–¿Necesito probar algo como eso? –preguntó burlón.

Jimin no fue capaz de percibir el tono del Alfa.

–Yo lo necesito.

Yoongi frunció el ceño, no tenía que dejarse llevar por las feromonas. Soltó un suspiro y retrocedió, poniendo distancia entre ambos.

–Quizás. –hablo el omega.– ¿Eres impotente?

Yoongi sintió una puntada de indignación y au lobo gruñó. Apretó los puños, tenía ese impulso irracional de demostrárselo, pero se contuvo.

–¿Aún no se te paro? –volvió a preguntar.

–No hubo estimulación alguna. No se me parará así nomas. –informo.

–¿Mi aroma no es suficiente? –preguntó el omega– Ah, cierto. Soy un omega recesivo, no tengo ese efecto en los Alfas –dijo con los ojos llorosos.

–No, no llores –dijo Yoongi.

–Tal vez, ¿puedo tocarte? ¿Podría tomarlo entre mis manos y pasar mi lengua por el?.

Yoongi apretó sus labios, fijo su vista en los labios brillosos del omega y su miembro despertó al escuchar al omega decir esas cosas. No pudo evitar imaginárselo.

Jimin bajo su vista y sonrió de forma seductora.

–Ya se te paró.

Los gemidos resonaban en toda la habitación. La ropa se encontraba esparcida por el piso.

Ambos se encontraban besándose con pasión. Sus lenguas se entrelazaban con fervor. Las manos de Yoongi se paseaban por el cuerpo del omega, tratando de memorizar todo.

–Por favor se amable–pidio el omega.

Yoongi no sabía que pasaba con él, su corazón latía con rapidez. No importa cuánto influya las feromonas, no sabía que era ese sentimiento.

–¿Por qué tardas tanto? –hablo bajo su cuerpo.

El Alfa se tomó el tiempo de memorizar su cuerpo y tuvo el impulso de acariciar su vientre. Paseo los dedos con lentitud por la zona. Jimin solo soltó un ronroneo y le sonrió con dulzura.

Luego de prepararlo con paciencia, se adentro en él con parsimonia, buscando no lastimarlo. Beso y mordió sus muslos, dejando marcas en ellas.

–Alfa –llamó– los pezones.

Yoongi se acercó a las protuberancias de color chocolate, lo jalo con sus dientes y los chupo con vehemencia. Jimin tomó los mechones rubios del Alfa jalando de ellos, ganándose un gruñido extasiado de él.

El Alfa se sentía en el cielo al sentir la humedad que lo rodeaba. El lubricante natural lleno sus miembro, haciendo fácil su entrada y salida de su cuerpo.

–Mmm.. ya casí–susurraba el omega.

El Alfa paró las embestidas al recordar algo, ganándose un gemido de frustración del omega.

–No~–se quejó.

–No estoy usando protección.

–No importa, soy recesivo.

–No es eso.

–Estoy limpio. –informó– No por nada te pedí que seas amable.

–¿Qué?

–Apúrate. –ordenó, antes de besar al Alfa y subirse encima de él. –Sí no lo haces tú, lo haré yo –dijo comenzando a saltar sobre el miembro del Alfa.

Yoongi tomó sus caderas y comenzó a ayudarlo con los saltos.

–Mmm... es grande Alfa.

Jimin se sintió enfermo, sentía su cuerpo derretirse de lo bien que se sentía.

–Se siente muy bien.

Yoongi gruñó y sintió su pecho inflarse con orgullo.

–Mantén la calma– ordenó.

Cambio de posición, dejando a Jimin bajo su cuerpo. Las embestidas empezaron de nuevo.

–Maldición, eres tan estrecho.

–Eres tan bueno en esto. Me encanta, Alfa.

Lo hicieron múltiples veces durante la noche.

En la mañana siguiente, Jimin despertó con los rayos del sol golpeando su rostro.

–Debí cerrar las cortinas. –le dio la espalda a la ventana– Me duele el cuerpo. Dormiré un poco más.

Abrió levemente los ojos y se encontró con una espalda, lleno de arañazos. Se incorporo con rapidez y paseo su vista por la habitación.

Los recuerdos pasaron por su mente como flashbacks y apretó los labios para no soltar un grito. Tomó sus cosas y salio de la habitación.

Se alejó corriendo del lugar.

Estaba loco. Pasar la noche con un chico desconocido. Se dio un golpe en la cabeza.

No paró de correr hasta que llegó a su casa.

No me sentí tan inspirada, pero bueno así quedo.