15
Despertó por el dolor de cabeza.
Cuando abrió los ojos se topó con el rostro de Shinichiro muy cerca del suyo, aún tenía rastros de pintura corrida y estaba sin camisa. Levanto la sabana que cubría sus cuerpos para salir de la cama, se encontraba en ropa interior por lo que se quedó pensando en lo que pasó ayer.
Se sonrojo y cubrió su cara avergonzada al recordar.
Habían hecho demasiadas cosas que ya no hay forma de retroceder para impedir unas cuantas.
Al cambiarse se acercó a Shinichiro para apartarle el cabello de su frente y darle un beso, susurrandole unas bonitas palabras de buenos días y que regresaría pronto; salió de la tienda de motocicletas por la puerta trasera gracias a las llaves del chico que tomó prestadas, camino directo a la farmacia más cercana. Respiro el agradable aire fresco de la mañana, acomodando la chaqueta de su no pareja en sus hombros, oliendo el aroma impregnado de gasolina y otros productos que de alguna manera le gustaban.
Entró a la farmacia pidiendo medicamentos para el dolor de cabeza y también compró un cepillo de dientes, los pagó con su dinero y apuntó de salir de la tienda se regreso.
—También me puede dar esa caja—apuntó sacando más dinero, la agradable mujer se la dio pero antes agregó un comentario.
—Sólo puedes tomar una y ten presente que no son completamente confiables por lo que pueden fallar—le informó cobrando para entregarle el cambio.
—Gracias.
Regreso con el joven que recientemente se levantaba al escucharla llegar, se asomó por el cuarto adormilado y abrazo a la chica pensando que se había ido dejándolo sólo.
—Miren quien despertó, buenos días bello durmiente—dijo acariciando la espalda del contrario en círculos—Te traje unas aspirinas para el dolor de cabeza—mencionó guiandolo de vuelta a la cama para que se sentará.
—¿A ti no de duele?—le preguntó por verla como si nunca hubiera probado el alcohol en su vida.
—Si, pero puedo soportarlo—se pasó la pastilla sin agua—Aparte estoy acostumbrada a beber por mi cuenta.
Desde que tenía quince años comenzo a consumir alcohol como si de agua se tratara, luego lo cambio por el vino y así hasta el presente, aunque ayer si le había pegado más de lo usual y con razón.
—Ni me acuerdo como llegamos—murmuro frotando sus ojos.
—Luego de que yo le diera un golpe a esa chica todos volvieron a pelear.... Se lo merecía—contó aguantando la risa—Me tuvieron que detener entre tú y Takeomi, Benkei era el único que me apoyo y hasta me dijo que le hiciera una llave o algo así.
El peli negro por un instante le dio miedo la fémina, seguro que si le hacia algo malo ella personalmente se encargaría en dejarle la cara morada como a esa chica de ayer.
—¿Después que pasó?
—Ustedes no podían manejar, así que lleve a tus amigos a un hotel y los deje ahí luego de pagar con el dinero que les tiraron, al final nosotros regresamos a tú tienda de motocicletas.... Talves tuvimos una sesión de besos y caricias—habló apretando los labios cuando término.
Shinichiro quedó en silencio entre cerrando los ojos—Lo hicimos—afirmó sin que Umi lo confirmará, con sólo verla se había dado cuenta—Me duele la espalda—giro dejándole la espalda a vista de la fémina que mordió su labio.
Digamos que tenía muchas marcas rojas en sus omoplatos que si debían de doler, en su defensa, el muchacho si que sabía hacer las cosas bien y se emocionó.
—Perdón, mi culpa.
—El que debe disculparse soy yo, en nombre de todos mis amigos te digo que ayer fue una experiencia nueva y nunca habíamos tomado hasta ese nivel—explicó buscando su playera.
—Para nada, fue divertido conocer a tus amigos—negó mirando demaciado sus hombros, mejillas y sus manos—Me di cuenta que algunas partes de tú cuerpo están coloradas de un color rosa.
—Oh, lo dices por esto—señalo ciertos puntos con la coloración rosada—Una vez una chica dijo que parecía un camarón.
No parecía muy feliz por eso, así que lo intento animar a su manera—Un camarón muy sexy—exclamó asintiendo repetidamente.
Su comentario si que ayudó en su inseguridad; aveces decían que su piel era como la de una chica, y que a Umi le gustara así le alegraba la vida.
