
[Capitulo 23]
La oscuridad del lugar no se sentía tenebrosa, al contrario, era calida y reconfortante. Hacia juego con lo oscuro que es su corazón en realidad.
Esto es lo que piensa Chelsea. Ruby, por otro lado, esta un poco inquieta y ansiosa. No le disgusta la oscuridad pero si le causa cierto desagrado.
"¿Estás bien Ruby?" Pregunto Chelsea con una expresion preocupada "¿Quieres un poco?" Invitando de su balde de palomitas.
"Eh... no, gracias. No es eso" Contesto con una sonrisa cansada "Es solo que... me pone un poco nerviosa la oscuridad..."
Chelsea reacciono sorprendida, de verdad no esperaba eso. Estaba cerca de comenzar a burlarse un poco pero noto que la expresión comprimida de Ruby era más seria, algo más fuerte que una simple fobia.
Rápidamente concluyó que este miedo a la oscuridad seguramente se deba a algo fuerte, como un evento traumatico que haya vivido en el pasado.
Mientras ella pensaba, Ruby se ponía más nerviosa. Sus brazos rodeaban sus piernas, pasando por sus rodillas hasta sus pies.
Ruby no quería parecer debil, pero no podía evitarlo. Simplemente lidiar con esto era realmente complicado.
"Tranquila..." Chelsea coloco su mano con la de Ruby, en un choque que condujo a una conexión entre ambas donde sus ojos eran protagonistas "Estoy contigo..."
Ruby sintio un escalofrio recorrer su piel, como una corriente de aire que hizo temblar todo su ser de una forma única. Esto, a su vez, hizo que su respiración agitada poco a poco deje de ser tan pesada, conduciendo a que sus labios se curven formando una sonrisa ligeramente tranquila.
"Lamento ser asi... no quiero seguir arruinando nuestra salida..." Exclamó Ruby con un poco de pena, mientras su mirada se desviaba hacia otro lado.
"No digas tonterias, Rubybuby..." Chelsea formó una sonrisa más confiada y relajante, mientras daba ligeros frotes en la palma de la mano de su amada "Yo amo cada parte de ti, eso incluye cualquier tipo de problema que tengas..." Un ligero sonrojo apareció en sus mejillas, un indicio de lo que estaba por ocurrir "Además... cualquier problema que tengas, podremos solucionarlo... juntas... solo tienes que confiar en mi"
La sonrisa de Ruby se encorvo a una mueca de ligera molestia, pero no tan notable. Un recuerdo llego a su mente, lo que la hizo dudar y salir brevemente de auquel magico momento.
"¿Y tú... confías en mi?" Pregunto la chica kraken, con sus ojos clavados como dos estacas, penetrando directamente las retinas de su contraria. Juzgandola, esperandola, ansiando una respuesta que la libre de dudas.
"Yo... uh..." No iba a mentir, no se esperaba esa respuesta en lo absoluto. Tenia que pensar en algo rápido para mantener el ambiente "Claro que si... yo... confío en ti..."
Ruby comenzó a indagar más profundo, no se iba iba a quedar tranquila con esa simple respuesta.
"¿Y por que confías en mi?" Pregunto como si fuera un tema trivial, sin demostrar timidez.
"Porque... tu... eres..." Una idea fugaz paso por su cabeza. Probablemente termine mal pero no tenía otra cosa en mente "¿Mi pedazo de sol?" Copio esa frase de una canción famosa.
Ruby sintio sus mejillas sonrojarse, pero no de pena, más bien, por la gracia que esto le estaba causando.
No pudo evitar soltar una leve carcajada. Cosa que evidentemente, hizo que Chelsea se sienta como una idiota.
"¡Es tu culpa!, ¡cuando estoy contigo me vuelvo tan cursi!, ¡haces que diga cosas que normalmente no diría...!"
"Yo también me vuelvo muy cursi cuando estoy contigo... Chelsea van der zee~" Con un tono de voz más seductor y coqueto, Ruby se coronó como la ganadora de esta contienda. Un hecho irrefutable.
Solo bastaba con ver lo sonrojada que estaba Chelsea para darse cuenta. Comprensible, después de todo, era la primera vez que Ruby llamaba a Chelsea por su nombre completo.
Y vaya que le gustaba.
Pero esto no se iba a quedar asi, claro que no. Chelsea no queria quedar como una sumisa pasiva, al menos no en esta situación.
Con un fuerte movimiento seguido de un contundente agarre a su blusa, Chelsea tomo a Ruby por los límites de su garganta, acercándose fugazmente y conectando un beso rudo y hambriento directo a su boca.
Ruby se quedo con los ojos bien abiertos, cosa que no era normal en los besos. Y es que, es la primera vez que Chelsea se pone tan agresiva en un beso.
Normalmente su agresividad ocurria a la hora del sexo.
Fuera de eso, ella era la más sumisa de las sumisas, aunque no lo parezca.
Cabe recalcar, que esto, de ninguna manera es una queja. No, de ninguna manera lo es.
Al contrario, es una bendición. Ruby siempre quiso una relacion flexible donde no todo tenga que seguir una línea predeterminada. Que su relación con Chelsea sea tan dinámica y sorprendente hacia que todo se mantenga fresco e interesante.
Básicamente, uno nunca perdía el interés, porque nunca sabías que podía ocurrir. Una relacion llena de sorpresas.
Bueno cuando las sorpresas son buenas.
Malo cuando las sorpresas son... malas.
Dejando eso de lado, ella también contraataco.
Ruby se dejó llevar por el beso pero poniendo de su toque especial, de su toque húmedo, de su contacto con su tentáculo a esa parte que siempre era la causante de constantes sonidos cálidos por la noche.
Saboreaba su cintura con su tacto, con sutileza pero también con lujuria. Chelsea lo permitió, claro que si, porque ella también comenzó a curiosear entre las partes de su amante. Pasando sus manos por encima de la blusa, por el vientre, bajando hasta la cintura y tocando la parte de atras que normalmente no tocaba, pero esta vez, encontraba muy atractiva y como un buen aperitivo para sus curiosas manos.
De repente, el ambiente escaló de nivel, cuando Ruby retiro parte del sujetador que Chelsea usaba para mantener sus pechos en su lugar. Maldita sea, ella era tan linda cuando se ponía así de atrevida.
Chelsea no iba a negarse, ¿como hacerlo?, esto es lo que siempre quiso, que Ruby sea un poco más... atrevida a la hora de la diversión para grandes.
Sorprendentemente, sus tentaculos no tenian mucho que ver. Lo que más trabajaban eran sus manos. Ruby estaba demostrando que con sus manos era más que suficiente.
Aunque, de igual manera, Chelsea seguía ansiando sentir esos tentaculos frotando toda su piel. Llegando hasta los rincones más profundos de su intimidad. Lugares a los que sólo Ruby tenía acceso.
Y vaya que se ganó ese privilegio...
"Par de tortolas... no coman pan delante de los pobres" Dijo una voz entre el público, una voz que no pudo ser reconocida por ninguna de las dos. Estaban muy calientes como para escuchar con claridad.
"¡¿Quién dijo eso?!" Pregunto Chelsea con un rostro sonrojado y una mirada furiosa, buscándo entre la oscuridad al culpable.
Connor, quien observo todo, decidido quedarse callado y así evitar el furioso ataque de una sirena en celo. Claramente, el fue el que dijo aquellas palabras que interrumpieron el momento.
"Amor... ya calmate..." Dijo Ruby en voz baja.
"¡Deja que encuentre a ese desgraciado y te juro que-!"
"Podemos continuar después de la pelicula~" Le susurro al oido, logrando así que Chelsea se siente como niña obediente en su asiento.
Justamente, la pelicula empezó. Por fin los encargados se acordaron de la existencia de esta película.
Mientras el filme iniciaba, Chelsea recordó que ya había visto esta película antes. Bueno, técnicamente no la vio, pero si la vivio, cosa que es aún peor.
El problema era que ya se sabía toda la historia, y lo poco que no sabía de seguro no sería muy interesante.
Así que, una idea atrevida y riesgosa paso por su cabeza.
"Hey Ruby..."
"¿Si?" Pregunto Ruby antes de tener a Chelsea demasiado cerca de ella.
"¿Quien dice que debemos esperar hasta después de la pelicula~?" Con una sonrisa coqueta, se acerco aún más, esta vez, susurrando en un tono de voz aún más bajo "Podemos aprovechar la oscuridad del lugar... ¿que dices?"
Su pregunta sono más como una súplica para que se desarrolle la intimidad. Y no era para menos, Chelsea se veía bastante necesitada.
"Ya no le tengo miedo a la oscuridad" Exclamó la peliazul, con una sonrisa sonrojada "Gracias, doctora Chelsea"
Eso fue lo último que dijo antes de hacer de todo junto a Chelsea, de todo menos ver la película.
"..."
Lejos del lugar, en una casa cerca a la playa, con una vista preciosa al mar, se encontraba la señora Gillman, concretando la venta de su departamento más lujoso.
"¡Muchas gracias por su excelente atención!" Exclamó una señora algo mayor, con cabello castaño y con una estatura medianamente alta "Esta es la casa de mis sueños, perfecta para mi retiro"
"No fue nada señora, y concuerdo con usted, esta casa es todó lo que necesita para ser feliz"
"Aunque... tengo una duda..." Un breve silencio antes de que sus labios formulen las palabras "¿Que tan seguro es vivir por aqui?"
"Completamente seguro, nunca hemos tenido problemas por aqui. Diría que es... muy pacifico"
"Escuche que hubo un avistamiento inusual... un monstruo que destruyó la biblioteca de la secundaria Oceanside High..."
"¡No es cierto!, ¡no hubo ningún monstruo!, las noticias siempre suelen exagerar las cosas para llamar la atención jajaja..." Respondió Agatha con una sonrisa nerviosa, mientras comenzaba a sudar por su frente.
"Bien... confío en usted, señorita Agatha" Alzo su brazo que sostenia la pluma con la que firmaría el contrato.
"No te arrepentiras..." Dijo Agatha acercando el contrato a su potencial compradora.
Finalmente sucedio, la pluma extendio su movimiento hasta que la firma se concreto, dando por finalizado el contrato.
"Muchas felicidades, espero que-" Agatha fue interrumpida por el repentino sonido de su celular sonando "Disculpeme un momento... por favor..."
Alejandose un poco, Agatha reviso su celular. Una llamada de su querido esposo era aquello que la interrumpio.
Poniendo su mejor sonrisa, presionó su dedo contra la pantalla, contestando la llamada.
"¡Hola querida!, ¿como estas?, espero no haber interrumpido algo..."
"Hola cariño... tranquilo, no interrumpes nada, de hecho ya termine... ¿tu como estas?, ¿sigues con mi madre?"
"De hecho no, me acabo de ir junto a Sam. Ese pequeño quería divertirse haciendo cosas más emocionantes... lo voy a dejar en la escuela y volveré al océano"
"¿Como?, ¿volverás al océano?"
"Si y es por una buena razón. Puede sonar raro, pero estoy teniendo un buen presentimiento respecto a mis streams acuaticos... mis espectadores aumentan cada día más y-"
"Ok cielo... bien, entiendo. Si eso te hace feliz... puedes quedarte, te lo concedo. Después de todo, es por mi culpa que estés tan apegado al océano... te obligue a quedarte tanto tiempo en tierra y... supongo que... una parte de ti disfruta mucho volver a estar bajo el agua"
"No digas eso, yo soy feliz donde sea que este, siempre y cuando tu estés a mi lado... es solo que, quiero usar esta oportunidad para ganar más dinero y darle una mejor vida a mis pequeños Sam y Ruby... a esta última tengo que comprarle sus cosas para su baile escolar. Hablando de ella... ¿como esta?, ¿ya se siente mejor?"
"Diría que si... aunque, aún no la he convencido de que deje a su novia sirena..."
"Debes comprenderla, el amor juvenil es tan complicado... ¿recuerdas como eramos nosotros cuando nos conocimos?"
"Si... ¿como olvidarlo?, llegaba de asesinar a mi primer amor cortando su cabeza con mis ojos de laser... y bueno, tu me consolaste..."
"Lo siento... no quise... recordartelo"
"No importa, ella quedo en el pasado. Aunque... por más que ya no este, no deja de causarme problemas"
"¿De que hablas, linda?"
"Descubrí que Chelsea... la novia de Ruby... es... la hija de Nerissa"
"¿Pero como es posible este suceso?"
"¡No lo se!, ¡yo ni sabia que ella tuvo una hija!, cuando estuvimos juntas... ella nunca me contó sobre eso..."
"Pero... y si esta mintiendo... ¿que tal si esa tal Chelsea en realidad es la misma Nerissa?"
"No seas tan paranoico cariño... eso es imposible. Tu mismo viste su cuerpo, Nerissa esta muerta"
"Pero... las sirenas no envejecen..."
"De igual forma, no hay manera de que Nerissa siga con vida... ¿puedes dejar de hablar de eso?"
"Si cariño... lo siento..."
Hubo un silencio tenue, solía se podía escuchar las olas del mar y el sonido de la llamada en espera.
"Te dejo... tengo que despedir a la última cliente... y también recoger a Ruby de la escuela. Tengo algo que hablar con ella..."
