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[Capitulo 27]

"Esos labios que besas, están llenos de mentiras..."

"..."

La primera hora de clases comenzó fuerte, la profesora de historia no espero ni un solo segundo a ningún alumno. El que llegó tarde, simplemente no llego, ya que se quedaria afuera.

Por suerte para Ruby, ella pudo llegar a tiempo. Justo a su lado se encontraba su nueva amiga, Chelby. La cual se veía tranquila y despreocupada, con una pequeña sonrisa en su rostro.

Ruby seguía pasmada por lo que Chelby le había dicho hace rato. ¿De verdad ella era familiar de Chelsea?, era muy difícil de creer, más que nada porque... bueno, era una chica mitad kraken mitad sirena.

No pudo hablar mucho ni preguntar nada, su prioridad fue llegar a su examen. Pero Ruby no iba a dejar las cosas como estaban, apenas termine la primera jornada y sea la hora del receso, ella buscará respuestas.

Pero volviendo al ahora, tenía que concentrarse en solo una cosa, su examen de historia. Ruby hubiera preferido que hoy tuviera su examen de matemáticas en lugar del de historia, así no tendría que encontrarse demasiado ya que ella era muy buena en matemáticas.

Pero con historia... pues... es complicado.

Solamente eso, muy... complicado.

Pese a que había estudiado todo lo que pudo, su mente solo pensaba en todas las cosas horribles que han pasado, y más que nada pensaba en esa chica nueva y su misterioso origen.

Chelsea jamás le hablo sobre una hermana, prima o algo parecido. Recuerda que le contó algo acerca de que cuando ella se coronó como reina, había alguien más para tomar el cargo pero ese alguien más no quiso y al final Chelsea tuvo que hacerlo. Si le había contado sobre eso, pero nunca fue específica y mucho menos le dijo quien era ese alguien.

Muchísimo menos le contó que su hermana, prima o lo que sea, era una híbrida entre una sirena y una kraken.

¿Acaso Chelsea es igual una híbrida?

Era solo una pregunta al aire, no tenía muchos fundamentos. Ruby no creía en eso al 100%.

Era poco probable, ya hubiera visto a Chelsea transformada en kraken desde hace rato. A menos de que la sirena sea demasiado buena escondiendo esa peculiaridad suya.

Justo cuando pensó en eso, recordó que Chelsea había mencionado en reiteradas ocasiones, que era muy buena escondiendose, aunque no fuera algo que le guste. Seguido a eso, recordó todos los momentos que estuvo con ella, a veces actuaba raro de la nada cuando estaban haciéndolo en su cuarto, ocultando ciertas partes de su cuerpo de forma sospechosa.

¿Acaso... podría ser posible...?

"Ok Ruby... dejá de pensar tonterias. Termina tú examen y luego hablas con Chelby..." Dijo Ruby en un pequeño susurro para si misma.

Ruby se percató de que Chelby, para su sorpresa, ya había terminado el examen, y que venía de dejarlo con la profesora. No lo podía creer, apenas habían pasado 10 minutos desde que el examen inicio, y eran 30 preguntas, ¿como pudo Chelby acabar el examen tan rápido?.

Mientras más seguía viendola, más sentía su corazón latir confundido. La vergüenza se apoderó de ella cuando vio como su mirada era correspondida por la de ella. Sus ojos se encontraron, mientras que Ruby miraba con vergüenza y ligero impacto, Chelby miraba con inocencia y confusión.

Chelby le sonrio, y movio un poco su mano para saludarla. Ruby se limitó a hacer lo mismo pero con la diferencia de que ella tenia sus mejillas sonrojadas.

Ruby volvió su atención a su examen, aún asi, podia ver de reojo como Chelby continuaba viendola.

Se puso más nerviosa cuando vio como Chelby colocaba rápidamente un pequeño papelito en su escritorio. Ruby tomo el papel confundida y decidió verlo mejor.

Sus ojos se abrieron con sorpresa, iluminados y extasiados. Ruby sintio la mejor sensación de felicidad que jamás había sentido en toda su vida.

Ese papelito tenía todas las respuestas del examen.

Era increíble como 30 respuestas cabían en un papelito tan pequeño, pero claro, luego de que uno sepa que el examen era de marcar opciones múltiples todo tiene más sentido.

Ruby volteó a ver a Chelby, sin soltar el preciado tesoro que en ese instante poseía. Chelby la esperaba con una sonrisa y se despidió de ella con un guiño, luego recosto su cabeza en el escritorio para intentar dormir un poco.

Ruby no era de las chicas que hacían trampa en lugar de estudiar, pero... tal vez, solo esta vez, pueda hacer una excepción.

Después de todo, tenía que terminar el examen lo antes posible, para poder concentrarse en otras cosas mucho más importantes.

Cosas como... pues... ya deben saberlo, no es necesario repetirlo.

Justo cuando Ruby se disponía a responder el examen de la forma más épica y sencilla posible, una duda llego a su mente.

¿Podía confiar en la respuestas de Chelby?

¿Y si todo esto solo es una broma?

¿Será Chelby el tipo de persona que no tiene problema en burlarse de alguien de esta forma?

Todas esas dudas, se resumieron en una sola interrogante.

"¿Puedo confiar en Chelby...?"

Esa fue la duda que se quedo rondando en su cabeza, mientras veía como Chelby dormia plácidamente.

"..."

Al final, Ruby no tuvo más opción que confiar ciegamente en Chelby.

Seguramente todo saldrá bien, solo toca tener un poco de fé.

"Bueno... ¿que pasa?"

La voz de Chelby saco de sus pensamientos a Ruby.

El contexto de la situación era, que Ruby había citado a Chelby a los baños para conversar. Tenían mucho tiempo para hablar ya que era la hora del receso.

Pero, aún asi, Ruby seguía nerviosa y no sabía por donde comenzar.

"Verás Chelby... tengo unas cosas que quiero hablar contigo... ¿crees que puedas responder mis preguntas?" Pregunto la peliazul, con una mirada nerviosa e inquieta.

"Oh, claro que si... pero... eso depende de que tipo de preguntas sean" Respondió Chelby bajando un poco el volumen de su voz, pero siendo lo suficientemente fuerte como para que Ruby la escuche.

"¿A que te refieres...?"

"Bueno, no es lo mismo que me preguntes cosas típicas, comunes y logicas, a que me preguntes cosas sobre mi pasado, de donde vengo y quien soy exactamente" Aclaro Chelby, tomándose el tiempo para acomodarse mejor en el asiento del lavadero.

"Ah... pues creo que tienes razón..." Respondió Ruby con un poco de confusión.

"Venga chica, no tienes que seguir fingiendo conmigo. Se que tienes sospechas sobre mi, porque tengo el mismo apellido que tu noviecita Chelsea"

"¿Que?, ¿c-como sabes eso?" Pregunto Ruby impresionada y comenzando a preocuparse.

"Ay... Ruby, querida. Es muy fácil, simplemente las segui, escuchando todo. Llevo mucho tiempo haciéndolo"

Chelby ensancho su sonrisa al ver como la expresión confundida de Ruby se hacía aún más fuerte.

Ruby la miraba perficaz, como si estuviera analizando la situacion. Esto a Chelby le encantaba, le fascinaba, así que comenzó a acercarse.

"No lo sabias, Ruby, pero siempre estuve... ahi..."

A la mente de Ruby llegaron un montón de flashbacks de los días anteriores.

El último viernes cuando estaba en clase y una chica pelirroja alzo la mano para acusarla de estar molestando a Chelsea con papelitos. Esa chica era ella.

El dia del paseo en la feria, cuando fueron al cine, las dos ocasiones que fueron de hecho. La primera fue cuando fueron a la feria, la segunda fue la del día de ayer.

Ella... siempre estuvo ahi... pero con su forma de sirena-humana, no con su forma de kraken-humana.

Pero, aún asi, ¿como fue que Ruby nunca se dio cuenta de que esa chica siempre las seguía a todos lados?

Es más, si no fuera por Chelby, ella ni siquiera estaría recordando esto. No son sus recuerdos, es una ilusión que Chelby puso en su mente para que pueda ver todo con más claridad y sepa la verdad.

La ilusión termino, Ruby sintió un leve mareo y retrocedio temorosa, chocando con la puerta del baño que estaba detrás de ella.

Chelby noto el miedo en sus ojos, el miedo en su rostro y el sudor que bajaba por su frente. Rápidamente se apresuró a limpiar un poco su imagen, no queria quedar como la villana que el héroe tendria que derrotar.

"Tranquila, Ruby. No vengo a hacerle daño a nadie. Quiero ayudarte..." Dijo Chelby, acercándose a ella con una sonrisa inquietante.

"¿Ayudarme?, ¿quieres ayudarme?, ¿o acosarme aún más?" Pregunto Ruby, tomando valentía pero aún sintiendo como su corazón latía temeroso.

"Solo te pido que confíes en mi" Dijo Chelby de forma simple y cruda, con un tono de voz más serio al que solía usar normalmente.

"No voy a confiar en ti, hasta que no sepa quien eres en realidad..." Dijo Ruby determinada con sus palabras.

Chelby abrio un poco sus ojos, levemente sorprendida. Luego, sonrió con euforia y miro directamente a Ruby.

