–Hemos llegado, Presidente Min. –anunció el chófer, estacionando frente a una gran mansión.

Yoongi levantó la vista de su teléfono, donde hablaba con su omega. Asintió y salió del auto acomodando su gabardina.

Fue recibido por un grupo de empleados, quienes lo guiaron hasta la sala donde sus abuelo, lo esperaba con una taza de té, especial.

–Buenas tardes, abuelo. –saludo con una reverencia.

–Toma asiento–señaló el mayor.

–Gracias.

Ambos guardaron silencio, mientras Min Gikun servía en ambas tazas.

–Tu padre trajo este té desde Vietnam. Es uno de mis favoritos. –bebió

–Sabes que no soy muy fanático del Té, para mi es solo agua.

Gikun sonrió y bajo su taza.

–Bueno, siempre tomas el té conmigo.

–Es algo que te gusta. Sería descortés, rechazar tal ofrecimiento.

–Tienes razón. –sonrió– ¿Como están mis nietos?

Yoongi sonrió, orgulloso.

–Mejor no pueden estar.

–¿Ya se sabe que serán?

–Aún no. Dentro de unos días, iremos a hacernos unos exámenes. Jimin se siente algo preocupado.

Gikun asiente.

–Por su Gen recesivo –afirmó el mayor.

–Sí, teme que nuestros hijos, pasen por los problemas hormonales que el paso. Pero eso no me preocupa, ellos serán felices de igual forma.

–Lo serán –afirmó.

Yoongi dio un último sorbo a su taza de té.

–¿Qué es eso tan importante que querías decirme?

Gikun carraspeo.

–Ya estoy algo viejo. Yoongi, ahora te harás cargo completamente de la empresa. Lo haremos dentro de dos meses, debo organizar algunas cosas para entregarte el poder absoluto.

–¿Estas seguro?

–Lo estoy. Me dedicaré a cultivar la tierra, frutas, verduras y algunas flores.

–Siempre te ha gustado cultivar.

–Entiendo. Debemos fijar una fecha para la junta general de accionistas.

Jimin gimió extasiado al saborear la sangre de su Alfa. Ambos estaban renovando su marca.

–Más –gimió el omega.

Yoongi aumento las embestidas, mientras se apoderaba de sus pezones.

–Eres tan malditamente caliente, amor. –susurró– Vamos por ese cuarto, quizás quinto, si me esfuerzo.

–Mm, Alfa. No podemos aún –hablo entre gemidos.

– Te los haré cuando tu quieras. –hablo y sintió su miembro hincharse dentro del omega.

–Otra vez –murmuró el omega.

Jungkook mordió sus labios, al ver a Taehyung así vestido.

–¿Qué haces ahí? –preguntó Taehyung observandolo atraves del espejo.

–En lo caliente que te ves con ese uniforme. Si fuera por mi te tomaría ya mismo.

–No pasaría, Alfa. Debo irme dentro de media hora.

Jungkook observo al omega, pasear por el departamento, tomando sus cosas. Inhalo y exhalo con lentitud.

–Taehyung –llamó.

–Sí –respondió sin prestar atención.

El Alfa apretó los labios y carraspeo. Se acercó a él.

–Quiero hablar sobre...

–¿Sobre? –hizo un gesto para que siguiera. –Vamos Jungkook, debo irme.

–Hyung... sobre... la fecha de nuestra boda.

–Bueno. Vamos a retrasar un poco la boda. Aun tengo que adaptarme al nuevo empleo.

Taehyung se acercó a él y se apoderó de los labios del Alfa.

–¿No podemos hacerlo? –murmuró

Jungkook se maravillo por la mirada violeta del omega, quien lo observaba con los ojos brillosos.

–Eso es jugar sucio. Sabes que no puedo negarte nada cuando me miras con esos ojitos, preciosos.

Taehyung sonrio.

–Ya me marcaste –murmuró. –Debes estar tranquilo.

–Quiero saberte y hacerte mio de todas las maneras posibles. Pero haremos lo que quieras, cariño.

–¡Yoongi! –grito el omega, saltando contra el, apenas entró en la casa. –Ya llegaron las pruebas.

–¿Sí? –preguntó, sentandolo en sus piernas.

–¡Sí! ¡Habramoslo juntos! ¿Listo?

Yoongi asintió, encantado por la emoción que mostraba el omega. Ambos había llevado a sus cachorros a hacerse los exámenes para conocer su segundo género.

–¿Son buenas noticias? –preguntó cuando la sonrisa de su omega, brillo con más emoción.

–¡Sí Alfa! ¡Mira! –volteo la hoja hacia él.

Sus tres hijos resultaron ser igual que él, unos Alfas dominantes.

–¡Todos son Alfas como tú, Yoonie!

–Es fantástico, cariño. –beso sus labios– Aún debemos ir en busca de un omega.

Jimin sonrió feliz.

–No me molestaría. –anunció, moviendo sus caderas contra la ereccion de su Alfa, que ya se encontraba despierto.

–Eres tan bonito.