"Entiendo... cuidate cielo, suerte con Ruby"
"Gracias... te amo"
La llamada finalizo. Dejando a Agatha con un sentimiento complicado en su corazón.
El solo pensar que Nerissa podría estar viva... la hacia temblar y oscurecia su mente.
Por suerte, este hecho se quedaría como un sueño, como una cruel pesadilla.
Porque era imposible que la reina de las sirenas siga con vida, y aún más imposible, que sea la misma Chelsea, fingiendo ser una adolescente.
¿Cierto...?
"Eh... disculpa, Agatha" Llamó la señora que esperaba desde la otra habitación "¿Puedes venir un momento?"
"¡Claro!, ¡voy en unos minutos!"
Primero tenía que ir al baño y quitarse las lágrimas que comenzaron a brotar de sus ojos.
"..."
"Mejor hubiéramos ido a ver la nueva de Spiderman" Se quejo Chelsea, mientras salia de la sala de cine junto a Ruby.
"Cariño... no viste la pelicula... ¿recuerdas?" Hizo más fuerte su agarre en la palma de la piel blanca y húmeda de su sirenita.
"Aún asi... lo poco que llegue a ver fue realmente aburrido" Chelsea dejo de lado su molestia, cambiando su expresion a una más serena y relajada "Bueno... lo que importa es que pase tiempo contigo... Ruby"
"Oh si... y vaya que la pasamos bien... jeje..."
Sus ojos establecieron contacto, un cálido contacto que sellaron con un beso fugaz. Curiosamente, se encontraban de muy buen humor.
Tanto así que al parecer Ruby olvido por completo lo que iba a hacer con Chelsea después de la pelicula.
"Es cierto... Chelsea..." Dijo Ruby mientras detenía su caminata a la salida "No creas que he olvidado lo que te dije, cuando lleguemos a casa, me vas a contar toda la verdad..."
Olvidenlo, si lo recuerda. A ella no se le escapa nada.
"Claro Ruby... no te preocupes por eso" Respondió Chelsea con una sonrisa forzada "Te dije que iba a hacer eso y... claro que lo haré"
"No quiero que te sientas forzada a contarme tus problemas. Pero... si no me cuentas, seguirás sufriendo por todo tú sola... no puedo solo quedarme de brazos cruzados mientras tu sufres... dejame ayudarte. Eso hacen las parejas... se apoyan entre si, de eso va una relación... ¿no crees?"
Aquellas palabras fueron suficientes para que Chelsea tome confianza. Luego de soltar un suspiro pesado puso su mejor sonrisa y miro directamente a Ruby.
"De acuerdo, pero tengo una idea para hacerlo más interesante..."
Ruby escucho intrigada, expectante y confundida.
Los labios de Chelsea se abrieron, formando palabras susurrantes que pasaron como un simple soplido de información.
"¿Que te parece... un viaje a través de nuestros recuerdos?" Sugirió Chelsea con una sonrisa misteriosa, mientras que Ruby se esforzaba por descifrar esa sonrisa y conocer lo que ocultaba.
"Ok..." Respondió de primeras, aún procesando la información "Hagámoslo" Concluyó mientras forzaba una sonrisa "¿Como harás eso exactamente?"
Chelsea sonrio aún más ante la pregunta que le planteaban. Sus ojos soltaron un brillo inusual mientras las curvas de sus labios se ensanchaban.
"Solo te dire que... las sirenas tenemos muchos poderes interesantes..." Se acerco a Ruby con cuidado de no presionarla "Entre ellos... existe uno que nos permite viajar y descubrir que lo que permanece oculto en lo más profundo de nuestro subconsciente"
Ruby seguía confundida, dudosa y extrañada. No quería hacer esto, al menos no asi, por como lo decía Chelsea parecía ser algo demasiado extravagante.
Pero... aunque odie admitirlo, Chelsea logro con sus palabras confusas y expresiones dudosas que ella se sienta intrigada al 100%.
No tuvo más opción que aceptar, y fue cuando acepto, que Chelsea dio un salto sobre su sitio y avanzó a paso rápido hasta la salida, llevándola a ella de la mano en todo momento.
La emoción de Chelsea rápidamente llego a ella, contagiandola de energía y euforia.
Pese a eso, una pequeña parte dentro de ella seguía con sus dudas. Pero decidió fingir que esa pequeña parte no existe, simplemente no le haría caso está vez.
Después de todo... solo será un viaje místico a través de los recuerdos de cada una...
¿Que podría pasar?
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