"Bien, si tanto quieres saberlo..." La peliceleste se acerco a la peliazul, sus labios llegaron hasta su oreja, abriéndose para decir algo "Vamos a hablar al océano..."

Ruby sintio como su piel se erizaba, estaba teniendo muchos escalofríos últimamente. Antes de que pudiera reaccionar, se percató de que Chelby se había ido, dejándola sola en aquel baño vacío.

Lo siguiente que hizo, fue soltar un suspiro aliviado, preocupado y confundido.

Nuevamente, tenía una duda.

¿Que debería hacer?, ¿ir con Chelby al océano?, ¿arriesgarse o quedarse como estaba?

Aquella chica mitad kraken mitad sirena no le daba mucha confianza, pero sabía que si se quedaba aqui, escondida y segura, nunca tendría las respuestas que está buscando.

Vivir comoda e indiferente o arriesgarse a morir.

Esa es la cuestión.

"..."

Con miedo en todo su ser, decidió acercarse, mientras de forma inquietante cubría parte de su rostro con su brazo.

Tenia miedo de que lo vean y algo lo lastime, no tenía idea de que diablos eran todas esas cosas que caminaban a su alrededor. Habían tantas criaturas marinas que el jamás había visto, y que jamás hubiera conocido de no ser por sus ganas de entrometerse aún más en lo que sea que Chelsea este planeando.

No lo hacía por chismoso, no.

Lo hacía por Ruby.

Ella no merece esto, no merece que la engañen y se burlen en su cara de esa forma.

Tenia que conseguir algo que logre desenmascarar a Chelsea como la mentirosa y falsa que es.

Tal vez aquí logre encontrar algo que sirva para eso...

Sus pensamientos se detuvieron cuando vio como Chelsea se iba del puesto, al parecer había encontrado algo más interesante.

A pasos rapidos, llego hasta el mismo puesto, sentía su corazón latir rápido por el esfuerzo y la presión de estar sumergido tan profundo en el agua.

Tenia suerte de que su abuelo haya hipotecado su casa para comprar su bote y trajes de buceo profesionales.

"¿Uh?, ¿que tenemos aqui?" El mismo sujeto que atendió a Chelsea, de repente apareció frente a Connor "Tú no eres mi clienta favorita..."

Connor no supo que responder, apenas y podía ver a la cosa que le estaba hablando, la visión dentro de ese traje era una de las cosas más complicadas.

"No deberías estar aqui, los humanos están prohibidos" Dijo esa voz en un susurro espeluznante, que hizo tensar al moreno.

"¿Prohibidos...?" Pregunto con dificultad.

"Si, prohibidos. Y me temo que deberé avisar a mis superiores... a menos... que hayas venido a comprar muchas cosas"

"Eh... si, yo... vine a comprar de todo"

"¡¿Por que no lo dijiste antes?!" Connor sintio como aquella figura sombría lo tomaba del brazo, sacudiendolo con fuerza "Mucho gusto, mi nombre es Xack, ¿tu eres Connor, cierto?"

"¿Como lo-?"

"¿Como lo supe?, pues muy fácil muchacho de piel oscura, todos los detalles sobre ti están a simple vista en tu mente, y frente a ti, tienes a alguien experto en leer la mente de todos... ¿no es genial?"

Connor se sentía cada vez más intimidado, sobretodo porque esa cosa llamada Xack estaba tocando de forma muy brusca su cuerpo.

"¡Tranquilo amigo!, ¡no tienes que tenerme miedo!, ¡no te mordere!, he dejado de comer humanos desde hace tiempo. Estoy a dieta..." Xack regreso a su puesto, soltando la mano del chico "¡Muy bien, viajero!, ¿que es lo que buscas?, ¡tengo de todo lo que te puedas imaginar!"

"Uh... pues... de casualidad no tendrás uh... ¿una poción que revierta los efectos de un hechizo hecho por una sirena?"

Xack se quedo viendo a Connor con un semblante vacío en su rostro. Connor se sintió más nervioso y estaba cerca de acobardarse y salir corriendo.

"¡Oh, jo, jo, jo!, parece que alguien es demasiado específico, ¿eh?"

Connor comenzó a sentir como le faltaba un poco el aire, pero sabía que si se dejaba vencer tan fácil no saldría de aqui con las manos vacias.

"Solo dime si tienes algo como eso..." El lo dijo de forma un poco timida, pero el traje hacia que su voz suene más grave.

"¡Uh, bueno!, ¡señor exigente!, ¡dejame ver si tengo lo que buscas!" Xack se dio media vuelta, comenzando a buscar entre su estante de pociones de todo tipo "Veamos... rey por un dia... ogro por una semana... no, estos no son"

Sin mostrar cuidado por sus cosas, Xack lanzó todas las pociones que no le servian. Por suerte Connor logro esquivar todas, pero los que no contaron con suerte fueron las distintas criaturas marinas que pasaban por ahi.

"Uh... ¿hechizo de drenaje?, ¿que es lo que significa?" Xack lanzó la pócima hacia atras,Connor la atrapó y decidió guardarla en su mochila. Tal vez le sería de ayuda en un futuro.

"¡Aquí esta!" Xack dejo en el mostrador una pequeña esfera de vidrio con un líquido naranja brillando en su interior "Esta es... Almas Libres"

"¿Como... funciona?"

"Veamos... según lo que dice la etiqueta... tienes que introducir en la pocima un cabello de la sirena que desencadenó el hechizo. Una vez hecho esto, cualquiera que la beba y haya sido hechizado por esa sirena, será libre del hechizo, sin la posibilidad de que pueda volver a ser hechizado"

"Eso... es... genial, ¡es justo lo que busco!" Connor acerco sus manos hasta la pocima, pero de inmediato Xack le dio un rápido y fugaz golpe para detenerlo.

"Pero te lo advierto, si alguien que no ha sido hechizado bebé esta cosa, pasará a convertirse en todo lo opuesta a una alma libre. Más específicamente... perderá el camino y jamás volverá a ser el mismo de antes"

Connor sintio una shock électrisante llegar a su cabeza, como si algo le estuviera advirtiendo del peligro inminente.

"Oh, pero no debes preocuparte mucho. Si tienes pensando usar esta cosa en tu amiga Ruby... le harás un gran favor, ella lleva hechizada desde el comienzo"

Connor se volvió a sorprender de que esa cosa sombría pueda leer sus pensamientos tan fácilmente.

"Bueno, ¡¿que estas esperando?!, ¡pagame de una vez!"

"Ah... si..." Connor sintio que estaba en peligro, no tenía dinero, el no trajo nada con el. No había nada que pudiera darle a ese tipo a cambio de la pocima.

¿Que podía hacer?

No podía dejar pasar esta oportunidad, esa pocima significaba la solución a su más grande problema.

Tenia que llevársela si o si.

"Disculpa... ¿que es eso de ahí atrás?"

"¿Eh?, ¿que cosa?" Xack volteó a ver a donde Connor había señalado.

Al no encontrar nada fuera de lo común, volvió su vista al frente.

Dándose con la sorpresa de que la pocima que había dejado en su escritorio, ya no estaba.

Un fuerte grito de furia se escucho retumbar por ese mercado, mientras Connor corría con todas sus fuerzas y lo más rápido posible. Era difícil correr con ese traje tan pesado, pero por suerte, la adrenalina del momento le ayudaba a no darse por vencido.

Connor continuó corriendo, esquivando a todos los que se le cruzaban. Algunos lo miraban raro pero nadie le hacía ni le decia nada, solo se le quedaban viendo y después lo olvidaban.

Connor logro divisar lo que parecía ser la salida, técnicamente sería la entrada porque el entro por ahi, pero también funcionaba como una salida.

Era un espacio en forma de puerta, un agujero donde entrabas para nadar hacia arriba y salir.

Connor se lanzó con rapidez, teniendo la pocima en sus manos en todo momento. Después, comenzó a nadar hacia arriba hasta que se topo con la tapa que cubría la entrada.

Tenia que romperla, lanzarla o algo, de lo contrario no podría salir.

Intento darle patadas, golpes con la parte más dura de su mochila, incluso golpearlo con el tanque de oxígeno que venía puesto a su traje de buzo, pero nada funcionaba.

Derrotado, Connor guardo la poción en su mochila y comenzó a descender. Salió del agujero y otra vez estaba en ese mercado tan inquietante.

Tenia que encontrar otra salida, y tenía que ser rápido antes de que lo encuentren. Connor no sabía si esa cosa lo estaba buscando por haberse robado su pocima, tal vez si, era lo más probable.

No quería correr riesgos, pero tendría que hacerlo.

Todo sea por hacer que Ruby abra los ojos de una buena vez.

Y sea libre al fin, para hacer con su vida lo que quisiera, y dejar que su corazón decida por su cuenta a quien amar.

Quien sabe... el podría ser el afortunado...

Con eso en mente, Connor dio un paso hacia delante, pensando en adentrarse y buscar otra salida, pero justo sintió como algo lo golpeaba en su cabeza, haciéndolo caer al suelo adolorido.

"Maldito mocoso... ¿te atreviste a burlarte de mi?"

Escucho esa voz, furiosa y dominante. Luego, sintió como lo tomaban de su cabeza, obligándolo a que se ponga de pie.

"Nadie se burla de mi sin recibir algo a cambio... ¿quieres tu recompensa, pequeñin?"

