Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

[Capitulo 38]

"El amor se acaba cuando la traición inicia"

"..."

No tengo idea de que hacer ahora...

Ruby se acaba de ir, me acaba de dejar aqui, tirada en la arena, completamente sola y abandonada.

No me duele mucho, porque se que lo merezco.

Pero aún asi es sorprendente que ella se atreva a tanto, aún sabiendo la condición con la que estoy. Debe estar muy dolida, lo entiendo perfectamente, quisiera ayudar, pero se que no quiere verme.

No recuerdo cuanto tiempo ha pasado desde que Ruby se fue, solo he estado aqui, recostada en la arena, observando las estrellas con melancolia

Estoy poniendo todo mi esfuerzo en retener las ganas que tengo de llorar, ya que, ver las estrellas me hace recordar cuando antes las veía acompañada de ella y pedíamos deseos esperanzados.

Siento mi cuerpo cansado, como si tuviera fiebre. La temperatura subió en mi, lo que me hizo perder la fuerza que retenia mis lagrimas, mis ojos se sintieron humedos al poco tiempo, mientras sentía como las olas del océano llegaban a rozar mi cabello.

Me levante de la arena, sintiendome algo mareada pero sin llegar a nada grave. Respire profundo, limpie mi rostro y vi a lo lejos el hogar de los Gillman.

"¿Debería ir?" Pensé con tristeza, sabía que Ruby no queria verme, pero mi egoismo es demasiado fuerte como para no estar cerca de ella. Aún asi, se que yo misma necesito estar lejos, aunque sea unos dias, mientras pienso en todo y me esfuerzo por aceptar que mi relación con Ruby ha terminado.

Devuelvo mi vista hacia otra parte, hacia el océano, escucho las olas, la fuerte y helada brisa golpea mi rostro, haciéndome sentir una calidez muy reconfortante.

"El océano es el hogar de una sirena después de todo, debe ser por eso que me siento tan cómoda..." Dije con tranquilidad, mientras me acercaba con lentitud hasta el agua, queriendo que las olas de la misma me atrapen y me lleven más rápido a ser una con mis raíces.

Por suerte, no tuve que esperar mucho, me asegure de sostener con fuerza el anillo de compromiso que intente darle a Ruby antes de que la ola me devore por completo.

Sentí mi cuerpo cambiar, deje mi forma humana para ser una sirena nuevamente, lo que me hizo sentir cómoda por suerte, ya que estaba pensando que entrar al océano era una mala idea.

Como no podía ir con Ruby, tendría que ir con alguien más. Bueno, eso sería una buena idea si tuviera a alguien más, pero en realidad, no tengo a nadie, estoy sola y abandonada, sufriendo el karma por mis acciones, supongo.

Me resigne a tener un final feliz, relaje mi cuerpo y avance con mi nado, conocia un sitio al que podía ir, las confiables cuevas marinas. Sabía que no era el lugar más cómodo, pero no tenía nada más en mente, al menos, nada que sea tan rápido y eficaz como una de esas cuevas.

Quería ir a una para descansar de inmediato, porque estaba comenzando a sentir mucha hambre. Sabía que era por el embarazo, lo que solo me hacía sentir peor, pues no tenía nada de que alimentarme, nada que sea suficiente para llenar mi estómago vacío.

Por eso quería dormir, para que el hambre pase, para que el dolor de mi estómago y de mi corazón desaparezcan, para que todo el dolor se vaya, aunque sea por un instante.

"..."

Llegue a casa con sigilo, del mismo modo que me fui. Cuando abri la puerta principal, vi a mi madre observandome con sus ojos entreabiertos, parecía querer desmayarse.

"¿Que hacías afuera tan tarde?" Me pregunto mi mamá con un tono autoritario, aunque su aspecto cansado no ayudaba a que me tome en serio sus palabras.

"Solo fui a dar un paseo, necesitaba despejar mi mente" Respondi con seriedad, pasando por un lado y dejando la puerta cerrada.

"Entiendo..." Mi mamá se volteó hacia mi, tomándome del brazo antes de que suba las escaleras "¿No quieres que duerma contigo esta noche?"

Su pregunta me tomo por sorpresa, no le encontraba sentido alguno, fue muy inesperada, por no decir extraña.

"Bueno... si quieres..." Le respondi con timidez, me apenaba dormir con mi mamá teniendo ya diescisiete años, pero pensándolo bien, no me vendría mal su compañia.

"Perdona si te tome por sorpresa, pero he estado extrañando tu compañía por tanto tiempo" Me confesó con una expresión decaida, mientras se acercaba a mi y colocaba sus brazos en mis hombros "Estuve atrapada en mi propia mente, viendo todo lo que Nerissa hacia contigo, aún sigo molesta con ella, pero entiendo porque hizo lo que hizo..." Se detuvo un momento para aclarar su garganta "El punto es, que ha pasado mucho tiempo desde la última vez que he tenido un contacto directo contigo, no sabes cuanto he estado extrañandote... hija..."

Sus palabras me conmovieron, me sentía muy afortunada de tener una madre así de cariñosa y atenta, por más que en un inicio ella quiso abortarme, se que ha cambiado y ahora me ama más que a nada en el mundo.

Lo sé perfectamente, soy su mundo entero. Es la misma sensacion, la misma experiencia, el mismo sentimiento que yo sentia por Chelsea, antes de que la verdad se me sea revelada.

Sigo pensando que me apresure a terminar con ella, pero se que fue lo mejor. Su último detalle con el anillo y la propuesta de matrimonio me conmovio, pero se que si hubiera dicho si, la historia se estaría repitiendo, no quiero que eso ocurra, no otra vez.

Deje mis pensamientos de lado y deje que mi corazón tome las acciones. Me sentí muy cómoda y cálida cuando sentí los brazos de mi madre envolver mi cuerpo, en uno de esos abrazos lentos, tranquilos, calmados y cálidos que tanto amaba. Ya había olvidado como se sentía un abrazo de veedad, un abrazo honesto y sincero.

Mi cuerpo parecía estar entrando en calor, no se muy bien, pero podría jurar que mi temperatura corporal esta en aumento. Debe ser la fiebre que he estado sintiendo desde que sali del agua, y eso que yo pensaba que los krakens no podían enfermarse, otra cosa que me confirma lo ilusa y credula que era antes.

"Yo también quiero abrazo" Dijo una voz detrás de mi, que me tomo de la cintura con sus brazos y me apego a su pecho.

"Nerissa, este era un momento entre madre e hija" Dijo mi madre con queja, mientras me ayudaba a separarme de mi ex suegra.

"Yo también soy su madre, ¿que no?" Pregunto Nerissa con sencilez, tomando mi brazo con suavidad.

"Una madrastra que la abandono, eso eres" No pude evitar reír ante el comentario de mi madre, vaya que es directa y dura.

"¡Te dije que lo sentía!" Exclamó Nerissa con dolor, mientras me soltaba de su agarre "Quiero enmendar todo lo que hice, pero tu no ayudas en nada..."

"Eh..." Dije con timidez, intentando alejarme de ellas "Yo ya tengo sueño, iré a dormir..."

"Espera, Ruby" Nerissa me tomo del brazo, apegandome a ella en un abrazo que me estaba cortando el aire "Quiero disculparme por haberte dejado, pero también es culpa de tu madre, después de todo ella fue la que me encerró y me dejo sin opciones"

"Si te hubiera liberado, igual nos hubieras abandonado. Esa es la razón por la que comenzó todo esto, porque tu nos querías abandonar" Declaró mi madre con fuerza, aumentando el tono de su voz.

"Curioso que me odies tanto por eso, sabiendo cuanto amas al que te abandono de verdad cuando más lo necesitabas" Esas simples palabras fueron necesarias para que mi madre se ponga nerviosa.

"Arthur no sabia nada..." Dijo mi madre con una voz dolida que quiso disimular, pero no fue posible.

"Por favor, no me digas que te creíste esa excusa tan absurda" Finalmente Nerissa me solto, ya me estaba quedando sin aire por su abdomen tan definido que impulsaba contra mi rostro "Ni yo siendo como soy haría algo tan horripilante como eso"

"El volvió después... porque supo reconocer su error y quería enmendarlo..." Aclaro mi madre con una expresión incomoda, mientras Nerissa continuaba viendola con recelo "Arthur ha sabido ganarse mi perdón con esfuerzo y dedicación..."

"¡Ese idiota ni siquiera te acompaño cuando diste a luz!" Exclamó Nerissa con fuerza, dejándome conmocionada por tal revelación "En cambio yo si estuve ahi, jamás te deje sola, por más que no era mi responsabilidad, estuve contigo y me asegure de que tu hija nazca correctamente, para después darle la mejor infancia que una pequeña puede desear"

"Si eres tan amable, ¿por que quisiste abandonarnos?" Pregunto mi madre con seriedad.

"Porque esa nunca fue mi vida, ¡deje muchas cosas atrás solo por ti!" Exclamó Nerissa con molestia, dejando a mi madre atemorizada por su actitud "¡Abandone a mis hijas por cuidar a la tuya!, ¡por asegurarme de que la tuya y la mía se conozcan y no crezcan viendose como hermanas!"

"¿Como?, ¿a que te refieres?" Pregunte confundida, viendo a Nerissa con duda en mi ser.

"A tú relación con Chelsea..." Me dijo inicialmente, tomándose un tiempo antes de continuar "Nunca se trato de una casualidad, siempre estuvo planificado, por eso tuve que dejarla crecer sola, porque no queria criarla junto a ti para que crezcan viendose como hermanas, eso dificultaría una relación entre ustedes" Concluyó con una pequeña sonrisa.

"Ya veo..." Respondi con seriedad, no me atrevía a decirle que todo lo que planificó fue en vano, no queria darle la noticia tan pronto y deshacer su ilusión.

