08
Tal y como dijo, regreso por ellas para ir los tres juntos.
Los planes se cambiaron.
No tenían tanto dinero para pagar las entradas del acuario así que fueron a la siguiente opción más barata y aceptable para Usagi.
La playa.
Pero estaba a casi una hora y no tenían carro, ahí fue donde Shinichiro se las ingenio para ir.
—¿De quien es el carro?—pregunto la teñida mientras le acomodaba el sobrero a la menor.
—Un amigo me lo presto. Le agrado a mucha gente—guiño el ojo abriendo la cajuela para guardar lo que llevaban.
—Shini-kun si tiene amigos, debes aprender de él Umi—alegó la castaña entrando al auto en la parte trasera, colocando sus lentes de sol que le quedaban grandes.
—No los necesito...
—¡Claro que si! Podrían prestarme un carro algún día o dinero—exclamo bajando la ventana para recargarse en ella—¿Verdad Shini-kun?
—Ella tiene razón—le siguió el más alto cargando la hielera con varias botellas de jugo de distintos sabores.
—Comienzo a creer que ustedes dos están en contra mía.
Pronto se integraron a la carretera, escuchando música de los diversos discos que estaban en la guantera, de quien fuera el auto tenía un buen gusto músical.
Las ventanas están abajo, entrando el aire por todos lados golpeando sus caras
El agradable viaje llegó a su fin cuando vieron la arena de la playa, bajaron corriendo, persiguiendo más bien a Usagi que salió disparada al mar y su hermana detras de ella gritando que esperará para ponerle el bloqueador solar. Por otro lado el chico se tomó su tiempo para sacar las cosas y ponerle seguro al vehículo.
Se instalaron a varios metros en las palapas. Los mayores veían a la niña jugar en la orilla, pateado el agua y brindado de un lado a otro con energía.
—Oye Shinichiro-kun—lo llamó la fémina recibiendo un sonido dando a entender que la escuchaba—Nunca te e preguntado pero... ¿Y tu familia?—la pregunta pareció ser muy directa por que el chico volteo a verla apenas lo menciono—Espero no haber dicho algo malo, es que como te quedaste a dormir en nuestro departamento me pregunte si tu familia no tuvo que estar preocupada por ti—habló rápido, moviendo las manos nerviosa.
Negó riendo por el nerviosismo de la chica—Están bien, si les preocupe pero ya estoy grande y ellos están acostumbrados de que salga con amigos o este vagando por las noches en mi motocicleta. Así nos conocimos Umi-chan.
Cierto. Como podría olvidarlo. Gracias a la aparición de Shinichiro pudo golpear al tipo que la seguía aquella noche.
—Es lindo que tu familia se preocupe por ti...
—Son muy latosos algunas veces pero los quiero demaciado, incluso mi abuelo me patea y regaña a cada rato para que deje de fumar dentro de casa—menciono sacando la cajetilla de la mochila que traía—Quiero dejarlo, por ellos y por mi.
Dicen que dejar una adicción es muy difícil e incluso casi imposible, pero él parecía muy decidido.
—Bien, entonces cada vez que te vea fumando te quitare el cigarro y lo lanzare muy lejos—de un rápido movimiento le quito cajetilla y la guardo, luego la tiraría a la basura.
—Pero- —pronunció al ver como le habían arrebatado toda la caja, posteriormente calló al darse cuenta—Gracias.
—¡Umi!—grito la estruendosa voz de la menor—¡Ven a jugar conmigo!
La menor tramaba algo, se le veía en la cara.
—¿Qué quieres?—le respondio de vuelta a gritos.
—¡Te voy a enterrar en la arena!
No sonaba muy buena idea para la teñida. Le gustaba estar sentada en la sombra, a gusto y conversando con el chico.
—Ve con ella, estaré cuidando las cosas—ánimo Shinichiro.
A regañadientes se despojo de la enorme playera que traía quedando en el traje de baño de dos partes, sin notar la discreta mirada de Shinichiro sobre ella; dejó en su asiento la playera para ir directo a donde esta Usagi que tenía una pala de plástico mirándola con maldad.
—Sólo las piernas—advirtió a la menor que levanto el dedo pulgar aceptando.
Obviamente no la enterró solo las piernas. La cubrió por completo dejando la cabeza afuera para que pudiera respirar.
Hasta le dio forma al montón de arena, simulando un cuerpo con curvas y una aleta como el de un delfín.
—Te faltan pechos como la sirena—murmuro la niña mirando desde arriba como había quedado su obra de arte.
—Así estoy más que perfecta niña—gruño por lo que insinuó.
—Lo que tu digas—movió su mano sin importarle—Quédate aquí, iré con Shini-kun para que me compre un helado.
Ese siempre su objetivo.
Se aprovecharía de la amabilidad del amigo de su hermana para que le comprara algo sin que está se lo negara.
