Quien diría que un viaje en ascensor podría ser tan incomodo.

Y tan... largo.

La tensión era demasiada, tanta que llegaba a ser difícil cortarla con un cuchillo. 

Chelsea había agotado sus ideas, ideas que saco de cierto capítulo de su serie favorita. Pero solo había visto la mitad del capitulo, no tenía idea de que seguía después.

Por otro lado, Flora permanecia con un semblante serio viendo hacia el frente. Con su cuerpo estático y con el ceño fruncido.

No parecía ser buena idea molestarla.

Pero Chelsea tomo el riesgo, ya que estaba aburriendose demasiado y no quería seguir sufriendo en silencio.

"¿Yo soy el problema, cierto?" Pregunto Chelsea, mirando nerviosamente a la señora al costado suyo.

"¿Recién te das cuenta?" Contesto Flora con una expresión de irritación.

"¿Pero por que yo soy el problema?, ¿es porque... soy... una chica?" Pregunto Chelsea algo apenada.

"¿Que?, no, no es eso-" Respondió Flora, esperando no ser malinterpretada, pero sus palabras fueron fríamente ignoradas.

"Claro... tiene todo el sentido del mundo, usted de seguro esperaba toda una descendencia de su hija. ¡Pero no se preocupe!, ¡yo también puedo darle esa descendencia!, no sera con sangre 100% de kraken pero... ¡quizás al combinar mi raza de sirena con la de kraken creemos una nueva especie tan poderosa como el leviatan!" Exclamó Chelsea con una gran sonrisa emocionada.

"¡¿De que estas hablando?!, ¡a mi no me importa que seas una chica!"

"Oh, pues... es bueno oír eso..." Dijo Chelsea soltando un suspiro de alivio "No quería tener que lidiar con gente de mente cerrada... entonces, ¿cual es el problema?"

"¡El problema es que tu eres una sirena!, ¡y las sirenas son de lo peor!"

"¡¿No cree que decir eso es algo discriminatorio?!, ¡no puede juzgarme sin antes conocerme!" Exclamó Chelsea, defendiendo su integridad.

"No, pero puedo darme una idea de como eres en base a mis propias experiencias... todas las sirenas que he conocido en mi vida han sido iguales. Primero te ilusionan... te hacen sentir bien, te ponen en un pedestal... para despues, tirarte desde lo más alto hasta un duro golpe de realidad" Dijo Flora, pensativa y nostalgica, con una expresión dolida en el rostro.

Chelsea entendió rápidamente lo que estaba ocurriendo. Sabía que era algo serio, pero, aún asi... no puedo evitar decir lo primero que penso.

"Ok, pero no te proyectes"

Esta de más decir como reacciono Flora, obviamente no se lo tomo para nada bien.

"¡¿Y así tienes el descaro de pedir mi aprobación?!"

"Tranquila suegri, era solo una bromita..." Dijo Chelsea con una sonrisa traviesa.

"Maldita pecesita teñida..."

"¡Yo no uso tinte!, ¡el color de mi cabello es legitimo!"

"¡Olvidalo!, ¡el punto es que no quiero que mi hija sufra lo mismo que yo sufri antes!"

"¿Lo mismo que sufriste antes...?, osea... ¿tu... estuviste...?"

"Si... antes de conocer al padre de Ruby, era amiga de una sirena, nuestra relación escaló muy rápido, de la noche a la mañana. Era como si me hubiera hechizado de alguna forma... y si hubiera sido asi, ese hechizo pronto se desvanecio, me di cuenta muy tarde de que ella solo me estaba manipulando... solo me uso para conseguir lo que queria..." Flora tomo un descanso entre sus palabras, para tomar aire y continuar "No quiero que mi pequeña se desilusione y termine como yo. ¿Como puedo saber que el amor que sientes por mi hija es real?"

Era una buena pregunta, una pregunta buena y difícil.

Chelsea no sabía que responder en ese momento, pero por suerte, una idea fugaz llego a su mente, idea que no dudo en aprovechar.

"Señora... yo le puedo decir miles de cosas, pero se que para usted, las palabras nunca serán suficientes..."

"Precisamente, porque siempre puede ser que estés mintiendo. Esta en tu sangre" Dijo Flora con una sonrisa burlona.

