Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

[Capitulo 18]

Vacío, profundo y oscuro vacío.

Eso era todó el entorno que se podía apreciar, solo eso y nada más. Un color oscuro similar al océano.

Intentabas mirar hacia un lado, era igual. Mirabas hacia el otro lado, totalmente igual.

Como un pasillo infinito de oscuridad que solo reflejaba soledad y el sentimiento de sentirse vulnerable.

Un verdadero sentimiento, un sentimiento oculto, doloroso e imposible de controlar.

Pocos eran los que veian a través de esos hermosos ojos azules con los que Chelsea contaba. Los pocos que lo hacían, veían algo más que unos simples ojos bonitos. 

Unas cuencas vacias, temerosas, inquietas y ansiosas. 

Esperando nunca encontrarse con aquello a lo que tanto le tenían miedo.

La soledad, el rechazo, el odio. Cosas que a cualquiera le disgusta. 

Pero para Chelsea, esas cosas eran más que simples momentos pasajeros, o simples cosas que te molestan por un rato.

Para ella, todo eso era como una perdición, algo que ella creía que pronto enfrentaría, tarde o temprano.

Ya que, la verdad siempre sale a la luz.

Es cuestión de tiempo para que su verdad sea descubierta...

...

...

...

Y con ese pensamiento en la mente, desperto de su sueño. O de lo que parecía ser el comienzo de una pesadilla.

Exaltada por el mal momento, aliviada de finalmente estar en la realidad.

Fisicamente seguía en el cuarto de Ruby, con un pijama de unicornio colorido que se quitaba con un cierre.

Mentalmente estaba en otro mundo, pérdida en sus dilemas, tanto que ni siquiera noto que no traía puesta su ropa interior bajo el pijama de unicornio.

Por un momento despejó su mente, observo al lado suyo... Ruby no estaba, se encontraba sola en el cuarto.

Viendo aún más lejos, encontró su ropa, doblada y puesta en un extremo de la habitación.

Junto a eso, noto su ropa interior, fue ahi cuando recién se percató del detalle más importante... y se sonrojo terriblemente.

No tenía ni un solo recuerdo de la noche anterior, fuera de lo que vivio en la lluvia. Lo unico que recordaba, era estar jugando con Ruby a... cosas para mayores. 

Pero solo era el recuerdo del comienzo, todo lo demás estaba borroso, y mientras más intentaba recordar, más le dolía su cabeza como un infierno.

Era como si hubiera estado tomando ayer... lo cual no tiene sentido, ella nunca toma, no le gustan esas bebidas ni un poco.

Tampoco recuerda si tomo anoche, pero, quien sabe, tal vez en un arrebato de orgullo acepto tomar, cuando quizás Ruby se lo propuso.

Aunque ella dudaba mucho que Ruby tome esas cosas...

Solo era necesario ver la carita toda inocente de Ruby, esa pequeña y linda kraken era incapaz de lastimar a alguien.

Justo en ese momento, Chelsea sintió un crujido y un cosquilleo en su cintura.

Entendió que Ruby si podia lastimar, pero en un buen sentido. Aunque, después de pensarlo un poco, se dio cuenta de que eso no tenía mucho sentido.

En fin, después de quedarse recostada un rato viendo hacia el techo sin hacer nada, finalmente Chelsea se sentía lista para levantarse, pero sabía que no podía irse con este disfraz ridículo.

Cuando estaba por levantarse para ponerse su ropa, alguien entro a la habitación abriendo la puerta lentamente.

Chelsea se congelo, sintiendo la mirada de alguien recorriendo su espalda.

El peor de los casos sería que sea su suegra.

El mejor de los casos pues obviamente Ruby.

Un caso intermedio sería que sea... hmm... ¿la mascota?, ni siquiera sabía que era esa cosa, parecía un híbrido entre un perro y un pulpo.

Por suerte, se trataba de Ruby, solo ella, entrando en la habitación con una bandeja plateada con comida caliente.

"Buenos dias, Chilsy" Saludo Ruby con una dulce sonrisa "Me alegra que hayas despertado, ¡te hice el desayuno!" 

"Buenos dias Rubyboo..." Respondió Chelsea, tomándose un momento para bostezar por el cansancio que aún sentía "¿De verdad me hiciste el desayuno?"

"Pues claro tontita, ¿o crees que esto es para mi?, yo ya desayune..." Ruby tomo asiento en un costado de la cama, dejando la bandeja de comida en las rodillas de Chelsea "Ahora es mejor que comas rápido antes de que venga mi mamá. Me acaba de llamar hace un rato y dice que no tarda en llegar"

"Oh... Ruby... muchas gracias, no esperaba tanta amabilidad... no me la merezco..." Dijo Chelsea, susurrando lo último.

"¿Que dices?, ¡claro que si la mereces!, ¡eres increible, Chelsea!, me has ayudado mucho desde que estas conmigo, nunca había sido tan feliz... es casi como si... estuviera... hechizada..." Dijo Ruby con una sonrisa que comenzó a desaparecer, para luego volver a hacerse presentes con mayor intensidad "Pero eso es imposible... porque el "encanto" de las sirenas no afecta a los krakens..." 

"Jaja... si... es imposible que algo como eso haya pasado..." Dijo Chelsea con nerviosismo "Aunque... si ese no fue el caso, ¿como fue que te enamoraste de mi?, ¿en que momento ocurrio?" Pregunto Chelsea con una sonrisa falsa y notablemente forzada.

Ruby se quedo sumergida en sus pensamientos por unos largos e incómodos segundos. 

Pronto, tuvo la respuesta en su mente.

"Fue algo... casi magico, es decir, tu sabias bien lo que te decía a cada rato, que nunca me enamoraria de ti, y eso era por dos razones, porque te tenía un odio incontrolable, por lo perra que eras conmigo y lo mucho que arruinabas mi vida, y porque mi abuela me dijo que las sirenas son vanidosas, egoistas, narcisistas, y que son unas expertas de la manipulación... por eso intente alejarme lo máximo posible de ti para evitar que algo como eso ocurra..." Ruby subio por completo a la cama, acercándose un poco mas a Chelsea "¡Por suerte descubri que tu eras diferente!, no eres como todos dicen... bueno, si lo eras, pero cambiaste por mi y... eso me hace muy feliz, creo que así fue como me comence a enamorar de ti... al ver tu dedicación por ayudarme y más que nada, por querer cambiar esa forma de ser tuya que tanto daño me hacia..." 

 Chelsea comenzó a lagrimear, definitivamente estaba en su peor momento. Jamás había sentido remordimiento en su vida, otra vez, estaba experimentando un nuevo sentimiento que ella no conocia, algo que no era normal y que no solía sentir.

Lo que comenzó como un juego se transformó en algo más serio. Y ahora, ella esta enamorada, Ruby también, pero... el amor que Ruby siente por ella no es real, no es genuino, no es original.

Ese amor no existe. Ese amor solo es un producto de su propio egoismo.

Algo que ella hizo sin pensar en las consecuencias. Estando ahora acorralada, sin salida, sintiendo como la culpa la mata por dentro.

Ella solo canto como lo hacían las sirenas, canto y canto, canto para ella. Ahora ella era su amada, pero quien sabe por cuanto tiempo.

Lo único que Chelsea quería era que todos la amen, ahora lo único que quisiera, es estar segura de que Ruby realmente la ama. Solo ella, ya no le importa nadie más.

Con saber que ella en verdad la ama es suficiente para que pueda ser feliz.

Pero eso eso imposible... al menos por ahora, hasta que ella descubra una forma de quitar el "hechizo", si es que algo como eso es posible.

"Chelsea... ¿estas bien?, ¿que tienes?" Pregunto Ruby con una expresión preocupada, mientras ponia una de sus manos en el rostro de la pelirroja, limpiando una de sus lagrimas.

"Estoy bien... solo recordé algo feo... no pasa nada" Dijo Chelsea mientras se alejaba de Ruby y limpiaba sus ojos llorosos con sus manos "También me emocione de más, todo eso que dijiste fue muy bonito y... yo... te amo de la misma manera, te amo más de lo que puedes imaginar..." Chelsea permito que el sonrojo en sus mejillas ocurra, mientras por un breve momento disfrutaba de el momento, disfrutaba de sentirse genuinamente enamorada.

Porque si algo puede decir con total seguridad, es que su amor si es real, puro y genuino. Y que seguirá siendo asi, sin importar lo que pase.

"Me alegra escuchar eso, Chelsea. Ahora termina de comer, yo iré a cambiarme para nuestra cita" Dijo Ruby con una sonrisa y con sus ojos iluminados.

"Oh... es cierto, tenemos una cita hoy... ¿quieres que sea tan temprano?" Pregunto Chelsea sorprendida.

"Si, ¿por que no?, podremos hacer más cosas mientras más temprano salgamos. Además, no es temprano, son las 11 de la mañana"

Chelsea se sorprendió al saber la hora, ya que, para ella eran las 7 de la mañana.

