JiMin abrió sus piernas, tentando a su Alfa.

–¿Cómo se llama, pasante? –Le regalo una sonrisa de lado.

El Alfa se acercó a él con lentitud, como si estuviera de caza.

–Mi nombre es Min YoonGi, Señor Presidente –se presento una vez estuvo frente a él.

–¿Puedes complacerme hoy? –preguntó con inocencia– Sí, sigues las órdenes de mi corazón, tendrás un ascenso rápido.

Yoongi se mordió los labios, su omega se veía tan bonito y caliente, sobre su escritorio con las piernas abiertas y esos ojos color violeta mirándolo con inocencia. Su lobo quería lanzarse sobre el y llenarlo, pero debía seguir con su papel.

Bendito sea el momento en el que Jimin le propuso estos juegos de roles.

–¿Usted, que es lo que quiere decir?

Jimin bajo del escritorio y acortó la distancia entre ambos.

–El pasante Min YoonGi es bueno en todo, pero ¿no se ha dado cuenta? ¿Estas fingiendo ser inocente? ¿O en realidad no lo sabes?

Jimin paseo sus manos por el cuerpo del rubio hasta llegar a su miembro, que ya se encontraba duro, suspiro extasiado al sentir el aroma a Chocolate y Menta, llamándolo.

–Me refiero a esto –dio un apretón y observo fascinado la expresión del Alfa –Follame –ordenó.

–Con que eso quería decir –aflojo su corbata– Sí es lo que el presidente desea, lo tendrá –Sus ojos se tornaron de un rojo vivo.

Ambos se besaron con violencia, incapaz de contenerse más, ambos se deseaban y estos juegos solo los hacia anhelar estar encima del otro.

El Alfa comenzó a desvestir al omega entre besos y mordidas, jugo con sus pezones y su entrada, que se veía ansiosa de tenerlo dentro.

–Este lugar realmente es lascivo –Habló jugando con su entrada.

Jimin tomó los cabellos de su nuca y lo beso con ferocidad. Mordió sus labios con saña, hasta que la sangre brotó de ellos.

–Cállate y follamé –ordenó.

Yoongi paseo su miembro sobre la entrada.

–Esto podría pasarse por maltrato laboral. 

–Folla.... Ah~

Jimin se aferró a sus hombros cuando las embestidas comenzaron con fuerza y rapidez. Yoongi se sentía tan profundo dentro él, sus brazos y piernas rodearon su cuerpo y aprovecho para dejar chupetones en su cuello, mientras el Alfa dejaba apretones en su cuerpo.

–Se siente tan bien estar dentro de usted. Su cuerpo se lo traga tan bien. –susurró

–Dame más pasante.

–¿Se imagino algo así? Usted, presidente de una gran empresa, rogándole al interno que ignoraste. 

Jimin protesto cuando el Alfa salió de él y lo empotro sobre el escritorio. Yoongi se adentro de nuevo, comenzando de nuevo con las embestidas.

–Se lo traga muy bien, presidente.

–Ya estoy –hablo entre gemidos el omega pelirosa.

Ambos llegaron al orgasmos al mismo tiempo.

–Eres tan bueno. –susurró Yoongi, viendo al omega correrse, sobre su vientre. –Llevas dos horas escurriendo sin parar. Eres simplemente una delicia.

Jimin sonrió débil, sin abrir los ojos. Exhausto de las largar horas que pasaron follando. Extendio sus brazos, pidiendo un abrazo, el Alfa escondió su rostro en el cuello del omega y paseo su lengua por la marca recién renovada.

Yoongi comenzó un vaivén con lentitud. Jimin tembló, se encontraba tan sensible que con las lentas embestidas y besos en el cuello, llegó al orgasmo.

–Señor Min –gimió.

–Te viniste de nuevo. Espero que este satisfecho, Presidente Park. Como un pasante estoy haciendo todo lo posible por cumplir al pie de la letra sus ordenes.

–Espera... Yoongi –hablo cuando volvió a embestir dentro de él. –Deja de ser un pasante, Mm

–Esto es lo que querías –le sonrió desde arriba.

El Alfa beso su rostro, mientras detenía las embestidas. Vio a Jimin soltar un suspiro.

–Dime si te sientes incómodo, amor.

Jimin abrió los ojos.

–Yo.. creo que tengo un gran problema, Alfa.

Yoongi salió de él, sacandole un quejido al omega, lo ayudó a incorporarse y tomó su rostro.

–¿Por qué? ¿Te sientes mal? ¿Fui muy intenso? ¿Donde te duele?

Jimin sonrió con ternura y alejó las manos del Alfa, no sin antes dejar un beso en sus palmas, y entrelazo sus dedos.

–¿Estas sorprendido, Señor Presidente? ¿No sabes lo intenso que eres?

–No~ no es eso, cariño.

–Siempre que lo hago contigo de cierta forma duele.

–¿Qué? ¿Por qué no me lo dijiste? –hablo alterado– ¿Sabes que? No lo haremos en un tiempo, no puedo...

Jimin lo interrumpió.

–No, espera. No me quejo, es un dolor placentero, Alfa. Además siempre me siento bien, el gran problema aquí es que me gusta mucho hacerlo contigo, aun si estoy sin energías y creo que eso es grave para mi salud.

Yoongi observo maravillado a su omega, su corazón latía con rapidez ante la confesión de su omega.

–Ahs, maldición Park Jimin, como haces para enamorarme más cada día –apretó los cachetes del omega y beso sus dulces labios.

–¡No se si así voy a tener un cuarto hijo! –bromeo

Yoongi lo observo serio.

–¿Te gustaría?

–Por supuesto que me gustaría.

–Pues vamos por ello. –Se apoderó de sus labios.

–A las 18:00 P.M. Tenemos una reunión en la sala de conferencias, tenemos un informe sobre desempeño y debemos ver la aprobación para la expansión comercial en el extranjero.

Ambos ya habían salido del trabajo y Hoseok parloteaba sobre la agenda del día siguiente. Yoongi solo observaba a Jimin acurrucarse contra su pecho y esconder su rostro en la curvatura de su cuello.

–Esta bien, lo tengo –murmuró acariciando las mechas rosas.

Hoseok rodo los ojos.

–Eso es todo. Tienes una cena con el Director Byun, dentro de unas horas. ¿A donde les gustaría ir? –preguntó cuando pararon en el semaforo.

–Presidente, ¿donde le gustaría ir? –preguntó Yoongi.

–Hace poco se inauguró un nuevo restaurante de comida occidental, cerca de aquí, podemos ir ahí. ¿Te parece?

–¿Qué? –preguntó Hoseok, impresionado. Y luego solto una carcajadas. –Wow, juego de roles.

–Guarda silencio, Jung Hoseok.

–Lo siento –murmuró el omega hacia el Alfa.

–No es nada, cariño. Me gustó que aún estés metido en el papel. –picoteo los labios de un avergonzado Jimin.