"Bueno, podemos hablar de eso mañana" Dijo mi madre, tomando la palabra y mi brazo con su mano "Mi pequeña Ruby tiene sueño, ya es su hora de dormir"

"Mamá... por favor... ya tengo diescisiete" Dije con molestia, aunque era una fingida, pues ser mimada no se sentía tan mal.

"Es cierto, mi pequeña ya casi es toda una adulta..." Me volvió a hundir en sus brazos, dándome un cariñoso beso en mi frente "¡Solo te falta un año para cumplir dieciocho!, ¡y ya sabes lo que eso significa!"

"¿Que podré ser más independiente?" Pregunte con una sonrisa.

"Algo asi, Ruby. Pero también significa que te irás de la casa y harás tu vida por tu cuenta" Aclaro Nerissa con burla.

"¿Que...?" Pregunte conmocionada, no podía creerlo.

"¡No le hagas caso, esta jugando!" Me dijo mi madre entre risas, mientras miraba a Nerissa con furia "Jamás haría eso contigo, tu puedes quedarte conmigo el tiempo que quieras, esta siempre será tu casa"

"Por cierto, Ruby" Dijo Nerissa detrás mio, interrumpiendo lo que pensaba decirle a mi madre "¿No has pedido tu deseo, cierto?"

"¿Uh?, ¿mi deseo?" Pregunte confundida.

"Tú deseo de cumpleaños" Aclaro Nerissa.

"Oh, eso" Respondi con una sonrisa "Bueno... no, no lo he pedido porque ni siquiera comimos pastel ni nada... hablando de eso, ¿donde quedo la fiesta y todos los invitados?"

"Mientras Chelsea y tu estaban explorando los recuerdos de Agatha, yo estaba fuera encargandome de todo eso" La forma en la que se expresó me hizo temblar "No me malentiendas, no hice nada malo. Solo borre sus recuerdos del día de hoy para que no haya problemas, y junto a eso, me deshice de casi todas las cosas de la fiesta, entre las cosas que conserve, están tus regalos y el pastel"

"Oh, ya veo" Dije con una sonrisa "¿Y donde esta el pastel?, podría comer un poco"

"Oh, lo bote" Me confesó Nerissa con tranquilidad, dejándome confundida "Cuando lo analice me di cuenta que tenía una potente droga para alucinar y dormir"

"Oh, ya veo" Dije con temor, mientras recordaba como Chelsea se desmayo cuando comió un poco de ese pastel "Entonces... mejor iré a dormir para que se me pase el hambre..."

"¡No tan rápido!" Exclamó Nerissa con emocion, pasando por mi lado y yendo hasta la cocina "¡Conseguí algo mejor!, ¡solo espera!"

No sabía si confiar en ella, ya que, conociendola, el pastel podría contener algo peor que droga. Pero, al final, termine cediendo, tenía mucha hambre.

Me senté en una silla, junto a mi madre, la cual me observaba con una pequeña sonrisa, sin decirme palabra alguna.

Nerissa llego al poco tiempo, con un pequeño pero apetecible pastel de color marrón, que tenía una vela en la punta, con el número diescisiete puesto.

"Es de chocolate, no fue fácil de hornear" Confesó Nerissa con una sonrisa.

"Se ve... muy bien..." Dije sorprendida "Gracias..."

"Agatha también me ayudo, tengo que admitir, que si no fuera por ella me habría salido horrible" Declaró Nerissa con timidez.

"No digas eso, Neri" Dijo mi madre con dulzura, tomando un cuchillo y partiendo el pastel "Estás mejorando en esto de cocinar, siempre fuiste mejor que yo, solo necesitabas recuperar tu chispa"

"Claro, si tu lo dices" Respondió Nerissa mientras traía unos cuatro platos de color blanco "Eh... Ruby"

"¿Si?" Pregunte en respuesta.

"¿Donde esta Chelsea?, ¿no vino contigo?" Me pregunto Nerissa, haciendo que un escalofrio recorra mi cuerpo.

"Uh... Chelsea... pues... hmm..." No sabía que decirle, no queria que sepan que prácticamente la abandone a su suerte "Ella debe estar durmiendo en mi cuarto, así la deje cuando me fui" Dije con nerviosismo, esperando que me crean.

"Oh, entiendo. Mejor dejaré que duerma..." Nerissa tomo un pedazo de pastel, lo sirvió en un plato y lo guardo en el refrigerador "Dejaré esto para ella, para que lo coma mañana con el desayuno"

Me sentia mal, realmente mal, sabía que no estuvo bien lo que hice, ni mentir ni haber dejado a Chelsea sola. Pero no podía hacer nada, ya estaba todo hecho, seguía cegada por el repentino odio que le tenía, lo que no me dejaba pensar con claridad y tomar mejores decisiones.

"Ya mañana me disculpare con ella y llevaré la fiesta en paz... al menos hasta que nazca el bebé..." Dije para mi misma, aprovechando la privacidad de mis pensamientos.

En eso, vi como Nerissa ponía un plato con un poco de pastel delante mio. Ella estaba sentada en un extremo de la mesa, pasandome un cubierto para que pueda comer.

"Gracias, Nerissa" Dije con vergüenza, tomando el cubierto para comenzar a comer.

"No tienes que ser tan formal, puedes llamarme Neri" Me dijo Nerissa con una sonrisa.

"Para ser honesta, no me siento tan cómoda con todo esto, pero me estoy esforzando, de verdad" Respondi con sinceridad, haciendo que Nerissa ria en voz baja.

"Entiendo, pero sólo te lo aclaro, puedes decirme Neri si Nerissa se te hace muy largo" Declaró Nerissa con la misma sonrisa de antes, haciéndome sentir más comoda.

"¿De verdad?" Pregunte con una pequeña sonrisa.

"Tu madre me llama así, ¿por que tu no podrías?" Su respuesta me puso nerviosa, a mi madre también, pero de un modo mas fuerte y notable.

"Pues porque nuestra relación no es la misma..." Dije con timidez.

"Obviamente no es la misma, si así lo fuera, desde hace rato hubiera terminado con el pastel y te estaría comiendo todita-"

"¡No es necesario que des tantos detalles, Nerissa!" Exclamó mi madre con fuerza, teniendo su rostro sonrojado, al igual que el mio "¡Solo... concentrate en comer!"

"Uh... ¿me estas dando permiso de comer lo que quiera~?" Pregunto Nerissa, haciendo sonrojar mucho más a mi madre.

"¡Basta de tus bromas!, ¡no agarres confianza tan rápido!" Dijo mi madre, mostrándose muy enfadada.

"Ok, ok, me calmo..." Dijo inicialmente, volviendo su vista hacia mi madre "Pero tendrás que compensarmelo... el pastel no será suficiente para saciar mi hambre~"

A mi mente llegaron un montón de escenarios ficticios, que ilustraban escenas eroticas entre mi madre y... mi otra madre. Dios, si aún estuviera con Chelsea decir eso sería muy raro, que bueno que ya termine con ella, momentos como este serían horribles sin duda alguna.

Mi rostro termino más rojo que antes, gracias a que el rubor de mis mejillas se extendio hasta cubrir mi rostro por completo.

Baje la mirada, para evitar pasar más vergüenza por el tono rojizo de mi cara.

"Hablaremos de eso después..." Dijo mi madre, llevándose todo su pedazo de pastel a la boca, comiendolo en un instante "¿Que no querías que Ruby pida un deseo o algo?"

"¡¡¡ES VERDAD!!!" Exclamó Nerissa con sorpresa, haciendo que mis oidos zumben "¡¡¡LO OLVIDE!!!"

Nerissa no perdió más tiempo, chasqueo sus dedos cerca de la vela, haciendo que una pequeña chispa salga de ellos, logrando así prender la vela. No podía creer esto, Nerissa me daba miedo y seguridad al mismo tiempo, pues pensaba que tenerla de enemiga sería horrible, muy diferente a la bendición que sería tenerla de aliada.

"Cumpleaños feliz, un año más cerca de morir" Canto Nerissa con torpeza, acercándose hacia mi con el pastel sostenido "Que lo cumplas feliz, la la la"

"Cuanta emoción le pones..." Dijo Agatha entre risas, llegando a un costado mio.

"No quiero perder tiempo cantando esa canción, se lo incomodo que sería para Ruby" Dijo Nerissa con serenidad.

"¡Si, gracias por entenderlo!" Exclame con felicidad, me sentía muy afortunada de que finalmente alguien comprendiera lo incomodo que era para mi que me canten esa canción.

"Bueno, pide un deseo, Ruby..." Me dijo Nerissa, llegando conmigo, haciendo un lado el plato con pastel y poniendo todo el pastel en su lugar. La vela resplandecia con fuerza, gracias al fuego en la cima de la misma "Puedes pedir lo que sea, siempre y cuando no se trate de comprarte algo porque acabo de salir de una extorsión y-"

Nerissa recibió un codazo de mi madre, lo que la hizo quedarse callada.

"Hija... no sabes lo grandioso que es para mi que estemos reunidas de nuevo... y encima celebrando tu cumpleaños número diescisiete..." Me dijo mi madre con cariño, haciendo que me sienta enternecida.

"Se que dejaste de celebrar tus cumpleaños por mi culpa..." Me dijo Nerissa con tristeza, vi su rostro, también se veía triste "Lamento haberte dejado justo ese dia... aunque fue culpa de Agatha más que mia, es cierto que de haber salido todo bien, igual las hubiera abandonado..."

No puedo creer lo que estoy por hacer.

Lleve mi mano hasta el rostro de Nerissa, acaricie su mejilla, hice que me vea directamente, se sonrojo un poco.

"Lo único que importa, es que estas aqui..." Le dije con una sonrisa, mientras pequeñas lágrimas salían de mis ojos "No te sientas mal, también es tu cumpleaños, ¿no?"

Nerissa limpio su rostro sudado y me dedico una pequeña sonrisa más tranquila.

"Si... lo había olvidado... que bueno que te lo dije hace rato..." Me dijo con una expresión más animada, mientras se apagaba más a mi "¿Entonces... vas a dejar que yo pida un deseo también?"

"Claro, hoy es tu día especial también" Sonrie con alegria, haciendo que Nerissa también sonríe de la misma manera.

"Gracias... hija..." No se si eso último se le escapo, pero no me incomodo, es más, me hizo sentir cálida, la misma sensacion que sentía cuando mi madre Agatha me demostraba su cariño.

Justo cuando pensaba en ella, vino desde mi lado izquierdo, apegandose a mi como Nerissa lo hizo.

No quise hacerla esperar, vi las velas, vi a mi otra madre, ambas nos miramos y concordamos que lo haríamos al mismo tiempo.

Tomamos aire, nos impulsamos, soplamos hacia delante y el fuego de la vela se apago con lentitud.

"Lo único que deseo es no separarme de ustedes de nuevo..." Expresó Nerissa, tomándome de sorpresa tanto a mi como a mi madre "Ya aprendí la lección, ustedes forman parte de mi familia aunque no llevemos la misma sangre. No quiero volver a dejarlas... nunca más..."

"Se supone que el deseo que pidas debe ser un secreto" Dijo Agatha con burla, intentando disimular lo emocionada y contenta que estaba con lo que Nerissa dijo.

"Me pongo profunda y te pones mamona" Se quejo Nerissa con desdén.

"Bueno, ya que lo dijiste, espero que tu deseo se cumpla" Exprese desde lo más profundo de mi corazón.

"Yo también lo espero..." Me confesó con seriedad, haciéndome sentir extraña, pero sin la fuerza como para decir algo.

Luego de eso, pedí mi deseo, se que tenía que haberlo pedido al mismo tiempo que soplaba la vela, pero en ese momento no tenía nada en mente.

Y ahora tampoco tengo nada super elaborado y exacto.

Pero supongo, que lo único que deseo, es que mi familia sea feliz. Y si, eso incluye a Chelsea y a su extraña madre.

No puedo creer que actualmente, Nerissa me agrade más que Chelsea. Que vueltas da la vida.

En fin, ese es mi deseo, espero que se cumpla.

Y a todo esto... ¿como estará Chelsea?.

Quizás deba ir a traerla, no quiero parecer paranoica, pero me preocupa que hasta ahora no haya aparecido.

Es la madre de mi futuro hijo después de todo, es imposible para mi no preocuparme por su bienestar.

"Bien, termina tu pastel, cariño" Me dijo mi madre con dulzura, sacandome de mis pensamientos y alejandose de mi.

"Tengo sueño..." Dijo Nerissa, para después bostezar con cansancio "Iré a dormir... ¡Agatha, ven conmigo!, ¡sabes que le temo a la oscuridad!"

No pude evitar mostrarme confundida y reir. Jamás imagine que alguien como Nerissa le tema a algo como eso.

Aunque, ahora que lo pienso, debe ser una secuela que le quedó por estar atrapada tantos años en el tridente.

Digo, claramente yo no eh estado ahi dentro, pero no debe ser nada lindo, por algo Nerissa se veia tan molesta y con sed de venganza.

"Buenas noches, Ruby" Me dijo Nerissa, dándome una caricia en la cabeza antes de subir por las escaleras.

"Si... buenas noches" Me costó salir del trance, pero por suerte si alcance a despedirme de ella. La vi subir, desaparecer al llegar al piso de arriba, dejándome sola con mi madre.

"Buenas noches, hija" Me dijo mi madre, llegando hasta mi y besando mi frente con cuidado.

"Buenas noches, mamá" Me despedí y estaba por subir las escaleras, pero recorde un detalle "Un momento... ¿no íbamos a dormir juntas?"

"Oh, es cierto, lo había olvidado..." Me respondió con una sonrisa, mientras extendia mi mano hacia mi "Vamos entonces"

Tome su mano con vergüenza, pero sintiendome muy bien por este nivel de cariño al que habíamos llegado.

"¡De ninguna manera!" Exclamó Nerissa con fuerza, haciéndome saltar del susto "¡Ruby no es una niña para que duerma contigo, Agatha!"

"¿Y tu si lo eres?" Pregunto mi madre con una expresión cansada.

"¡Pues claro!, ¡soy tu niña especial!" Respondió Nerissa con rapidez, dejando a mi madre con una vena palpitante en su frente.

"No importa... podemos dormir juntas otro día..." Dije con timidez, cuando de repente sentí un brusco agarre en mi brazo.

"Espera hija, ya solucionare esto" Me dijo mi madre, siendo ella la que me tomo del brazo "Nerissa, te voy a pedir por favor que dejes tus comportamientos infantiles de lado"

"¿Te vas a poner en ese plan?" Pregunto Nerissa con furia.

"Eso debería preguntarte yo a ti" Dijo en un inicio, preparándose para enunciar lo siguiente "Tú más que nadie sabes que tuve un día... muchos días difíciles, lo único que quiero ahora, es dormir un poco y recuperar el tiempo que perdí con mi hija"

Nerissa se mostró arta, molesta y cansada, pero de repente, su expresión cambio a una pensativa.

"Tengo una idea..." Dijo Nerissa en un principio, viendo a mi madre con una sonrisa juguetona "¿Y si dormimos las tres juntas?"

El lugar quedo en silencio por un momento, no hubo una pronta respuesta a la pregunta de Nerissa. Ni mi madre ni yo dijimos palabra alguna, al parecer, ambas seguíamos procesando todo.

"¿Que paso?, ¿un pez les mordio la lengua?" Pregunto Nerissa con simpleza.

"No puedo creer lo que estás sugiriendo" Dijo mi madre con seriedad "Estás llegando demasiado lejos... Nerissa..."

"Tú mente es la que está llegando demasiado lejos..." Sentenció Nerissa, sin cambiar la expresión relajada que venía sosteniendo "No se que estas pensando, pero de seguro son cosas que no son"

"¿Que quieres que piense si me preguntas eso con esa estúpida sonrisa?" Pregunto Agatha con molestia, apretando sus puños con fuerza, generando un dolor en mi brazo que preferi no avisar para no interrumpir.

"Me has malinterpretado, no me refiero a... esa forma de dormir. Hablo de... dormir como lo que somos, una familia" Detallo Nerissa con sencillez.

"¿No crees que estas acelerando las cosas?" Pregunto Agatha con una sonrisa que parecía ser de broma "No me digas, ¿esto es alguna clase de fetiche tuyo que estuviste ocultando?, ¿eso es?"

"¡No!, ¡¿de que hablas?!" Nerissa se mostró muy nerviosa, sus mejillas se habían sonrojado con fuerza.

"Siempre supe que tenías gustos raros, primero fueron los tentaculos, después fue la tinta, luego vino la forma gigante... ¿y ahora también te gusta el incesto?" Pregunto Agatha con desconcierto.

"¡Bien, seré honesta pero deja de decir esas cosas!" Exclamó Nerissa con mucha vergüenza, mientras miraba hacia otro lado "Solo dije eso para... dormir contigo esta noche... no me refiero a tener acción ni nada parecido, solo quería estar junto a ti... yo también te extraño mucho..."

Ahora era mi madre la que se veia nerviosa, pero a diferencia de Nerissa, ella no estaba sonrojada.

Ya no entiendo que esta pasando aqui.

"En ese caso..." Dijo mi madre en un susurro, haciendo que Nerissa voltee a verla, esperando la respuesta "Supongo que... puedes dormir con nosotras..."

Nerissa se sobresalto, se noto en su expresion corporal, una gran sonrisa se formó en sus labios, una genuina, hermosa y radiante sonrisa.

"Pero eso si, llegas a intentar algo y te juro que te arrepentiras..." Expresó Agatha con furia, apuntando a Nerissa con el cubierto que antes uso para comer pastel.

"Yo guardaría esa furia para después si fuera tu..." Declaró Nerissa con una expresión sombria, que me dejo ampliamente confundida "Tranquila, te aseguro que no intentaré nada, soporte quince años sin tenerte, una noche más no es nada para mi"

Una vez que eso quedo claro, mi madre dejo el cubierto en el plato donde había comido, teniendo en mente lavar todo mañana. Me llevo del brazo hasta arriba, mientras que Nerissa terminaba de subir las escaleras por completo.

Pasamos por mi cuarto, por suerte lo deje cerrado, no queria que se den cuenta que Chelsea no esta ahí dentro.

El pasar por ahi me hizo mal, me hizo sentir como una basura de persona. Se que Chelsea se merece eso y mucho más, pero no puedo evitar empatizar con ella, a mi tampoco me gustaría que me abandonen de esa forma, menos en ese estado tan lamentable, con el corazón roto y con un nudo en la garganta.

No me di cuenta cuando llegamos a la habitación de mi madre, pero llegamos. Nerissa abrio la puerta y nos invito a pasar, como si aquel cuarto fuera suyo.

Entre con mi madre, lo primero que vi fue la gran cama donde fácilmente cabiamos los tres. Habían cuadros en las paredes, eran fotos familiares que enmarcamos, para atesorar esos momentos que pasamos en familia. Un pequeño escritorio en una esquina, con una silla giratoria en forma de taza que servía como asiento.

El resto de cosas eran las típicas cosas que podías encontrar en una habitación, un ropero, un tachó de basura, una lámpara, una puerta secreta que te lleva a otra habitación, cosas que todos tenemos en casa.

Nerissa se tumbó en la cama, disfrutando de la suavidad de la misma.

"No me digas... ¿aquí dormía Arthur?" Pregunto Nerissa con un tono burlon.

"Si... ¿por que?" Pregunto mi madre con inocencia.

"Puedo ver como esta cama ha sufrido por soportar todo su peso" Se hizo a un lado, mostrando una parte de la cama hundida "Lo bueno de esto, es que ha hecho que todo lo demás sea tan suave..." Expresó Nerissa con tranquilidad.