"Cielos... y yo sigo cansada jaja..." Dijo Chelsea, mientras finalmente comenzaba a comer el desayuno.

Chelsea continuaba fingiendo una sonrisa, mientras intentaba poco a poco calmar sus nervios y pensamientos negativos.

"Bueno, iré a cambiarme. Llamame si necesitas algo más" Ruby se levanto de la cama, dirigiéndose hasta la puerta de la habitación.

Chelsea vio como Ruby se alejaba, sintió su corazón latir con fuerza, por el miedo de quedarse sola. Un miedo sin explicación, ya que no iba a quedarse sola, pero para ella esto si iba a ocurrir.

Estaba demasiado aterrorizada con la idea de que la persona a la que más quería la abandone.

No soportaba que ella se aleje, aunque sea un poco.

Se estaba obsesionando demasiado.

Casi parecía como si ella fuera la que estuviera hechizada. Pero al no ser asi, es mucho peor, ya que ella estaba dependiendo emocionalmente de alguien más por cuenta propia, sin necesidad de externos.

"¡Espera!" Grito Chelsea con fuerza, soltando un quejido nervioso, ganándose la mirada confundida de Ruby.

"¿Pasa algo, Chelsea?" Pregunto la kraken cuando se dio vuelta.

"No es necesario que te cambies... ¡te ves hermosa asi como estas!, siempre eres hermosa, no es necesario que te pongas algo "mejor", con tu compañía es suficiente..." Chelsea se las arreglo para decir algo coherente que no suene tan sospechoso.

"Gracias Chelsea, eso es lindo, pero si no te molesta si quisiera ir más elegante... osea, me has visto con la misma ropa como 18 veces. Ahora que lo pienso... yo tampoco te he visto con otra ropa..."

"Ah... bueno... eso no es cierto, si me has visto con otra ropa, el problema es que todos mis conjuntos de ropas son de lo mismo"

"Oh, eso tiene sentido. En mi caso suelo usar esto simplemente porque me gusta mucho, pero creo que empezaré a reconsiderarlo, es tedioso tener que lavar la misma ropa todos los días"

El ambiente parecía haberse calmado, Chelsea lucia más tranquila y Ruby seguía igual de alegre.

Chelsea cayo en cuenta de su actitud tan extraña, así que calmo sus temores por un rato y tomo una postura más relajada y tipica de ella.

"Bueno, mi amor, esta bien, solo quería hacerte recordar que no importa lo que te pongas, a mis ojos seguirás siendo la más hermosa de todas" Dijo con una sonrisa triunfante, dando por hecho que su actitud confiada ya era suficiente para garantizar que no haya sospechas.

Ruby desvío la mirada con una sonrisa tenue y dulce.

Cuando Chelsea se ponía coqueta, ella perdía toda su determinación, y queda aún más sumisa que de constumbre.

"Pero... ahora que recuerdo, ¿puedo preguntarte algo?"

"Si, claro, ¿que sucede-?"

"¡¿Por que estoy usando este disfraz de unicornio?!, y más importante aún, ¡¿por que no tengo mi ropa interior?!" Pregunto Chelsea totalmente exaltada y con una expresión ligeramente molesta.

Ruby reacciono sorprendida, más que nada porque después de tantas cosas, Chelsea apenas y mencionaba ese detalle.

"Ah... b-bueno... eso es... un tema vergonzoso, ¿estas segura de que lo quieres saber?" Pregunto Ruby con un ligero sonrojo

Chelsea asintio con rapidez y determinada a saber la verdad.

"Bueno... estas con ese disfraz de unicornio porque... anoche te volviste un poco loca. Cuando estabamos haciendolo... tu querías probar algo nuevo y encontraste una de mis pijamas... te la pusiste porque querías que yo te "monte" mientras te jalaba de los cuernos y-"

"¡OK, BASTA!, ¡NO NECESITABA SABER ESO!" Su rostro no podía estar más rojo y avergonzado.

"Y lo de la ropa interior... pues tu insististe con que te la quitara..."

"¡Entiendo, entiendo!, ¡gracias por tu honestidad, Ruby!, ahora si me gustaría que me dejes sola un rato... voy a cambiarme y... saldré en unos minutos..." Dijo Chelsea, suplicando por quedarse un momento a solas, no podía soportar tanta vergüenza. Necesitaba relajarse.

"De acuerdo... pero no te tardes mucho, mi mamá está por llegar y-"

Ambos corazones se paralizaron, al escuchar el inquietante sonido de un timbre tocando la puerta principal.

"Oh... creo que ya llego..." Dijo Ruby con una sonrisa nerviosa y preocupada.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro