La semana había empezado calurosa y como hoy era su día libre fue por un helado para empezar con su investigación. Era la primera vez que investigaba algo como eso, pero todo era por el bien de su amigo. ¿Quien lo mandaba a enamorarse de esa forma? ¿No podría estar simplemente solo?

Negó. Al menos no Min Yoongi.

Era un Alfa dominante, lo mejor para ellos eran procrear más como ellos. 

Vio a alguien sentarse frente a él.

–¿Jung Hoseok? –preguntó un hombre con cabello azul.

–Sí, ¿Usted es Han Jisung?.

El chico asintió y un aroma a lavanda y miel llego a sus fosas nasales. Su corazón palpito con rapidez. Sus ojos chocaron con los del contrario y ambos se sonrieron con felicidad, reconociéndose.

El omega carraspeo.

–Esto.. es inesperado.

–Lo es sin duda –afirmó.

Hoseok apretó los labios y saco unas cuantas fotos de un folder.

–Por favor, necesito que investigue esta familia y confirme si uno de ellos está casado. –dijo entregandole fotos de Jimin y Jungkook.– Investigue todo en la medida legal. Si obtienes algún documento con la información que busco, le pagaré más. Me gustaría que fuera lo antes posible, que se su prioridad, por favor.

Jisung asintió, siguieron hablando durante unos cuantos minutos, intercambiaron números y se despidieron con un abrazo.

El beta soltó un suspiro y espero que el omega le traiga resultados lo más rápido posible y centrarse completamente en él. En su omega. Maldición, que bien suena. ¿No estaba pensando hace menos de una hora, que no era más simple estar solo?

Soltó un suspiro recordando el rostro de su mejor amigo. Nunca lo había visto así. ¿Le gustaba tanto Park Jimin? ¿El llegaría estar así, si le pasara los mismo con su pareja?.

Aparte de su rostro, que es de alguna manera, aceptable, es un omega recesivo. No tenía nada de especial y no llevaban mucho tiempo de conocerse.

Salio del lugar, observando a las personas pasear. Hasta que un grito lo asustó, dos omegas mayores hablaban entre ellas. Pudo escuchar que una de ellas era madre de Park Jimin.

–¡Quisiera presentarle a un buen Alfa dominante! –escucho.

Vio a la mujer sonreír a más no poder.

–¿De verdad? ¿Le hablaste sobre Giyoon?

–Claro que sí, Jimin aún es joven, aun puede casarse y tener más cachorros.

Ambas mujeres se alejaron con lentitud y Hoseok sonrió con satisfacción. Sabía que no estaba casado.

–Aquí tienes la información que me solicitaste, fue algo fácil. –dijo el omega entregandole un USB.

Hoseok sonrió.

–Buen trabajo. Revisaré los documentos, ya le depositaré el dinero enseguida.

–No pude averiguar nada sobre la Familia del Alfa llamado Jungkook. Solo pude averiguar que vive solo, se dedico al modelaje y ahora trabaja en una guardería, pero es complicado conseguir más información. –El omega bebió su cafe– Eso es todo, entonces me voy.

Jisung se incorporo y tomó sus cosas, pero él beta lo detuvo.

–¿Tenemos una cita? ¿Puedo cortejarte?

El omega sonrio y se acerco al Beta. Dejó un casto beso en sus labios y le sonrió.

–Sí y el cortejo no es necesario. No nos compliquemos. Somos destinados, es suficiente para reclamarte como mio. ¿Nos vemos mañana, en la plaza central? –el Beta asintió con una expresión bobalicona– Bien.

El omega dejó un último beso en sus labios, que esta vez fue correspondido por El beta. Lo vio alejarse y salir del local para subir a un taxi.

Saco su laptop y se puso a escuchar los audios, donde escucho a múltiples personas, negando que Jeon Jungkook estaba casado. Niños burlándose del niño por tener un solo padre.

Mientras más veía las pruebas, más ridículo le parecía la situación. Yoongi siempre a sido desconfiado, no llegaba a confiar fácilmente, a él le tomó más de un año, para que lo considerará un amigo con quien podía hablar de lo que sea. Como era posible que no dudará de cada una de las palabras del omega recesivo. Se enamoro de un completo mentiroso. 

Le envío un mensaje a Yoongi y junto a unos correos. Ahora estaría mas tranquilo. Soltó un suspiro, su día de descanso había sido más agotador si no fuera por Han Jisung.

–¡¿El vicepresidente, me cito en su oficina?!

–¿Qué le sucede señor Park? –preguntó el gerente Park– Deje de gritar.

Jimin bajo la cabeza avergonzado disculpándose.

¿Por qué lo había mandado a llamar? ¿Sabrá algo? O estaba comenzando a sospechar.

Tomó la manija de aquella puerta y se adentro.

Justo en ese lugar, se encontraba un gran manjar de cosas dulces.

¿Qué era todo eso? ¿Y por qué el Alfa lo miraba de esa manera tan tierna, que enloquecía a su lobo?

–Tome asiento.

Jimin asintió y se sentó en el sofá, frente a él.

No iba a despedirlo ¿verdad?. No era capaz de mirarlo a la cara, retorcía los dedos con nerviosismo.

–¿Hay algo que debas decirme?

El Alfa lucía un traje negro con una corbata de color rojo, que estaba a juego con sus ojos en ese momento. Que tenia un leve tono rojizo.

Jimin apretó los labios.

–Señor Park. Quiero que sepa que no me gustaría desconfiar de usted. Así que te preguntare algo. ¿Estas casado?

–Sobre eso... No, no lo estoy.

–Entonces. ¿Por qué mintió? Si lo que le pedí era algo difícil para usted, lo habria escuchado siempre y cuando fuera la verdad.

–Escuche, usted... creo que realmente me gusta. Yo se que no tiene sentido alguno, porque solo estamos actuando. Bien, menti sobre estar casado, no quería cercanía alguna sabiendo que me sentía de esa manera. Pero es verdad que tengo un hijo. De todos modos, nosotros no podemos estar juntos. Venimos y somos de clases muy diferentes. Me equivoque al siquiera pensar que tal vez podía ser algo especial para tí, ya que fuiste muy amable. –hablo cabizbajo– Espero que no vuelva a citarme para hablar de asuntos personales en el trabajo. Es incómodo para mí. Siento haberte mentido, ahora, me retiro. –dijo dando un reverencia y saliendo de la oficina con rapidez.

Hoseok quien había escuchado, no podía creer que alguien como ese omega podria hablarle así al vicepresidente del lugar donde trabaja el dueño de la empresa y voltear sus palabras. Se adentro y observó los postres intactos.

–¿Y que hay con todo esto? ¿Ibas a confesarte y organizaste todo esto para ti  solo? Me pregunto cuantas veces a venido. –Yoongi lo miro serio– Bueno, aun así el señor Park tiene razón. Tu eres el vicepresidente, futuro Ceo de Genius y un Alfa dominante, el Señor Park no proviene de una buena familia... ¡Además es un padre soltero!

–¿Rechazarias a tu omega si fuera padre soltero?

Hoseok lo observo impresionado y el Alfa lo miro con los ojos rojos.

–¿Qué?

–Me dijiste que encontraste a tu destinado ¿No? ¿No lo querrías si fuera un omega soltero?

Hoseok bufo.

–No es así, no uses mis palabras en mi contra. Solo quiero que entiendas razones, eres un Alfa dominante, tus genes no son algo que puedan desperdiciarse. No es algo personal contra él. Por más horrible que suene, tú deber es engendrar más alfas como tú.

–Ser un Alfa dominante suena como una maldición.

–Lo siento.

–Sin embargo, ese niño es mío. Es igual a mí.

– Fuiste tú quien dijiste que podía solo parecerse. ¿O no?

Yoongi llevó su mano a su mentón en un gesto pensativo.

–No. Ese niño es mi hijo.

Le alegraba que al menos no haya preguntado por su hijo. Pero, se había confesado.

Al llegar a su escritorio encontró una botella de vitaminascon una nota que decía que cuidara su salud. Se preguntó si era la persona de siempre. Entonces un mensaje de Jungkook llegó.

Hyung, ¿recibiste el paquete? ¡Te envié unas vitaminas! ¡Ya que te ves muy débil últimamente!

¿Había sido el quien dejó los regalos hasta ahora? ¿Entregaran paquetes como estos?

Las horas pasaron con rapidez y su horario laboral llego a su fin. Pero, como había tomado un descanso después de lo ocurrido con el Alfa, el trabajo se había atrasado y decido quedarse horas extras. Llevo sus manos a su nuca, movió su cabeza de un lado a otro y se dispuso a terminar lo antes posible.

Yoongi salió del ascensor, escuchando a los trabajadores quejarse del frío, que nuevamente había azotado busan. Escucho que el equipo de marketing tenía trabajo extra y se dirigió al lugar donde encontró al omega durmiendo sobre su escritorio. Acarició su mejilla y se quitó la chaqueta para ponerlo sobre sus hombros.

Un cuadro en la esquina del escritorio llamó su atención. Escucho a Jimin balbucear lo que asumía era el nombre del niño.

Park Jimin y su hijo. Tomó el retrato del niño y recordó la dulce voz.

¿Papá vas a viajar?

No debió haberlos dejado ir ese día. Pero, esto cambiaría.

Pensaba dejar a Hoseok, asi re amargado como lo hice, pero.. Ya mi Hosung se conoció, amé a este Jisung, atrevido.