada -atacó el rubio.

-Eso es porque tiene a su principito de guardaespaldas -siguió Kie, defendiendo a Pope- Tú lleva a Harley a esa fiesta, y a ver que pasa.

-Harley no está sola, nos tiene a nosotros, y si tú no la quieres proteger, la protegeré yo -contestó un JJ, malhumorado- Ella tiene el mismo derecho a salir, y más cuando lleva días en casa sin hacerlo.

-JJ, no es por tema de derechos, es por... -comenzó a hablar Kie, pero fue interrumpida por la chica que observaba la situación, cuál espectador en el cine.

-Ey, chicos, creo que soy lo suficiente mayor para decidir si puedo y quiero ir a una fiesta. Agradezco mucho que queráis protegerme, pero no hace falta... -dijo cuando consiguió la atención de los demás, consiguiendo un aplauso por parte de JJ y este a la vez, miradas matadoras por parte de Kiara y Pope- Por cierto, ¿quién es la princesa de los kooks?

-Eso si es una buena pregunta, ¿cierto, Kie? -preguntó con una sonrisa John B.

-Ella fue la amiga de Kie -contestó Pope.

-Ex-mejor amiga. Es la ricachona de los Kooks -dijo JJ.

-Es Sarah Cameron -aclaró la morena del ukelele- Sabrás de quién hablamos cuando la veas esta noche, no te va a costar darte cuenta de quién es. Desde lejos se ve lo zorra que es.

Harley miró desconcertada a Pope, quien sonrió y pronunció un "luego te lo explico" mientras los demás hablaban sobre la fiesta.

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-Tendrás que ponerte ropa casual, pero a la vez no tanto. Algo que destaque, pero que no parezca que haya salido de la premier de una película... -decía Kiara mientras rebuscaba en el armario de su casa ropa para prestarle a su amiga- Pruébate esto -ordenó mientras le ofrecía un top negro de tirantes y un pantalón vaquero corto azul.

Minutos después, en los que Kiara había reproducido su lista de Spotify, Harley salió del baño donde se había vestido. Kiara levantó la mirada de su celular y abrió la boca ante la sorpresa.

-¡Estás perfecta!

-¿Tu crees? -preguntó Harley, feliz, siempre había querido preparase con una amiga para ir a las fiestas.

-Cien por cien. Diría que hasta JJ pensaría lo mismo por mucho que le guste llevar la contraria, pero sabiendo que es un mujeriego, pues obviamente estaría de acuerdo en eso.

Harley rio, aunque la otra parte de ella quería preguntar el motivo de porqué JJ amaba tanto a las mujeres de tal manera hasta llamarle mujeriego. Y sin poder controlarse, sus palabras salieron de su boca hasta de que ella pudiese retenerlas.

-¿Por qué tacháis a JJ como un mujeriego? -preguntó mientras Kiara se calzaba con unos botines blancos.

-Porque es lo que es. Harley, es como si te pregunto "por qué el picante pica", absurda la pregunta, ¿no? Pues JJ es como el picante, sabes que es un mujeriego sin conocerlo.

Harley fingió conformarse con aquella respuesta, aunque en sus adentros, pensaba en la respuesta de su propia pregunta.
El picor del picante realmente era producido por unas sustancias. El picante no producía la sensación de ardor así, a lo natural, todo tenía una explicación.
Y JJ también tenia una explicación...

Pero aquel no era momento para tener complejo de Sherlock Holmes, ya descubriría la razón más adelante...

-¡Que buena música, Kiara! -comentó Harley animándose a bailar un poco delante del espejo, mientras se revisaba su ropa.

-Eso ya lo sabía -rio ella-. Venga, se hace tarde, vámonos. Estamos perfectas.

-Me queda bien tu ropa, puede que un día me la quede.

-¿JJ? ¿Qué has hecho con Harley?

En aquel momento inesperado, JJ se asomó por la ventana de la habitación.

-¿Que habláis de mi? Bueno, da igual, estoy acostumbrado, todas hablan de mi porque las enamoro a todas -dijo con una sonrisa- ¡Ey! ¿estáis escuchando a Justin Timberlake?

Kie cerró la ventana de golpe, pillando los dedos de su amigo que se encontraba apoyado en el marco. JJ se quejaba de dolor mientras Harley y Kiara salían de casa, listas para subirse a la Van.

-¡Al fin! Nunca entenderé como las mujeres tardan tanto en arreglarse -comentó John B.

-Preferimos cambiarnos la ropa antes que llevarla sucia como tú -soltó Harley contemplando la mancha de ketchup en la camiseta de John B.

Todos comenzaron a reírse, incluso el pecoso, que conducía la furgoneta.

-¡Sin duda me caes muy bien! -le dijo JJ a Harley mientras chocaban sus palmas- ¡Y mucho más si escuchas a Justin Timberlake!

-Era Shawn Mendes.

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