Yoongi soltó un suspiro mientras se acomodaba el traje frente al espejo, que tenía en la oficina. Tomó asiento en el escritorio, siendo observado por Hoseok.

–¿Qué sucede? –preguntó.

El Alfa llevó sus manos bajo su mentón, Observando al vacío. Hoseok se preocupo, si bien Yoongi era alguien silencioso y pensativo, nunca vislumbro ese brillo triste en su mirada.

–Él murió.

El beta guardo silencio, tratando de recordar si alguno de sus amigos y familiares, había muerto. Hasta que recordó.

–¿El omega? ¿En verdad te importaba tanto ese omega?. Kim NamJoon, estaba seguro de que todavía estaba vivo.

–Es verdad, el me lo dijo además se notaba que eran cercanos.

–Ah, ¿por eso estabas tan raro? No es de extrañar. –dijo desinteresado.

Hoseok trato de distraerse con los papeles que tenia entre sus manos. Lo sentía por Yoongi, pero era mejor no contarle la verdad, quizás ocultarselo sea algo bueno. Su amigo era un alfa dominante de los pocos que quedaban y proveniente de una familia pura. No era capaz de imaginarlo junto a ese omega.

No había forma de que un omega recesivo sea bueno para Yoongi, incluso si era un omega normal o dominante.

El Alfa se dirigió al ventanal, mirando el paisaje urbano.

–¿Cuando es lo próximo que tengo en mi agenda? –preguntó acomodando su corbata.

Hoseok carraspeo.

–¿Eh? ¡Claro! Lo revisaré.

Yoongi llevó su mano a su pecho, hizo presión ahí tratando de quitarse esa rara sensación que lo abordo desde que se entero del evento.

4 años después.

Park MinSeok y Park Minhye se encontraban viendo las noticias.

–Genial, Min Yoongi –dijo su madre– Tan poderoso a una temprana edad. Algo tan importante como una fusión de empresas ¿fue realmente algo hecho por un joven de 30 años? –Observo a su hijo mayor.

El Alfa soltó un bufido.

–Tengo 31 –Contó.

–Nuestro Xiumin no ha logrado nada a su edad, ¿Verdad? –dijo burlona.

El menor frunció el ceño.

–No es justo. Él ha nacido en una cuna de oro. –se adentro a su habitación y cerró la puerta con brusquedad.

–Seokie, no lo tomes en serio, solo bromeaba. Ven aquí y dale un abrazo a tu madre. –golpeó la puerta.–Te amo lo sabes –gritó con una sonrisa divertida.

–¿Qué sucedió? –Jimin salió de su habitación– ¿Qué haces ahí parada?.

MinHye se acercó a darle un abrazo.

–No te preocupes. Minseok a estado muy sensible estos días. No aguanta ni una broma. –dijo desde la cocina.

–Quizás su celo este cerca. Siempre se pone así, cuando está cerca.

La mujer apretó los labios.

–Quizás –susurro–Me preocupa que lo esté pasando solo.

Jimin se acercó a abrazarla.

–El estará bien.

La mujer asintió.

–¿Y GiYoon?

Jimin sonrió con emoción.

–Jugamos mucho y se quedó dormido.

–Quería llevarlo a hacer algunas compraras. Iré sola.

El omega se preocupo.

–Vamos juntos, puede ser peligroso.

–Deja de ser tan desconfiado. Que tal si Gi despierta, Xiumin saldrá.

Jimin asintió.

–Mamá, si las bolsas son muy pesadas, me avisas.

La mujer le sonrió y luego de varios minutos salió rumbo al supermercado.

Fue a recostarse en el sofá y la imagen del Alfa de aquel entonces apareció, en la pantalla del televisor. Ahora el era vicepresidente, de la empresa del grupo Min. Cada vez que escuchaba este tipo de cosas, se convencía más de que hizo bien en ocultarse del hombre. Soltó un suspiro y se puso a limpiar la casa.

–Ya llegué –escucho a su madre y fue a su ayuda. Pero ahí se encontró con un chico, que por su leve olor a Miel, podía decir que era un Beta.

–Um, Hola–Saludo Jimin.

El Beta lo observo sonrojado. Su madre entró y sonrió con cariño.

–Mira Jimin, él es Jongdae, es el nuevo vecino. Y como me ayudo con Las bolsas, lo invite a comer. Es muy guapo, tiene una muy buena personalidad.

Jimin sonrió, agradeció al joven y fueron a la mesa.

–No me presente bien, soy Kim Jongdae, pero dime Chen.

–Park Jimin. Nos veremos a menudo en el futuro, así que seamos amigos.

Vio al Beta sonrojarse, mientras asentía.

–Escuche por tu mamá que eres mayor que yo. ¿Puedo decirte Hyung?

–Claro.

El beta sonrió agradecido y con disimulo inhalo el aroma a Romero que tenía el pelirosa. Era su Alfa.

–Muchas gracias, Hyung.

Jimin sonrió incómodo por la confianza con la que tomó su mano, se alejó suavemente del Beta.

–Jimin llama a Seok y trae a Giyoon que comer contigo. También cámbiate de ropa.

Jimin fue por su hijo y lo tomó entre sus brazos. Fue a buscar a su hermano y llegaron juntos a la mesa.

–Oh, tenemos visita. –dijo el Alfa acomodando su cabello– Soy Park MinSeok.

Jimin vio al Beta abrir los ojos cuando observo a su hyung. Lo vio llevar su mano a su pecho y de pronto su aroma a Miel se mezclo con el del Romero de su hermano. Volteo a ver a su mamá y sonrió con emoción.

–¿Qué es eso rico? –escucho de su hijo.

–No es nada ‐dijo dejándolo en la silla– ¿Huele rico?

–Siiii, me gusta.

–Eso es bueno. Vamos a comer.

Alfa y beta se sentaron a comer.

–Wow –hablo El beta– Madre, Esta delicioso, hace tiempo que no como algo casero. –xiumin comenzó a toser cuando escucho como llamo a su madre. Jimin lo vio con burla en sus ojos.

La mujer sonrío, dándole más de la carne.

–¿Es así? Come todo lo quieras y vuelve cuando quieras también.

Jimin volteo a ver a su hijo.

–¿Gigi? ¿Quieres que te ayude a comer? –el niño no le hizo caso– ¿Giyoon? –Vio sus ojos llenarse de lágrimas.

–¡¡Papi!! ‐grito hacia El beta. Dejando impresionado a los presentes.

Actualización por el día de las madres, hoy se festeja en mi país. Así que besito a ellas.