
[Capitulo 37]
"No importa cuanto te esfuerces, es imposible razonar con la locura"
"..."
El tiempo pasaba, no había una forma de saber cuanto tiempo había pasado exactamente desde que tanto Ruby como Chelsea aceptaron la propuesta que sugirieron sus progenitoras.
Siendo acompañadas por sonidos escasos, entre ellos latidos de corazón y respiraciones tenues. Nadie decia nada ni hacia nada, solo se miraban a los ojos, una a una, buscando una oportunidad de tomar palabra, pero esa oportunidad parecía nunca darse.
"¿Desean un poco de té?" Pregunto Agatha con una sonrisa, acercándose a Ruby.
"No, gracias" Respondió Ruby con serenidad, pero manteniendo una expresión seria.
Chelsea no expresó respuesta, pero su claro desinterés daba a entender que ella tampoco estaba interesada en el té.
"Mejor dame una buena razón para no lanzarme en contra de Nerissa y molerla a golpes..." Declaró Ruby con desdén, observando a Nerissa con furia.
"No lograrás nada si lo haces, niña" Respondió Nerissa, mostrándose tranquila y sonriente "Aún sigues siendo muy débil"
Ruby se enfureció, poniendo con fuerza su brazo sobre la mesa, haciendo temblar el lugar y que todas permanezcan sorprendidas.
"Eres una maldita..." Comenzó a decir Ruby, sintiendo mucho odio dentro de su ser "No te basto con joder mi relación con Chelsea, también tenías que ir por mi madre... ¡¿que esperabas lograr con eso?!"
Nerissa se limitó a observarla y hacer una sutil seña destinada a Agatha, para que la misma tome acción.
"Mira... Ruby..." Agatha se acerco a su hija, intentando pensar rápido en que decir para calmarla "Se que tienes muchas preguntas y... debes estar sintiendo mucho rencor. Pero si me das tiempo para explicarte-"
"¿Explicarme?, ¿estas de su lado entonces?" Pregunto Ruby con asombro, mirando con una expresión conmocionada y triste a su madre "¡¿Como puede existir una explicación para algo tan horripilante?!"
"Hija... si solo..." Fue rápidamente callada por un golpe fugaz que Ruby dio contra la mesa.
"¡No me interesa que explicación tenga!, ¡nada justifica lo que hizo!" Exclamó con desesperación, sintiendo que sus palabras no eran dirigidas exclusivamente hacia Nerissa.
"¡Solo dejame-!" Nuevamente fue interrumpida, pero no por Ruby, sino por Nerissa, la cual, la tomo del hombro y la hizo que tome asiento rápidamente.
Ruby arqueo una ceja, confundida y sorprendida ante lo que había visto. Su curiosidad sobre Nerissa aumento, al igual que sus sospechas.
"Te voy a pedir que te calmes, Ruby" Dijo Nerissa, con una pequeña sonrisa formada por sus labios "Si solo tu hablas, no tendrás las respuestas que buscas"
"Ya lo dije antes, no me interesa que motivos hayan detrás de tus acciones..." Solto Ruby con odio, apretando sus puños y viendo con tenacidad hacia su contraria "Lo único que me importa, es que tú me has estado haciendo la vida todo un infierno desde que te conoci, al igual que tu hija aquí presente"
Chelsea bajo su mirada, desviandola hacia un lado, sintiéndose deprimida de que Ruby siga molesta con ella y actuando de esta forma. Pero, en realidad, lo que más la hacia deprimirse, es que todo esto era su culpa, y por el hecho de que hubo un tiempo, no hace mucho, donde ella pensaba con certeza que podía hacer lo que quisiera y que jamás tendría que afrontar consecuencias de ningún tipo.
Tristemente, el tiempo la hizo madurar, entender que ella como cualquier otra persona, no es perfecta, comete errores, y que si quieres que alguien la ame de verdad tiene que ganarse su amor con buenas actitudes.
No como hizo ella, que tomo el camino fácil al hechizarla y ponerla bajo su control.
"No pienso escucharte, no importa lo que digas" Ruby se cruzó de brazos, manteniendo su expresion seria y enfadada.
"Bien, no me escuches, lo diré de todas formas" Respondió Nerissa con simpleza, volteando a ver a su hija "Hay alguien que de seguro si va a querer escucharme, ¿no es asi, Chelsea?"
Chelsea alzo su cabeza al ser nombrada, su mirada se cruzó con la de su madre, siendo rápidamente cortada por una lluvia de pensamientos que llegaron a su cabeza, recordando el último encuentro que tuvo con su madre.
"No... no..." Repitió Chelsea una y otra vez, hasta que se canso y llevo sus manos hacia sus brazos, como abrazándose a si misma "No quiero... no volverás a engañarme..."
Ruby no pudo evitar mostrarse empatica con Chelsea, ya sea por los sentimientos que aún tenía en su corazón o por su lado bondadoso saliendo a flote.
Apretó sus puños con más fuerza, sintiendo el dolor y el trauma que Chelsea demostraba con sus palabras, con su comportamiento, con la forma en la que su cuerpo temblaba y su voz se entrecortaba.
"Ustedes me tienen miedo..." Afirmó Nerissa, borrando la sonrisa que tenía formada y poniéndose en una postura más acorde a la situación.
"Aquí nadie te tiene miedo" Declaró Ruby con fuerza en su voz, mientras de forma intencional o por instinto, tomo la mano de Chelsea para darse aún más fuerzas. Chelsea sintió el agarre de Ruby, decidiendo no decir nada y tomar de igual forma la mano de Ruby "No creas que me aterras, solo eres una chica engreida jugando a ser la villana de la historia, pero estoy segura de que no lo eres"
"Tienes razón, no lo soy" Dijo Nerissa con serenidad, haciendo aparecer delante de ella una jarra de té y un vaso, sirviéndose y tomando un poco antes de continuar "Hay alguien más que ocupa ese cargo, o que lo ocupará en un futuro no tan lejano"
Ruby no se molesto en preguntar, realmente no tenía interés en lo que Nerissa decia, solo se concentró en seguir tomando la mano de Chelsea y viendo a la mayor de la familia Van Der Zee con desagrado.
"En todo caso, les quiero aclarar que no tienen motivos para temerme. Si quisiera hacerles algo malo, ya lo hubiera hecho y ustedes ni se hubieran percatado" Declaró con sencillez, sonriendo con arrogancia mientras posaba su brazo en el hombro de Agatha "Si las traje a las dos aqui, es porque quiero hablar con ustedes y decirles quien es la que realmente comenzó todo este 'infierno' del que tanto hablan"
"Si es asi... ¿por que te apareciste tan amenazante hace rato?" Pregunto Ruby, sin bajar la guardia en ningún momento.
"Porque me quería divertir un poco con ustedes, además, tenía que hacerlo, no creo que hubieran aceptado venir por su propia cuenta" Al instante, vio como ambas chicas adolescentes le dirigieron una mirada de sospecha, haciendo que ella se ria un poco al parecerle un gesto realmente adorable "Tranquilas niñas, después de todo soy como una madre para ustedes"
"Tú no eres mi madre" Recalcó Ruby con seriedad.
"Tampoco la mia, dejaste de serlo hace unos momentos" Chelsea tomo valor, expresándose con más agresividad y ese tono de voz característico que la representaba.
"Bueno, bueno, da igual como me vean, el punto es que yo no tengo la culpa de nada, ¡la culpa es de Agatha por haberme traicionado y encerrado en el tridente hace quince años!" Exclamó Nerissa con molestia, dejando desconcertadas a las dos chicas que la escuchaban atentamente.
"¿De que estas hablando?" Pregunto Ruby, viendo de reojo como su madre miraba hacia otro lado avergonzada "¿Mi madre te traicionó?"
"Es una historia larga, que ciertamente... prefiero que la cuente Agatha" Al sentir las miradas serias de las dos adolescentes, pensó rápido en una excusa "Si yo les cuento no me creerán, en cambio, aquí tienen a Agatha, alguien externo a mi y seguramente su palabra debe tener más valor"
Agatha llevo su mano derecha a su rostro, sintiendose avergonzada y timida. Cuando Nerissa noto esta actitud, le dio un codazo no tan fuerte, para hacerla reaccionar.
"Ruby..." Comenzó a decir Agatha, tomando sus propias manos y entrelazandolas entre si "Tengo... miedo de que después de que te diga la verdad, me veas diferente"
"¿Como no hacerlo?, además, en la familia los secretos siempre han sido un tabú" Respondió Ruby con una sonrisa, haciendo confundir a Agatha "Lo que quiero decir, es que solo seas honesta, no importa que me digas, tú nunca dejarás de ser mi madre. Y yo... te puedo asegurar que siempre te voy a querer de la misma forma..."
Por más que Ruby diga eso, Agatha no podía estar tranquila, pero al no tener nada más que hacer, solo cerró sus puños con fuerza, para después ponerse de pie.
"En ese caso, será mejor que lo veas por ti misma" Declaró Agatha, volteando a ver a Nerissa.
"Estoy de acuerdo, sería lo mejor" Respondió la sirena con una sonrisa, poniéndose de pie igualmente "De este modo ya no tendrás dudas, además que será más divertido vivirlo que escucharlo"
"¿Como que vivirlo?" Pregunto Ruby nerviosa, temiendo lo peor.
"¿De que están hablando?" Pregunto Chelsea, igual de nerviosa y temerosa que Ruby.
"Ya lo verán" Tanto Agatha como Nerissa alzaron sus manos, extendiendolas hasta Chelsea y Ruby "Lo verán..."
Una brillante luz emergió de sus palmas abiertas, que las dejo ciegas y en un profundo sueño, mientras todo el entorno a su alrededor se distorsionaba, formando el nuevo mundo al que irian.
"..."
Una mañana tranquila en la escuela secundaria más prestigiosa del océano, donde algunos entraron por becas, mientras que otros entraron con algunas trampas. Sea como sea, lo importante es que en esta escuela solo esta lo mejor de lo mejor, los que saben demasiado y los que tienen un gran potencial esperando ser explotado.
Siendo las 11:00 am, los pasillos estaban llenos de alumnos disfrutando su adolescencia y conversando entre si, debatiendo temas triviales como la existencia de ciertas criaturas mitológicas.
En una esquina, revisando su casillero, se encontraba una peculiar kraken, que a diferencia del resto de su familia, no demostraba ser valiente ni poderosa. Todo lo contrario, en cada encuentro demostraba ser muy timida e introvertida.
Aquella chica estaba asegurándose de que todas sus cosas se encuentren en su casillero, cuando alguien paso por detrás de ella, haciendo erizar su piel ante el contacto inesperado.
"¿Que esta haciendo, señorita Gillman?" Pregunto con serenidad el docente, mostrándose tranquilo y serio.
"Buenos días, director" Saludo Agatha, reincorporandose y sonriendo con dificultad "Solo estaba revisando que todo este en su lugar, ¿necesita algo?"
"Ahora que lo mencionas, si" Expresó el mayor con una voz más simpatica, viendo la hora en su reloj de mano "Faltan cinco minutos para que el receso termine, mejor apresurate, cuando terminen las clases quiero verte en mi oficina"
"Claro, ahí estare" Respondió Agatha con sencillez, viendo como el director se retiraba satisfecho. Dejo salir un suspiro preocupado cuando lo vio marcharse por completo "Por Neptuno... ¿ahora que hice?"
Cuando se dio vuelta para cerrar su casillero, encontró algo curioso, una nota de color blanco pegada justo en la cerradura.
"¿Que es esto?" Pregunto confundida, tomando la nota con curiosidad "¿Como no te vi antes?"
Agatha se apresuró a doblar la hoja para ver lo que decia, si es que decia algo. Cuando la abrio, no encontró nada, era una simple hoja en blanco doblada de tal forma que parecía ser una nota.
Bueno, eso fue lo que ella creyó en un principio, cuando se fijo bien encontró algo anotado en el reverso de la hoja, justo donde estaba poniendo su dedo.
"¿Un numéro telefónico?" Pensó para sus adentros, dando un rápido vistazo a la combinación de números "Tal vez sea importante... quizas deba llamar..."
Estaba por hacerlo, pero justo sono el timbre, indicando que el receso había terminado. Agatha suspiro, cansada de su rutina tan agobiante, se resigno a guardar la nota en su bolsillo, cerrar su casillero y dirigirse a su salón para continuar con las clases.
Mientras Agatha se iba, alguien la observaba detrás, siendo simplemente Ruby, la cual se quedo maravillada al ver como era su madre de joven, encontrando divertido que se parezca mucho a ella misma.
"Parece estar cansada..." Su sonrisa desaparecio, luego de pronunciar esas palabras "La entiendo, la escuela puede llegar a ser bastante agobiante" Concluyó con empatia, siguiendo a su madre a paso lento "No se que tan afortunado sea que nadie pueda verme ni tocarme..." Alguien paso por su delante, traspasando su cuerpo como si fuera un espectro "Al menos eso me ahorra el tener que ser sutil"
Luego de esa conclusión, noto un detalle importante, la ausencia de alguien que debería estar acompañandola.
"¿Donde esta Chelsea?" Pregunto al aire, dándose vuelta con la esperanza de encontrarla detrás de ella, pero no vio nada. No dejo de caminar en ningún momento, sintiendo como si no tuviera el control de su cuerpo "Me siento mareada... tampoco entiendo mi preocupación, Chelsea debe estar bien, es muy fuerte"
Su forma de hablar sonaba segura, pero en su interior tenía dudas, muchas dudas.
Llevo su mano a su frente, sintiéndose cansada y agotada, como si no hubiera dormido bien. Paso por el reflejo de una ventana, viendo como sus ojos tenían unas pequeñas ojeras, quedándose sorprendida por este descubrimiento.
"No lo puedo creer... ¿por cuanto tiempo he tenido estas ojeras?" Mientras se revisaba, pensaba que no era tan grave, pues las ojeras no se veían tan mal. Aún asi, seguía preocupada, porque desde hace varios días que se sentía cansada, y si tomaba en cuenta eso, significa que ha estado con su rostro de ese modo por tanto tiempo sin darse cuenta "Supongo que eso dice mucho de cuantas veces me miro al espejo"
Volvió a tomar su dirección inicial, caminando con algo más de lentitud a su destino. Un pequeño bostezo se hizo presente, al igual que un bajón de energía repentino que por poco la hace caerse.
"¿Pero... que me ocurre...?" Pregunto para si misma, intentando mantenerse su cuerpo en equilibrio y no caer "No es momento... para que me gane el sueño... debo... seguir..."
Vio de reojo los baños, llegandole la idea de ir un momento y limpiarse la cara con jabón. Sin embargo, cuando quiso abrir la puerta, perdió el equilibrio de su nado y termino tropezando, traspasando la puerta y entrando como si nada.
"No era lo que tenía en mente, pero funciona" Declaró con sencillez, reincorporandose mientras intentaba buscar rápido el jabón para lavar su cara. Cuando lo encontró, lo quiso tomar con sus manos, pero se dio cuenta que el jabón traspasaba su cuerpo y se sintio como una completa estúpida.
"¡Ruby!" Exclamó una voz detrás de ella, haciendo que Ruby suelte un fuerte grito y se de vuelta con conmoción.
"¡¿Como, cuando, que?!" Al poner atención, encontró que no había nadie detrás de ella, ni a su derecha, ni a su izquierda, simplemente parecía no haber nadie.
"No puedes verme, estoy afuera" Continuó diciendo aquella voz misteriosa.
"¿Afuera de donde?" Pregunto Ruby, viendo hacia arriba confundida.
"Ugh, olvidalo" Se quejo aquella voz, generando un eco en la habitación "¿Por que estas perdiendo el tiempo aqui?, ¿no deberías estar investigando?"
"Quería lavarme la cara para quitarme el sueño... no entiendo que me pasa, me siento muy cansada..." Comento Ruby con sus últimas fuerzas, mientras luchaba por no cerrar sus ojos.
"Debe ser por la gravedad de este lugar, o quizás... porque viste directamente a la luz cuando viniste aqui..." Declaró la voz, manteniéndose en silencio unos momentos "La luz debe haberte dejado asi, su brillo fue demasiado para ti"
"No entiendo nada de lo que dices, voz misteriosa" Comenzó a decir Ruby con una sonrisa torpe, mientras seguía intentando tomar el jabón con sus manos "Solo... quiero... dormir..."
"¡No hay tiempo para eso!, ¡tienes que-!" La voz se quedo en silencio, estupefacta al ver como Ruby dejo caer su cabeza hacia delante, traspasando la pared "¡¿Que estas haciendo?!"
"Uh... no hagas bulla... solo dormiré un poco y... después continuare con la misión..." Dijo Ruby, determinada a descansar, mientras lentamente sucumbia a sus ganas de dormir.
"No esperaba nada de ti y aún así me decepcionas" Comento la voz con vergüenza y cansancio "Iré a ver a Chelsea, espero que a ella le este yendo mejor"
Ruby dejo de escuchar la voz, pero no supo si se había ido o si solo se había quedado en silencio.
Ella sabia que tenía cosas que hacer, que no era el mejor momento ni el mejor lugar para dormir, pero simplemente era demasiado el cansancio que tenía acumulado como para no hacerlo.
"Solo unos minutos..." Dijo finalmente, antes de caer profundamente dormida.
"..."
Agatha llego con éxito a sus clases, siendo una de las primeras de hecho. Mientras el profesor explicaba la clase y todos se concentraban, ella no podía dejar de mirar a uno de sus compañeros, del cual se había quedado templada desde hace tiempo, pero que por su timidez apenas y habían teniendo interacciones en lo que va del año escolar.
"Arthur es tan popular... debe tener muchas chicas detrás de él..." Se dijo a si misma, aprovechando la privacidad de su mente "Si no doy el primer paso, de seguro lo perderé... ¿pero como?"
Justamente, el altavoz del salón emitió un sonido inicial, que siempre se escuchaba cuando el director quería dar un mensaje.
"Muy buenos dias, queridos estudiantes. Espero que estén dando lo mejor de sí en este día tan espectacular" Comenzó diciendo con simpleza, aclarando su voz antes de continuar "Solo paso a comunicarles que a partir de mañana comenzarán los preparativos para el baile escolar que tuvimos que retrasar por causas externas, espero que todos estén ansiosos por esto y ya tengan lista a la pareja con la que irán, porque no podrán entrar sin una pareja, a diferencia del año pasado que fuimos piadosos con los chicos y chicas solitarios"
El director dejo de hablar, cortando la comunicación y dejando a todos en la sala con preocupación. Comenzaron los murmulos, los surruros y el bullicio. El profesor tomo acción alzando su voz antes de que la situación escale aún más.
"Silencio, continuemos con la clase" Dijo con seriedad, haciendo que la mayoria de alumnos dirigan su atencion a el.
"¡¡¡NO PUEDE SER!!!" Exclamó Agatha con desesperación, ganándose la atención de todos en el salón. Ella había gritado por la repentina noticia de que si o si tiene que ir con pareja para el baile, puesto que, ella ya había separado su vestido y pensaba ir sola, pero ahora se veía obligada a compartir el baile con alguien, lo que solo la ponía más nerviosa.
"¿Por que tanto escándalo, Gillman?" Pregunto el profesor, viendo a su alumna con seriedad.
Agatha se dio cuenta del escándalo que estaba armando, haciendo que sus nervios la dominen y pierda la fuerza con la que había iniciado su grito.
"Yo... solo... ¡necesito ir al baño!" Solicito con pena, mientras algunos comenzaron a burlarse de su actitud entre murmullos.
"Adelante, pero que no se repita una situación como esta, no hay necesidad de gritar" Declaró el profesor, extendiendo su mano hasta la puerta, indicando que Agatha podía salir"
"Gracias, gracias..." Dijo Agatha con vergüenza, levantándose de su asiento y moviendose con rapidez, hasta que llegó a la puerta del salón, donde la abrio y se retiro en un instante.
Una vez que estuvo fuera, Agatha se apresuró a ir a los baños, pensando que podría calmarse y pensar mejor las cosas en un lugar como ese.
Tomo potencia y avanzó con su nado, sin percatarse de que alguien la observaba detrás.
"¿Que estas planeando?" Pregunto Chelsea en voz alta, sabiendo que nadie podía escucharla ni verla "Se que no debo ser chismosa, pero... si estoy aquí es para investigar e informarme..."
Justo cuando estaba por avanzar, algo la interrumpio.
"¡Espera, Chelsea!" Exclamó una voz que Chelsea supo reconocer.
"¿Pero que?, ¿ma-?" Tuvo que detenerse, al darse cuenta que estaba por dirigirse a su progenitora de una forma que quería abandonar "¿Nerissa?, ¿eres tú?"
Nerissa ignoro el comportamiento de su hija, concentrándose más en decir lo que tenía que decir.
"Si, soy yo, hace un rato estuve con Ruby, necesita tu ayuda" Informo con rapidez, mareando a la pelirroja quien seguía buscandola con la mirada.
"¿En donde estas?, ¿por que no puedo verte?" Pregunto Chelsea confundida.
"No puedes verme porque no estoy contigo, estoy afuera, con Agatha. Estamos esperando que terminen el recorrido, mientras tanto, solo puedo comunicarme contigo por mi voz" Dijo Nerissa con mayor rapidez, haciendo que Chelsea casi no le entienda nada.
"¿Cual recorrido?, ¡lo dices como si fuera un paseo!" Se quejo Chelsea, mientras se cruzaba de brazos y miraba su reflejo en la ventana, poniéndole una inusual atención a la cicatriz que tenía en su ceja "En resumen, estamos viendo los recuerdos de ambas, y no podremos salir hasta que todo termine, ¿cierto?"
"Me sorprende que lo hayas comprendido tan rápido" Dijo Nerissa con asombro, sintiéndose orgullosa de su hija.
"Supongo que herede eso de ti, tu también eres bastante quisquillosa..." Solto Chelsea con desagrado, demostrando su inconformidad, haciendo que Nerissa no sepa como interpretar su expresion.
"Bueno, ahora que lo sabes, no pierdas tiempo y ver por Ruby, nada funcionará si las dos no están juntas viendo lo mismo" Dijo Nerissa con sencillez.
"¿Por que no nos hicieron aparecer juntas y ya?" Pregunto la sirenita.
"Necesidades del guión" Confesó Nerissa con simpleza.
"¿Que?" Pregunto Chelsea, mostrándose confundida.
"Quise decir, que eso no es algo que nosotras podamos controlar. Claro que, existia la posibilidad de que las dos aparecieran juntas en el mismo lugar, pero tristemente eso no ocurrio" Aclaro Nerissa con más calma.
"A todo esto, ¿Agatha esta contigo o por que no habla?" Pregunto Chelsea.
"Bueno, digamos que estamos recuperando... el... tiempo perdido y... esta indispuesta ahora" Todo eso lo dijo entre pequeños gemidos y quejidos muy sospechosos.
"No debi preguntar" Dijo Chelsea, mostrándose incomoda y avergonzada "Bueno, si Ruby me necesita claro que ire, solo dime donde se encuentra"
"Estaba durmiendo en los baños, pero ahora está modo sonambula caminando a través de las paredes" Informo Nerissa con simpleza, dejando confundida a Chelsea "Dame un momento para revisar donde esté ahora..." Unos pocos segundos pasaron y Nerissa volvió a tomar palabra "Lo tengo, se encuentra en la cafeteria, esta pasando el pasillo, date prisa antes de que siga moviendose"
Chelsea se ahorro los comentarios, solo tomo la información y con la misma, tuvo que cambiar su dirección inicial y dirigirse hacia donde se le había indicado.
Nerissa suspiro y corto la comunicación.
"¿Ya se fue?" Le pregunto Agatha con un tono coqueto.
"Si, se fue, sigamos con lo nuestro~" Respondió Nerissa emocionada, mientras Agatha la esperaba ansiosa.
"..."
"Vamos... Ruby... ¿donde te metiste?" Pregunto Chelsea, quien ya había llegado a la cafetería pero seguía sin ver a Ruby "No puedes haber ido tan lejos..."
Justamente, como si la suerte estuviera de su lado, encontró a Ruby en una esquina, manteniéndose elevada hacia arriba.
"Quiero salir de esta pecera..." Decia Ruby entre susurros, mientras tenía sus ojos cerrados y se mantenia roncando un poco "No me gustan los espacios cerrados..."
Chelsea sonrio divertida, enternecida por el comportamiento de Ruby, pero al saber que no podían perder tiempo, se apresuró a llegar a ella y comenzó a sacudirla.
"¡Vamos, despierta!" Exclamó mientras la sacudía con fuerza, lo cual era difícil, pues Ruby se encontraba en su forma de kraken y era mucho más grande que Chelsea.
"Uh... ¿que sucede?" Pregunto Ruby con cansancio, cediendo a su repentino despertar "¿Chelsea?"
"Por fin despiertas, Ruby" Chelsea sonrio con tranquilidad, encontrandose mas calmada "Tenemos que-"
Lastimosamente, fue interrumpida por un pequeño empujon por parte de Ruby, que la alejo lejos y casi la hace caerse de espaldas.
"¡Aléjate de mi!, ¿por que te me acercas tanto?" Pregunto Ruby con un rubor en sus mejillas, pues hace rato, tenía a Chelsea tan cerca que estaba sintiendo ciertas partes de su cuerpo contra su piel de kraken.
"¡Solo quería despertarte!" Se excusó Chelsea con una sonrisa, disfrutando de que Ruby este avergonzada por su culpa "Olvida eso, tenemos cosas más importantes que hacer, vamos a-"
"¿Donde estamos?" Pregunto Ruby, interrumpiendo a Chelsea nuevamente "¿La escuela se inundó?, ¿y quien eres tu?"
"¿No lo recuerdas?" Pregunto Chelsea con incredulidad, sintiéndose como una tonta al ver como Ruby comenzó a burlarse de ella.
"¡Claro que lo recuerdo!, ¡solo estaba jugando para ver que intentabas!" Exclamó con diversión, para después ponerse sería de repente "Jamás podría olvidarte, las heridas que has dejado en mi son muy profundas"
Chelsea malpenso ese comentario, lo que la llevo a sonrojarse con fuerza.
"Bueno, ya que estamos juntas de nuevo será mejor que veamos todo lo que tenemos que ver de una vez, ya quiero salir de aqui" Ruby seguía cansada, aunque esa pequeña siesta que tuvo la ayudo a tener más energías y no estar en el mismo estado fatídico de antes.
"¡Muy bien!, ¡vamos!" Justo cuando Chelsea estaba por dar el primer paso, recordó que no tenía idea de a donde ir, ya que, había perdido de vista a Agatha por estar buscando a Ruby "Esto... Ruby..." La mencionada la volteó a ver "Ella es tu madre, de joven pero sigue siendo tu madre, ¿donde crees que estaría para enfrentar una crisis?"
"Bueno... dejame pensar..." Ruby analizó todas las posibilidades, viendo como más probable la que se le ocurrió primero "Ya se, en los baños mixtos"
"¿En serio?, ¿por que estaria en los baños?, ¿y por qué en los mixtos específicamente?" Pregunto Chelsea.
"No hay tiempo para detalles, ¡vamos!" Sin importarle nada, Ruby tomo a Chelsea con uno de sus tentaculos, para llevarla con rapidez por uno de los baños mixtos que vio en lo poco que paseo por la escuela.
Tardaron un poco, pero llegaron eventualmente, al único baño de la escuela que tenía la etiqueta que indicaba estar disponible para ambos géneros.
Ruby entro como si nada, sabiendo que podía traspasar la pared. Cuando estuvieron dentro, se hizo más pequeña y solto a Chelsea, la cual sentía que estaba apunto de caer desmayada por la presión.
"¡La próxima vez avisame!" Exclamó Chelsea con furia, recuperando el aliento.
"Te dije vamos, ¿que no?" Pregunto Ruby con una sonrisa desafiante, viendo como Chelsea parecía estar teniendo un ataque epiléptico "Oye... ¿estas bien?"
"Si... puedo soportarlo..." Susurro con dificultad, tomándose su tiempo para finalmente reincorporarse como si nada "Bueno, ¿ahora que hacemos?"
Ruby le hizo una señal a Chelsea de que guarde silencio, la sirena obedecio y se quedó callada, mientras que Ruby, de forma timida pero decidida, comenzó a entrar en cada uno de los cubículos.
Entro al primero, no había nadie, por suerte.
Entro al segundo, tampoco había nadie.
En el tercero paso igual.
Luego llego el cuarto y finalmente, llego el quinto.
Al cual Ruby no se atrevía a entrar.
Se quedo congelada, temiendo lo peor, ya que, no queria invadir la privacidad de su madre o de quien sea que este haciendo sus necesidades en ese lugar, pero, ciertamente esto no pareció importarle al inicio.
"¿Que ocurre?" Pregunto Chelsea, llegando con la peliazul "¿Por que no entras?, es el último que queda, tiene que estar ahi"
"Mejor... esperemos a que salga por su cuenta..." Sugirio con una sonrisa, mientras evitaba ver a Chelsea por querer ocultar su vergüenza.
Chelsea se acerco hasta la puerta, intentando escuchar algo.
"Escucho... ruidos raros..."
"¿Ruidos raros?" Pregunto Ruby confundida "¿Como cuales?"
"No lo sé... suenan como... gemidos..." Detallo Chelsea con simpleza.
"¿Gemidos...?, osea... ¿gemidos de dolor?" Pregunto la kraken, mostrandose temerosa.
"Si, pero no dolor del malo, apostaria a que es dolor del bueno" Comento Chelsea con una sonrisa emocionada, mientras continuaba escuchando.
"¿A que te refieres con...?" Su rostro quedo hecho un tomate de lo rojo que estaba, al darse cuenta de a que se referia Chelsea con su comentario "¡Oye!, ¡es de mi madre de quien estas hablando!"
"Perdón, solo digo lo que escucho" Aclaro con una sonrisa, mientras Ruby la hacia un lado para poder oír "¡Oye, se más cuidadosa!, ¡te recuerdo que estoy con un bebé dentro!"
"¡Guarda silencio!" Amenazó Ruby, dejando a Chelsea furiosa pero obedeciendo su orden "No permitiré que sigas con tus comentarios repulsivos, yo misma me asegúrare de ver lo que está ocurriendo"
"Yo también quiero ver" Anunció Chelsea, sin mostrarse muy intimidada. Llego hasta Ruby, sujetandose de su brazo.
"¿Quién te dio permiso para que me toques?" Pregunto Ruby con recelo.
"¿Y a ti quien te dio permiso de tomar mi mano hace rato?" Pregunto Chelsea con una sonrisa burlona.
Ruby no dijo nada ante lo que Chelsea le dijo, solo volvió su mirada hacia delante, haciendo que Chelsea sonria triunfante.
Ambas acercaron sus cabezas lo más que se podía, sin querer traspasar la puerta. Tristemente, en un descuido de ambas, sus cuerpos tropezaron y terminaron traspasando la puerta, entrando al baño y viendo lo que producía esos ruidos extraños.
Siendo nada más ni nada menos que Agatha, la habían encontrado por suerte. Pero no sólo estaba ella, también había alguien que no esperaban, una chica pelirroja semidesnuda que estaba tratando de no perder el equilibrio mientras Agatha introducía sus tentaculos en su boca.
Se podían escuchar los empujones, los susurros, los quejidos de satisfacción y estimulación eficaz que Agatha dejaba salir al sentir el interior bucal de Nerissa en sus partes sensibles.
Mientras que Nerissa parecía estar atragantandose, ya que, Agatha era muy brusca. Desde hace rato que quería detener todo, pero Agatha no dejaba de empujar cada vez más profundo su tentáculo dentro de su garganta.
Chelsea y Ruby estaban estupefactas, no podían creer lo que sus ojos veian. Estaban agradecidas de que por lo menos, ambas chicas estén con algo de prendas encima y no totalmente desnudas, pero aún asi, esto seguía siendo algo muy traumante, bizarro, extraño y candente de un modo retorcido.
Ambas retrocedieron lentamente, saliendo de los baños hasta llegar afuera, donde ninguna decia nada.
Tenían sus miradas perdidas, sus mejillas ruborizadas, su cabeza hirviendo y su cuerpo caluroso.
Todo eso había sido bastante veloz, casi fugaz, pero la imagen de lo que vieron seguía plantada en sus cabezas, pareciendo que jamás la podrían hacer desaparecer.
"¡Fue suficiente!" Exclamó Chelsea con furia, saliendo del shock en el que se encontraba y alejandose un poco de Ruby "¡Tenemos que salir de aqui antes de que veamos cosas peores!"
"Por favor, no fue tan malo" Dijo Ruby entredientes, aunque ella misma sabía que si había sido muy malo.
"¡¿No fue tan malo dices?!, ¡acabamos de ver a nuestras madres en una situación muy comprometedora!" Recalcó Chelsea con vergüenza, pero sin perder su tenacidad.
"Si, estaban follando, solo dilo, no hay problema con eso ahora que tu y yo ya no somos nada" Explico Ruby con seriedad, ganándose una mirada enfadada de la pelirroja.
"¡Aún asi no deja de ser incómodo!" Chelsea continuó mostrándose molesta y sorprendida de que Ruby este tan tranquila.
Lo que no sabia, era que Ruby solo estaba fingiendo, no queria mostrarse débil y que Chelsea aproveche esa debilidad para intentar algo.
"¡Nerissa!" Comenzó a gritar Chelsea, viendo hacia arriba "¡Nerissa, sacanos de aqui!"
"¿Puedes hablar con ella?" Pregunto Ruby levemente asombrada.
"Ella me dijo que hablo contigo, pero de seguro ni cuenta te diste por estar tan cansada" Chelsea termino ese tema y volvió a lo suyo "¡NERISSA!" Grito con mucha fuerza una ultima vez, antes de que sintiera como se atoraba con su propia saliva.
"Creo que eres tu la que está cansada, Chelsea" Susurro Ruby con desdén, tomando a Chelsea y ayudándolo a reincorporarse "Dejame intentarlo..." Ruby tomo fuera en su voz, pero no para gritar, sino para concentrarse y decir las palabras correctas "Nerissa, me dirijo hacia ti, ¿puedes sacarnos de aqui, por favor?"
Su pregunta quedo lanzada en el aire, sin ser respondida de forma inmediata.
Justo cuando Chelsea estaba por burlarse de los modales que Ruby demostró, una luz las rodeo a ambas, una luz blanca que las hizo desaparecer y las transportó hacia otro lugar.
"..."
Ambas abrieron sus ojos cuando sintieron que el ambiente cambio y que sus pies tocaron otra superficie. Observaron su entorno un momento, sin decir nada, solo analizando todo con suma atención y cuidado.
No obstante, no tuvieron mucho tiempo para observar el lugar, pues una voz las interrumpio, tomandolas desprevenidas.
"Bienvenidas, niñas" Nerissa se presento, de forma "espiritual" se podría decir, ya que su cuerpo no estaba, solo se podia escuchar su voz que hablaba desde afuera "Te agradezco por haber sido tan amable con tu petición, Ruby"
La mencionada sonrio, viendo de reojo como Chelsea se mostraba molesta. Su semblante dejo de ser uno divertido, para mostrarse sería y determinada.
"No te creas mucho, solo lo hice para que hagas lo que yo te diga" Comenzó a decir Ruby, preparándose para dar más detalles "Aunque me creas una tonta, en este poco tiempo que te he visto interactuar con tu hija, he notado que tu quisieras ganarte su cariño. Lo unico que hice fue usar eso para conseguir mi objetivo" Concluyó con serenidad.
"Me sorprende lo mucho que has progresado en tan poco tiempo" Reconoció Nerissa, tomándose unos pocos segundos en silencio para después continuar "Pero como te dije antes, sigues siendo muy débil, muy... decepcionante..."
Ruby cerraría sus puños con furia, apretandolos con una fuerza que no solía usar, aquel comentario de Nerissa le dolió mucho, por alguna razón que desconocía.
"Como pueden ver, ya no estan más bajo el agua" Señaló Nerissa con simpleza, remarcando lo obvio "Ahora tendrán que enfrentar su segundo desafío"
"¿A que clase de juego enfermizo estas jugando?" Pregunto Chelsea, tomando la palabra "No se si estas esterada, pero hace apenas unos minutos acabamos de ver como ustedes par de cachondas-"
"No es necesario que me recuerdes eso de nuevo, Chelsea" Dijo Ruby, deteniendo a la pelirroja "Prefiero olvidarlo, asi que no lo vuelvas a mencionar" Se notaba claramente su incomodidad al hablar del tema.
Chelsea se mostró confundida, pues pensaba que eso a Ruby no le había afectado. Aunque tenía sus dudas, decidió solo callarse.
"Me disculpo por lo que tuvieron que ver, fue algo que no estaba en-" Su voz fue cortada de repente, escuchandose el sonido de una interferencia.
"¿Que esta pasando?" Se preguntaron ambas chicas, tanto kraken como sirena, sin darle mucha importancia al hecho de que habían dicho lo mismo al mismo tiempo.
"¡Yo tomaré el control!, ¡tu mejor ve a cocinar algo para cuando regresen nuestras hijas!" Exclamó Agatha con superioridad, escuchandose de fondo los lamentos de Nerissa, quien no tuvo más opción que obedecer.
"¿Mamá?, ¿eres tú?" Pregunto Ruby, esperando una respuesta afirmatoria.
"Si hija, soy yo, lamento haber tardado en llegar, estaba algo... indispuesta..." Confesó Agatha con cierta vergüenza.
"Ya me imagino de que forma habrás estado indispuesta..." Susurro Chelsea para mi misma, teniendo suerte de que nadie la escuchara.
"Bueno, tú si nos sacarás de aqui, ¿cierto mamá?" Pregunto Ruby esperanzada.
"Aunque me cueste admitirlo, es importante que cumplan por lo menos con esta segunda misión" Aclaro Agatha con dificultad, escuchandose de fondo como muchos platos y ollas se caian al piso, haciendo todo un desastre.
"¿Tú también vas a decir eso?" Ruby lucia decepcionada, pero aún asi, se aferró a calmarse y expresarse de mejor manera "¿No sería mejor que nos cuenten lo que pasó de manera resumida y ya?"
"Técnicamente si, pero... Nerissa insiste en que tienen que ver todo ustedes mismas, para que no desconfien y saquen sus propias conclusiones" Dijo Agatha con sencillez, mientras ruidos fuertes se escuchaban de fondo.
"Solo quiero irme de aqui" Dijo Chelsea con una expresion cansada, recordando a como se veía Ruby cuando la falta de sueño le afecto "Me da igual lo que haya pasado, estoy dispuesta a perdonar lo que sea si nos sacan de aqui"
"No hables por las dos, Chelsea" Dijo Ruby con seriedad, llegando hasta la anteriormente mencionada "Yo no perdonaré nada, menos si no tengo idea de lo que está pasando"
"¿Que dices?, pero si hace un rato querías irte de aqui" Detallo Chelsea, mostrándose confundida.
"Asi era, pero ahora que mi madre está con nosotras, siento que todo estará bien" Dijo finalmente con una expresión tranquila "Solo guianos, mamá, estoy dispuesta a seguirte"
"Ugh, bueno, supongo que yo también" Dijo Chelsea al darse por vencida, acercándose a Ruby "Pero después de esto no haré nada más"
"Gracias niñas" La voz de Agatha sonaba aliviada y tranquila, si su expresion pudiera verse, seguro sería una con las mismas características "Ahora, permitanme llevarlas de una vez"
Se escucho el fuerte ruido del viento chocar contra ambas. Por inercia, ambas tomaron sus manos, pensando que con esto evitarían separarse.
Un estallido las rodeo y en un parpadeo ya no estaban más en la superficie, ahora estaban bajo el agua, de nuevo.
Chelsea fue la primera en notarlo, al abrir sus ojos y ver que estaba en su forma de sirena y que Ruby estaba en su forma de kraken.
"¿Como?, ¿volvimos al agua?" Pregunto Chelsea confundida, pensando que si esto había ocurrido, no tenía sentido que Nerissa haya hecho tanto énfasis en que estaban en la superficie hace unos momentos.
"Nerissa tenía un camino diferente para ustedes, quería mostrarles como nos conocimos y... otras cosas" Su voz sonaba calmada, pero al mismo tiempo un poco ansiosa "Pero como ahora yo estoy al mando, he decidido mostrarles lo importante de una vez, ya que veo como las dos están cansadas"
Ninguna de las chicas dijo nada, ni un asentimiento, ni una expresión confirmatoria, simplemente se quedaron inertes, serias y mostrando en su rostro el notable cansancio y ganas de dormir que ambas tenían.
"Espero que esto no sea tan incomodo para ti, Chelsea" Dijo Agatha con vergüenza, mientras hacia de las suyas para impulsar a Chelsea y Ruby hacia delante.
No tuvieron tiempo de reaccionar cuando terminaron deteniendose, dándose cuenta del cambio de entorno. A los alrededores, había todo tipo de vida marina, paseando con tranquilidad y calma, en una armonía que no parecía ser normal.
Justamente, un sonido se escucho, el de unas dos figuras nadando hasta llegar a una fuente, que se encontraba en el centro de esta ciudad.
Ruby se acerco, intrigada por esas figuras. Chelsea pensó en detenerla, pero luego recordó que nadie podía verlas y se tranquilizó.
"Es... mi mamá..." Dijo Ruby en un susurro sorprendido, viendo a su madre encapuchada "Y creo que... veo a la tuya también..."
Chelsea llego hasta ella, viendo con sus propios ojos que Ruby no mentia, la chica que acompañaba a Agatha si era su madre, lo confirmo al ver como ambas se quitaban las capuchas que cubrían sus rostros.
"Estoy muy ansiosa de terminar con esto, Neri" Dijo Agatha con una sonrisa, tomando de las manos a su contraria "Ya quiero que esto se acabe para que podamos vivir juntas y felices, criando a nuestras hijas"
"Yo también, no puedo esperar" Declaró Nerissa correspondiendo la sonrisa, tomándose el tiempo de acercarse a la joven Agatha y besar sus labios en un beso fugaz que duró unos pocos segundos "¿Recuerdas el plan, cierto?"
"Claro que si" Agatha hizo aparecer un tridente de sus espaldas, el legendario tridente de Oceanus "Tú entras aqui y yo fingó matarte para que dejen de buscarte, luego escapamos y vivimos felices nuestras vidas hasta que una de las dos muera por vejez"
"Espera un momento..." Dijo Chelsea entre dientes, retrocediendo mientras encontraba similar la ocasión "Esto ya lo vi, no... quiero verlo de nuevo..."
"¿De que hablas?" Pregunto Ruby "¿Lo viste?"
"Fue cuando Nerissa en el cuerpo de tu madre me explico lo que estaba haciendo. Ella me mostró esto, no creo que sea necesario verlo de nuevo..." Aclaro la sirena con una expresión incomoda.
"Tal vez no para ti, pero para mi si" Expresó Ruby, mientras se acercaba más a la escena que compartían su madre con la madre de su ex "Yo no lo he visto después de todo"
"Puedo contarte como termina, solo salgamos de-" Comenzó a decir, siendo interrumpida a la brevedad.
"¿Como puedo estar segura de que no vas a mentir como siempre haces?" Cuestionó Ruby, mostrándose desconfiada "No volveré a caer en ninguno de tus trucos..."
Chelsea guardo silencio, dándose por vencida en su intento de querer ahorrar tiempo que para ella era muy valioso.
Cuando Ruby volvió su vista hacia adelante, vio como ambas chicas estaban llevando a cabo su plan.
"Mi madre ya debe estar viniendo, ¿estas segura de que esto es seguro?" Pregunto Agatha con temor.
"Claro que es seguro, completamente" Respondió Nerissa con rapidez "Una vez escuche que alguien más hizo esto, no debe ser tan riesgoso"
Agatha seguía sin verse muy convencida, pero no pudo hacer nada más al respecto, ya que, justo ocurrio lo que ella esperaba, a su madre llegando junto a unos cuantos soldados.
"¡Rápido, como lo practicamos!" Exclamó Nerissa con tranquilidad, alzando sus manos hacia arriba para mantener una ilusión de ella misma.
"Espero que todo salga bien..." dijo Agatha en un susurro para si misma, mientras extendia el tridente hacia Nerissa, haciendo que la misma termine dentro.
"¡Termina con esto de una vez, Agatha!" Exclamó la reina kraken, llegando al lugar y viendo gracias a la ilusión, como Nerissa estaba de rodillas, adolorida y cansada "¡No hagan tanto show, se que están planeando algo!"
"¡Claro que no mamá!, ¿no ves lo lastimada que esta?" Pregunto Agatha con una sonrisa nerviosa, mientras veía como la ilusión de Nerissa seguía en la misma posición "¡Solo mira lo que le haré!"
Agatha tomo el tridente con fuerza, haciendo que una luz verdad salga del mismo, en dirección exacta al "cuerpo" de Nerissa. Cuando la luz impacto en la ilusión, hizo parecer que todo fue real, ya que, el cuerpo de Nerissa termino derritiendose, capa por capa, paso por su piel, por sus músculos, hasta derretir sus huesos y no dejar ni las cenizas para recordarla. Simple y sencillamente, había quedado completamente pulverizada.
Ruby observo todo esto con horror, al igual que Chelsea. Ambas sabían que esto solo era un sueño, pero igualmente, no podían dejar de mostrarse impactadas y aterradas ante lo realista que se había visto todo.
Hasta Agatha se veía estupefacta, con ganas de caer en llanto por lo sensible que era.
"¡Recuerda que es solo una ilusion, cariño!" Exclamó Nerissa, hablando con ella en su mente.
"Oh, si... lo había olvidado..." Respondió Agatha mentalmente "Espera... ¿como es que tú voz esta en mi cabeza?"
"Luego te lo explico, la pendeja de tu madre viene hacia acá" Dijo Nerissa con molestia, para hacer desaparecer su voz.
"¡Fabuloso, buen trabajo Agatha!" Felicito la reina, mostrándose contenta, muy diferente a la reacción que tenían sus soldados, quienes comenzaron a ver a Agatha con miedo y temor "Jamás dude de ti, bueno, solo un poco, pero me alegra haber estado equivocada"
"Gracias mamá..." Dijo Agatha con una sonrisa, sintiéndose realmente feliz de sentirse apreciada.
"Pensé que después de la pelea que tuvieron se habían amistado, pero ya veo que no fue asi. Como te dije, siempre supe que Nerissa causaría problemas, jamás debiste conocerla, fue un error que no volveré a cometer" Explico la reina con frialdad, para tomar a su hija del brazo "¡Ahora vamos, un gran banquete te espera!"
"¿Un banquete?, pero si acabo de-" Quiso decir Agatha, pero fue interrumpida por su madre.
"¡Vas a comer como una reina y te gustará!" Exclamó la abuela con una sonrisa extasiada "Eso te ayudará a acostumbrarte a la comida que tendrás una vez que heredes mi trono, ¡vamos!"
La reina kraken se alejo con su hija, siendo seguida por sus soldados.
Ruby intento seguirlas, pero cuando se acerco, vio como Agatha desaparecio en un instante, al igual que su madre y los soldados enmascarados.
"¿Pero que-?" Pregunto Ruby en un reflejo, viendo como Chelsea también desaparecia, siendo cubierta por una estela brillante de color blanco "¡Espera!"
No pudo hacer nada, ella también fue cubierta por la misma estela blanca, lo que la termino haciendo desaparecer del lugar.
"..."
Por suerte, no fue el fin de ninguna de ellas, al menos no por ahora.
Lo que ocurrio en realidad, fue que fueron transportadas hacia otro recuerdo, de forma automática y fugaz. Ahora se encontraban en una habitación oscura, donde se podía ver a una figura sentada en la orilla de una cama, sosteniendo el tridente de Oceanus en sus manos, pero siendo de un tamaño pequeño y un poco adorable por verse inofensivo.
Ruby estaba por preguntar por lo que ocurrio, al igual que Chelsea, pero ambas tuvieron que guardar silencio al escuchar como Agatha comenzó a hablar.
"Aún no se como sacarte de aqui, Neri..." Dijo Agatha con vergüenza, mientras sentía su cuerpo débil por algún extraño motivo.
"Tranquila, ya pensaremos en algo, este lugar no es tan malo" Dijo Nerissa en respuesta, intentando animar a Agatha "Podria quedarme por años en tu mente y jamás me cansaria"
Agatha se sonrojo un poco, ante la vergüenza que sentia.
"Aún asi... te prometí que haríamos una cosa, que saldrías de aquí y seríamos felices..." Comenzó a decir Agatha, mientras sentía como su mascota personal acariciaba su pierna "Pero falle y ahora estás atrapada..."
Ruby abrio sus ojos sorprendida, al notar que la mascota que Agatha tenia, era la misma que ella tiene en la actualidad.
"No sabía que Nessi tenía tantos años..." Se dijo Ruby mentalmente, para después, continuar prestando atención a lo que ocurria.
Alguien llego a la habitación, una figura peculiar que Ruby reconoció al instante, se trataba de su abuela.
Agatha se apresuró y escondió el tridente en su blusa.
"Hija, ¿ocurre algo?" Pregunto su madre, llegando en ropas más comunes hasta su hija, quien estaba acomodando su sujetador que se encontraba suelto.
"No pasa nada mamá" Agatha termino de poner todo en orden, volteando a ver a su madre con la mejor sonrisa que pudo fingir "¿Por que lo preguntas?"
La reina tomo asiento a un costado de su hija, preparándose para hablar con ella.
"Conozco tu secreto..." Dijo en un susurro, haciendo estremecer a su hija "Se que te gusta que sea directa, por eso te diré todo sin darle más vueltas. Se que Nerissa esta en ese tridente que escondes en tu pecho"
Agatha casi se queda en un trance al escuchar eso, tanto esfuerzo que puso en su plan y todo le estaba saliendo mal, se sentía terriblemente inútil y decepcionada de si misma.
"Dejame decirte una cosa, Agatha" La reina se mostró tranquila, para sorpresa de su hija. Llevo un brazo hasta la menor, para transmitirle seguridad "Jamás pensé que tendrías la misma mentalidad que yo"
"¿Uh?, ¿que?" Pregunto Agatha, viendose confundida.
"¿Quieres saber por qué nunca conociste a tu padre?" Pregunto la reina, haciendo que su hija se confunda todavía más "De seguro habrás pensado que es porque murio, porque nos abandono, o por alguna otra razón más tipica. Pero la verdad es una que de seguro jamás imaginaste..."
"¿Eres asexual?" Pregunto Agatha con timidez.
"No" Respondió la reina con una sonrisa, sin poder evitar encontrar divertido el comentario de su hija "Tú padre fue un guerrero excepcional, a pesar de haber nacido siendo un macho, tenía la capacidad de poder hacerse gigante como las mujeres de la raza. El era muy fuerte, demasiado para su propio bien"
Agatha se mostraba interesada, mientras ignoraba lo que Nerissa le decia en su mente.
"Tú padre se alejo mucho del camino que un kraken debe seguir, por lo mismo, no tuve más opción que enfrentarlo..." Dijo la reina con seriedad, viendo como el rostro de su hija se mostraba aterrado "Pero tranquila, no le hice nada malo. Solo lo mande a un lugar donde no haría más daño"
Agatha vio como su madre sacaba su típico tridente de sus espaldas, para después, hacerlo pequeño justo como el suyo.
"Tú padre está aqui dentro, atrapado por su propio bien" Confesó con una pequeña sonrisa, sin mostrarse arrepentida ni avergonzada de nada "Al igual que tu, yo no queria separarme de el, por eso lo deje aqui, para tenerlo siempre conmigo, aunque sea de un modo retorcido"
Agatha, Chelsea y Ruby jadearon sorprendidas, no se esperaban esa revelación. Ninguna de las tres sabía como reaccionar.
"Pero lo que ocurre con Nerissa es diferente" Declaró con fuerza, retomando su seriedad "Nerissa no puede quedarse contigo de ese modo, es demasiado riesgoso, en cualquier momento podría escapar si te descuidas"
El entorno comenzó a quebrarse, como si el recuerdo se rompiera mientras se distorsionaba.
"Hija... se que es doloroso, pero también se que eres fuerte y lo podrás soportar..."
Agatha sintio como su madre ponía sus manos en las de ella, transmitiendole un contacto inusual y cálido, pero que también la hacia sentir insegura.
"No puedes quedarte con Nerissa, es un peligro para ti..."
Agatha comenzó a ceder a las palabras de su madre, por más que Nerissa significaba mucho para ella y le repetía una y otra vez que no lo hiciera, ella poco a poco estaba mostrándose más decidida.
"Yo la llevaré a un lugar donde podrá ser feliz... y no seguirá haciendo lo que mejor sabe hacer, provocar dolor"
Agatha termino con el tridente en sus manos, solo para entregárselo a su madre, quien lo tomo agradecida antes de que todo el recuerdo se termine por desvanecer, mientras se podia escuchar una tetera hirviendo y quejidos familiares de fondo.
"..."
"Nerissa... basta..." Se quejo Agatha entre gemidos, mientras apagaba la tetera que se encontraba hirviendo "Las niñas pueden venir en cualquier momento"
"Vamos Agathita~ hemos pasado tanto tiempo sin poder tocarnos~" Le dijo Nerissa en un susurro que fue directo a su oido, haciendola estremecer y que su cuerpo comience a calentarse.
"Sabes que todo esto no es real y que seguimos sin tocarnos realmente" Aclaro Agatha con sencillez, mientras intentaba quitarse a Nerissa de encima.
"Aún asi, se siente tan real que... no tengo muchas quejas..." Nerissa puso su agarre en la cintura de Agatha, mientras pasaba una mano por su abdomen.
"Si me tocas de ese modo... no tendré piedad contigo..." Advirtió Agatha con seriedad, tomando a Nerissa de su brazo "Si me quieres tienes que hacer más que solo complacerme, y lo sabes"
"Y si tu quieres que te perdone por encerrarme en ese tridente por más de quince años tienes que tener un comportamiento a la medida..." Dijo Nerissa con una sonrisa coqueta, mientras posaba una de sus manos en los pechos de su compañera "Me da igual lo que ocurra, solo quiero tenerte, que me folles tan fuerte que me hagas gritar tu nombre..."
"Odio cuando te pones asi..." Dijo Agatha con vergüenza, mientras retrocedía un poco "¿Estás en celo acaso?"
"Sabes bien que esto no es un fanfic omegaverse" Recalcó Nerissa, manteniendo su actitud coqueta "Pero si lo que quieres es ver a mi... amiguito especial... deberás ganartelo..."
Agatha gruño, para luego sonreir, sabía reconocer un reto cuando lo veia, y este, parecía ser uno de los buenos.
"Te arrepentiras de haberme provocado..." Dijo Agatha con arrogancia, mientras tomaba a Nerissa de ambos brazos, deteniendo sus toques.
"Eres tan jodidamente ardiente cuando te pones agresiva, mi amor~" Sus labios se ensancharon en una sonrisa curvilinea, mientras que sus ojos se iluminaban ansiosos y expectantes.
"Callate..." Exigió Agatha.
"Callame~" Pidió Nerissa, casi como si estuviera suplicando.
Agatha no perdió más tiempo, estaba decidida a hacer que Nerissa se arrepienta, de hacerle sentir tanto placer que no querría experimentar lo mismo nunca más, por el miedo a terminar muriendo por la sobrecarga de emociones fuertes.
Empujó a Nerissa contra la pared más cercana, donde vio sus ojos con intensidad antes de juntar sus labios con los de ella, pasando su mano por su cintura y por su cabello.
Nerissa correspondió el beso al instante, uniendo sus lenguas de igual forma. Su mano posada en la cintura bajo hasta tocar un glúteo, hasta acariciarlo y sentir la gran contextura del mismo, lo que solo la hizo poner más ansiosa de sentirlo sin esas molestas telas que separaban su mano de su piel celeste.
Agatha noto sus intenciones, dando el permiso de que continue. Aunque, si no lo hacia, ella iba a continuar de todos modos.
Su mano toco el torso desnudo de su acompañante, pasando por su piel clara y cálida, caliente y suave como la nieve, una experiencia y una sensación tan relajante y estimulante que casi la hace perder la cabeza.
"Tú cuerpo es mi mayor tentación..." Declaró Agatha, sumergida por completo en la lujuria, lo que sorprendió a Nerissa, al ver lo rápido que cayó en el juego del placer.
Nerissa quiso decir algo, pues quería aprovechar que sus labios tomaron distancia un momento, sin embargo, no pudo decir nada, pues Agatha volvió a besarla con mayor intensidad que antes.
Agatha llevo a Nerissa hasta el sofa, donde la recosto mientras seguía besandola. Sus cuerpos quedaron muy juntos, haciendo que ambas puedan sentir lo realmente calientes que estaban.
Nerissa chasqueo los dedos, haciendo que el sofá se agrande para mayor comodidad. Agatha quedo encima, Nerissa quedo abajo, viendola con deseo.
Agatha se quito la blusa, quedando solo con su ropa interior frontal. Nerissa se vio tentada a quitársela de un mordisco, pero no fue necesario, Agatha lo hizo por su cuenta, se quito lo que cubría sus pechos, dejando una vista que dejaba a Nerissa con mucho deleite.
"Pareces muy ansiosa, cariño~" Dijo Nerissa con burla, aunque ella también moría de ganas de que la verdadera acción comience.
"Tú me pones asi..." Dijo Agatha en respuesta, con una sonrisa mientras sus mejillas se pintaban de un color rojizo.
Estaban por unirse una vez mas, Agatha se preparaba para atacar mientras que Nerissa comenzaba a despojarse de su ropa.
Pero justo cuando todo estaba por escalar más alto, una luz brillante iluminó la sala, haciendo que tengan que detenerse aunque ninguna de las dos queria.
"¡¿Quién interrumpe este momento?!" Pregunto Nerissa con furia, tomando la ropa de Agatha y dándosela a la misma para que se la ponga "¡Vístete rápido antes de que alguien te vea!"
Agatha obedecio, vistiendose con rapidez, mientras que Nerissa se encargaba de revisar quien había llegado a interrumpirlas.
"¿Pero que...?" Pregunto Nerissa confundida, al ver a Chelsea y Ruby gemir adoloridas, mientras tosian con brusquedad "¿Que hacen aqui?"
"No sabemos, el recuerdo donde nos dejó Agatha solo se esfumó y nos trajo aqui" Explico Chelsea, mientras continuaba tosiendo.
"Agatha..." Llamo Nerissa con molestia, mientras la mencionada se daba vuelta "¿Que hiciste?"
"Debe haber fallado la conexión que estableci con ellas..." Explico Agatha, aún teniendo su rostro sonrojado "¡Fue tu culpa, me hiciste sentir muchas cosas en tan poco tiempo!" Dijo mientras señalaba a Nerissa.
"¡Olviden ya eso!" Grito Ruby, ganándose la atención de todos "Ya vimos eso que tanto querían que veamos, y entendemos todo, Nerissa se equivoco pero mi mamá lo hizo primero, así que ambas están a mano ahora, por eso han regresado a estar juntas"
"Eres muy analítica" Dijo Nerissa con una sonrisa, acercándose hacia las dos chicas "Aún quedas unos detalles que no conoces, pero supongo que ya deben querer irse de aqui"
"¡La pregunta ofende!, ¡obviamente queremos irnos!" Reclamo Ruby con molestia.
"No hables por las dos, Ru-" Chelsea termino quedándose callada, al sentirse intimidada por la mirada fulminante de Ruby.
"Bueno, creo que han visto suficiente por ahora, aún tenemos mucho más que explicarles. Pero con esto, saben que estamos del mismo lado y que todo se ha resuelto" Dijo Agatha con una pequeña sonrisa, llegando junto a Nerissa y tomando su mano.
"Un momento, me falto preguntar algo" Dijo Ruby con seriedad "¿Por que nunca me contaste que tenía dos hermanas?"
"¿Que?, ¿de que hablas?" Pregunto Agatha.
"De Chelby y Lazuli, ¿acaso tampoco las conoces?" Pregunto Ruby a modo de broma.
Agatha quiso decir algo, pero Nerissa le dio un pequeño golpe en sus nalgas, haciendo que se calle.
"¡Podremos hablar de eso después!" Nerissa alzo su mano, haciendo que la de Agatha también se eleve "¡Ahora vayanse!"
Chelsea y Ruby fueron iluminadas por la misma luz blanca, comenzando a parpadear para después de unos segundos, desaparecer por completo.
"..."
Chelsea y Ruby despertaron donde ambas habían quedado desmayadas, hace un largo rato.
Vieron que todo estaba despejado, no había nada, solo quedaban restos que indicaban que hubo una fiesta donde se abrieron regalos, pero no habian invitados a la vista.
Lo único que encontraron como "invitada", fue el cuerpo de Agatha, quien parecía seguir inconsciente.
"¡Mamá!" Exclamó Ruby, llegando al cuerpo de su madre "¿Estás bien?"
"Si, lo estoy, solo me dieron ganas de dormir un rato" Respondió Agatha, haciendo que Ruby se asuste al creerla inerte.
"Esto... mamá..." Dijo Ruby con temor, señalando el rostro de su madre.
"¿Uh?, ¿tengo algo en la cara?" Pregunto la mayor.
"No algo... alguien..." Respondió Ruby.
Agatha entendio a lo que se referia su hija, respiro profundo y logró que su cuerpo vuelva a la normalidad. Después, una estela blanca salió de su cuerpo, que se materializó como un espectro que tomo la forma de Nerissa.
"Se siente bien estar de vuelta, aunque sea como un fantasma" Exclamó Nerissa con una sonrisa.
"No entiendo nada de lo que está pasando" Dijeron Chelsea y Ruby al uniso.
"Esta era una de las razones por las que queríamos que se queden tanto tiempo dentro" Explico Nerissa "Logre establecer una conexión con ustedes, ahora pueden verme pero no tocarme, pues no tengo un cuerpo físico"
"¿Estás diciendo que siempre has estado aqui pero no podíamos verte?" Pregunto Ruby.
"Precisamente" Respondió con simpleza.
"Eso es raro..." Dijo Chelsea aterrada, pero sintiendo una mezcla de emociones confusas.
"¿No vas a darme un abrazo, hija?" Pregunto Nerissa con una sonrisa amable.
"No quiero, y aunque quisiera no podría hacerlo, eres un fantasma" Dijo Chelsea sin muchos animos.
"Eso puede solucionarse" Dijo Nerissa, volteando a ver a Agatha "¿Podrias pasarme una de esas pociones, por favor?"
"Claro, dejame ver si la tengo" Agatha reviso en la mochila que había empacado "Aquí esta" Saco una poción morada y resplandeciente "Xack fue muy amable de guardarnos muchas de estas"
Nerissa tomo la poción, abriendola desde arriba y tomandola toda, sin dejar caer ni una gota, no le gustaba desperdiciar nada.
Su cuerpo se iluminó, en una luz violeta, para cuando la luz se fue, Nerissa tenía su cuerpo físico nuevamente.
"Por suerte conservo la peculiaridad de que sólo ustedes tres pueden verme" Explico Nerissa, volteando a ver a Chelsea "Bueno hija, ¿ahora si vas a darme un abrazo?"
Chelsea se lo pensó un momento.
"No" Respondió con seriedad, para darse vuelta y alejarse "Me voy a casa"
"¿Cuando dices casa te refieres a mi casa?" Pregunto Ruby, llegando hasta ella "No quiero ser irrespetuosa, pero no quiero que sigas viviendo conmigo"
"Dejala Ruby" Dijo Agatha, saliendo en defensa de la pequeña sirenita "Recuerda que está embarazada, deja que se quede por un tiempo. No se muy bien por que están peleadas, pero se que lo solucionarán"
"Esto no tiene solución" Recalcó Ruby.
"Lo mismo pensaba de mi relación con tu madre" Dijo Nerissa llegando con Ruby "Pero ahora que le di una oportunidad más, soy muy feliz"
"Sigo sin confiar en ti" Dijo Ruby, sorprendiendo a la mayor de las sirenas presentes "Solo lo dije para que me saques de ese horrible lugar"
"En ese caso, permiteme regresarte..." Nerissa estiró su mano hacia Ruby, queriendo jugar con ella, pero lo que no se esperaba, era que Ruby tomaría su brazo con fuerza, mientras preparaba su puño "¡Espera, solo estoy jugando!"
Ruby deshizo su puño, soltando a Nerissa.
"Yo también, solo estaba jugando" Dijo con una expresión neutra, para después, darse vuelta, tomar su bolsa de regalos y emprender nado hacia su hogar, viendo como Chelsea ya se le había adelantado.
"Ya te ganaras su cariño, lo se" Dijo Agatha con tranquilidad "Me siento mal por Arthur, lo acabo de cuckear"
"Olvida eso, tenemos cosas más importantes que hacer" Dijo Nerissa, mientras miraba a su contraria con una expresión seria "¿Recuerdas nuestro plan, cierto?"
"Lo recuerdo, nada cambiara, te lo aseguro" Respondió Agatha con seguridad.
"De acuerdo..." Respondió Nerissa "Vamos a casa entonces, tengo mucho sueño"
"..."
La noche aconteció, todos dormian, unos pocos seguian despiertos. Entre esos pocos, se encontraba Ruby, la cual fue un momento a las orillas de la playa para tratar de distraerse de todo el caos que venía soportando.
No quiso llamar a nadie, no quiso llamar la atención. Paso fácilmente de Nerissa, pues esta dormía como una piedra, su madre tampoco fue tan complicada de pasar, pues ella no se quería separar de su vieja "amiga" por nada en el mundo.
Sin embargo, con Chelsea, la cosa fue diferente. Ruby podría jurar que la vio seguirla en su camino hacia la playa, pero tal vez solo sea su imaginación o su típica paranoia jodiendo como siempre.
Lentamente, se dejó caer, sus piernas recostadas en la arena, sus glúteos que tomaron asiento, ajustándose a la contextura de la superficie arenosa, sus manos fueron hasta sus rodillas levantadas, reposando en total calma, mientras veía el cielo estrellado y luminoso.
Intento poner su mente en blanco, justo como le enseño su madre. Este era un ejercicio que ella solía realizar para calmarse en los momentos más críticos, pero que había olvidado por el paso del tiempo. De no ser por el viaje mental que tuvo hoy, quizás jamás hubiera podido recordarlo.
Su respiración era tranquila, tan relajada y concisa que se mezclaba con el sonido del viento y el subir de la marea.
Unas aves pasaron por su cercania, deteniéndose un momento para observarla. Solo hicieron eso, la observaron desde su distancia, como una cómoda compañía que parecía ser imperceptible.
Tristemente, aquel momento de paz y calma no duro mucho, alguien llego desde sus espaldas, a paso lento pero ruidoso.
Ruby no tuvo que voltearse para saber de quien se trataba, lo pudo identificar muy bien, por su aroma, por su aura, por la energía que le transmitía, por todo el conjunto de cosas que le recordaban lo mucho que había sufrido.
Imposible confundirla.
"¿Puedo... sentarme?" Pregunto Chelsea con timidez, hablando en voz baja.
Ruby asintio con su cabeza, sin voltearla a ver.
Chelsea entendio la situación, sintiéndose más deprimida pero comprendiendo la actitud de Ruby hacia su persona. Se limitó a sentarse a un costado de Ruby, poniéndose en la misma posición que ella.
"¿Por que me seguiste?, ¿o es que también se te antojo salir a dar un paseo?" Pregunto Ruby con desdén, viendo hacia su delante con seriedad.
"Yo... tenia que hablar contigo" Aclaro Chelsea, mostrándose nerviosa.
"No hay nada de que hablar y lo sabes" Reafirmo Ruby, finalmente volteando su mirada hacia su contraria "Mi decisión ya está tomada, si vienes a intentar hacer que la cambie, solo pierdes tu tiempo"
"No vengo para eso" Dijo Chelsea con rapidez, sorprendiendo levemente a Ruby, por la determinación que demostraba "Quiero contarte algo, hablarte acerca de... algo sentimental... pero es diferente a cualquier cosa que pienses"
"No hay nada que me pueda sorprender ahora" Dijo Ruby con tranquilidad, volviendo su vista al frente "Adelante, habla"
Chelsea tomo valor, reuniendo las palabras necesarias, planificando todo a la perfección, esperando que su último intento de salir bien librada termine bien.
"¿Tienes sueños?" Pregunto Chelsea con serenidad, sintiéndose incomoda al ver como Ruby le dirigia una mirada de confusión total.
"¿Que?, ¿sueños?" Pregunto Ruby, con una sonrisa fingida.
"Si, sueños, ¿tienes algún sueño en tu vida que quieras cumplir?" Insistió la pelirroja, aprovechando el momento para acercarse un poco más.
"¿Si te respondo eso me dejarás en paz?" Pregunto Ruby con desinterés.
"Si, te dejaré en paz" Confirmo Chelsea, con una voz dolida que quiso ocultar, pero le fue imposible.
"De acuerdo..." Ahora era Ruby la que estaba nerviosa, pensando que podía decir en esta situación "De pequeña... tuve un sueño, uno no tan grande ni mágico como la mayoría podría esperar, realmente... era algo que una kraken como yo podría alcanzar con suma facilidad"
Chelsea escuchaba con atención cada palabra, poniendo más nerviosa a la peliazul por su repentina cercania, obligándola a separarse un poco.
"Mi sueño... era encontrar un lugar donde encajar..." Comenzó a decir Ruby, sintiendo la nostalgia en su ser al recordar eventos de su pasado "Desde pequeña siempre quise ser buena en algo, estar rodeada de gente a la que... también le gustará ese algo. Y cuando descubri mis orígenes como kraken pensé que había encontrado eso que tanto anhelaba, pero me di cuenta que no soy buena para eso tampoco..."
La expresión de Ruby dejo de verse sencilla, sus facciones se marcaron, mientras ella seguía pensativa y sin percatarse de que Chelsea la observaba con empatia.
"No soy buena fingiendo ser una humana, tampoco soy buena siendo una kraken, ¿que se supone que puedo ser entonces?" Formuló su pregunta y se dirigió hacia Chelsea, la cual dio un pequeño brinco asustadizo al verla tan de cerca.
"Tú ya eres perfecta... Ruby..." Las palabras salían desde lo más profundo de su corazón, probablemente era de las pocas veces en las que ella era genuinamente honesta "Tú no necesitas ser buena en algo para que los demás te quieran, tienes muchas personas que ya te quieren"
"Dime una sola persona que no sea mi familia" Dijo Ruby con sencillez, haciendo que Chelsea piense un poco. Pero antes de que pueda decir su respuesta, Ruby se le adelanto "Y ni me digas que tu, porque yo ya se que ese amor que dices tener hacia mi en realidad no significa nada"
"No digas eso... yo... claro que..." Chelsea vio el semblante serio que Ruby mantenia, teniendo que mantenerse callada para no fastidiarla más "Lo que quiero decir, Ruby, es que tú no necesitas nada de eso, siendo como ya eres es más que suficiente"
"¿En serio?, ¿entonces por que mi vida es tan miserable?" Comenzó con una pregunta mortal, mientras de forma repentina se ponía de pie "¿Por que me engañaste si era tan buena?, ¿por que preferiste mentirme por tanto tiempo en lugar de ser honesta conmigo?, ¡¿por que tuviste que hacer que me enamorará de ti?!"
Chelsea no tenía palabras, no tenía la valentía ni la fuerza suficiente para decirlas ni para pensarlas, simplemente no tenía nada, Ruby estaba siendo muy fuerte y concisa con sus palabras, era demasiado que afrontar.
"¿Sabes... por que dije que ese *era* mi sueño?" Pregunto con una sonrisa, que más parecía ser una expresión cansada que se forzaba a verse feliz "Porque ya no lo es más, ese... *era* mi sueño" Su rostro bajo hasta el de Chelsea, donde la tomo con su mano y la obligo a verla directamente "Pero ahora... lo unico que sueño cada noche... con todo mi ser... con todas las ganas del mundo de que se cumpla... es nunca haberte conocido, Chelsea Van Der Zee..."
Una conexión de miradas duras y frias, que recordaba a la primera vez que sus rostros tuvieron esa proximidad tan cercana. Tristemente, el escenario en el que se encontraban no era uno muy feliz, dando a entender que esto no podía terminar bien de ninguna manera.
Chelsea hizo un esfuerzo por mantenerse fuerte y firme, por no mostrarse débil y ocultar todo lo malo de si misma, pero no pudo retenerlo más tiempo, lágrimas ásperas y crudas comenzaron a salir de sus ojos, humedeciendolos y al poco tiempo bajando por su piel blanca hasta golpear la arena.
Ruby la observo con la misma seriedad, sin cambiar su expresion en ningún momento. Algo que sorprendió a la pelirroja, fue ver al amor de su vida lagrimeando, derramando lagrimas igual que ella, pero a diferencia de si misma, Ruby seguía con la misma expresion firme, cruel y fria.
La mano de Ruby continuaba tocando su rostro, pasando por una de sus lágrimas que había descendido, pasando por sus labios, hasta llegar a la punta de su nariz, donde dio un pequeño toque juguetón, que no dio gracia a ninguna de las dos.
"Te amo, Chelsea" Confesó Ruby con dolor, finalmente cambiado su expresion a una rota y acabada "Y por eso te odio, porque has hecho que te ame y no puedo quitarme ese sentimiento. No importa lo que pase, no importa lo que hagas, aunque me mientas... una y otra vez... yo te sigo amando..."
Aunque esto pueda parecer esperanzador, no lo era, no del todo. Chelsea se daba cuenta de lo tóxico y perjudicial que sería continuar con un amor como este, siendo la última señal que necesitaba para tomar una decisión.
"Entiendo..." Dijo inicialmente, limpiando su rostro y alejandose de Ruby, mientras se ponía de pie como si nada "Solo quiero que seas feliz, pero si a mi lado no lo serás, creo que lo mejor es que terminemos esto definitivamente"
"Por fin lo entendiste..." Dijo Ruby con seriedad, mientras limpiaba las lágrimas de su rostro "Te lo agradezco, de verdad lo hago"
Chelsea sonrio, era la sonrisa más falsa que había hecho jamás, una sonrisa que ocultaba cosas horribles, sentimientos que hacían un terrible contraste con lo que se supone que una sonrisa deba significar.
Ruby tambien le sonrio, como si de un juego se tratara. Ninguna de las dos sabía exactamente el motivo detrás de fingir esas sonrisas, pues era bastante claro que eran falsas. Aunque ambas lo supieran, aunque ambas sabían que se amaban con locura, entendían que continuar sería cometer el mismo error una y otra vez.
"Me voy a casa" Dijo Ruby, fingiendo estar más tranquila "¿Vienes... conmigo o te quedarás?"
En cualquier otra situación, Chelsea hubiera aceptado gustosa, sin pensarlo ni un momento. Pero, en este momento, lo que menos quería era estar cerca de Ruby, porque sabía que si continuaba viendo su linda cara, su bella sonrisa, sus hermosos labios, tarde o temprano terminaría besandola, y no queria que la historia se repita otra vez.
"Me quedaré un rato más, ve sin mi" Respondió Chelsea con la misma sonrisa, mientras retenia las ganas de gritar por el dolor que atormentaba su corazón.
Ruby entendio, pasando a retirarse sin decir palabra alguna.
Pero en un acto de valentia, y aferrándose a no terminar las cosas de este modo, Chelsea corrió hacia Ruby, tomándola del brazo para que no se aleje más.
"¡Espera, aún no te vayas!" Exclamó desesperada, para después ver con asombro como Ruby, al voltearse, mostró estar llorando con fuerza.
"¡No hagas esto más difícil!" Suplico Ruby, mientras intentaba librarse del agarre de la sirena "¡Por favor, detente!"
"¡Solo una cosa más!" Insistió Chelsea con fuerza, sin dejar que Ruby la aleje "¡No te he dicho cual es mi sueño!"
Un silencio reino en el lugar, Ruby dejo de forcejear, mostrándose confundida y levemente interesada.
"No me intere-" Estaba por decir Ruby, cuando fue soltada de repente, haciendo que casi pierda el equilibrio y caiga de espaldas.
Cuando se reincorporo, se encontró con una gran sorpresa, a Chelsea inclinada hacia ella, sosteniendo en sus manos un pequeño cubo de color rojizo.
"¿Chelsea...?" Pregunto Ruby con sorpresa, viendo como Chelsea comenzaba a lagrimear.
"¡Mi único sueño... es que tú seas feliz!" Exclamó determinada, mientras abría el cubo y mostraba un anillo de compromiso de color celeste brillante, con las figuras de Chelsea y Ruby bordadas alrededor "¡Y estoy segura... de que si me esfuerzo, puedo ser esa persona que llene tus días de felicidad!"
Ruby parpadeo incredula, sintiendo sus ojos llorosos, sus labios abiertos y su cuerpo temblar. La propuesta de Chelsea le cayó como un balde de agua fria, más fría que cualquier tipo de agua que haya sentido antes, ni en las fosas más profundas del mar se podía encontrar un tipo de agua como esta.
"¡Por favor, dame la oportunidad de hacerte feliz!" Exclamó Chelsea ya perdiendo la esperanza, al no haber recibido una respuesta de Ruby en un largo tiempo "¡Te juro con mi vida que no te arrepentiras!, ¡ayúdame a cumplir mi sueño!"
Ruby no puedo evitar enternecer, de verdad amaba a esa chica, claro que la amaba, con todo y sus errores.
Pero... era muy tarde para volver a la misma tonteria.
En cualquier otra situación, se estarían abrazando felices y emocionadas por la vida de casadas que les tocará vivir.
Pero ahora, ese escenario, no era posible.
Ni siquiera un poco.
"Por favor..." Rogó Chelsea, sin importarle que se estaba humillando por completo. Tener el amor de Ruby de vuelta hacia valer cualquier cosa, sin importar de que se trate "¿Quieres... casarte conmigo?"
Le costo procesar todo, pero por fin lo hizo, Ruby tenía su respuesta clara, quizás no era la que su corazón queria, pero si la que mejor le convendría a largo plazo.
"Lo lamento, Chelsea" Se disculpo con sinceridad, retrocediendo y dejando en conmoción total a la pelirroja "Quizás... en tus sueños... pero en la realidad, es un rotundo no"
Chelsea perdió las últimas fuerzas que le quedaban, cayendo contra la arena y soltando el anillo, el cual se perdió en la arena, al darse cuenta que no sería necesitado.
Ruby pensó en hacer algo más, pero no se le ocurrió nada. Se dio cuenta que cualquier cosa que diga, mientras no sea un si, sería dolorosa y un golpe directo al corazón. Optó por la opción más sencilla y a la vez más cobarde, darse media vuelta y alejarse, ignorando a su corazón que le repetía una y otra vez que le haga caso, que siga sus indicaciones, pero Ruby ya no queria, porque ya una vez siguió a su corazón, y lo único que consiguió fue quedar como una estúpida, como una ilusa, como una tonta enamorada que seguía creyendo en el verdadero amor y en los finales felices.
Ruby termino de alejarse, perdiéndose en la cruda oscuridad de la noche. Los ojos llorosos de Chelsea ya no pudieron verla más, haciendo sufrir tanto a su corazón como a su portadora.
Chelsea quedo tirada en la arena, sin fuerzas para levantarse, y sin intenciones de hacerlo, porque ya no tenía ganas de vivir ni de enfrentar a la vida con su mejor cara, pues lo había perdido todo. O por lo menos, todo lo que la hacia feliz y le daba sentido a su vida.
Entre lamentos y lamentos, pequeños susurros se hicieron presentes, inaudibles y cansados, pero que no eran necesarios de escuchar para saber que solo reflejaban tristeza y dolor.
De esta forma tan cruda es como la despedida de estas dos almas gemelas finalizo.
Después de algo tan horrible, solo pueden venir cosas buenas.
¿No es verdad...?
"..."
Siendo las cuatro de la mañana, definitivamente, muy pocos eran los que seguian despiertos. Algunos apenas se levantaban, otros pudieron haber quedado desvelados, quien sabe.
Pero una de ellas, regresaba de un largo viaje con toda su familia, esperando ansiosa el momento de tocar tierra firme.
Veía como el barco donde viajaba se acercaba cada vez más a la orilla, poniéndola emocionada y contenta.
"¡Finalmente!, ¡no puedo esperar para ver a Ruby!" Exclamó con felicidad, mientras veía en su celular la conversación que tenía abierta con el contacto de su amiga "Por fin sabré por que nunca respondió mis mensajes..."
Unas aves se posaron en su cabeza, haciendo que ella grite asustada y casi termine por hacer caer su celular al mar.
"¡Malditas aves del carajo!" Exclamó furiosa, mientras se arreglaba su cabello "No quiero que Ruby me vea de esta forma, ahora que lo pienso, ¿habrá conseguido quedarse con Connor?, me dijo que tenía un plan para hacerlo suyo, pero nunca me explico de que sea trataba"
La morena sonrio, al ver que finalmente, estaba regresando a casa, el barco se detuvo y con eso su corazón dio un vuelco emocionado.
Uso su teléfono por última vez, para mandarle un mensaje a su amiga, aunque no tuviera esperanzas de ser respondida.
"Tú mejor amiga Margot ha vuelto a tu vida, Ruby. Espero no ser una molestia~"
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro