Jimin trato de aligerar el ambiente.

-Papá está aquí. ¿Donde estas mirando Giyoonie?

-¿Uh?

Jimin volteo avergonzado hacia Chen, disculpándose.

-Hola GiYoon. -Saludo el Beta.

-¿Te cae bien el Tío chen? -preguntó Jimin y su hijo asintió.

Chen sonrió con dulzura, cuando el precioso niño de cabellos dorados volteo a mirarlo.

-No te preocupes. -dijo Chen- No es la primera vez que sucede. Tengo algo que les agrada a los niños. De hecho trabajo en una guardería. Los bebés siempre parecen adorarme. -Jimin mostró una pequeña sonrisa.

Dicen que los niños son tímidos, y su hijo era justamente así, no hablaba fácilmente con niños, ni mucho menos con adultos. Chen no se mostró incómodo e incluso lo sentó en sus piernas bajo la mirada embobada de su hermano. Cuando el sol, dio señal de esconderse este se despidió. Giyoon trato de detenerlo y volvió a llamarlo "papi"

-Enserió lo siento -dijo Jimin- a estado haciendo eso últimamente. Enserió le agradas.

-Volveré a visitarte Giyoonie.

El niño sonrió feliz y se despidió con un gesto.

Jimin tomó a su hijo y lo llevó a la sala, mientras llenaba de besos sus mejillas.

-GiYoon, no puedes estar llamándole papi a todo el mundo. -lo sentó a su lado- Papá está aquí, entonces, ¿Por qué sigues buscándolo?

Los bonitos ojos violetas del niño se empañaron y Jimin sintió su corazón agrietarse por la expresión de su hijo.

-Los demás niños tienen dos papis, Giyoon es el único con una sola persona. ¿Mi papá dejo a Giyoon?

Los tres adultos abrieron sus ojos impresionados por la pregunta del niño. Se miraron entre sí y Jimin carraspeo.

-Cariño -beso su frente y lo sentó en sus piernas- Mi lindo gatito, no es así. Quien no te querría con esa bonita sonrisita. -dijo haciéndole cosquillas y este río mostrando una sonrisa de gomita- Tu otro padre está lejos. El está en el cielo.

‐¿En serio? -Jimin asintió.- ¿Cuando va a venir?

-Cuando este pequeño gatito coma bien, escuche a papá y crezca, vendrá. En cambio Giyoonie vive con su Tío y su abuela, quienes aman mucho a Giyoon. -su niño comenzó a sollozar entre sus brazos.

Mas tarde tomaron una ducha y se durmieron. Jimin dejó un beso en la frente de su hijo, quien sólo abrazaba su peluche de gato y salió de la habitación. Se recargo en la puerta mientras soltaba un suspiro.

Se sentía muy egoísta por mentirle a su hijo.

Su hermano quien iba hacia su habitación se acercó a él.

-Jiminie esta bien, lo estas haciendo genial. ¿Por qué tienes esa cara? -puso su mano en el hombro del contrario. -Supongo que escucho lo que dijeron sus amigos en la guardería.

Jimin frunció el ceño.

-Por la Diosa Luna, ¿Que clase de conversaciones tienen los niños estos días?

-Ellos solo escuchan lo que dicen los adultos que los rodean y solo lo repiten.

-Eso es lamentable. -susurró Jimin.

Jimin sintió su teléfono vibrar en su bolsillo trasero. Mañana tenía que ir temprano ya que el vicepresidente vendría a revisar esa sucursal.

La vida no es nada fácil.

El Alfa anudo su corbata y tomó su chaqueta.

-¿Qué hora es?

-Estamos justo a tiempo. Si salimos ahora.

Yoongi asintió y salió del departamento donde se hospedaba mientras estaba en esta nueva ciudad. Soltó un suspiro mientras observaba las parejas por la acera, acompañado por sus hijos. Y sin siquiera poder controlarlo, se imagino a ese omega pelirosa con su hijo.

-Son una pareja muy bonita -dijo Hoseok observando la pareja que su Jefe estaba mirando- ¿No planeas casarte? Realmente espero que puedas hacerlo, escuche que adonde vamos esta la nieta de grupo de la agencia de moda.

Yoongi cerró los ojos. Su lobo sólo pedía aquel omega.

-No lo haré.

Hoseok frunció el ceño.

-Bien -estacionó el auto en la empresa- ¿Pero no es muy temprano?

Yoongi salió del auto.

-Quiero ver todo antes. Solo quiero ir a casa.

-Entoces, ¿Podemos comprar un café antes? Hay una cafetería muy bonita frente de aquí. -Yoongi observo a su amigo y este no pudo evitar hacerle ojos de cachorro.

-Te ves horrible haciendo eso.

-Por favor.

Yoongi rodó los ojos.

-¡Ya hazlo! Vete.

-Sí -dijo emocionado-no te arrepentirás, dicen que hacen un café delicioso. Ve subiendo y te lo llevaré.

Yoongi sonrió con burla, su amigo no podría vivir sin él café

Jimin bajaba del autobús, sin ganas de querer llegar a la oficina. Su jefe lo había llamado pidiendo su presencia aún más temprano, ya que el vicepresidente quería verlo, de nuevo y el era el encargado de cerrar el trato con el. Debía ir en la cafeteria que estaba frente a la empresa.

Realmente odiaba a ese viejo decrépito de Jung industrial.

Se adentro al lugar y se encontró con un Beta bastante conocido para él, pero este pareció no reconocerlo, en lo mas minimo, su el estaba aquí, es porque él está en la ciudad.

No es posible.

Su lobo solo enloqueció con la probabilidad de verlo otra vez.