¿Tan desesperado estaba que tuvo que pedirle ayuda a una niña de seis años consejos de amor? Bueno, en defensa de Shinichiro esa niña era hermana de la chica que quiere conquistar.

Sonaba mejor cuando se le ocurrió.

Ahora tenía a una pequeña cuestionando todos sus metos de ligar.

—¡Es muy anticuado y raro¡ ¿quieres enamorar a una viejita o a una fuerte mujer como mi hermana?—se quejó Usagi con el ceño fruncido—No seas timido Shini-kun y pidele salir, estoy segura que no te a decir que no. En pocas palabras se directo.

Como podia decirle a esa niña que cuando era directo siempre lo rechazaban. En su sano juicio ya no quería pasar por lo mismo, todas las demas fueron suficientes para hacerle saber no entendia a las mujeres y lo muy complicado que eran.

—No estoy seguro Usaghi-chan... no quiero que me rechace—confesó jugando con el popote de su bebida.

Ambos estaban sentado en una de las mesas de la cafeteria de Umi, esperando que terminara de trabajar mientras ellos pasientemente comian y bebian cosas del menu que la mayor les ofrecio.

—Haber, no eres precisamente un principe como el de las peliculas y tampoco creo que seas millonario, pero mi hermana es ciega asi que no notara eso y se ira por los sentimientos—ánimo levantando su pulgar—¡Hay que crear un escenario donde te veas como un heroe!

Más que animar empeoró el estado de animo del peli negro; no sabia pelear y una niña parece haberle dicho pobre y feo. Decaido por las palabras de la menor estrello su cabeza contra la mesa quejándose ruidosamente.

—Esto no va a funcionar.

—Pero Shini-kun, no te rindas tan pronto, yo confio en que lo vas a logar, por eso pediste mi ayuda—dijo la castaña jalando la mejilla del contrario—¡Que nada te detenga!

Un poco más confiado levanto su cabeza.

—Es hora de investigar a mi hermana—se formó una enorme sonrisa en su boca—Pero sigo pensando que sería una buena que la invites a salir o ponerlos en una situacion peligrosa donde te veas como un superhéroe.

—Seria un poco complicado si tenemos que cuidarte, y no, no vamos a hacer nada peligroso.

—Pueden dejarme en casa, yo puedo cuidar de mi misma una o dos horas—hizo un mohin abrazando a su conejo.

—Ya te dije que no te vamos a dejarte sola.

—Te ofresco ideas y no las quieres, no podemos seguir asi Shini-kun.

No discutiría con Usagi, por eso regresaron al tema original.

¿Cómo enamorar a Umi Sakurai?

Las ideas eran: seguir con su plan inicial que era regalarle petalos, sería casí imposible enamorarla solo por eso y también muy tardado pero lo consideraron, luego estaba dar paseos discretos, pero Usagi interferia, aprender a cocinar para convivir más a su lado, ¿regalarle una gallina? Llegaron al punto donde no tenias más ideas y eso los desespero.

Incluso la infante pensó en envenenar a su hermana para que Shinichiro llegara de la nada con su moticicleta y la despertara de su sueño eterno con un beso de amor, o algo asi dijo, pero el peli negro se negó.

Sin tener mas ideas regresaron a casa con la teñida.

—Ya me van a decir por que estan muy callados?—cuestionó levantando una de sus delgadas cejas.

Él mayor y la niña intercambiaron miradas para levantar sus hombros sin decir nada.

—¿Estan enojados por que los deje mucho tiempo esperando? ya les pedí disculpas chicos—musito la peli roja suspirando, ya no sabia que hacer y verlos tan callados se le estaba siendo muy raro e incomodo—Llegando a casa podemos jugar o ver una pelicula.

No hubo respuesta.

—Saben, voy a cambiar el color de mi cabello.... ¿pueden ayudarme a pintarlo?

—¿Nos vas a dejar pintar tu cabello?—pregunto Shinichiro.

—Yo quiero pintarte el pelo de color azul!—exclamó más animada, balanceando a su peluche con su mano.

Ambos interesados en la nueva conversacion.

—Me estoy arrepitiendo un poco en estos momentos, pero si, les dejare hacer lo que sea con mi cabello—dijo temerosa, nunca le había dejado a nadie pintar su cabello y menos dejado a su hermana acercarse cuando lo hacía por el olor del producto.

—¡Vamos a comprar el tinte!—los apuro jalando a los mayores de las muñecas.

La tienda abierta de veinticuatro horas era su destino para compar el tinte, entraron escuchando la campanilla que anunciaba su visita y fueron directo al estante donde se encontraban muchas marcas de tintes y de diversos colores. Como sería la conejillo de indias sólo pudo aceptar su destino.

Shinichiro y su hermana estaban escogiendo un color y ella no tenía permitido ver cual sería.