Unas fuertes burlas de la multitud se escucharon cuando Xack, sin mostrar cobardía conecto un potente puñetazo directo al pecho de Connor, el pobre chico sintió este golpe y le dolió hasta lo más profundo de su ser.

El aire le falto por unos instantes, se comenzó a sentir ahogado hasta que sintio como su estomago quería reventar. Por alguna razon, comenzó a sentir náuseas.

Lo volvieron a dejar caer al piso, mientras todos se burlaban de el. Parecía que así se quedaria, pero no fue asi, Xack siguió atormentandolo pateando con fuerza su espalda.

Connor sintio cada golpe llegar hasta sus huesos, haciéndolos crujir. Como su piel se desgarraba, como el traje no era suficiente para protegerlo.

Como sus músculos se contraian adoloridos, sufriendo en silencio la golpiza de aquel tipo de vestimenta oscura.

Lo peor vino después, Xack llego hasta su pierna y comenzó a cortar con unas garras que aparecieron en su mano. Rasguños como los de un tigre, como los de un feroz león que buscaba alimentarse con su carne.

El traje fue como su cascara, como la cascara frágil ye cubría su piel, una vez que la cáscara fue retirada, Xack continuó pelando al muchacho. No demostraba piedad, lo seguía cortando con furia pero ahora con una gran sonrisa satisfecha en su rostro.

La venganza era tan dulce...

Demasiado reconfortante.

Que hermosa sensación la de hacer sufrir a los demás...

...

...

...

De repente, Xack se detuvo, las burlas cesaron, todo quedo en silencio.

Lo único que se escucho, fue el repentino andar demás alguien aproximandose.

Connor se esforzó y abrio sus ojos para ver quien llegaba a el. Cuando vio a su "salvadora" supo que hubiera sido mejor morir ahí mismo antes que tener que enfrentarse a ella.

A quien menos quería ver.

Chelsea Van Der Zee...

La sirena miraba su rostro de forma seria, sin una expresion clara que identificar. Ella se agacho hasta llegar a su altura, donde le dijo unas suaves y crudas palabras que lo dejaron helado y temiendo la muerte.

"Metiste tu cabeza donde no debias... ¿que te parece si te la corto~?"

Connor quiso gritar, pero no pudo hacerlo, no se sintio lo suficientemente fuerte como para hacerlo, como para suplicar por su vida. Estaba demasiado debil, adolorido, indefenso y solo.

Porque nadie lo iba a ayudar, aunque estuviera rodeado de muchos diferentes tipos de seres, ninguno de ellos iba a hacer algo por el. Estaba solo, abandonado, desechado. Simplemente derrotado.

Sus ojos miraron con miedo lo que Chelsea sostenia en su mano derecha, un tridente de color verde brillante.

Connor observo aterrado como Chelsea elevaba ese tridente en el aire.

Para segundos después, hacer el corte.

Un sonido contra el suelo y todos se encontraban riendo divertidos. La multitud se disipó incluido el vendedor, quien volvió a su puesto y puso su mejor sonrisa para recibir a su próximo cliente.

Nada había cambiado.

Con la excepción de que, Chelsea tenia una nueva víctima a la cual atormentar.

"..."

Ya habían finalizado las clases, ya era hora de encontrarse con Chelby en el muelle para que sus dudas sean resueltas.

Tenia que ser rápido, ya que luego de esto debía recoger a su hermano de la escuela. No había olvidado ese encargo por parte de su madre.

Ruby llego hasta el muelle, y ahí la encontro, sentada en la orilla sin mostrar preocupación, viendo al horizonte, manteniendo una sonrisa serena en el rostro.

"Pensé que no vendrías..." Dijo Chelby de forma sincera, con una voz delicada y tranquila "Me alegra haberme equivocado"

Ruby no supo que decir para presentarse, simplemente se acerco más a Chelby, esperando que ella continúe hablando.

"¿No tienes problemas con entrar al océano de una vez?" Pregunto Chelby.

Ruby nego con su cabeza, no tenía ningún problema con eso.

"De acuerdo... entonces..." Chelby estiró su mano, convirtiéndola en un tentáculo pegajoso y poderoso, tentáculo que llegó hasta Ruby "Ven conmigo..."

Como un susurro directo a sus oidos, una expresión torpe e insegura apareció formándose en su rostro.

Era difícil... simplemente confiar de esa forma tan arriesgada en alguien que acaba de conocer.

Pero ya no había vuelta atrás, ya se encontraba aqui, había llegado muy lejos como para regresar.

Solo quedaba seguir adelante...

Ruby se quito la mochila, tomo el tentáculo de Chelby, dejo salir un pequeño suspiro y sonrió determinada.

"Estoy lista..." Dijo Ruby manteniendo su sonrisa, mientras sus ojos parecían tener un brillo especial que la hacia sentir diferente.

Chelby le devolvió la sonrisa, feliz de que su pequeña  amiga sea tan valiente, y que, aún sin conocerla bien, este confiando en ella.

Rápidamente, Chelby se lanzó hacia el agua, dando un giro en el aire antes de caer. Ruby quiso hacer lo mismo pero se tropezó al intentarlo y cayó como un palo de madera todo tieso al mar.

Ruby cayo muy profundo, tanto que terminó soltando a Chelby. Ruby se transformó en su forma de kraken natural y comenzó a sentir el nuevo ambiente acuático.

Era muy agradable.

Se sentía bien, relajada, libre, poderosa. Había olvidado lo bueno que era simplemente estar bajo el agua, disfrutando de quien era en realidad, sin tener que ocultarselo a los demás.

Bajo el mar, ella podía ser quien era en realidad, no habían prejuicios, no habían tabúes, no había nada.

Era libre... como una alma libre y auténtica que decidia por su cuenta.

Al menos eso es lo que ella pensaba...

...

...

...

"¿Chelby?" Pregunto Ruby al no encontrar a la chica, la busco con la mirada viendo hacia todas las direcciones posibles, pero no logro encontrarla.

No fue hasta que vio arriba que pudo verla, pero... se veia diferente, era de suponer que se vería diferente, pues al estar en el agua obviamente se iba a dejar el disfraz de "humano" para quedarse al natural, como siempre han sido.

Pero Ruby pensó verla en su forma natural de kraken...

No en lo que parecía ser... su forma natural de sirena...

De algún modo, se las arreglaba para verse aún más hermosa que en su forma de kraken.

Ciertamente, se parecía mucho a Chelsea, pero lo que más la diferenciaba era su rostro más detallado y maduro, más crecido y desarrollado

Al igual que su rostro, el resto de su cuerpo demostraba haber "madurado".

Ruby no entendía como era posible que su forma de kraken se vea tan adorable. Y en su forma de sirena se vea tan jodidamente sexy.

Al menos en este caso tenía justificacion, porque de seguro ella tenia 18 años.

Cosa que no ocurria con Chelsea.

Ella tenia 16...

Ruby seguía sin entender como Chelsea teniendo 16 podía estar tan buena.

Como un curioso detalle, Ruby llego a la misma conclusión que la primera vez que penso en eso.

Que quizás ella sea una pervertida...

"Ruby, tierra llamando a Ruby, ¿me escuchas?" Pregunto Chelby pasando una mano por su rostro.

"¡Ah, si!, ¡te escucho!, ¡lo siento me perdí en mis pensamientos de nuevo!" Exclamó Ruby con un fuerte sonrojo en su cara.

"Uh... veo tu rostro sonrojado... ¿estas bien?, ¿tienes fiebre o algo?" Chelby llevo su mano hasta la frente de Ruby, con cuidado, comenzó a dar una revisión rápida con un toque électrisante hasta que Ruby se aparto de ella.

"¿Que?, ¡n-no!, ¡estoy bien!, bueno... creo que si tengo fiebre, ¡pero eso no significa que no esté bien!"

Chelby la vio de forma sospechosa, pero su rostro examinante cambio a uno de sorpresa al darse cuenta de lo que estaba pasando.

"¡Oh por Neptuno!, ¡es por mi culpa!, ¡lo siento!"

"¿Ah?, ¿de que hablas?" Pregunto Ruby confundida.

"Yo... es un poco vergonzoso pero... olvide que tenía activado mis encantos de sirena para evitar problemas con los humanos. ¡Lo quitaré de inmediato!, ¡s-solo dejame...!"

Ruby sintio un retumbar en su corazón, como si algo se le estuviera siendo arrebatado. Su ritmo cardíaco se regulo, dejo de sentirse nerviosa y sus mejillas dejaron de estar acaloradas.

"Listo, eso debería bastar..."

Ruby se encontraba procesando lo que acababa de pasar, ¿tan fácil era para una sirena crear un sentimiento en alguien y destruirlo al instante?, era tétrico, triste y crudo.

Pero se sentía aliviada de finalmente sentirse... normal, o algo asi, realmente no sabía si había cambiado o no. Lo unico diferente era que ya no miraba a Chelby con otros ojos, solo la veía como era, una chica misteriosa que quería conocer, pero su presencia ya no la ponia nerviosa ni la hacia sonrojar.

"Pensé... que los encantos de las sirenas no funcionaban en los krakens..." Confesó Ruby, con duda en su interior.

"¿Que?, ¿quien te dijo eso?"

"Mi mamá y mi abuela..."

"Oh, pues están equivocadas, es decir, ¿te imaginas si así fuera?, las sirenas no tendrían ninguna oportunidad contra los krakens si sus encantos no funcionarán con ellos"

Ruby agachó su mirada hacia abajo, observando su cuerpo con curiosidad e inquietud. Pensando en lo que ocurria en este instante.

Seguía confundida por lo que acababa de pasar.

"Además, mi hermana es una clara muestra de que las sirenas pueden hechizar a los krakens" Dijo Chelby, tomando una postura y un tono de voz más serio.

"¿Tú hermana...?" Pregunto Ruby, con sorpresa en su voz "¿Chelsea es tú hermana?"

"Si... así es..." Chelby se acerco a Ruby, de forma timida, sintiendo como su corazón latía con miedo "Al igual que tú... Ruby, las dos son mis pequeñas hermanitas..."

La reacción en el rostro de Ruby no tenía precio, era de completo shock sumado a terror y vergüenza. La vergüenza era porque minutos antes había desarrollado sentimientos por quien vendría a ser su hermana.

Muy raro.

"¡¿C-como dices?!" Pregunto Ruby desconcertada "¡Tiene que ser una broma!, ¡¿estas bromeando, cierto?!"

"¡No es ninguna broma, Ruby!, ¡es cierto!, ¡y si estoy aqui es porque estoy cansada de que Chelsea te vea la cara de estúpida!" Exclamó Chelby, con molestia en su rostro.

"¡¿De que estas hablando?!, ¡tú no puedes venir y decirme que eres mi hermana sin darme ninguna prueba!, ¡mucho menos hablar así de Chelsea!"

"¿Quieres pruebas?, bien, te las daré. Tu madre se llama Agatha, Agatha Flora Gillman. El apodo que tiene es por mi, yo soy Chelby Flora"

"Eso... solo es una coincidencia..." Dijo Ruby, fingiendo no estar convencida.

"Tú padre debe ser Arthur, el agradable señor Kraken que tiene también un hijo llamado Sam, ese debe ser tu hermano"

"¿Por que dices que es mi padre?, ¿que no tu dices ser mi hermana?"

"Técnicamente no lo soy, ya que mi madre si es Agatha, pero mi padre no es Arthur. Yo soy hija de Nerissa Ariel y Agatha Flora, por eso soy hermana de Chelsea y hermana tuya"

"¡¿Como?!, ¡¿cuando?!, ¡¿que?!"

"No entiendo porque te alocas tanto, fuiste tu la que quería que responda a tus preguntas" Dijo Chelby con un semblante más tranquilo.

"¡Si, pero ni siquiera me dejaste hacerlas!, ¡solo me diste toda la información de golpe!"

"Oh... es cierto, bueno, error mio"

"No puedo creerlo... todo este tiempo... ¿una hermana?, ¿eres hija de Nerissa también?, ¡¿como ocurrio?!"

"Bueno, querida Ruby. Cuando una kraken conoce a una sirenita, ella le deja su... tinta y-"

"¡No me refiero a eso!" Exclamo Ruby sonrojada hasta el limite "Hablo de que... ¡ugh!, ¡no lo sé!, ¡ya no se que pensar!, ¡no se que creer!"

"¿No te gusta la idea de que sea tu hermana...?" Pregunto Chelby, estando un poco deprimida.

"No... no es eso... es solo que... es demasiado repentino..." Ruby se acerco a Chelby, viendo su rostro triste, ella sintió compasión "No es nada en contra tuya, Chelby"

"Lo entiendo... se que no puedes tratarme como tu hermana tan pronto. Pero... es que... de verdad lo queria, me he sentido tan sola todo este tiempo, viendo como mis dos hermanas son felices sin mi"

"Cuando dices... hermanas... me haces sentir rara..."

"No te preocupes, obviamente puedes seguir con Chelsea de forma normal, no comparten sangre" Chelby reacciono luego de que dijo tremenda estupidez "¡Pero no debes estar con ella!, ¡solo te esta utilizando!"

"¡¿De que estas hablando?!"

"¡Ahora ya sabes que los krakens pueden ser hechizados por las sirenas!, ¿no es cierto?"

"Bueno... si, es cierto..."

"¿Que harías si te digo que todo este tiempo... desde el primer minuto en el que viste a Chelsea con otros ojos... ha sido porque ella te hechizo para usarte a su antojo?"

Chelby esperaba la respuesta de Ruby con ansias, se había preparado durante mucho tiempo para este momento. Había enseñado, planificado y practicado cuales eran las mejores formas de decirle la verdad a Ruby sin que le de un infarto.

"Diría que estas loca"

La respuesta que obtuvo de Ruby hizo que sus ansias desaparezcan, siendo reemplazadas por un profundo enojo.

"¡¿Que dijiste?!"

"¡Dije que estas loca!, ¡y no pienso seguir hablando contigo!" Ruby paso de largo, ignorando a Chelby "Tengo que recoger a Sam, ¡el si es mi hermano!"

Ruby dijo eso con la intención de hacer sentir mal a Chelby, pero no esperaba que sus palabras tuvieran tanto efecto. Cuando vio los ojos tristes y dolidos de Chelby, entendio que quizás si se había pasado un poco.

Ruby intento acercarse, pero esta vez, fue Chelby la que se alejo, retrocediendo y manteniendo su mirada dolida sobre la kraken.

"¿Eso es lo que piensas de mi?, ¿Agatha nunca te contó que yo existia?"

Ruby quiso responder, diciendo la verdad, que ella no tenía idea de su existencia, pero la valentía no estaba presente en ella.

"Yo solo quería ayudarte, Ruby Gillman... pero si prefieres seguir besando esos labios llenos de mentiras... no te détendre"

Chelby finalmente se dio vuelta y nado con rapidez en dirección contraria a la de Ruby. La peliazul al ver esto, comenzó a seguirla.

Aún tenía muchas dudas en su cabeza, no podía dejarla ir.

No podía dejar que se escape.

Menos ahora que gracias a ella, había surgido una nueva duda en su mente y en su corazón.

"¿Chelsea... me ha hechizado...?"

Con esa duda en la cabeza, revoloteando con dolor, Ruby continuó su nado, aumentando la velocidad para no perder de vista a Chelby.

"..."

En la casa Gillman, las cosas permanecían en silencio, un profundo y tenue silencio.

Agatha se encontraba recostada en su cama, escuchando el sonido del reloj sonando constantemente, mientras intentaba descansar.

No es porque este cansada, bueno, realmente si lo estaba, el trabajo la tenía muy estresada.

Pero la principal razón por la que quería dormir, era porque tenía un asunto muy importante que atender.

Y la única forma que conocia para, atender ese asunto, era dormir, dormir y soñar.

Solo en sus sueño podría verla, para así poder conversar.

Intentar arreglar las cosas, llegar a un nuevo acuerdo.

Porque aparentemente, el acuerdo que ambas tenían ya se había roto. Tal vez era hora de hacer unos cambios.

Agatha agradecia que Ruby aún no se haya aparecido en la casa, no sabía cuanto tiempo tendría para dormir pero esperaba que sea lo suficiente como para solucionar este asunto.

Agatha continuó escuchando el sonido del reloj, escucho un tic, escucho un tac.

Tic, tac, tic, tac.

Y asi continuo, hasta que no escucho nada más.

...

...

...

"¿Agathita?, ¿que haces por aqui?"

La voz que ella esperaba oir la recibio cuando entro a su subconsciente.

Brevemente la analizó, seguía viendose igual de hermosa y radiante como siempre. No obstante, su atención se fijo en otra cosa, en el curioso tridente que ella sostenia en su mano derecha.

Al igual que el lugar en donde estaba, siendo parecido a un bosque oscuro con un profundo olor a gasolina y putrefacción.

¿Que demonios era este lugar?

No tenía idea.

Lo que si sabia, era que sin importar lo que ocurra, en este momento ella iba a ponerle un alto a la mujer que hace tiempo amo con todo su corazón.

Llego el día en el que deberé enfrentar el error más grande de toda su vida.

Haber salvado a Nerissa de la muerte.

"Ya sabes porque estoy aqui, Nerissa" Agatha tomo una postura más seria, mientras a paso lento comenzó su acercamiento "Quiero que me digas lo que está pasando"

Nerissa sonrio, viendo con diversión y alegría como su ex mejor super amiga marina fingia valentia.

Ella lo sabia muy bien, lo sabia perfectamente.

Aunque Agatha parezca tener valor por fuera, por dentro sigue siendo la misma tonta adolescente de siempre.

Sigue siendo igual de débil.

Sigue siendo igual de ingenua.

Sigue siendo la misma Agatha Gillman de la cual se enamoró en el pasado.

Nada ha cambiado.

Ni sus sentimientos, ni su sed de venganza.

"Agatha... querida, ¿de verdad quieres saberlo?, puede que no te guste la verdad, algunos no están listos para enfrentar la realidad..."

Nerissa espero paciente a que Agatha llegue hasta ella, mientras en su mente ya tenía listo todas las cosas que le diria.

Y en caso de problemas, solo debía usar su tridente y listo.

Todos sus problemas se solucionaran en este combate, la que salga ganadora se llevará algo más que la gloria.

También se llevará, el control total de este cuerpo de kraken gigante. Ese es un detalle con el que Agatha no cuenta.

Pero Nerissa si, ella lo tiene muy en mente.

Eso solo la motiva y la llena de determinación.

...

...

...

"How you like that~?"

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