—Usagi, estarás castigada si lo haces—advirtió tratando de salir del montón de arena que la cubría.
—Lo vale, adiós hermana—se despidió dejando la pala a un lado de ella.
—¡Usagi!—le grito siendo ignorada por la pequeña que corría para ir con el mayor—¡No le compres nada Shinichiro!
Aunque grito parece que no fue suficiente para que escuchará, por que cargo a la castaña en sus hombros para llevársela.
Entre gruñidos trato de liberarse apurada.
Por otro lado se encontraban un peli negro con una niña cantando felizmente por el helado que tenía un sus manos.
—¿Segura que Umi-chan no quiere nieve?
—Muy segura Shini-kun—afirmó con su cabeza muchas veces.
Convencido por su respuesta tomaron camino de regreso pero se encontraron con un niño llorando con desesperación a la mitad del lugar.
—Tenemos que ayudarlo—habló él más alto acercandose al niño junto a Usagi que lo siguió—¿Estas perdido?—le preguntó en cuclillas para estar a la estatura del niño que se encontraba asustado.
—No encuentro a mi mamá—chillo limpiando sus lagrimas.
Voltearon a todos lados buscando rastros de alguna mujer que estuviera deseperada buscando al infante pero con la playa llena de gente se les hizo imposible.
—Puedes describirla?—cuestiono la castaña. Nuevamente iba a llorar asi que Usagi lo calló con su helado—Es de galleta.
Lo que menos querian era que volviera a gritar.
Sin mucho que hacer el peli negro tomo de la mano a los niños. Lo más que podían hacer es acercarse a un oficial para que reportaran al niño como desaparecido, el verdadero problema fue cuando un hombre se acerco.
—¡Gracias por encontrar a mi hijo!
—¿Esta seguro señor?—el tipo se veia raro y el nino retrocedio con miedo—Creo que será mejor que lo lleve con un oficial—aclaro Shinichiro con cierta alerta.
—Si, es el mi hijo—jalo la mano del pequeño siendo pateado en la espinilla por Usagi.
—¡Tú no eres su padre! ¡Eres un secuestrador—gruño con enfado—¡Y los malos merecen una patada!
El muchacho apartó de inmediato a los niños, poniendo los detrás suya para protegerlos—Es mejor que se vaya—exclamo seguro.
—Pero él si es mi hijo, sólo esta molesto—volvio a insistir en tomar al niño nuevamente siendo detenido por el peli negro.
—Ya le dije que se vaya—impuso con más fuerza. Tenía que sacar a los menores de ahí antes que se las cosas se salieran de control.
Molesto el adulto se valanceo contra el contrario.
—¡Shini-kun!—grito Usagi. Querian llorar al ver a ese tipo tironear de la playera al chico—¡Ya sueltalo extraño!
Los cosas estaban pasando muy rápido y el tipo recibió un punetazo en la cara por parte de una joven muy molesta.
Descuidaba a su amigo y hermana menor y ya estaban en medio de algo grave, sin embargo, no lo penso para meterse y golpear al adulto por tocar al peli negro y posiblemente amenazar contra su hermana.
—¡Corran!—les grito ayudando a Shinichiro levantarse y seguir a los menores que ya estaban corriendo, pero como eran muy lentos los jóvenes cargaron a cada uno de los niños para avanzar más rapido. Ya a una distancia considerable se detubieron para tomar aire—Los dejó un segundo sólos y esto es lo que pasa.
La teñida tenia un monton de arena pegada a su cuerpo y respiraba agitada, sus manos temblaban por el golpe que dio y sus nudillos estaban rojos. Nunca había golpeado a alguien así en su vida.
—¡No fue nuestra culpa, ese viejo queria secuestrarnos y Shini-kun nos defendio como un héroe, estoy segura que lo iba a patear en los-
—¡Mamá!
Los tres voltearon al ver al niño correr hacía una mujer que lloraba.
—Ni siquiera nos dijo gracias—se quejó indignada la castaña—Que feo.
La mujer abrazo a su hijo fuertemente para cargarlo y decir lo preocupada que estaba. Una escena bastante bonita ya que ellos ayudaron de cierto modo a que se encontrarán.
Shinichiro miro a las dos Sakurai que estaban atentas a la madre del niño y como lo besaba en sus mejillas aliviada por haberlo encontrado.
—Usagi...
—¿Si hermana?
—Estas castigada—dijo recordando como fue dejada enterrada por está.
—No me arrepiento de nada. Shini-kun, me cargas?
El chico nego al sentir unos perforando su ser—Será para la otra Usagi-chan.
«Cada tragedia es más divertida si es contigo. Guardemos más anécdotas juntos»
Perdón la tardanza.
@𝙰𝚢𝚊𝚖𝚎_𝚑𝚊𝚝𝚊𝚔𝚎⛓️
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