–No importa. Solo hazlo –dijo con los ojos brillosos.

Yoongi apretó los labios.

–No puedo. No lo haré.

El omega llevo sus manos a la mejilla del Alfa.

–Yo te cuidare.

Jimin le sonrió con dulzura y Yoongi inhalo con lentitud, tratando de controlarse. Maldición el omega era una tentación.

–No es posible.

Jimin hizo un puchero.

–¿No puedes frotarlo entre mis muslos?

Yoongi solo lo observo en silencio. Su lobo lo instaba a tomar a su omega. Tomó el rostro entre sus manos y soltó un suspiro.

–Eres realmente imposible, omega –murmuro– Cada vez que nos encontramos pones a prueba mi autocontrol –dijo antes de tomar esos pomposos labios en un beso ansioso.

Cuando se dio cuenta ya se encontraba con el omega bajo su cuerpo, soltando múltiples gemidos mientras frotaba sus erecciones.

–Ni siquiera lo metí –dijo dejando un mordisco en su cuello.

–Me gusta mucho sentirse Alfa.

El Alfa lo puso boca abajo y le ordenó juntar las piernas, su miembro se hizo espacio entre ellas llegando a estar en contacto con El miembro de omega.

Las embestidas empezaron con rapidez mientras múltiples gemidos eran soldados por el omega. El caliente miembro del Alfa entre sus muslos era un extasis para él y más aún cuando se llegaba a frotar contra su miembro. Jimin anunció su orgamos y se vino sobre las mantas al igual que él Alfa. Yoongi observo aquel cuello lleno de chupones y las ganas de morderlo lo azotaron en totalidad. Quería que ese omega fuera suyo. Tal y como lo dictaba la Diosa Luna. Quería marcarlo para siempre. Se dirigió a donde se concentraba aún más ese rico olor a cerezas y Jazmines.

El omega se había quedado dormido luego de lo que hicieron. Aunque quería marcarlo no era la forma en la que anhelaba hacerlo. Debido al anhelo de encajar sus dientes no tuvo más opción que morder su brazo.

Dejo al omega en la cama, lo limpio y luego atendió su herida. Acarició su cabello, mientras observaba el rostro tranquilo del omega. Pudo detallar algunas pecas en sus mejillas y nariz. Era precioso y emanaba completamente su aroma. Tocó su frente, comprobando que su fiebre había bajado, ni siquiera comió la papilla que le había hecho. De igual manera, iría a pedir un poco en algún restaurante. No sería posible que rechazara la papilla ¿verdad? ¿Qué le gustaría?

Jimin abrió los ojos y apretó los puños a recordar lo que paso hace una hora. Ni cuando era un veinteañero había hecho eso. Dejo de lado esos pensamientos y empezó a buscar la manera de salir de ese lugar. Yoongi aún no habia salido de la habitación así que Jimin no hizo movimiento alguno.

Yoongi llamo a Hoseok y le pidió la papilla.

–No, no estoy enfermo –Escuchó Jimin– Dile al chef que lo haga, luego me lo traes. Trae mucha variedad de comida. –se dirigió a la ventana.

La habitación era grande y Jimin aprovecho para intentar escapar. Salió de la habitación, hecho un vistazo por todos lados, sin ser capaz de encontrar la salida de aquel lugar. Vio una gran puerta y corrió hacia ella, pidiéndole a todos los santos, que esta fuera la correcta.

El Alfa que aún se encontraba en la habitación, observo la cama vacía. El omega había desaparecido, de nuevo. Volvió a llamar a Hoseok y cancelo el pedido. En cambio solicito las cámaras de seguridad.

Ese omega era muy escurridizo, era la segunda vez que se escapaba de sus manos, pero ahora que sabía que había "muerto" sería fácil encontrarlo.

Jimin ya había llegado en su casa, se visualizo frente al espejo. Gracias a la Diosa había conseguido escapar de ese viejo decrépito que solo quería abusar de él, pero fue con otro Alfa quien fue capaz de negarse a la petición de su caprichoso lobo. Bueno en gran parte.

Un fresco aroma a Jabon de hierbas llegó a sus fosas nasales. Se preguntó porque olía tan bien y tampoco sentía algo pegajoso en su cuerpo. ¿Él alfa lo habría limpiado?. La imagen pasó por su mente y se sintió avergonzado. Se desvistio completamente y se adentro al baño.

–Bien, entoces ¿que haremos? –el hombre contaba los billetes que la mujer le había entregado.

–¿Como se atreve a dar a luz Al primogénito de mi hijo. Mata al omega y trae al niño –ordenó la omega. Los de clase baja no son aceptables.

Jimin quedo impresionado mientras veía un drama en Netflix. Cerró con rapidez su laptop.

Si se enteraban que tenia un bebe de él. Tenía miedo de lo que pasaría con él. No creía que el alfa fuera capaz de alejarlo de su hijo o de matarlo. Los chaebol siempre habían dicho que el dinero puede hacer lo que sea.