Chelsea ya se estaba comenzado a irritar por los comentarios que decia su contraria.

"Se que la he estado molestando hoy, disculpeme, lo que hice fue algo improvisado... creo que por eso salió mal... así que, si me permite, tengo una idea para que se lleve una buena impresion de mi"

"¿Ah si?, ¿y que es?" Pregunto Flora intrigada.

"Quiero salir con su hija mañana, pero esta vez, quiero que usted nos siga a escondidas"

"¿Eh?, ¿que dices?, ¿por que a escondidas?" Pregunto confundida y extrañada.

"¡Para que así pueda asegurarse de que Ruby es ella misma!, ¡quiero que vea con sus propios ojos lo mucho que nos amamos!, ¡y lo realmente complicado que es este sentimiento para las dos!" Exclamó Chelsea con sus ojos brillando levemente, mientras se elevaba hasta estar a la altura de su suegra.

Antes de que Chelsea pueda decir algo más, la puerta del ascensor se abrio, Flora salió apurada y se detuvo al frente de la entrada.

"No tengo tiempo para esto niña, la reunión esta por empezar y no puedo llegar tarde..."

"¡Por favor, acepte!, si usted... acepta... yo..." Chelsea pensó en otra gran idea "¡Me iré y dejaré de molestarla!"

"Ah... ¡bien, de acuerdo!, no entiendo cual es tu plan, pero si con esto me dejas en paz por hoy está bien"

"¡Yey!, ¡no se arrepentirá!"

El ascensor cerró sus puertas, justo cuando Chelsea estaba por estirar su mano para despedirse. Lo último que vio antes de que el ascensor se cierre por completo, fue a la señora Gillman corriendo apurada por el pasillo.

"Uh.. pues, creo que todo acabo bien"

Chelsea presionó uno de los tantos botones que habían, ni siquiera se tomó la molestia de revisar que botón la llevaba a la salida.

Ya que ella no sabía como usar un ascensor. Sabía perfectamente que ponerse a ver los botones era una perdida de tiempo.

"No debe ser tan dificil... veamos... si estoy en el piso 38... entonces... ¿debo... subir... o bajar...?

Antes de que Chelsea piense en una respuesta obvia, su narcisismo tomo control de su mente, obligándola a tomar una decisión estupida y muy acorde a sus prejuicios.

Presiono el boton que la llevaba hasta el piso 100.

"¡Claro que debo subir!, ¡una chica como yo solo merece eso!" Exclamó Chelsea con el ego hasta las nubes.

El ascensor comenzó a moverse, Chelsea sonrio, pensando que pronto estaría fuera de este edificio.

(Ni siquiera pensó en como le haría para volver a casa una vez esté fuera del edificio XD).

Se relajo un poco, entrelazando sus manos para darse calor, mientras se inclinaba hacia delante con la punta de sus pies.

De repente, sintió una punzada en la parte de su talon, al ver bien se dio cuenta que había roto lo que diferenciaba su tacón de un zapato común y corriente.

"Ah... bueno, de todos modos tengo otros 20 pares más"

Chelsea se recosto en una esquina del ascensor, justo al lado de los botones. En su aburrimiento, no se le ocurrió una mejor idea que ir presionando uno a uno todos los botones.

Simulando que la punta de su dedo era un jugador que se encargaba de destruir a los malvados botones blancos y volverlos de color rojo.

En su diversión, su mente tuvo un shock, recordó algo que quizás podría ser perjudicial más adelante.

"Espera... acabo de recordar que mi madre me contó una historia parecida a la que me conto Flora, lo recuerdo bien... me la contó cuando era pequeña... ¿podría ser que... ella sea... la sirena de la que Flora hablaba?"

...

...

...

"Nah, demasiado forzado"

Dichas estas últimas palabras, Chelsea tomo asiento en uno de los extremos del ascensor.

Sin saber que estaría atrapada ahí durante un largo rato, subiendo y bajando pisos.

"¿Como estará mi pequeña kraken?" Pregunto en sus pensamientos, teniendo presente en todo momento la imagen de Ruby "La extraño un poco... desde que estamos juntas, no nos separamos tanto... ¿que estará haciendo?"