"Como sea, hazte un lado para poder recostarme" Demandó mi madre, logrando hacer que Nerissa se aparte para darnos espacio.

Mi mamá fue la primera en hecharse, antes de hacerlo, se quito lo primordial, su traje, zapatos, lentes y aretes, colocándolos en una esquina, donde permanecia la lampara.

Yo fui la segunda, hice algo parecido, me quite mis zapatos, mi aparato dental y mis pantalones, quedando solamente en unas panties largas que me hacían sentir cómoda.

Me recoste junto a mi madre, pero antes de dar las últimas buenas noches de hoy, mi madre hablo por mi.

"¿Tú no te vas a cambiar?" Pregunto ella, dirigiéndose a Nerissa.

"¿Que caso tiene?, soy un fantasma después de todo, puede que tenga un cuerpo físico gracias a la poción, pero sigo siendo un espíritu... por ahora..."

"¿A que te refieres con... por ahora...?" Pregunto mi madre con curiosidad.

"Ya lo sabrás" Respondió Nerissa, tomándose un tiempo para bostezar con fuerza "Bueno... ya es muy tarde... creo que voy a-" Su voz se corto de repente, pues había quedado más tiesa que una estatua. Si no fuera por los ronquidos que salían de su boca, uno podría pensar que estaba muerta.

"Nunca cambiaras..." Expresó mi madre con una sonrisa, volteandose hacía mi "Ahora que se ha dormido, ¿no tienes algo que decirme, hija?"

"¿Por que lo dices, mamá?" Pregunte confundida.

"Te he notado extraña, se que toda esta información es muy fuerte para ti... pero... también te he notado algo pensativa y distante... ¿ha pasado algo que no me has contado?" Su expresion me aterraba, porque era tranquila y a la vez amenazante.

"Nada importante mamá, solo tuve un... intercambio de palabras con Chelsea y... hemos decidido separarnos, al menos por un tiempo" Decidí suavizar la noticia, no queria preocuparla de más.

"Comprendo..." Me expresó con serenidad, formando una pequeña sonrisa en sus labios "Si necesitas un consejo, una charla, lo que sea... sabes que puedes contar conmigo"

"Claro, lo se muy bien" Respondi con una pequeña sonrisa, viendo como mi madre se acercaba hasta besar mi frente con delicadeza.

"Descansa hija, te quiero" Me dedico sus últimas palabras del dia, se dio vuelta y me dio la espalda, dejándome con un extraño y peculiar sabor de boca.

"Descansa mamá..." Adopté su forma de dormir, me di la vuelta y le di la espalda de igual manera "También te quiero..." Le dije en un susurro, para después apagar la lámpara que iluminaba la habitación, dejando todo a oscuras.

Cerré mis ojos al instante, esperando pronto conciliar el sueño.

"..."

No se cuanto tiempo paso, pero por fin encontré una cueva lo suficientemente grande y vacía para pasar la noche.

Había encontrado muchas cuevas antes, pero todas estaban en pésimas condiciones, algunas incluso estaban ocupadas y otras parecían muy peligrosas.

Pero esta que acabo de encontrar, es perfecta y muy familiar por alguna razón.

Llegué hasta la entrada, notando algo curioso cuando fije mi vista hacia abajo, había mucha basura acumulada, posters extraños pegados en las esquinas y un colchón que no se veia nada comodo.

"Ahora lo recuerdo... esta es mi vieja casa..." Dije para mi misma, mientras se formaba una sonrisa nostálgica en mis labios "Puede verse horrible... pero se que si lo ordeno, quedará como nuevo"

Y así pasaron dos horas, no pensé que me tardaría tanto, pero estaba contenta con el resultado, el lugar se veía muy diferente, muy limpio y ordenado.

Me deje caer contra la cama, mis ojos se sentían cansados, si tuviera un espejo conmigo podría ver las ojeras que tengo y lo rojo que se ven mis ojos de tanto llorar.

Sostuve el anillo que traía conmigo y lo guarde en un ropero viejo, no estoy segura de si lo necesitaré, pero es mejor que se quede guardado a desecharlo como si nada.

Luego de eso, me quedé recostada en mi cama, quería dormir, pero no podía conciliar el sueño, estaba pensando en todo lo que acaba de pasar, eso mismo es lo que no me deja poder ir al mundo de los sueños.

Mi cuerpo estaba realmente débil, no se si es por la fiebre que tengo o por el hambre que siento, quizás un poco de ambas. Había olvidado lo vulnerable que puedo ser ahora que estoy embarazada y debo cuidarme el doble.

Si hubiera tenido esto en cuenta, hubiera ido con Ruby a su casa en lugar de irme a llorar en mi soledad.

Esto es tan horrible, tan miserable para alguien como yo que se ha olvidado de sus inicios, de como era su vida antes de todo.

Pasaron tantos meses desde que estuve aquí la última vez, si mal no recuerdo, fue cuando me decidí en ingresar en la preparatorio Oceanside High.

Aún recuerdo lo que tuve que hacer para ingresar, fue la primera vez que hechice a alguien. Ese director no fue difícil de controlar, pero por ser la primera vez se me hizo muy complicado.

Dejo eso de lado y doy vueltas en mi cama, tratando que mágicamente pueda dormir y no despertar hasta que todo se calme, pero no lo conseguia, era inútil.

Soy una inútil.

Pero no puedo rendirme, no ahora que la criatura que crece en mi vientre depende de mi.

Ahora que Ruby me ha dejado, pensé que no tendría motivos para vivir. Pero me di cuenta de que si tengo uno, el fruto del amor que tuve con ella es lo que ahora me motiva a no darme por vencida y seguir luchando.

"Debo ser fuerte..." Dije con molestia, sintiendo como la temperatura en mi cuerpo aumentaba, producto de la fiebre que me atormentaba "Por ti..." Acaricie mi vientre con lentitud, como una forma de entrar en contacto con mi bebé y para intentar calmar mi hambre.

La fiebre cada vez era peor, tanto que hacía latir mi corazón a un ritmo acelerado, mi pecho ardía mientras que mi cabeza quemaba como el fuego. No podía pensar con claridad, solo podía sentir dolor, mucho dolor que me llevaba al sufrimiento.

Tosi con dificultad, sintiendo mi garganta seca y con un ardor extraño. Sentí la flema acumulada, pero no parecía querer salir. Todo mi cuerpo dolía de forma horrible, y pensar en eso solo hacia que me duela más, pero no había forma de ignorarlo, simplemente era muy molesto, imposible de ignorar.

Continuaba sintiendome cansada, mis ojos ya no podían permanecer más tiempo abiertos, creí que con esto finalmente podría caer dormida pero no fue asi, no pude dormirme por más que el dolor aumentaba cada minuto.

Y asi paso una hora más de puro dolor y cansancio, no podía mover mi cuerpo porque me dolía horriblemente. En definitiva, esta es una de las peores fiebres que he tenido en toda mi vida, por no decir que es la peor de todas.

Ya no puedo soportarlo, se que dije que debía ser fuerte, pero este tormento es demasiado... yo... soy muy débil, no puedo con esto.

Creo que este es el karma cobrando lo que merezco por haber sido tan desgraciada con mis acciones.

Solo espero... que solo yo este sufriendo todo esto... porque mi bebe no tiene la culpa de nada... el no merece sufrir por los errores de su madre.

Y claro que yo no lo abandonaré, no haré lo mismo que mi madre hizo conmigo, no dejaré a mi retoño abandonado.

No me lo perdonaría...

Mi cuello ardía con intensidad, continuaba tosiendo, el dolor aumentaba, mientras pequeñas lágrimas salían de mis ojos, el dolor era tanto, que no pude evitar ponerme a llorar.

Estoy pensando en golpearme la cabeza e intentar quedarme inconsciente. Esa sería una forma de dejar de sentir dolor.

En eso, vi cerca mio un revolver, una arma que solía usar en mi antiguo trabajo, y que luego adopte como un pasatiempo que compartía con mi padre.

"Era divertido... disparar a la botellla..." Tome el arma con mi mano derecha, mientras recordaba los momentos que pase con mi padre cuando esté se emborrachaba y me obligaba a jugar esto con el "Tuve muchos intentos, en uno de ellos... debi haber apuntado a su cabeza..."

No pensé bien lo que hacia, tener el arma en mis manos lucia tan tentador, con un simple disparo certero, todo el tormento se terminaria. Dejaré de sentir dolor, dejaré de llorar, dejaré de sufrir, dejaré de ser un peligro para los demás.

"Lástima que no tenga más carga..." Dije entre un bostezo, sintiendo un malestar en mi frente que nublaba mi vista.

Vi una botella de color verde donde antes había alcohol, pero ya no había más, yo me tome todo el alcohol que quedo, no me importó que tuviera más de tres meses.

Apunte hacia la botella y presione el gatillo, una bala de plata salió dispara, rompiendo la botella sin piedad, generando un estruendo al romper el cristal y la bala terminar golpeando la arena.

"Quién lo diría... si está cargada..." Mencione curiosa, mientras llevaba el arma a mi frente "Me pregunto si tendrá más balas..."

No lo pensé mucho y volví a presionar el gatillo, pero esta vez, nada salió del arma.

"Que mal, gaste la última bala en una estúpida botella de vidrio..." Dije con odio, mientras dejaba caer mi cuerpo en el colchón donde reposaba.

Todo esto me ayudo de algún modo, ya que, cuando termine de acomodar mi cuerpo, mis parpados se cerraron y logre conciliar el sueño.

No me importaba soñar algo bueno o algo malo.

Lo unico que queria, era escapar de la cruda realidad que debía vivir, aunque sea por un momento, aunque sea de esta forma tan básica y fantasiosa.

"..."

Abri mis ojos, note que estaba sola en mi cama, tanto mi madre como Nerissa se habían ido, dejándome sola en aquella habitación.

Me desperte cansada, adolorida y débil, podia sentir como la fiebre que tenía anoche seguía en mi, no había mejorado ni un poco. Pero no dejaría que esto arruine mi mañana, algo dentro de mi me decía que este día seria mucho mejor que el anterior y que tendría muchas sorpresas agradables.

Estire mis brazos hacia arriba, frote mis ojos y tome mi ropa, me vestí con rapidez, llegue hasta la orilla de la cama y me coloque mis zapatos.

Me puse de pie, pase por un espejo, vi mi reflejo y sonrei nerviosa, esto me traía recuerdos de como solían ser mis mañanas antes de conocer a Chelsea.

Hablando de ella... espero que este bien, a lo mejor ya regreso y está desayunando abajo justo ahora, eso sería lo mejor.

Salí del cuarto y baje las escaleras con la esperanza de encontrarla sentada en la mesa, pero no la pude ver, no había nadie en la mesa de hecho.

Tome asiento en una de las sillas, desde la misma vi como Nerissa y Agatha estaban en la cocina. Mi madre fue la primera que noto mi presencia, formando una sonrisa.

"Buenos días, hija, ¿dormiste bien?" Me pregunto curiosa.

"Buenos días, mamá..." Me detuve a pensar si ser honesta o solo omitir como ella misma me enseño "Si, dormi muy bien" Al final, decidí omitir, eso era lo mejor, no queria preocuparla de más.

"Buenos dias, Ruby" Dijo Nerissa, tomándome por sorpresa mientras alzaba una mano hacia mi "¿Como prefieres tus huevos?, ¿cocidos de un lado o totalmente cocidos?"

"Cocidos de un lado estaría bien, gracias" Respondi con normalidad, viendo como ella volvia su vista hacia la cocina "¿Que están preparando para desayunar?"

"Bueno, Nerissa quiso hacer algo simple, huevo frito con jugo de naranja y tostadas" Aclaro mi madre con rapidez, llegando hasta mi y dejando ver un delantal que usaba encima de una camisa medio transparente.

"Suena delicioso" Dije emocionada, con una sonrisa formada en mi rostro.

"¿Y Chelsea?, ¿sigue durmiendo?" Pregunto mi madre, haciendo que me ponga nerviosa.

"Uh... pues... no me fije, debe seguir durmiendo en mi cuarto..." Dije al sentirme atrapada, pensando que esto solo me traería problemas "Voy a... ver como se encuentra..."

No perdí más tiempo, me levante de mi silla y fui directo a las escaleras, las subí pero me detuve antes de llegar al segundo piso, gracias a que escuche a mi madre hablar de mi.

"Se ve rara... ¿crees que este bien, Neri?" Pregunto mi madre.

"Esta mintiendo, de seguro no tiene idea de donde esté Chelsea" Declaró Nerissa con sospecha "Debemos seguir actuando hasta reunirlas de nuevo, aún no le hemos contado lo que tienen que hacer para ayudarme"

"No te noto muy preocupada por tu hija..." Dijo mi madre con recelo.

"Se que esta bien, a diferencia tuya, yo no soy una madre sobreprotectora" Expresó Nerissa, dejando salir un pequeño bostezo "Chelsea sabe cuidarse por su cuenta, debe haberse aislado por lo que ocurrio anoche"

"Ah... ¿entonces nos estabas escuchando?" Pregunto Agatha.

"Solo fingi dormirme para oir que hablaban a mis espaldas, aunque no era tan necesario hacer eso para confirmar que algo ocurrio entre ambas" Aclaro Nerissa con desdén, mientras apagaba el gas de la cocina "Ambas las vimos ayer, se veían distanciadas y raras, era obvio que algo afecto su relación"

"Ese algo has sido tu sin duda" Expresó Agatha con enojo "Chelsea se ha metido en muchos problemas por estar de tu lado"

"Yo me encargaré de arreglar eso, no será tan difícil, esas dos solo necesitan un momento a solas y volverán a ser las mismas tortolas de siempre" Aseguro Nerissa con una sonrisa, mientras llegaba a la sala con los huevos fritos servidos en una bandeja "Ahora ayúdame a servir todo, por favor"

Cuando escuche eso último, supe que era suficiente, subí por completo al segundo piso y fui directo a mi habitación. Una vez que llegue, respire profundo y abri la puerta, tal y como esperaba, Chelsea no estaba.

Ya está comenzando a preocuparme...

Si le ha pasado algo malo, jamás me lo perdonaría.

Tengo que buscarla, no pudo ir tan lejos, sabe perfectamente que tiene un rol que cumplir como madre.

Y yo también sabía eso... pero aún asi la abandone...

Mierda, cometí un error, no debi dejarla así anoche, menos en su estado.

Esto es malo... si algo llega a ocurrir... aparte de que no me lo perdonaria, me podría morir del susto o de la misma pena.

"¡Ruby, ya está tu desayuno!" Exclamó Nerissa desde abajo, llamando mi atención y sacandome de mis pensamientos.

"¡Ya voy, gracias!" Respondi con rapidez, mientras pasaba mi mano por mi frente sudada.

Sin tener más opcion, cerré la puerta de mi cuarto, suspire y fui a las escaleras, donde baje hasta llegar al comedor donde tome asiento, esforzándome por permanecer lo más serena posible.

"..."

Que mañana más jodida.

El dolor no se ha ido, ya sabía que no se iria, pero una pequeña parte de mi tenía la esperanza de que al menos se calmara un poco, pero no ha ocurrido. Hasta podría decir que ha empeorado.

Pero me siento bien, no está tan mal, el tiempo hace que te acostumbres a todo, hasta a las cosas más jodidas.

Quizas Ruby tambien se aconstumbre a mi y me perdone, deberé de apostar por eso sí quiero que las cosas vuelvan a ser como antes. Solo eso, porque no se me ocurre nada más.

Ya le pedí perdón, se que estuvo mal, pero ya me disculpe, no hay nada más que pueda hacer. Claro que, no espero que solo con mis disculpas sea suficiente, pero aunque sea haber visto su cooperación me hubiera servido para levantar mis ánimos y esperanzas.

Pero en fin, solo debo continuar... si no lo hago por ella, lo haré por mi, y claro, por el pequeño que tengo en mi vientre.

Salí de la cueva con pesar, la vi desde fuera y note como parecía estar en un pésimo estado, cosa que me pareció rara, ya que recordaba haberla limpiado ayer.

Ciertamente, me dio mucho por igual, ya que no pensaba pasar más tiempo aqui. Entre de nuevo a la cueva, tome mis cosas y sali, ahora tenía que apresurarme y encontrar la forma de volver a la superficie antes de que el hambre que tengo me deje indispuesta.

Para dar una idea, el hambre que tenía anoche antes de dormir no desaparecio, ha persistido hasta ahora, siendo una sensancion feroz y brutal que carcome mi estómago.

Me atrevería a comer algún pez del camino, pero no veo ninguno y los pocos que veo huyen de mi, como si ya supieran lo que pienso hacer con ellos.

Mi única opción más viable es ir a casa de Ruby para comer un buen desayuno. Y quizás también recibir una buena medicina que me ayude con mi resfriado.

Podría ir al mercado nocturno de las profundidades, pero aparte de que sería contraproducente ir a un mercado nocturno de día, no creo que en ese lugar encuentre algo que me ayude, y si lo encuentro, simplemente no podré pagarlo.

Creo que... en efecto, lo mejor que puedo hacer ahora, es volver, por más humillante que parezca. No ganaré nada con seguir haciéndome la dolida, se muy bien que necesito de Ruby para poder vivir, en todo el sentido de la palabra.

Antes de conocerla, yo lograba coexistir conmigo misma con las justas. Trabajaba en un circo muy famoso que ya no recuerdo el nombre, uno de esos pesqueros me atrapó cuando era niña y me vendió a ese circo submarino, sigo sin entender como un humano como el tenía contacto directo con las profundidades del océano, pero en fin. Así pase mi ninez, como una cirquera más que no tenía un acto en especifico, que sólo hacia todo lo que los demás le decian, que luchaba día tras día por sobrevivir.

Chelby nunca se apareció para rescatarme, cuando entendí que ella no me salvaría fue cuando reuní la fuerza suficiente para escapar por mi cuenta.

¿Cuantos años fueron?, creo que... unos seis años, estuve desde los nueve hasta los quince. Después de escapar, solo me concentre en vivir por mi cuenta, hasta que se me ocurrió la idea de vengarme de los krakens por lo que le hicieron a mi madre y... bueno, ya conocen el resto.

No se por que estoy recordando mis días de infancia, creo que estar en esa cueva me a hecho más nostálgica, quien sabe.

¿Donde quedo esa fuerza que tenia?, me he vuelto demasiado dependiente de los demás, algo extraño en mi después de haber pasado tantos años sola y viviendo por mi misma.

Pero no puedo decir que no a lo que estoy por hacer, estoy pensando más por mi bebe que por mi misma. Se que puedo ser fuerte, puedo serlo, pero eso complicaría las cosas al momento de mi parto.

Quizas debi haberle dicho la verdad a Ruby en lugar de mentirle como siempre hago. Si, dije otra mentira, tiene que ver con mi embarazo.

No es nada tan grave, Ruby si es la madre claramente, porque no estuve con nadie más en mi vida, ya que nadie más que ella me merece.

En lo que menti, fue en el tiempo que dura el embarazo.

Dije que duraba tres meses, y que yo llevaba dos semanas. Pero, en realidad, mi embarazo no creo que dure más de dos meses. Al principio mentí porque estaba desinformada del tema, pero cuando lo supe con exactitud, tampoco me atreví a contarselo.

Como nuestra cría será mitad kraken y mitad sirena, el embarazo se acelerará exponencialmente debido a la enorme potencia con la que el pequeño se nutre gracias a su madre, que vengo a ser yo, tristemente.

Y digo tristemente porque, es gracias a la rápida formación de mi bebe que estoy teniendo estos dolores. La fiebre, el malestar corporal, la tos, todo eso ocurre porque el bebé se alimenta de mi, como si fuera un parásito. Al no tener suficiente de que alimentarse, comienza a comer de cosas que no deberia, lo que hace bajar mis defensas incluso, generandome una de las peores fiebres que he sufrido en mi vida.

Por eso es tan importante que me alimente bien, para terminar completamente seca y succionada. Una vez que logre estabilizar todo eso, mi fiebre debería bajar.

Con eso en mente, me esfuerzo y aceleró mi nado, todo mi cuerpo duele y me ruega que pare, pero se que no debo hacerlo.

Debo llegar con Ruby lo más antes posible, solo ella puede ayudarme en este momento... no hay nadie más. Y aunque existiera otra opción, siempre la escogería a ella por encima de todo.

Como dije antes, me he vuelto muy dependiente de ella.

Ni modo, solo me queda aceptarlo, porque no quiero cambiar, quiero seguir asi, quiero que ella sea mi único propósito, mi unica razón de existir.

Mi única y confiable camaroncito de agua dulce.

"..."

Tuve suerte de que Nerissa y mi madre estuvieran ocupadas dándose cariñitos, gracias a eso pude irme sin dar muchas razones.

Claro que, cuando me presente ante ellas me preguntaron nuevamente por Chelsea. En esa situación, lo único que se me ocurrió responder fue que Chelsea había salido a pescar y que yo le llevaría su desayuno, tuve que hacerlas creer que sabia donde estaba para que dejen de atormentarme con tantas preguntas.

Ahora estoy caminando por la playa, llevando una mochila en la espalda que viene cargada con mi celular, el celular de Chelsea y su desayuno. Estoy en camino a donde la vi por última vez, solo espero encontrarla pronto, no quiero que la situación empeore.

Algo llamo mi atención mientras caminaba, vi como las personas a mi alredor susurraban cosas y se alejaban de mi, algunos luciendo asqueados, otros asustados y unos pocos enojados.

¿Tendrá esto algo que ver con lo que ocurrio ayer en la cafetería?, recuerdo que por querer ayudar a Chelsea deje que todos vean mis tentaculos.

Uh... si es así estoy jodida, un problema más a la lista. Y eso que yo pensaba que esa situación solo seria algo cómico y que no tendría repercusiones.

Algo desvío mi atención de mis problemas, mis ojos hicieron un contacto directo con los ojos verdes y claros de una morena, quien parecía estar en las nubes, pues tenía una expresión pérdida mientras me miraba.

Si fuera Chelsea, diría que de seguro la acabo de enamorar con mi belleza, pero como no soy ella, lo único que podría decir es que me va a robar.

Y no, no lo digo porque sea de tez oscura, lo digo por... bueno, si lo digo por eso. No es mi culpa, Chelsea me ha pegado sus malas mañas y su racismo intenso.

Oh no... la negr- digo, la chica de tez oscura se está acercando a mi, la vi llegar hasta mi delante con una sonrisa de oreja a oreja, haciendo que me sienta nerviosa por su cercania.

"Hola..." Salude nerviosa, moviendo mi mano con lentitud "¿Puedo ayudarte en algo?" Pregunte, esperando que se vaya.

"¡Ahí estabas, pequeña traviesa!" Exclamó la chica, para después lanzarse en mi contra en un abrazo que me dejo estupefacta, no me parecía normal que una completa desconocida haga eso. Aunque bueno, tampoco se sentia tan mal, sus brazos eran muy agradables al tacto con mi piel celeste "¡Voy a tener que castigarte por haberme hecho venir hasta acá para que me hagas caso!"

"Espera... ¿de que hablas?" Pregunte confundida, mientras me ponía de pie y ella retrocedía un poco "¿Te conozco?"

"Jaja... si... muy divertido, ya puedes dejar de jugar a eso Ruby" Expresó la morena con una sonrisa.

"¿Como sabes mi nombre?" Pregunte con sospecha, mientras algunas ideas llegaban a mi "Oh... creo que ya se... de seguro eres una de esas chicas que vio las publicaciones que hizo Chelsea en Instagram"

"¿Uh?, ¿que publicaciones?" Pregunto la de pelo rosado.

"Ya sabes, las que hizo sobre mi, expresándo lo increíble que era tenerme de novia y bromeando sobre lo buena que era con mis tentaculos" Dije sin vergüenza, hablar de ese tema no me parecía bochornoso.

"¡¿Tentaculos?!" Me pregunto con desconcierto, mientras un sonrojo la inundaba.

"Si, ella bromeaba con que yo era una kraken y que tenía tentaculos. Fue una de las cosas que pasaron cuando nos hicimos novias" Detalle con calma.

"¡¿Como?!, ¡¿se hicieron novias?!" Me pregunto con una fuerte expresión que casi me aturde "¡¿Que paso con Connor?!"

"Bueno... Connor dejo de parecerme... genial. Y con respecto a Chelsea, pues... pasaron cosas y... nos juntamos" Dije con timidez, mientras recordaba los buenos momentos que pase con ella "Aunque... ya no somos novias... ocurrio algo y..." Detuve mi hablar al recordar a quien me dirigia "Espera un momento, no tengo que darle explicaciones a una completa desconocida, ni siquiera voy a preguntar sobre tu fuerte interés hacia mi y vida personal..."

"Ya no esa gracioso, Ruby" Me dijo con una expresión sombria, que me hizo temblar un poco "¡Estás llegando muy lejos con esta broma!, ¡tuve que rogarles a mis padres que me trajeran aquí solo para verte!, ¡incluso me separe de Bliss porque ella no pudo acompañarme en este viaje!"

"¿Bliss?" Pregunte confundida "¿Quién es esa?"

"Esa es mi nov- ¡mi mejor amiga!" Exclamó la de lentes con vergüenza, mientras un segundo sonrojo se hacía presente "¡Claro que solo somos eso!, ¡buenas amigas y nada más!" Se río nerviosa.

"Ok... no me interesa la relación que ustedes tengan" Exprese con aburrimiento, mientras veía la oportunidad para alejarme "Si no tienes nada más que decir... puedes... retirarte y dejarme tranquila, estoy en medio de algo muy importante"

"¡Por favor, Ruby!, ¡no me digas que te has olvidado de mi!" Me expresó con tristeza, mi expresión no cambio en lo más mínimo al verla deprimida, creo que eso en cierto modo la motivo "¡Soy yo, Margot!, ¡tu mejor amiga!"

"¿Margot...?" Pregunte pensativa, mientras llevaba una mano a mi barbilla "Tú nombre me suena de algún lado, pero en lo que a mi concierne, no te conozco"

La vi acercarse, parecía querer decirme algo, pero se detuvo en seco, retrocedio y saco su celular, para comenzar a buscar algo en el mismo.

"¡Solo... mira esto!" Extendio su celular hacia mi, me mostró una conversación que supuestamente había tenido conmigo "Cuando me fui, dijiste que seguiríamos en contacto, que no debíamos terminar nuestra amistad, pero nunca respondiste ni mis mensajes ni mis llamadas, ¡no me dejaste más opción que venir a verte en persona!"

Vi la conversación, pero no logre comprenderla, eran muchos mensajes que ella mandaba, ninguno de ellos eran vistos y mucho menos respondidos.

Note que me tenía agregada como "Rubyboo", eso me hizo sonreir, al recordar ciertas cosas. Pero lo que más llamo mi atención, fue que estuvo escribiendome todos los días sin falta desde hace tres meses.

"¡No sabes lo horrible que fue para mi que tu me ignoraras de esa forma!" Exclamó la morena con fuerza, haciendo que salga de mi trance.

"Ok... si todo esto es cierto... ¿de verdad volviste solo por mi?" Pregunte con asombro.

"Bueno... en parte si, pero también porque quedamos que todos nos encontrariamos de nuevo para ir al baile" Explico Margot con una pequeña sonrisa.

"¿El baile?, ¿que no había sido cancelado?" Pregunte confundida.

"Solo fue pospuesto, para el último día de octubre, ¡no puedo esperar para que ese día llegue!, ¡oí que ahora la fiesta tendrá la temática de terror gracias a la festividad que se celebra en ese día!" Exclamó Margot con emoción.

"¿Como es que yo viviendo aquí no me haya enterado de eso y tu viviendo a miles de kilómetros lejos ya lo sepas?" Pregunte con una expresión derrotada y al mismo tiempo conmocionada.

"Olvida eso, el tema que estamos tratando es lo que te ocurre, ¡¿por que has estado ignorandome todo este tiempo?!" Me pregunto finalmente, mostrándose muy molesta.

"¡Porque simplemente no te recuerdo!" Decidí ser honesta, no me importaba ya más nada, solo quería que está tipa me deje en paz "No quiero sonar grosera, pero no tengo ningún recuerdo tuyo. Además, el número al que estuviste escribiendome, es uno que ya no uso"

"¡Maldita sea!" Margot se veía tan molesta que estuvo a nada de lanzar su celular hacia el mar, pero se detuvo al tomar conciencia, dejándolo en su bolsillo como si nada hubiera pasado "Bueno, eso explica porque no me respondias, ¿pero como es que nos olvidaste?, ¿que pasó con la red de solidaridad?"

"No tengo idea de lo que estás hablando" Dije irritada, alejandome un poco mientras ponía mis manos en los bolsillos de mi suéter "Escucha... de verdad lo lamento, por más que dices esas cosas, sigo sin recordarte"

"Tú... no pudiste haberme olvidado así nada más... Ruby..." Expresó Margot de primeras, intentando mantenerse sería y no caer en la tristeza total "Hemos pasado... tantas cosas juntas, ni siquiera recuerdas a los demás... ¿que te sucede?"

Ya no supe que responderle, podia ver perfectamente la desesperación en los ojos de esta pobre chica. Y es que, me lo imagino, tener tanta confianza en alguien, pensar que serán amigas por siempre, y que de la nada te diga que no te recuerda debe ser muy doloroso.

¿Pero que puedo hacer?, no quiero mentirle, odio las mentiras.

Pero tampoco quiero verla tan deprimida... menos por mi...

¿Tendrá algún problema está chica?, quizás esta medio loca y uno aquí sintiendo pena por ella.

Sería un giro en la trama sorprendente.

"¡¿QUE LE HICISTE A MI AMIGA?!" La chica morena se impulso hacia mi, me tomo de los hombros y comenzó a sacudirme. No esperaba que tuviera tanta fuerza como para hacerme lo que está haciendo en este momento.

"¡Eh, basta!, ¡sueltame!" Exigi mientras me mareaba, Margot no dejaba de sacudirme con fuerza, hacia arriba y abajo.

Dios, me están dando ganas de vomitar...

Si no me suelta ahora...

Creo que...

Voy...

Justo cuando estaba por hacerlo, me solto de repente, me dejo caer contra la arena y se alejo unos pasos de mi.

Apenas me estaba reincorporando cuando vi lo que parecía ser un arma delante mio, un arma que era sostenida por Margot. Ella me estaba apuntando con esa arma.

Sabía que era una ratera.

"Margot... ¿que estas haciendo...?" Pregunte con temor.

"¡No me dejas más opción que golpearte la cabeza con este cañon de confeti!, ¡así recuperarás la memoria!" Explico con una expresión determinada.

"¿Cañón de confeti?" Pregunte con una sonrisa, que luego se transformó en una pequeña carcajada.

"¡No subestimes el poder de este cañon!, ¡puede hacer más de lo que piensas!" No estoy segura pero creo que eso fue una amenaza.

"No tengo tiempo para esto" Decidí ignorarla, me di vuelta hacia la derecha, esperando iniciar mi camino hacia esa dirección con normalidad.

"¡Tú lo pediste!" Exclamó Margot, acercándose hacia mi con el cañón en sus manos.

Como estaba distraida y despreocupada, no trate de hacerme a un lado. Ella apunto el cañón hacia mi cabeza y escuche un "hora de la fiesta", luego de eso, una explosión enorme de confeti apareció de forma repentina, cargandose consigo hasta al mismo cañon, y claro, llenando mi cara de confeti y brillantina.

Sorprendentemente, no me enfureci, solo me pareció gracioso. Me apresure a quitarme todo el confeti de la cara, cuando termine, aquella chica de piel morena ya no estaba conmigo, la vi alejandose con rapidez, como si su vida dependiera de ello.

Suspire resignada, esa chica había logrado capturar mi interés, pero simplemente no podia lidiar con un nuevo problema, no ahora que tengo tantas cosas acumuladas que enfrentar.

Triste y cansada, solo me di la vuelta, seguí mi camino por la playa, esperando pronto encontrar a Chelsea.

"..."

Pasaron horas, muchas horas, largas y tormentosas horas de búsqueda que no sirvieron de nada, Chelsea no apareció por ningún lado.

La busque por todos los rincones de la playa, por la ciudad, hasta por el océano, pero nada. Incluso fui al mercado nocturno aprovechando que era de noche, pregunte si alguien había visto a Chelsea, pero nadie me dio una respuesta clara, solo intentaron estafarme.

Lo único que conseguí, fue un poco de comida para la cena, una sopa instantánea hecha para krakens, ya que, se calienta con los láseres de los mismos.

Tenia que decirlo, la sopa estaba más deliciosa de lo que esperaba. No era un manjar, pero si era bastante disfrutable.

Justo cuando estaba por terminar mi sopa, cai en cuenta que ya había llegado a mi casa. La termine toda de un sorbo, deje el envase en un tachó de basura, y me apresure a llegar hasta esas típicas escaleras de madera que tenia que subir para llegar a la puerta principal.

Subí con normalidad, llegue hasta la puerta, di dos toques, pero nadie respondio. Cuando estaba por quejarme, recorde que tenía la llave conmigo, la use y logre entrar sin problemas.

El escenario que me recibió era bastante tetrico, todo estaba a oscuras, no había casi nada de luz, lo poco iluminado que estaba el lugar era gracias al atardecer que justamente estaba aconteciendo.

Mis pasos se sentían pesados, hacían un ruido estruendoso por cada movimiento. Pisada tras pisada, movimientos infernales que me acercaban cada vez más a las escaleras que debía subir para llegar al segundo piso.

"¿Mamá?" Pregunte en voz alta, esperando una respuesta pronta, que nunca llegó "¿Nerissa?" Pregunte ahora llamando a mi 'segunda madre' por asi decirlo, tristemente ella tampoco me contesto, parecía no haber nadie en casa.

Bueno, por suerte, si había alguien, vi a mis mascotas durmiendo tranquilas en un rincón, acurrucadas entre si para estar más comodos. Sonrei enternecida por la escena que presenciaban mis ojos, pero eso no duro mucho cuando escuche un quejido ahogado venir del cuarto de mi madre.

Me apresure a ir, pensando que ese quejido vino de mi madre, pero lo que pasó a continuación, me dejo en un estado que pocas veces tenia, un estado de completo horror.

Alguien tomo mi brazo, me aferró hacia su cuerpo y me llevo hasta un rincón, donde me puso contra la pared con suma facilidad.

Por el miedo no pude gritar, no pude hablar, no pude hacer nada, más que quedarme congelada y presenciar con terror, como este desconocido de momento, me tomaba como si no fuera nada más que un simple juguete viejo.

"¡Tranquilizate, soy yo!" Exclamó la persona delante mio, por la oscuridad, no lograba ver bien su rostro, pero pude reconocer su voz,

"¿C-Chelsea...?" Pregunte temerosa, esperando estar en lo correcto.

"Si, soy yo" Justo cuando la respuesta a mi pregunta fue dada, la luz que entraba por la ventana iluminó el rostro de la sirena lo suficiente como para identificarla, si era ella.

No pude evitar sonreir aliviada, pero tuve que deshacer mi sonrisa, ya que recorde lo que estaba pasando, mejor dicho, lo que había pasado entre nosotras recientemente.

"¡¿Que haces aqui?!" Pregunte molesta, viendo como la chica delante mio se sorprendía "¡Te estuve buscando todo el día!, ¡no puedes solo-!" Chelsea puso su mano en mis labios, callandome casi por completo.

"¡Baja la voz, por favor!" Me pidió con una expresión desesperada, que me hizo calmarme y que una nueva y mayor pizca de preocupación hacia ella aparezca en mi "También pase por muchas cosas... pero este no es el momento de hablar"

Quise preguntarle el motivo, pero como seguía con la boca tapada, evite formular palabras que prácticamente, no servirían de nada.

"Algo esta pasando..." Me dijo en un susurro, mientras apuntaba hacia el mismo lugar donde antes quise entrar, la habitación de mi madre "Creo que... Nerissa y Agatha están planeando algo, desde hace rato estoy aqui... lo único que escucho son... ruidos raros como... conjuros..."

Me mostré incredula, me parecía una tonteria, básicamente estaba diciendo que nuestras madres eran unas brujas. Además, era muy difícil para mi creerle, después de tantas mentiras que recibí por parte de ella.

"Solo... ven..." Tomo mi mano, lo permiti, me llevo con cuidado hasta la puerta de la habitación, donde se apoyo con delicadeza "Escucha..."

Hice lo mismo, me apoye para escuchar, lo que mis oidos pudieron oír fue justamente, lo que Chelsea menciono. Pero, además de palabras extrañas que parecian ser conjuros, se podían escuchar quejidos, murmullos, objetos chocando entre si, y lo más tétrico de todo, llantos de un bebé.

Mi rostro se mostró pálido, había sido suficiente con esos ruidos para imaginarme una escena horrible en mi cabeza. Me aleje exaltada, mientras sentía mi corazón latir con fuerza, debido al temor que recorría mi ser.

Chelsea me dirigió su mirada, ella también se alejo, llego hasta mi, puso una mano en mi hombro y me miro a los ojos, como si quisiera hacerme sentir mejor.

Sin decirle nada, me aleje de ella, volví a la puerta, la abri y entre sin hacer caso a lo que Chelsea me decia.

Una vez dentro, el miedo volvió a invadirme, ya que, esos ruidos eran mucho más audibles, mucho más tetricos, mucho más profundos y parecían hacer eco por toda la habitación.

Aprovechando la valentía que había surgido en mi momento atrás, me adentre en la habitación. Todo parecía normal, todo estaba en su lugar, no podría decir que algo andaba mal además de los ruidos inquietantes que se escuchaban.

Cuando menos lo esperaba, logre indentificar de donde venían esos ruidos. Mi vista quedo fija en el armario, al cual me acerque y confirme lo que sospechaba, los ruidos venían de ese armario.

Queriendo llegar al fondo de este asunto, aproxime mi mano hasta la cerradura del armario, queriendo abrirla. Pero cuando estaba por darle vuelta, alguien abrio las puertas por mi desde dentro, ese alguien se mostró ante mi como una figura conocida, en un vestuario inusual que no tenía nada que ver con la situación tan terrorífica que estaba viviendo.

No dije nada, fui presa del miedo, la vergüenza y el pánico.

Ella solo me miraba, tampoco decia nada, parecía estar analizandome. No detuvo su mirada intensa hasta que parpadeo e inmediatamente, paso de mi para ponerse a un costado mio, donde aprovecho para abrir las cortinas de la ventana para iluminar la habitación con la luz de la luna que brillaba con intensidad, haciendo de esta noche una bastante acogedora.

"¿Que sucede, Ruby?, parece que has visto un fantasma" Pronunció esas palabras, dirigidas hacia mi. Me deleitó con su encantador vestido y su sonrisa radiante que lo único que hacía era alborotar mis pobres hormonas de adolescente.

"N-nada... Neri..." Intente no tartamudear pero fue imposible, el cambio tan radical que acaba de ocurrir con respecto a mis emociones era demasiado difícil de afrontar.

Mis mejillas se pintaron de un tono rojizo brillante, que reflejaba mi vergüenza. Definitivamente, lo que menos esperaba encontrar detrás de todos esos ruidos, era esto.

Aunque, aún no se si Nerissa es la que produce todos esos ruidos.

Quizas... no es ella...

Se que tengo que ser fuerte y dejar mi timidez de lado para bombardear a Nerissa con preguntas, pero tenerla asi, delante mio, tan cerca y sentada en la cama me hace imaginar muchos escenarios ficticios en mi cabeza.

Curiosamente, todos ellos terminan con resultados sexuales.

"Oh, veo que estas comenzando a llamarme por el apodo que te sugerí... eso es lindo..." Me dijo la mayor delante mio, haciendo que mi timidez aumente aún más.

Realmente no quise decirle asi, quería decir su nombre completo, pero las palabras no me salieron y termine diciendo la mitad.

"¿P-por que estas asi...?" Pregunte intentando no mirarla, pero tenía dos grandes razones para hacerlo.

"¿Asi como?" Pregunto Nerissa, parecía fingir inocencia, pues la sonrisa que venía sosteniendo no cambio para nada.

"Asi... con esa... ropa..." Solo eso pude decir, no queria ser tan directa.

"Oh, ¿hablas de esto?" La vi señalar su propio cuerpo, esa escena me pareció tan jodidamente ardiente que me hace parecer una bendición no tener pene, porque si lo tuviera, seguramente estaría erecto y haría la situación todavía más incomoda.

"Si... de eso..." Recalce, desviando mi mirada hacia otro lado.

"Estaba esperando a tu madre, habíamos quedado en que tendríamos una noche a solas..." Me dijo Nerissa en respuesta, haciendo que ahora, por culpa de sus palabras, me imagine un escenario ficticio todavía más enfermizo que no creo que sea necesario aclarar que es exactamente.

"¿Escuchaste... ruidos raros...?" Pregunte, tratando de cambiar el tema a uno de mi interés, pero más que nada, para pasar de esta situación tan vergonzosa.

"¿Ruidos raros?, ¿como cuales?" Me pregunto con una sonrisa, mientras bosteza con simpleza.

"Como... quejidos... conjuros... llantos..." Detalle, recuperando el temor que tenía antes, pero sin lograr que mi sonrojo y mi vergüenza se disipen.

"Parece que estas describiendo los ruidos más comunes a la hora de tener sexo" Me dijo Nerissa con desdén, haciendo que tenga que permanecer firme para no mostrar mi vergüenza que crecía cada vez más "Los quejidos pueden ser gemidos, los conjuros quizás sean palabras que suelen decirse en la cama, pero como todavía eres una niña no los puedes entender, y bueno... los llantos... pueden ser algo que se alcanza cuando se llega al climax y-"

"¡Ok, ya entendí!" Exclame con rapidez, no queria escuchar más "¡Ya comprendo que todo esta bien!, ahora... recorde que tengo algo que hacer... ¡adiós!"

Retrocedi hasta llegar a la puerta, la sentí detrás mio, pero cuando intente tomar la manija, Nerissa me tomo del brazo y me acorralo contra la puerta.

Tristemente, hizo lo mismo con mi otro brazo, en un instante me tenía completamente inmovilizada. No sólo era por la gran fuerza que tenia que no podía escapar, también era por los nervios y la vergüenza que me quemaba por dentro. Todo esto en conjunto no me dejaba pensar con claridad, solo podía sentir terror, miedo y al mismo tiempo, algo de curiosidad por lo que está ocurriendo en este preciso momento.

"¿Te vas tan pronto?, ¿por que no te quedas hasta que llegue tu madre?" Vi su sonrisa extenderse, mientras sus ojos parecían brillar de un color rojizo, mirándome con una intensidad tan fuerte como el océano en sus días más oscuros, como la sangre en los momentos más espesos y ásperos posibles, circulando hasta que llega a mi corazón.

Eso es justamente lo que está haciendo ella.

Esta llegando a mi corazón.

Del mismo modo en el que Chelsea lo hizo... la primera vez.

Cuando me hechizo...

Antes, no podría haberme dado cuenta de eso.

Pero ahora, con más experiencia, se muy bien lo que Nerissa esta haciendo.

Quiere controlarme.

¿Será solo por diversión o tiene algo más en mente?

No tengo idea...

Peero mientras pienso en esto, siento como mis fuerzas se acaban, poco a poco, las ganas de seguir luchando se esfuman.

Lo único que puedo hacer ahora... es... ceder.

Dejar que ella me tome como quiera...

Que me use como más le plazca.

Que tome mi cuerpo y mi alma para ella y solo para ella.

Seré suya... solo suya...

Ahora... ella dejo de ser una enemiga.

Dejo de ser como una madre para mi.

Ahora, ya no es nada de eso.

Es mi reina...

Es mi musa...

Es mi... amor...

Y yo... debo complacerla...

"..."

Perfecto, ya cayo en mis encantos.

Aguanto más que Agatha la primera vez, quizás deba tomar eso en cuenta.

"¿Como te sientes ahora, Ruby?" Le pregunte, esperando con ansias su respuesta..

"Como tu quieras que me sienta, Nerissa" Me respondió, confirmandome que estaba completamente hipnotizada.

"Quiero que te sientas bien..." Lleve mi mano hasta su rostro, la pase por su frente y note su calentura "Estás caliente aquí arriba... ¿es por la situación o porque tienes fiebre?"

"Creo que un poco de ambos, ama Nerissa" No pude evitar sonrojarme un poco y reir por el modo en el que Ruby me llamo

"No tienes que decirme ama, solo dime Neri" Le aclare con rapidez, mientras limpiaba algo de sudor que tenía en mi frente.

No deje que Ruby diga algo más, la tome nuevamente del brazo y pude ver como ella me tomo de la cintura. Ciertamente, no esperaba que estando hechizada tomará de este modo la iniciativa, eso sí que me agarró de sorpresa.

"Espera... detente... solo estaba jugando..." Rápidamente la solte, pero ahora era ella la que no me soltaba "Ruby... detente..."

"No puedo, su orden principal fue muy clara" Esa respuesta de su parte me dejo bastante desconcertada.

"¡¿De que hablas?!, ¡te estoy diciendo que me sueltes!" Intente empujarla, pero rápidamente me inmovilizo con sus tentaculos. En un parpadeo, la situación dio un giro a como estaba en un principio, ahora todas y cada una de mis extremidades estaban siendo sujetadas por los tentaculos de Ruby.

"Debo... hacerte sentir bien... Neri..." Me dijo Ruby con sus ojos en blanco, era muy difícil ver sus pupilas. Fue ahi cuando me di cuenta de algo, cuando hipnotizo a las personas, estas siempre tiene sus pupilas rojas, pero ella no las tiene de ese color.

Entonces... eso significa... que esta siendo controlada por alguien más...

O tal vez...

Son sus impulsos los que la están controlando.

De cualquier modo, si no hago algo pronto voy a terminar siendo profanada por esta adolescente hormonal.

¿Y ahora... quien podrá ayudarme?

"..."

De un fuerte golpe con una silla logre derribar la puerta, no puedo creer lo mucho que me costo, parecía de acero esa estúpida puerta del carajo.

"¡Ruby, ya llegue!" Exprese con valentía, mientras venía sosteniendo la silla que use para entrar por la fuerza "¿Donde estas...?"

Cuando gire mi cabeza hacia un lado, pude encontrar a Ruby, pero no estaba sola, estaba con mi madre, en una situación... muy... bizarra.

"¿Acaso... estoy soñando con hentai de tentaculos... otra vez...?" Pregunte al aire, viendo perpleja lo que pasaba.

"¡Hija, ayúdame!, ¡tu novia se ha vuelto loca!" Exclamó mi madre con desesperación, viendo hacia mi mientras intentaba librarse de los múltiples agarres que Ruby tenía sobre ella.

"¡¿Que esta pasando?!" Vi directamente a Ruby, note que sus pupilas desprendían un color blanco brillante "¡Ruby, detente!"

Para mi sorpresa, Ruby se detuvo, solto a Nerissa y la dejo caer contra el piso.

No esperaba que funcionara, de verdad no lo esperaba.

"¡¿Por que a ti si te hace caso?!" Me pregunto mi madre con furia, mientras se reincorporaba de la caida.

"Debe ser porque aún me ama" Dije con superioridad, pero en eso, sentí como ahora Ruby me tomaba a mi con sus tentaculos.

"Vaya que te ama" Me dijo mi madre con burla, viendome sin intenciones de ayudar.

"¡Sueltame ahora, Ruby!, ¡no haremos nada de esto hasta que me perdones y seamos novias de nuevo!" Soy una sirena decente, no una cualquiera.

"¡Uy, mira la hora!" Nerissa observaba un inexistente reloj en su mano derecha "Recorde que tengo cosas que hacer con Agatha... ¡tengo que buscarla, ya esta tardando mucho!"

"Bueno, es el fin" Dijo Nerissa, resignandose a salir de esta situación "Ruby nos follara tan fuerte que no podremos caminar en dos meses"

"¿Y ahora... quien podrá ayudarnos?" Pregunte al aire, aún manteniendo la esperanza de que todo se solucione con la ayuda de algún externo.

"Bueno, esa deberías ser tú, yo dije esa misma frase antes y..." Nerissa se dio cuenta de que no entendía nada de lo que ella decia, por lo que prefirió detenerse "Olvidalo"

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro