[Capitulo 30]
"¿La historia está condenada a repetirse...?"
"..."
El pasado me continua jodiendo, no me deja dormir.
Lo que hice estuvo mal, pero sólo puedo seguir.
No pediré perdón, porque yo no se hacer eso.
No se nada sobre eso, no.
No se nada sobre eso, claro que no.
Solo soy una cara bonita...
Una bella mascara.
No quieres conocerme...
No vas a conocerme...
No valgo la pena...
No merezco existir...
No merezco seguir con vida...
En este maldito mundo que solo me hace recordar todo el daño que han ocasionado mis acciones.
Merezco ir al infierno...
No...
Eso sería demasiado piadoso para alguien como yo.
Yo, Nerissa Van Der Zee, merezco algo mucho peor.
Pero no me iré de aqui sin antes hacer sufrir a la maldita que me mantuvo encerrada por tantos años... en una esquina, desechada, olvidada, maltratada. Sufriendo los maltratos de la chica que un día me juro amor eterno.
Que ironica es la vida...
Si alguien pregunta, no sabré que responder.
Lo hago por mi, pero también lo hago por ti.
Definitivamente te amo mucho, Agatha Gillman.
¿Me crees, cierto...?
¿Confías en esta sirena de ojos hipnotizantes?
¿Todavía me sigues amando...?
...
...
...
Aunque ella sabia que Agatha no podía responderle, pues esta ya no existia, quería seguir intentándolo. Como una forma de burlarse de que cada vez se acercaba más a la cúspide de su venganza, también como una forma de distraerse mientras cocinaba el desayuno para su familia.
"Te ves estresada, cariño. ¿Estas bien?" Pregunto el señor Gillman, Arthur. Mostrándose empatico con su esposa.
Nerissa reaciono con una pequeña sonrisa nostálgica al verlo, aún lo recordaba, jamás podría olvidarlo.
"Si cariño, estoy bien" Respondió Nerissa, dejando fuera sus pensamientos "¿Podrias ayudarme un poco por aqui, por favor?, creo que estoy perdiendo mis toques para cocinar..." Sonriendo ampliamente, mientras sus ojos parecían estar brillando de un peculiar color rojizo.
"Claro, lo que sea por ti, linda" Arthur le sonrio con dulzura, tomando su lugar en la cocina.
Nerissa no perdió más tiempo y salió de ese lugar tormentoso y ruidoso, para tomar asiento junto a Ruby.
"Insisto con que te ves diferente, mamá" Comenzó a decir Ruby, mientras tenía tomada de la mano a Chelsea.
"Si, por algún motivo esta siendo demasiado amable conmigo... aún no puedo creer que hayas dejado que duerma con Ruby" Continuó diciendo Chelsea, mientras que con su mano libre jugaba con un pequeño tenedor de metal.
"Oh... pues... ¿por que no hacerlo?, digo... ustedes ya son unas chicas grandes y... hmm... merecen... ¿libertad?" Nerissa sabía perfectamente que Agatha jamás diría eso, pero fue lo único que se le ocurrió.
Ruby miro a su madre, con su rostro aún más confundido. Siendo acompañada por Chelsea, quien seguía sin poder creer que su suegra este siendo tan buena y generosa.
A la mente de la sirenita llego una idea, rápidamente tomo a Ruby de su cabeza y la acerco hasta ella.
"¿Que pasa?" Pregunto Ruby, entendiendo que Chelsea había activado su código secreto de confidencialidad. Hace un tiempo habían acordado que siempre que quieran hablar algo privado debía ser asi.
"Tengo una gran idea..." Comenzó a decir Chelsea, mientras una sonrisa se formaba en sus labios "¿Que tal si le decimos a tu madre que va a ser abuela?"
"¡¿Que?!, ¡¿ahora?!" Pregunto Ruby, desconcertada y eufórica.
"Si, ahora, hay que aprovechar que parece estar de buen humor... además, no creo que tengamos un mejor momento para decírselo que justo ahora"
"Uh... en eso tienes razón supongo..." El rostro de Ruby pasado de desconcierto a un simple y llano pensamiento, lo estaba considerando "Pero es peligroso... toda la familia esta aqui... ¡hasta mi tío Brill!"
Justamente, Brill hizo un sonido con una serpentina, la cual termino tragandose por accidente. Aunque conociendolo, puede que haya sido apropósito.
"Entiendo tu punto..." Dijo Chelsea, llevando su mano hasta el hombre de Ruby "Pero a veces es mejor arriesgarse... ¿recuerdas lo que suelo decir?"
"¿Riesgo grande... recompensa grande?"
"Exacto, veo que recuerdas muy bien lo que digo..." Comento Chelsea con una pequeña sonrisa, encontrando muy lindo ese detalle.
"No estoy segura de esto..." El rostro de Ruby comenzó a ponerse pálido, ya que, un montón de escenarios llegaron a su mente, donde todo salía terriblemente mal.
"Ruby, si no le decimos, estaríamos haciendo lo mismo que yo te hice a ti..." Comenzó a decir Chelsea, mostrándose incomoda al hablar del tema de su engaño "Estaríamos mintiendo..."
"¿Que?, claro que no, no estaríamos mintiendo, estariamos..." Ruby se esforzó en recordar la frase que su madre le solía decir "Omitiendo..."
Chelsea arrugó su rostro, como poniendo una expresión de completa incredulidad.
"Eh... niñas... ¿sabes que todos escuchamos lo que dicen, cierto?" Pregunto Nerissa, con un tono de voz juguetón.
Las dos chicas dejaron su reunión de emergencia y se pusieron firmes en su asiento.
"¿De verdad... se escucho todo?" Preguntaron ambas, luciendo temerosas y ansiosas.
"Bueno... yo solo escuche un montón de murmullos" Confesó Nerissa, acomodando sus lentes.
"Yo tampoco escuche bien" Comento Sam, desviando la atención de su celular por un momento.
"Yo si escuche todo" Dijo el tío Brill, mostrando una expresión sorprendida y emocionada "¡Agatha vas a ser abue-!"
Ruby se lanzó de inmediato en contra de su tio, haciendo que este caiga al suelo. A esta acción se le sumo Chelsea, no queria que Brill se le adelantara, por eso decidió unirse al ataque.
Sam pensó que sería buena idea grabar todo esto, así que comenzó a hacerlo, comenzó a grabar mientras tenía una sonrisa en su rostro.
Nerissa solto una risa para si misma, ella ya estaba muy bien enterada sobre el tema del embarazo. Le causaba gracia los torpes intentos de su "hija" por querer ocultar ese detalle.
Ella pensó que, seguramente, Agatha ya la habría descubierto desde hace rato.
"¡¿Que esta pasando aqui?!" Pregunto una voz que venía de la cocina "¡Nada de peleas en el desayuno!"
Nerissa recordó que justo ahora era Agatha, y si quería continuar así sin levantar sospechas, tenía que comenzar a actuar más como Agatha.
El problema era que por algún motivo, no lograba acceder a los recuerdos de Agatha. Solo tenia una breve visión de los mismos, pero le hacían falta muchas cosas, como su talento para la cocina por ejemplo.
"¡Ok, fue suficiente!" Exclamó Nerissa, acercandose a las dos chicas "¡Dejen a mi hermano!"
Ruby se encontraba sujetando a Brill de su cuello, mientras que Chelsea se encontraba golpeando su estomago.
"¡¿Como puedes resistir tantos golpes?!" Pregunto Chelsea sorprendida, notando que sus golpes no parecían tener efecto.
"Tengo huesos anchos..." Dijo Brill con una sonrisa, mientras Ruby continuaba intentando someterlo.
"¡Ni siquiera tienes huesos!" Exclamó Ruby con furia, molesta de que sus ataques tampoco estén dando efecto.
"¡Bueno, detenganse!" Finalmente Nerissa se ánimo a separar a Chelsea y Ruby de Brill.
"Oh... ¿se acabó?" Pregunto Brill desanimado "¿Por que hiciste eso, Agatha?, mi sobrinita solo estaba jugando"
"Brill, literalmente ella intento asfixiarte"
"Tú me atropellaste con el auto y no paso nada" Respondió Brill, manteniendo su sonrisa relajada.
"¡¿Que?!" Exclamó Ruby, con una sonrisa pequeña en su rostro, estando sorprendida por lo que escuchaba "¡¿Atropellaste a mi tio?!"
Chelsea estaba riéndose en voz baja en un rincón.
Nerissa no sabía que responder, ¿de verdad Agatha atropello a esa... cosa llamada Brill?, que locura.
"¡Tú no hables, Ruby!, ¡acabas de intentar asesinarlo!" Exclamó Sam con una sonrisa, mostrando su celular ante todos "¡Y lo tengo todo grabado!"
Ruby tomo el celular de Sam en un parpadeo, borro el video y lo devolvió a las manos del pequeño kraken.
"¿Que?, ¿como...?" Pregunto Sam, en shock y procesando lo que acaba de ocurrir.
No sólo el estaba así, todos estaban igual. Nadie pudo ver el movimiento tan fugaz de Ruby, fue como si un rayo hubiera pasado delante de ellos a la velocidad de la luz.
"Ahora no tienes pruebas para extorsionarme..." Dijo Ruby con una sonrisa que demostraba superiodidad, pero cuando cayo en cuenta de que Chelsea la miraba con ojos brillantes y maravillados esa confianza y valentía se desvanecio.
"¡Wow, eres rápida!" Exclamó Arthur, llegando a la mesa con una sonrisa y sosteniendo una bandeja plateada ella su mano derecha "Ahora siéntate y come, aprovecha ahora que está caliente"
Ruby hizo caso a lo que su padre le ordeno, tomo asiento en la mesa, viendo como Chelsea se reincorporaba de su shock mental para también tomar asiento justo a su lado.
Todos comenzaron a comer el desayuno, siendo este un desayuno típico y corriente, al menos para ellos.
"¡Si, los panqueques son mis favoritos!" Exclamó Brill, entusiasmado y feliz por la comida. Luego de hechar un montón de miel a su plato de panqueques, lo devoró todo de un bocado, tragandose el plato en el proceso.
Solo Chelsea quedo confundida ante esta actitud, todos los demás no reaccionaron, ya estaban aconstumbrados.
Hasta Nerissa había entendido que Brill simplemente era asi, y que no servía de nada tratar de cambiarlo, lo mejor era aceptarlo tal y como es.
Justo cuando pensó eso, un recuerdo de Agatha se desbloqueo en su mente. Siendo la vez en la que Brill revelo que desearía ser una mujer.
No pudo evitar reír con fuerza, desencadenando que se atore con la comida, ante la mirada atónita de todos.
"¡Cariño!, ¡ten cuidado!" Arthur le llevó un pequeño pañuelo a Nerissa, limpiando de forma rápida lo que mancho en la mesa.
Ruby formo una sonrisa divertida en sus labios, una sonrisa que fue acompañada por la de Chelsea.
Nerissa se reincorporó y tomo el pañuelo para limpiar su boca. Luego de esto, dejo el pañuelo a un costado suyo y continuó comiendo.
"Agatha si que esta rara..." Pensó Chelsea, ya por fin comenzando a sospechar de su suegra y de su extraña actitud.
"Por cierto... cariño..." Comenzó a decir Arthur, llamando la atención de todos en el comedor "Después de desayunar tengo que ir a ayudar a tu madre con algunas cosas, me dijo que necesita mi ayuda para organizar la ceremonia de Ruby"
La chica kraken antes mencionada, escupió todo el jugo de naranja que estaba tomando. Aquel jugo le termino cayendo en toda la cara a Brill, el cual comenzó a tomarlo con su lengua, mostrando estar conforme y gustoso.
Chelsea vio a su novia en esta situación tan vergonzosa y se apresuró a hacer algo para ayudar. Tomo un pañuelo que estaba en la mesa y con rapidez comenzó a limpiar la parte de la mesa donde Ruby mancho de jugo.
"¡¿Que dijiste?!, ¡¿mi ceremonia?!" Pregunto Ruby, completamente desconcertada.
"Si... tú... ceremonia de coronación... ¿no estabas informada sobre eso?" Pregunto Arhtur, mostrándose confundido y preocupado.
"¡Claro que no!, ¡nadie me dijo nada!" Exclamó Ruby, mostrando miedo al hablar "¡¿Como es eso de que me van a coronar?!"
"Ella me dijo que tú ya sabias... y estabas de acuerdo..." Comenzó a decir Arthur, con una sonrisa nerviosa "Hasta lo hable con tu madre y... ella también estuvo de acuerdo..."
"¿Uh?, ¿lo estuve?" Pregunto Nerissa, confundida e incredula. Conocia muy bien a Agatha, sabía que jamás aceptaría que su madre convierta a su hija en una reina guerrera de los siete mares, menos a una edad tan temprana.
Arthur escucho la pregunta, pero por su propio bien, decidió mejor no responder.
"¡De ninguna manera!, ¡no quiero ser una reina!" Exclamó Ruby molesta, sintiéndo que su opinión no significaba nada "¡¿Como es posible que todos lo sabían menos yo?!"
"Hija..." Arthur dejo a un lado su vaso de jugo, mirando a su hija directamente "Tú abuela solo quiere ayudarte... ella... puede tener ideas un poco alocadas, pero no lo hace con mala intención"
"¡¿Como puedes estar de acuerdo con que me convierta en una reina?!"
"Ruby, eso es imposible" Comenzó a decir Chelsea, con una pequeña y linda sonrisa "Tú ya eres una reina, al menos para mi~"
El ambiente cambio de pesado a incomodo, ese comentario estaba de más y definitivamente hubiera sido mejor que Chelsea se lo hubiera guardado para después.
"Gracias... Chelsea..." Dijo Ruby, sintiendose alagada y teniendo un pequeño rubor en sus mejillas "¡Pero no es momento de sentimentalismos!"
Ruby se puso de pie, bajando de la silla con firmeza y rudeza, llego hasta la puerta, bajo la mirada confundida y expectante de todos.
"¿A donde vas?" Pregunto Arthur.
"Iré a hablar con mi abuela..." Dijo Ruby con una expresión decidida y sería, abriendo la puerta delante suyo.
"Pero Ruby-" Arthur fue interrumpido por el sonido de la puerta cerrandose "Aún... no has comido tú desayuno..."
El ambiente volvió a ponerse incomodo.
Arthur miro a su esposa, esperando su reacción, pero ella estaba muy pérdida en sus propios pensamientos.
Por otro lado, Chelsea permanecia inquieta y temerosa, no sabía que hacer, prácticamente Ruby la había abandonado y dejado a su suerte.
Eso ni siquiera era tan malo como lo que ella le hizo...
¿Tal vez era su forma de vengarse?
O tal vez.. simplemente esta muy estresada como para pensar en ella. Ahora que el hechizo se ha roto, Chelsea ha dejado de ser la máxima prioridad para Ruby.
Aún la quiere, aún la ama mucho, pero ya no está cegada y sabe cuando simplemente hay cosas más importantes que atender.
Después de todo, un kraken siempre responde al llamado, ese es el lema de su especie.
Aunque sea tonto, tiene que obedecer.
Tiene que responder.
"..."
"No puedo creerlo..." Decia Ruby, mientras nadaba por el océano, maldiciendo todo lo que se cruzaba en su camino "Mi opinión nunca importa... ella decide mi futuro... ¡y ni mi madre puede defenderme!"
Al tener mucha furia acumulada, Ruby comenzó a disparar sus ojos de láser inconscientemente. Aquel rayo verdoso impactó a algunos peces que terminaron quedando fritos.
Ruby paso de ellos, sin importarle nada más que sus propios pensamientos.
"Mi madre siempre me ha ocultado cosas... pero pensé que si podía confiar en mi abuela... ¡pero no, ella es igual que mi madre!" Esta vez, demostró su molestia golpeando con fuerza un muro de coral que tenía que esquivar, destruyó el muro en pedazos haciendo un fuerte ruido aturdidor.
Ruby vio el desastre que había ocasionado, vio su fuerza, vio su poder y... le pareció muy poco.
¿Un kraken gigante se limita a golpear corales y freír pescados?
De seguro había algo más que eso.
"Siento que mi fuerza se potencia cuando estoy bajo mucha presión..." Comenzó a decir Ruby, analizando la situacion de sus poderes "O cuando estoy bajo emociones fuertes..." Concluyó la kraken, con una pequeña sonrisa en sus labios.
Curiosa y expectante, Ruby llevo el rayo de sus ojos de láser hasta la arena, haciendo una línea horizontal que llegaba hasta un arrecife de coral. Ruby no tuvo ni un poco de compasión por el arrecife, lo destruyó sin piedad, sintiendo como todos los animales marinos la observaban aterrados.
Pero las miradas de ellos era lo que menos le importaba, junto a lo que puedan decir. Ruby sabía que lo que estaba haciendo era muy cuestionable, pero le daba igual, quería desahogarse.
Por una vez en su vida, quería acercarse a la absurda idea que los humanos tenían sobre los krakens. Quería ser un mounstro despiadado sin corazón, un fenómeno despreciable, tal y como todos la llamaban.
En la ciudad, en la escuela, en donde sea, todos la llamaban asi, un mounstro, un fenómeno, una abominación.
Una bestia asquerosa.
O como Chelsea la solía llamar...
"Una aberración repulsiva"
Ruby estuvo ignorando por mucho tiempo todos esos insultos hacia su persona, pero eso no significa que no le dolían. Seguian clavados con fuerza en su corazón, haciéndole daño cada vez que recordaba aquellas palabras tan despectivas.
El dolor era inevitable, no podía olvidar esos comentarios horribles, esos maltratos, esos abusos, todo ese acoso sexual que recibió por los chicos de último año.
Y todo derivado de una sola persona...
Chelsea Van Der Zee.
...
...
...
Ahora que estaba libre del hechizo, comenzaba a cuestionarse muchas cosas. Sus ojos comenzaban a ver más allá, mucho más allá, descubriendo cosas que antes veía normales, o que simplemente no podia ver por estar tan cegada de amor.
Ruby se dio cuenta de que se desvío mucho del tema, pero por alguna razón no podía dejar de pensar en todo eso. Su mente estaba muy traumada con todo lo que había sufrido, que simplemente le fue imposible que sus ojos no se pongan llorosos y que todos esos horribles recuerdos abandonen su mente.
"Llorar bajo el agua... recuerdo la última vez que lo hice..." Comenzó a decir Ruby, con una débil sonrisa y una voz melancólica "Fue cuando esos chicos me tocaron en los baños y me grabaron... Chelsea remató todo el tormento cuando lleno mi almuerzo de peces crudos y en descomposición..."
Ruby puso sus tentaculos en la arena, comenzando a caminar con lentitud en la arena. Viendo como dejaba salir un aire amarillento con sus crudas pisadas en la arena.
"Ella sabia mi secreto... y me amenazó con publicar mi video de los baños en todos lados... la única salida era... esa cosa... esa cosa horrible que me hizo..."
Ruby se detuvo en seco, confundiendo su mente y sus pensamientos.
"¿Que... esta pasando...?"
Se cuestionó a si misma, sintiendo su cabeza arder y sus piernas temblar. Ruby cayo de rodillas, sumergida en la desesperación, con sus tentaculos en la arena, haciendo agujeros profundos y desesperados.
"¿Por que... no puedo recordar lo que me hizo...?"
El recuerdo de algo horrible seguía en ella, pero no podía recordar que fue exactamente. Ese momento estaba bloqueado, como si hubiera sido demasiado horrible que la guardiana de su mente y su salud mental decidió mejor bloquearlo.
¿O acaso siempre estuvo bloqueado?
No había pensando en eso desde hace tiempo, desde que comenzó a salir con Chelsea para ser específicos.
Ahora que ya sabía lo poderoso que podia llegar a see un hechizo de sirena, no se sorprendía de que su mente se encuentre tan pérdida y confundida, como si siguiera atrapada, en un nuevo hechizo.
O en lo que quedo del anterior...
No podía decir que se sentía libre, porque no lo estaba, definitivamente no lo estaba. Había estado tanto tiempo actuando bajo un sentimiento falso y egoista, que ahora no sabía si sus pensamientos eran genuinos o no.
Estaba arta, cansada de tanta estupidez, cansada de haber sufrido tanto injustamente. Nunca le hizo nada a Chelsea para que ella la trate de ese modo, ni para que haya sido la culpable de que su cabeza este hecha un infierno desgarrador y cruel.
"¡¿POR QUE NO PUEDO HACERLO?!" Grito Ruby, golpeando sus puños contra la arena "¡¿POR QUE NO PUEDO RECORDAR?!"
Muchos recuerdos volaban y fluian a su alrededor, pero no eran los recuerdos que ella buscaba.
Curiosamente, todos se trataban de recuerdos con Chelsea.
Chelsea esto.
Chelsea aquello.
Chelsea por ahi.
Chelsea por allá.
Chelsea.
Chelsea.
Chelsea.
Solo Chelsea.
La única que dominaba sus pensamientos.
Ella era lo único en lo que podía pensar.
¿De verdad ha salido del hechizo?
¿O sigue hipnotizada por esa hermosa y malvada sirena?
¿Algún día su mente podrá estar en paz?
Libre y auténtica, feliz y plena.
¿Algún día llegará el momento de que las cosas sean diferentes?
¿O esta condenada a seguir atrapada en este maldito infierno por siempre?
...
...
...
Ruby dejo caer su rostro contra la arena, desconsolada y lamentandose, mientras grandes y amargas lágrimas caian de sus ojos, junto a gritos y quejidos desgarradores que salían de lo más profundo de su destrozado corazón.
Quería morirse, se quería morir, quería dormir y no volver a despertar. El dolor era mucho, el dolor era horrible, tan crudo y tan cruel, tan complicado de afrontar.
Tan infernal, tan tormentoso.
El dolor era mucho más fuerte que ella.
Muchísimo más fuerte.
Muchísimo más poderoso.
Muchísimo más grande.
Su mente daba vueltas, sus energías se agotaban, sus fuerzas se iban, mientras su característico brillo morado dejaba de ser tan brillante.
Su luz interior se desvanecia, como si fuera la representación de su confianza y autoestima dejando su cuerpo.
Se sentía debil, indefensa, solitaria y tan pequeña.
Esto no era algo que una kraken gigante debería sentir.
Pero esta kraken había sufrido cosas horribles, tan horribles que terminaron llevándola hasta este punto.
Hasta sentirse... vulnerable...
Hasta estar tan lejos de lo que una kraken debería ser.
...
...
...
"¿Ruby...?"
La culpable de que este viviendo esta pesadilla se dirigió a ella, con una voz preocupada y tenue.
Ruby alzo su cabeza, abrio sus ojos con una pequeña sorpresa en ellos. Pero no se dio vuelta, no queria verla.
"¿Estás bien, Ruby?" Pregunto Chelsea acercándose, mientras se abría paso entre todos los escombros del lugar "¿Paso algo?"
Ruby sintio el toque de la mano de Chelsea en su hombro, haciendo que su piel se erize.
Quería alejarla, quería gritarle, quería reclamarle por todo lo que le había hecho.
Pero no lo hizo, no se atrevió a hacer tal cosa.
Solo se quedo quieta, pensativa y decaida, con una expresión vacía en su rostro, mientras sus lágrimas caian a la arena.
Ninguna dijo nada por un buen rato, Chelsea estaba pensando que decir para ayudar, pero nada se le ocurria.
Solo tuvo la idea de mostrarle a Ruby lo que traía consigo.
"Te... traje esto..." Dijo Chelsea, con una voz timida y nerviosa "¿Puedes... voltearte?"
Ruby decidido obedecer, tenía curiosidad. Ya se había cansado de llorar y estar deprimida, tal vez estar un rato con Chelsea y hacerle caso a sus tonterias puede subirle el ánimo.
Sin embargo, lo que vio a continuación la dejo sin palabras. Era una cápsula transparente de vidrio, donde permanecia el desayuno que no se comió hace rato.
"Pensé que tendrías hambre..." Dijo Chelsea, con una pequeña sonrisa, mientras de forma arriesgada y valiente comenzó su acercamiento "¿Quieres... comer?"
Ruby no pudo evitar que una sonrisa se forme en sus labios, mientras sentía su inexistente nariz tapada por lo mucho que había llorado.
Su corazón dio un vuelco alegre, al sentirse querida por alguien, a pesar de que esa alguien sea la que la hizo sufrir tanto en el pasado no tan lejano.
Pese a eso, se sentía bien, se sentía demasiado bien ser querida de ese modo.
Desafortunadamente, esa felicidad momentánea se fue cuando Chelsea abrio la cápsula y los panqueques se fueron elevados hasta arriba como balas de cañon.
Chelsea se quedo con un rostro de completa vergüenza y pena, intentando no mirar a la kraken.
Ruby tambien tenía un rostro sorprendido y confundido, pero eso paso a ser una sonrisa divertida que se transformó en una pequeña y corta carcajada.
"Lo siento..." Se disculpo Chelsea, apenada y sintiéndose como una estúpida por lo que hizo.
"Tranquila, no tenía hambre de todos modos" Confesó Ruby, acercándose a Chelsea y sorprendiendola con un toque de uno de sus tentaculos en su cabello "Gracias por preocuparte por mi..." Su tentáculo paso por su cabello hasta su rostro, bajando por su cuello hasta su cintura, acariciando su piel y transmitiendole una calidez muy reconfortante a la sirenita.
Un pequeño y notable rubor apareció en las mejillas de Chelsea, la vergüenza que sentía paso a ser felicidad y plenitud. Una sonrisa más grande y hermosa se formó en sus labios, mientras veía los grandes y brillantes ojos de la kraken delante suya.
"Gracias a ti... por darle un nuevo sentido a mi vida..." Chelsea llevo su mano derecha hasta el cachete de Ruby, acariciandolo con cariño.
Ruby pensó que Chelsea estaba exagerando, pero no era asi, ella lo decía muy en serio y completamente segura de sus palabras.
"¿Por que... dices eso?" Pregunto Ruby, cuestionando lo anterior dicho por la pelirroja.
"Porque... en un principio... yo solo te quería para que me ayudes a conseguir el tridente, para asi poder arrasar con todos los krakens..." Comenzó a decir Chelsea, con una pequeña y confusa sonrisa en sus labios "Solo quería hacer eso porque... uno de esos krakens tenía que ser el que mató a mi madre, pero claro... luego descubrí que fue tu madre y me puse peor..." Chelsea borro su sonrisa, mientras Ruby la observaba con un sentimiento amargo "Estaba decidida a seguir con todo sin mirar hacia atrás... pero no pude, no queria seguir haciéndote daño..."
Ruby noto los ojos llorosos de Chelsea amenazando con derramar lágrimas más notables, haciendo que se sorprenda de la poca estabilidad emocional que tenía la sirena para estas situaciones, aunque, era entendible.
"De verdad no entiendo como pudiste perdonarme después de lo que te hice..." Confesó Chelsea, recuperando la sonrisa que tenía en un inicio "Pero te estoy muy agradecida, no se lo que haría si de repente no te tuviera a mi lado... tú prácticamente eres lo único que me queda..."
Mostrándose comprensiva, Ruby abrazo a Chelsea con uno de sus tentaculos, rodeando su cuerpo hasta ella.
Chelsea se dejó llevar y comenzó a ponerse más sentimental, derramando pequeñas lágrimas y soltando la cápsula de vidrio que traía consigo, para así abrazar el rostro de Ruby con sus brazos.
"Eres lo único que me importa... mi madre está muerta, mi hermana ya no me quiere... y mi padre..." Su voz se quebró un poco más al llegar hasta esa parte "El no me interesa..."
Ruby prefirió no preguntar acerca del padre de su novia, no queria ser metiche. Lo que llamo su atención más que nada, fue lo primero que dijo Chelsea.
No pudo evitar cuestionar esa parte.
Lo que sucedió en la mente de su madre llego a ella de repente, cuando durante su apreciación a la deslumbrante belleza de Chelsea, logró divisar aquella cicatriz que Nerissa le dejo en su ceja derecha, como un recuerdo de lo que ocurrio.
[Créditos a @Naticolp por el hermoso dibujo, tkm 💜]
"Chelsea..." Comenzó a decir Ruby, con una voz temerosa y dudosa "¿Estás segura de que Nerissa esta muerta...?"
Los ojos de Chelsea se abrieron con sorpresa, procesando la pregunta planteada por Ruby.
"¿Por que... lo dices...?" Pregunto Chelsea, a pesar de que ya tenía una idea del motivo por el cual Ruby hacia esa pregunta.
"Pues... cuando estuvimos en la mente de mi madre, vi como ella estaba ahi... ambas lo vimos, te estaba atacando y... apenas salimos con vida de ahi" Concluyó Ruby con una expresión nerviosa y curiosa.
"Tienes razón..." Afirmó Chelsea, con duda en su interior "Pero no lo creo... de seguro solo se trataba de algun temor de tu madre que tomo la forma de la mia..."
"Hmm... deberíamos hablar con mi mamá y preguntarle sobre-"
"¡No!" Exclamó Chelsea con rapidez, negando por completo esa idea. Decidió cambiar su actitud cuando noto la mirada confundida de Ruby puesta en ella "Quiero decir... ella de seguro nos tomará como locas, lo mejor sería hacer como si eso nunca hubiera pasado... ¿que no recuerdas lo que te dijo ella cuando le hablaste sobre eso?, me contaste que te tomo como loca"
"Tienes... razón..." Dijo Ruby con una expresión más tranquila y relajada "Quizás sea mejor dejarlo asi..."
Chelsea se relajo internamente, no queria seguir mintiendole a Ruby pero esta vez había un buen motivo detrás, simplemente no quería involucrarla en todo esto. Por esta vez, quería resolver el problema por su cuenta, no queria que Ruby interfiera y que corra el riesgo de salir lastimada.
"¡Ruby!" Exclamó una voz detrás de las dos chicas, una voz que provenía de una figura que ambas conocian, acercándose a ellas a nado rápido.
"¿Tío Brill?" Pregunto Ruby, recibiendo a su tio y ayudándolo a que no se resbale en el agua, si es que eso era posible "¿Que haces por aqui?"
"Bueno, vivo con tú abuela" Respondió Brill con una sonrisa "Además, me tenias preocupado, a mi y a tu padre..."
"¿Mi padre?" Pregunto Ruby, viendo a lo lejos como su padre se acercaba.
"Vaya hija, tu pulso se sintio por todo el océano" Comenzó a decir Ruby, llegando junto a los demás "De seguro tu abuela también lo sintio"
"¡Es cierto!, ¡debo ir a ver a mi abuela!" Exclamó Ruby al recordar a que había venido en un principio "Me imagino que ustedes también vienen... ¿cierto?"
Arthur y Brill dieron un pequeño y rápido asentimiento con sus cabezas, Ruby suspiro suspiro y se resigno a la idea de ir sola.
"Bien... vamos... nos vemos, Chelsea" Ruby se dio vuelta, dándole la espalda a la pelirroja, estaba por comenzar a nadar hacia delante cuando sintió el agarre de la sirena sobre su cuerpo.
"¡Espera!, ¡también quiero ir!" Exclamó Chelsea, determinada y con una pequeña sonrisa de emocion.
"¿Estás segura...?" Pregunto Ruby, volteando a verla "No quiero que sea incomodo para ti..."
"¡Si, muy segura!" Respondió Chelsea, con una sonrisa nerviosa e inquieta "Solo quiero una distracción sana para no pensar en..." Chelsea se detuvo abruptamente al darse cuenta de que estaba hablando de más "Quiero decir... solo quiero pasar más tiempo contigo y aprovechar para conocer a tu abuela"
"No lo sé..." Dijo Ruby, volteando a ver a su padre "¿Tú que opinas, papá?, ¿crees que sea buena idea?"
"No lo creo, será muy peligroso, tu novia puede terminar hecha pescado frito, ya sabes como es tu abuela cuando de sirenas se trata..." Dijo Arthur mientras intentaba mantener la calma y no dejar de sonreir.
"Tú padre tiene razón, Ruby" Continuó diciendo Brill "Es muy riesgoso"
El lugar se quedo en silencio por unos segundos, hasta que Chelsea alzo su voz, mostrándose determinada y decidida.
"¡Estoy dispuesta a tomar ese riesgo!" Exclamó la pelirroja con una sonrisa confiada, llegando hasta Ruby, sujetandose en su hombro para que esta la lleve "Además... no puede ser tan ma-"
"¡Ya no digas eso!" Exclamó Ruby desesperada y aterrada "¡Siempre que dices eso todo lo malo ocurre!"
"Oh... perdón..." Se disculpo Chelsea, soltando una pequeña risa que intento ocultar "Trataré de no volver a decirlo"
"Bien, entonces agárrate bien..."
Ante la recomendación de Ruby, Chelsea se puso un poco nerviosa, pero lo disimulo mientras se aferraba lo más fuerte que podía.
Ruby espero que su padre y su tio se suban encima de- digo... que se sujeten a su cuerpo
Una vez que esto estuvo hecho, Ruby tomo impulso y comenzó a nadar, directo a el reino de los krakens, lugar donde su abuela es la máxima gobernante.
Chelsea se sentía un poco incomoda al tener a su suegro y al tío de Ruby viajando junto a ella, no había previsto que esto ocurriria. Pero ya no podía hacer nada, ya el viaje había dado inicio y era demasiado tarde como para disculparse.
"Solo espero que todo salga bien..." Dijo Chelsea en sus pensamientos, esperando que la suerte este de su lado esta vez.
Pese a todo, ella seguía haciendo su mejor esfuerzo por sonreir y dejar atrás los problemas.
[Créditos de este hermoso dibujo a @xXSAREZXx tkm bestie 💜]
"..."
Finalmente habían llegado.
Luego de un extenso y largo viaje del cual no vale la pena detallar, habían llegado a su destino.
"Muy bien, todos abajo" Ordeno Ruby, estacionandose en una pared cercana.
Chelsea, Arthur y Brill hicieron caso a la orden de Ruby, bajando de ella con cuidado de no chocar o tocar algo que no deberían tocar.
"Muy bien, ahora a buscar a gran-" Un montón de krakens pequeños se acercaron a Ruby, rodeandola mientras repetían su nombre "Oh... pequeñines, ¿me extrañaron?" Pregunto Ruby, con una dulce sonrisa en su rostro.
Arthur se enternecio al ver la escena de su hija siendo abrumada por un montón de niños y niñas kraken, pero al sentir el toque de Brill en su hombro, señalandole hacia un lado recordó para que había venido y disimuladamente se alejo junto a el.
Los pequeños niños kraken comenzaron a alborotarse, haciendo que Ruby comience a ponerse nerviosa. Esto ya no era tan divertido.
Chelsea noto la inquietud en su novia y rápidamente fue en su ayuda.
"¡Apartense salvajes!" Exclamó Chelsea con una expresion atemorizante, extendiendo su confiable tenedor en contra de los niños "¡Tengo un tenedor y no tengo miedo de usarlo!"
Para sorpresa de Ruby, esto funcionó, los niños gritaron paniqueados, asustados al ver que no sólo había una sirena en el reino, sino que venía amenazando con un tenedor.
"Eso no era necesario, Chelsea..." Dijo Ruby con una pequeña sonrisa "Quería que des una buena impresión, no que amenaces a todos con un cubierto..."
Ruby se ahorro las ganas de preguntar la razón detrás de que Chelsea haya elegido usar un tenedor como arma de amenaza.
"No te preocupes por eso, Rubybuby. A la única que quiero impresionar es a tú abuela..." Exclamó Chelsea con una expresion confiada y tranquila, moviendose hasta llegar con un kraken que parecía ser un guía "Oye, estoy buscando a la-"
Cuando el kraken se dio vuelta y vio el tenedor de Chelsea, de inmediato escapo aterrorizado.
"¡Oye!, ¡regresa!" Exclamó Chelsea, pero ya era tarde, el kraken se había ido "¡Ugh!, ¡¿por que todos me tienen miedo?!"
"Debe ser porque... bueno... eres una sirena..." Comenzó a decir Ruby, tomando a Chelsea de la cintura con sus tentaculos "No te alejes de mi, voy a hablar con una amiga..."
"¿Una... amiga?" Pregunto Chelsea con un sentimiento confuso y amargo en su pecho.
"Si... ella es la kraken más agradable que he conocido"
"¿Conoces a otras krakens?" Pregunto Chelsea, mostrando estar demasiado celosa.
"¿Que?" Pregunto Ruby, sin saber que responder, cuando de repente su atención termino dirigida a la chica de la que estaba hablando "¡Lazuli!"
Chelsea dio vuelta lentamente, sus ojos contemplaron a la kraken que se acercaba con timidez y confusión.
"¿Ruby?, ¿que haces por aqui?" Pregunto Lazuli.
"¿Y esa frialdad?, ¿no vas a darme un abrazo?" Pregunto Ruby con una sonrisa, acercándose a Lazuli para abrazarla. Pero se quedo con los brazos abiertos.
"¿Que haces con una... sirena?" Pregunto Lazuli, mostrando una actitud sería y amenazante mientras veía con recelo a Chelsea.
"Oh, ella es Chelsea..." Dijo Ruby presentando a la pelirroja "Es mi-"
"Su novia, soy su novia" Continuó diciendo Chelsea, interrumpiendo a Ruby "Soy la que la devora todas las noches y la que esta esperando un hijo suyo, así que no intentes nada"
El rostro de Ruby se sonrojo con fuerza, luciendo incomodo y avergonzado.
"¡¡¡CHELSEA!!!" Exclamó Ruby con vergüenza, tapando la boca de la pelirroja "Ignora lo que dijo, ella solo esta jugando JAJAJAJA"
Esa risa podía ser la risa más nerviosa y preocupada que dio en toda su vida.
"Sabes... me da igual lo que hagas con tu vida" Comento Lazuli, mostrando desinterés y dándose vuelta "Pero no puedes traer sirenas aqui, llamaré a nuestra reina para que la saque de aqui"
"¡Esta bien!, ¡gracias!" Exclamó Ruby, despidiéndose de Lazuli moviendo su mano, aunque fue cruelmente ignorada por la kraken.
Chelsea vio como Lazuli simplemente se fue y se sintio confundida, su presencia era más que una molestia, era intimidante.
"¿En serio es tu amiga?" Pregunto Chelsea, levantando una ceja.
"Claro, ella es algo brusca y sería pero es buena onda cuando la conoces mejor"
"Que mal, no estoy interesada en conocerla" Chelsea se alejo de Ruby, llegando hasta un extremo de la gran habitación donde se observo su reflejo "Creo que mejor me voy, tu abuela no parece querer venir y... sinceramente me da igual conocer a esa vieja pendeja"
Justamente, para terminar de empeorar la situacion, la abuela de Ruby entro en escena, descendiendo desde arriba y quedando detrás de Chelsea.
Pero Chelsea estaba tan concentrada viendo su reflejo que no se percató de la presencia de la reina kraken.
"Eh... Chelsea..."
"Esa vieja pendeja siempre ha sido una pendeja, cuando mi madre la conoció solo era una pendeja, ahora es pendeja y vieja" Chelsea solto una fuerte carcajada, encontrando divertido su propio chiste.
"Chelsea..." Continuó diciendo Ruby, intentando que la sirenita se de cuenta de la situación.
"Y si que tiene descuidado el reino, todos estos krakens son debiluchos, ¡si que dan vergüenza!" Chelsea se dio vuelta con una sonrisa, encontrando la figura gigante y amenazante de la reina frente a ella, quedándose sin aliento y completamente estática.
"Se me está antojando comer pescado frito..." La abuela alistó sus ojos de láser, apuntando directo a la sirenita.
"¡Alto!" Exclamó Ruby, poniéndose delante de Chelsea "¡Ella es buena!, ¡no le hagas daño!"
"¡No digas tonterias, Ruby!, ¡literalmente me acaba de llamar una vieja pendeja!, ¡eso es una sentencia de muerte definitiva!" Sus ojos de láser ya estaban cargados y listos para disparar.
"¡Así es ella!, ¡lo hizo sin querer!" Continuó diciendo Ruby, esforzándose por calmar a su abuela y defender a Chelsea "¡Ella es mi super mejor amiga marina!, se llama Chelsea Van Der Zee"
"¿Uh?, ¿Van Der Zee?" Pregunto la reina, desactivando sus ojos de láser "¿Eres hija de Nerissa?" Pregunto dirigiéndose a la pelirroja.
"Si soy" Contesto Chelsea, recuperando la confianza y el valor que había perdido.
"Pero... Nerissa nunca tuvo una hija..."
"Como se nota que eres una pendeja, vieja pendeja"
El insulto de Chelsea fue suficiente para la reina kraken, la cual mostrándose arta y cansada de soportar a la sirenita, le disparo con sus ojos de láser.
"¡NOoOOoOOOoOOooOooooOoooOoooOoooO CHELSEA!" Ruby fue de inmediato al cuerpo flotante y quemado de la pelirroja "¡No te mueras otra vez!"
Chelsea comenzó a recomponerse del ataque, estaba quemada, parecía una tostada, pero seguía con vida.
"¿Como... que otra vez?" Pregunto Chelsea confundida, mientras se levantaba "¿He muerto antes?"
"Uh... bueno... es una larga historia..."
"¡SUFICIENTE!" Exclamó la reina, mostrando su autoridad y haciendo que las dos chicas se queden en silencio "Ruby, querida, sabes que siempre aprecio tus visitas, pero no voy a soportar a esta sirena ni un segundo más"
"Pero... abuela... ella solo quería presentarte ante ti..."
"¿Presentarse ante mi?, ¿como que?"
"Como su novia, futura esposa y madre de sus hijos" Dijo Chelsea, sin tener miedo de lo que le pueda ocurrir.
"¡¿Quieres que te haga cenizas?!" Pregunto la reina mostrándose amenazante.
"¡Atrévete!, ¡pendeja bastarda!" Exclamó Chelsea, poniéndose firme y en una pose de pelea que copio de un videojuego.
La reina kraken arrugó su rostro al ver a Chelsea, sintiendo muchos recuerdos llegar a su mente.
"Ugh... eres igual a tu madre, igual de molestosa..."
"Es el encanto Van Der Zee~ lo llevamos en la sangre" Contesto Chelsea, haciendo que la abuela se ponga más furiosa.
"Uh... Chelsea... creo que si es mejor que te vayas..."
"¿Por que lo dices, mi amor?" Pregunto Chelsea con una sonrisa.
"Porque según estudios, una sirena puede soportar el impacto de un rayo láser de una kraken, pero no puede soportar el mismo rayo dos veces"
"¿Osea...?" Pregunto Chelsea, sin captar del todo.
"Si ella te vuelve a golpear con ese rayo, te mueres"
El rostro de Chelsea se puso pálido, mientras su corazón comenzó a latir mucho más rápido de lo normal.
"Bueno, creo que si me voy, ya es tarde y... recordé que deje el horno encendido"
"¿El horno encendido?, de seguro ni tienes casa..." Comento la reina con una sonrisa burlona.
"¿Como sabes-?, digo, adiós" Chelsea se retiro del lugar nadando con rapidez, pero no se fue sin antes darle un último vistazo a Ruby, como despidiéndose de ella.
"Bueno, ahora que se fue esa desgraciada..." Comenzó a decir la reina, dirigiéndose a Ruby "Me vas a explicar ahora mismo que está pasando"
"Eh... jeje... claro..."
*Una larga y confusa explicación después*
"Ese es el resumen de lo que ha pasado en estos últimos 30 capítulos de mi vida"
Habían pasado tanto tiempo hablando, que ahora no solo estaba la abuela, también se encontraba su padre y su tio escuchando el relato con atención.
"Joder... esto si es literatura" Exclamó la abuela mientras se fumaba un pez frito.
"¿Que?" Pregunto Ruby confundida.
"Quiero decir, que tu historia es realmente sorprendente, muy interesante y emocional... ¡pero te juro que cuando vuelva a ver a esa sirena le haré pagar por todo lo que te hizo!, ¡¿como se atrevió a hechizar a mi nieta?!"
"Ya abuela, eso ya paso... recuerda... aléjate ira..."
"Si, si, aléjate ira..." Dijo la abuela a regañadientes, dándole un profundo sorbo a su taza de té "Maldita Nerissa Van Der Zee... desde que la he conocido mi vida ha estado llena de desgracias"
"¿Como asi?, ¿que paso con ella?"
"Si supieras... primero se llevó a mi hija, luego le rompio el corazón, ¡y ahora su hija quiere llevarse a mi nieta!" Hizo un esfuerzo para calmarse y no disparar sus ojos de láser de forma descontrolada "Ni siquiera estando muerta me deja tranquila..."
El ambiente ya estaba pesado, pero no era tan incomodo. Pese a esto, Ruby trato de mantener la calma y no ceder ante el ambiente tan deprimente del lugar.
"Maldita Nerissa... como me arrepiento de haberla conocido..." Confesó la reina, mostrándose molesta y exaltada.
Todos guardaron silencio, ahorrándose sus opiniones.
Bueno, todos, excepto alguien.
"Si... yo también..."
Arthur dijo eso en un susurro, mientras un recuerdo de hace muchos años llego a su mente.
...
...
...
Arthur se encontraba en lo que parecía ser un bar marino, estaba sentado en una mesa junto a unos amigos, jugando cartas y apostando lo que ganó en la semana.
"¡Vamos!, ¡apuesta todo de una vez!" Exclamó un amigo suyo, alentandolo a que deje todo en la mesa "¡Lo necesito para pagar mi alquiler!"
"Ugh... bien..." Justo cuando Arthur estaba por dejar todo su dinero en la mesa, recibio una llamada a su teléfono, ganándose un suspiro colectivo de todos sus compañeros "Esperen... debo contestar..."
Arthur tomo su dinero, se levanto de la silla y se alejo un poco para hablar con más privacidad.
"¿Hola?, ¿quien habla...?"
"~~~"
"Si, soy yo, ¿quien es usted?"
"~~~"
"Aja... ¿y que es lo que quiere?"
"~~~"
"Bien... ¿y de cuanto estamos hablando?"
Su rostro se mostró sorprendido al escuchar la gran suma de dinero que le ofrecían por hacer ese trabajo.
"¿Cuanto...?"
"~~~"
"¿Y... que es lo que hay que hacer...?"
Luego de esa misteriosa y extraña llamada, Arthur se encontraba detrás de una pared oscura, sentado y esperando su señal.
"No entiendo que hace esa chica en esta ciudad abandonada..." Decia Arthur mientras contaba el dinero que había ganado "Pero bueno, solo dijo que la espere aqui, chamba es chamba supongo..."
De repente, Arthur dio un brinco del susto cuando escucho el sonido de lo que parecía ser un rayo perforando algo.
Rápidamente se puso de pie y se asomo para ver que había pasado, encontrándose una tétrica escena.
La chica que la contrato se encontraba tirada en la arena, desangrandose y con una herida en su estomago. Junto a ella, se encontraba una figura que Arthur no logro distinguir, ya que se alejo con rapidez, desvaneciendose como un fantasma.
Arthur no supo como reaccionar, lo primero que se le ocurrió como persona moralmente correcta, fue ir con la chica que yacía tirada y ayudarla.
Pero cuando se acerco, un mal presentimiento lo hizo retroceder.
"No... no me pagan para esto..." Arthur se dio media vuelta y comenzó a irse, pero nuevamente se detuvo y volvió a dirigir su mirada a la chica que se desangraba "Mierda... si me pagaron para esto..."
Al no tener más opción, Arthur se acerco al cuerpo inconsciente de la pelirroja, llevándola en sus brazos hasta la camioneta que tenía estacionada.
Cuando llego al auto, la puso en el asiento trasero y comenzó a conducir desesperado, sin saber que hacer.
"No podía dejarla ahi... ¡¿pero ahora que hago con ella?!, ¡¿con quien la llevo?!" Pregunto Arthur, viendo a cada rato de reojo a su pasajera "No pensé que pasaría de estar apostando en un bar de mala muerte a estar intentando salvarle la vida a esta tal Nerissa..."
Arthur continuó conduciendo, esperando que esto no le perjudique en un futuro.
...
...
...
El recuerdo de Arthur se terminó, su expresión melancólica junto a lo que parecía haber dicho antes hizo que todos se queden viéndolo raro.
"¿Como dices?" Pregunto la reina kraken, arqueando una ceja.
"No... nada..." Dijo Arthur con simpleza, volviendo a actuar tranquilo "Ya deja de fumarte ese pez, le hará mal a tu corazón y a tus pulmones"
"¡Tengo 3 corazones!, ¡no creo que pase nada si uno de ellos se muere!" Exclamó la abuela con una sonrisa, riéndose con dificultad para respirar.
"Espera... ¡¿tengo 3 corazones?!" Pregunto Ruby, sintiendo que esa fue la mayor revelación de toda su vida.
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Chelsea había llegado al hogar de los Gillman, buscándo una sola cosa antes de salir y relajarse un poco.
"Necesito encontrar mi celular..." Dijo Chelsea mientras abría la puerta con ayuda de la llave que Ruby le dio "Creo que lo vi en la habitación de Ruby..."
Justo cuando Chelsea estaba subiendo las escaleras, alguien apareció en su delante, siendo nada más ni nada menos que Nerissa en el cuerpo de Agatha, viendola fijamente.
Chelsea se sintio intimidada ante la presencia de su suegra.
"Oh... hola... Agatha..." Dijo Chelsea, saludando a la kraken con su mano "Solo vine a llevarme mi teléfono, solo hago eso y me voy..."
Chelsea paso de la señora kraken, llegando hasta la puerta de la habitación de Ruby.
"Espera, Chelsea" Sentenció Nerissa, con una voz profunda que demostraba autoridad y un tono burlón "Necesito tu ayuda con algo..."
"Disculpeme pero... no tengo mucho tiempo..." Chelsea abrio la puerta, estando cerca de ingresar "Tengo algo que hacer y-"
Antes de poder entrar al cuarto de Ruby, sintió como alguien la tomaba de su cintura, poniendo un pañuelo blanco en su boca manchado de un líquido verdoso.
Chelsea no pudo evitar respirar ese humo, comenzando a sentirse mareada y pese a que luchó por no caer rendida, terminó desmayadose.
Nerissa sonrio al ver que la primera parte de su plan había funcionado, junto a esto, se agachó y tomo el cuerpo inconsciente de Chelsea como si de cualquier cosa se tratase.
"No era una pregunta..."
Nerissa llevo el cuerpo inerte de Chelsea a su habitación, la recosto en la cama y cerro la puerta de un portazo, luego cerró la puerta con seguro
No queria que nadie la moleste en la pequeña charla que tendría con su querida hija.
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