Aún era muy temprano por lo que el chico llevó a la castaña hasta su casa en su motocicleta, cuando ingresaron fue en silencio para no despertar a nadie, Usagi dormía plácidamente en la cama junto a Tochi en su habitación.
Una vez confirmó que estaban bien salió del cuarto, en la cocina se encontraba Shinichiro preparando té a la muchacha.
—Hoy no quiero trabajar—suspiro chocando su frente con la espalda del chico que calentaba el agua—Tengo muchas tareas pendientes que atender en mi cafetería que mi cabeza va a explotar.
El contrario se rió bajito apagando la estufa, volteando para con sus enormes manos tomar la cintura de la fémina y balancear sus pies con ella, bailando torpemente un vals improvisado, tarareando una canción que ni recordaba la letra pero si los sonidos, oyendo la dulce risa de su amada siguiendo sus pasos, pasando sus brazos por su cuello apenas por la gran diferencia de estaturas.
No era millonario, y apesar de que las chicas lo rechazaron desde siempre, ya no importaba, estaba agradecido de que todas lo hayan hecho para estar hoy con Umi Sakurai pasando pequeños momentos.
Quería invitarla a un restaurante caro para pedirle que fuera su pareja, llevarla de viaje por el mundo y comprarle todas más bellas flores que podía eternamente, pero en cambio solo le alcanzaba para tan poco sabiendo que ella merecía más que eso. Comiendo un ramen instantáneo parados en un puente mirando las luces de la ciudad o regalándole los pétalos caídos que le daba el señor de la florería.
—No puedo darte el mundo entero.... Pero puedo darte mi amor—susurro pegando su nariz con la castaña que lo escucho atenta.
—Es lo único que necesito—le respondió, uniendo su labios para iniciar un largo beso.
En medio del beso Shinichiro sonrió por ser correspondido, cargando a la chica para darle vueltas y besar su cara.
—¿Mañana puedo presentarte a mi familia?—le preguntó emocionado.
—Les voy a llevar un pastelito para compartirlo en la cena—igual de emocionada le respondió—Ya quiero conocer a tus hermanos y a tú abuelo... Aunque se supone que ya lo conocí.
—Estuve hablando con a mi abuelo y te reconoció en seguida después de mencionar tú nombre.
Hasta el anciano tenía mejor memoria que ella.
—Que bueno es saberlo.
—Le conte sobre Usagi, esta encantado de poder de tener más alumnos.
—Se pondrá muy feliz por la noticia, me estuvo insistiendo demaciado.
—¡No es cierto!—se escucho la voz de la niña oculta detrás de la puerta, esta se abrió y Tochi estaba agachado a su lado escuchando toda la conversación.
La menor tenía puesto su uniforme de la escuela.
—Hasta que apareces Umi—habló su mellizo cruzando los brazos—Una llamada o un mensaje no te hacia daño.
—Hermano querido, me alegro que te preocupes por mí, si te importó—alegó tratando de darle un abrazo que fue esquivado por el chico.
Gracias a que Tochi estuviera con ellas le facilitaba el cuidado de Usagi, también que podía salir más con amigos o Shinichiro en estos casos, algo que no podía cuando el no estaba por sus responsabilidad de mantener a sus hermanos.
El Sano mayor se rió al ver los mellizos, una tratando de drale un abrazo y el otro evitando el contacto físico.
Para la tarde Umi se encontraba en su cafetería luego de despedirse de sus hermano y Shinichiro con un beso, estaba escribiendo una lista de lo que se estaba acabando para ñpróximamente comprarlo.
La campanilla del negocio sonó y la persona se paro delante suya mirándola; su piel morena e inusual llamó su atención, de la misma manera que el color violeta de sus ojos y sus cabello albino largo.
—Bienvenido—dijo amablemente al que parecía extranjero, dejando a un lado lo que hacía para darle su atención—Puedes ordenar cuando te sientas preparado, y si necesitas saber lo que sea pregúntame sin pena.
—Es la primer vez que estoy en este lugar... No se que pedir.
—Si no te llama la atención algo puedes crear uno a tu gusto.
El chico se acercó más al mostrador para mirarla directamente, analizando cada rasgo que poseía.
—Eres muy bonita.
¿Qué?
«Muchos dicen que el dinero es más importante que el amor.... Pero para las personas destinadas eso era punto y aparte, lo demás vendría después»
Les gusta la nueva portada o vuelvo a poner la anterior?
@𝙰𝚢𝚊𝚖𝚎_𝚑𝚊𝚝𝚊𝚔𝚎
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