—Que no sea verde, ese color no me gusta—bramo cruzando los brazos viendo para el otro lado, escuchando risitas de los dos—Ni se atrevan.

—El color verde es bonito—canturreo el chico divertido—Descuida, no somos tan malos.

—¿Por qué cruzas los dedos Shini-kun?

—Shh...—la calló.

Umi se estába arrepintiendo cada vez más de haberles dejado esta encomienda a ellos.

—Ya tenemos el que vamos a llevar, hay que pagar—aclaro el peli negro empujando levemente a la femina para que avanzará—Que no lo vea, Usagi-chan.

—¿Puedo ver que color escogieron?

—No—respondieron al unísono.

Fueron a pagar y salieron de la tienda para ir al departamento; prepararon todo para iniciar.

La musica del esterio se escuchaba al igual que los pasos de su amigo y hermana, Umi estaba sentada en la taza del baño esperando, meditantando y preparandose mentalmente por lo que iba a pasar.

Cualquiera que sea el color lo tendria que aceptar, ella fue el de la idea.

—Estamos listos—menciono el jóven colocando una capa para no manchar la ropa—Yo separo los mechones y tu pintas.

—Bien. 

Su respiracion era acelerada y sus hombros estaban tensados, la senzacion de la primera pincelada fue larga, pero se fue yendo con el tiempo que pasaba, se mantenian concentrados pero riendo al mismo tiempo. Se relajo y se unio a sus risas, ya mas tranquila y confiada en ellos.

Una vez el tinte colocado tuvieron que esperar, haciendo una pausa para ir ha asaltar la cocina. Usagi estaba en la barra moviendo sus piernas y con un vaso de leche en manos, mientras los dos mas grandes tenian una taza de té.

—¿Ya paso la hora?

Shinichiro miro el reloj y asintió cargando a la pequeña en su espalda.

—¡Esperen!—pataleo tratando de liberarse.

—Tu hora de dormir ya paso, mañana tienes clases—explicó siguiendo a Shinichiro que llevaba a su hermana a la habitación.

—¡Quiero ver el resultado final!

—Mañana podrás verlo—comentó el peli negro dejando a Usagi en su cama.

—¡Pero quiero hacerlo ahora!—infló sus mejillas enojada.

—Si duermes en la mañana te prepare la taza suprema de chocolate con bombones—anuncio sonriendo.

—Ya estoy dormida—exclamó cerrando los ojos.

Esa taza suprema era el favorito de la niña, prácticamente era una esfera de chocolate que adentro tenía bombones y se abría por el calor.

Dejaron a la menor en la habitación esperando que durmiera y fueron al baño para retirar el tinte que aún tenía puesto.

—Ten cuidado con los ojos—dijo Shinichiro ayudándole a lavarse la cabeza.

Estuvo ahí hasta que quito todo el producto y le seco el cabello, hasta se lo cepillo con delicadeza.

—Tres, dos... Uno—aparto sus manos de la cara de la chica para que se viera en el espejo.

—Es castaño—susurro congelada.

—No somos crueles, por lo que Usagi me contó dijo que era tu color natural antes, queríamos verlo.

—Al menos no es verde—rió tomando un mechón—Me gusta, es como ser yo de nuevo o algo así.

—Yo digo que con cualquier color te ves bonita...—sonrojado desvío la mirada.

—Gracias.

Sin saber que decir salieron del baño para ir al pasillo del departamento, Shinichiro se tenía que ir a su casa.

En los adentros del chico se estaba debatiendo si lo que había dicho fue correcto, esperando que no haya incómodado las cosas entre ellos. Se despidió con la mano para después guardarlas en su pantalón, bajando la cabeza.

—¡Shinichiro!—le grito Umi.

Él mencionado volteo y sintió un choque en su mejilla, la chica le estaba dando un beso.

—¿Quieres salir conmigo algún día?—le preguntó ella retrocediendo para darle espacio.

Las cosas en su mente estaban teniendo fallos circuitos, no pensó que ella mostraría interés pero eso acaba de pasar.

—Hah, no—habló para luego abrir los ojos por lo que articulo—Digo si, si quiero salir contigo.

Las risas de la fémina no se hicieron esperar por el torpe comentario pero a la vez lindo.

—Entonces... ¿Nos vemos mañana?

—Si, mañana a la hora que tú quieras.

—Perfecto—camino de espaldas alejándose de la ahora castaña que se acercaba a la puerta de su casa—Buenas noches, Umi-chan.

—Descansa, Shinichiro-kun.

«Ese noche había sido una de las mejores»

Perdón la tardanza, como ya estoy apuntó de terminar una de mi otras historias ya le podré dedicar más tiempo a esta. ❤

Lamento si hay faltas de ortografía.

@𝙰𝚢𝚊𝚖𝚎_𝚑𝚊𝚝𝚊𝚔𝚎⛓️