"Su belleza te atrae, pero tu eres más fuerte, ¿cierto?"

"..."

Desperté como un día cualquiera, porque así era, un día cualquiera.

Un día más donde tendre que soportar las burlas de los demás, todo porque se empezó a esparcir por la escuela el chisme de que soy una kraken.

Solo quería ser una adolescente normal... ¡llamar la atención era lo que menos quería hacer!

Y ahora siempre que voy por la escuela o por donde sea, todos me miran raro y murmuran a mis espaldas.

Estoy condenada, no hay nada que pueda hacer...

Mis días ahora son más difíciles.

Todo por culpa de esa antipática creida...

Chelsea...

Esa sirena jodidamente sexy para su edad.

Solo tiene 16. ¡¿Por que diablos esta tan buena?!

Aunque... creo que tenía 17, ¡como sea!, ¡¿como una chica tan joven pude verse tan bien?!

Oh tal vez yo soy una pervertida...

No, no es eso. Todos los simpaticos fanáticos de Chelsea están embobados por ella, es obvio que si es atractiva a la vista de todos.

Eso obviamente incluye que es atractiva a mi vista... pero yo sigo firme, no me dejare vencer por sus encantos de sirena.

Bueno, a lo que iba, esa pelirroja falsa espacio el rumor por todos lados y no puedo hacer nada porque aqui, la palabra de Chelsea es ley.

Aquí y en donde sea de hecho.

Todos le creyeron sin cuestionarse absolutamente nada, algo que en definitiva, ni siquiera me sorprende.

En fin, ya perdí mucho tiempo pensando en mis problemas... tengo que ir a la escuela.

Por suerte solo son las... 8:00 am... espera... ¿8:00 am?

¡Voy a llegar tarde!

"..."

8:10 am.

No tuve más opción que usar mi transformación de kraken para llegar más rápido, aún no puedo controlarla pero estoy aprendiendo...

Solo espero que nadie me haya visto...

Las cosas serían aún más terribles para mi si alguien logró verme y peor que eso, grabarme mientras yo paseaba por la ciudad.

Justo cuando Ruby pensaba que su vida no podría ser peor, alguien coloco su mano en su casillero cuando ella estaba por abrirlo.

"¿Que quieres Chelsea?" Pregunto Ruby de forma cortante, evitando ver directamente a su contraria.

"¿Yo?, nada, solo pasaba por aquí y pensé en saludar a la persona que más amo en este mundo"

Ruby volteó a ver a la pelirroja, solo para ver como ella se estaba viendo en un espejo mientras se saludaba así misma.

Eso hizo que Ruby siente un fuego en su interior que solo reflejaba su sentimiento de odio hacia la pelirroja.

Rubio rodó los ojos fastidiada y con un poco de esfuerzo abrio su casillero, donde comenzo a buscar las cosas que llevaria para iniciar su día en la escuela.

"Oh si, y también quería hablar contigo" Volvió a expresar Chelsea, con una sonrisa relajada.

"¿No tienes nada mejor que hacer?, no se... ¿ir con tu grupo de fans simpaticos?" Pregunto Ruby mientras veía las cosas de su casillero, sin darle mucha importancia a lo que Chelsea decia.

"Estaba con ellos, pero me aburrí de sus alabanzas tan mezquinas..." Contesto la adolescente de piel blanca con una sonrisa arrogante, tipica de ella.

Ruby guardo todo lo que debía en su casillero, al igual que saco todo lo necesario. Estaba a punto de irse hasta que una voz la detuvo, la voz de Chelsea.

"¿Que me dices de ti?, supe que has estado... divirtiendote" Dijo su compañera, soltando una pequeña risa al final.

"¿A que te refieres?" Pregunto Ruby, algo temerosa.

"No lo se... tal vez a esto" En un instante, Ruby se encontraba viendo un vídeo de ella misma en su forma de kraken paseando por la ciudad, una grabación que Chelsea tomo desde su celular.

El rostro de la joven kraken se congeló y se quedó petrificada en su sitio al ver que había sido descubierta en su intento de llegar rápido a clases.

Quería morirse ahí mismo, que la tierra se la trage, o el océano, daba igual, solo quería desaparecer.

"Pensé que querías pasar desapercivida... ser la 'tipica adolescente' y nada más... ¿acaso cambiaste de opinión?" Pregunto la pelirroja, con una sonrisa ligeramente alegre.

"¡Claro que no!, ¡aún quiero pasar desapercibida por todos!, ¡algo que no he podido hacer por culpa tuya!" Exclamó Ruby, mostrándose valiente y molesta.

"¿Por culpa mia?" Pregunto Chelsea, haciendose la ofendida "¿Y que me dices de esto?, ¿acaso yo te obligue a ir por la ciudad transformada en un kraken gigante?, es obvio que todos te vieron, ¡no son ciegos!" Recalcó finalmente con rasgos de ira en su rostro.

"¡Solo use mi forma de kraken para llegar rápido a la escuela!, era mi último recurso... ¡no lo hice para resaltar ni para divertirme como dices tu!" Explico la de piel azulada, cerrando su casillero.

"Hmm... tiene sentido, tú no eres como yo, no sabes como divertirte" Afirmó Chelsea con falsa elegancia, mientras alzaba una mano en el aire.

"Tienes razón, no soy como tú y tampoco quiero serlo" Respondió Ruby con molestia, estando ya cansada del comportamiento tan vanidoso que mostraba su contraria.

"¿Estás segura de que no quieres ser como yo?" Pregunto la de ojos claros, con una sonrisa arrogante "Osea, solo mírame, soy hermosa~" Declaró con un tono de voz juguetón y coqueto.

"Podrás ser hermosa por fuera, pero por dentro... se que no eres más que un mounstro horrible" Afirmó Ruby con firmeza, teniendo en su brazo derecho unos cuantos cuadernos.

"Bueno, prefiero ser hermosa por fuera y fea por dentro, a ser horrible de ambos lados como cierta kraken que conozco..." Chelsea no deshizo su sonrisa, mostrando una arrogancia mayor a la de antes.

Ambas se quedaron viendo, con sus miradas fijas la una con la otra, hasta que sono el timbre para ir a clases.

"Bueno... si antes la gente dudaba sobre si eras una kraken, ahora no deben tener la menor duda..." Dijo Chelsea con un tono burlón.

"Eso da igual, mi vida ya estaba arruinada desde que tu esparciste el rumor por todos lados" Señalo Ruby con algo de pena.

"¡Oh vamos!, ¡no seas tan dura conmigo!, ¡solo quería ayudarte!" Se excusó Chelsea con una actitud que fingia ser amable.

"¡¿Ayudarme?!, ¡¿de que forma contarle mi secreto a todos es ayudar?!" Pregunto Ruby con total desconcierto.

"¡No lo sé!, ¡solo quería que seas popular!, ¡que la gente te quiera como me quieren a mi!, ¿no crees que eso sería bueno?" Pregunto, con una sonrisa ligeramente más genuina y amigable.

"¿Querías que sea popular...?" Los ojos de Ruby brillaron un poco, pero ese brillo se desvanecio al poco tiempo, volviendo a la normalidad "Vamos... no digas tonterias, por eso mismo te dije que quería pasar desapercibida, no quiero intentar nada para despues fallar y terminar arrepentida... con el constante recordatorio de mi fracaso..." Sin darse cuenta, la kraken se había abierto un poco a la sirena de ojos azules, la cual, solo la estaba viendo en silencio, sorprendida por lo que había escuchado "Si me disculpas... me tengo que ir, las clases ya empezaron... tal vez tu puedas llegar a la hora que quieras... pero yo no tengo ese privilegio" 

Se dio media vuelta, hizo un ligero movimiento con su mano en forma de despedida y se puso en marcha hacia su primera clase.

Su caminata se detuvo cuando su brazo fue tomado por la chica con la que estaba hablando momentos antes.

"¿No escuchaste lo que te dije?, no tengo tiempo para esto" Se quejo Ruby, mientras veía como la popular chica de último grado se tomaba un tiempo para hablar.

"Si tienes problemas con eso yo puedo ayudarte, solo tenías que pedirmelo, puedo darte algunos consejos para ser popular" Se expreso la pelirroja con una sonrisa emocionada "Puedo amenazar a todos para que dejen de molestarte... puedo comprarte maquillaje y hacerte un cambio de look... puedo... puedo... ¡puedo ayudarte a que dejes de ser tan repulsiva!" Todo esto lo dijo con una gran sonrisa en sus labios, una sonrisa que Ruby interpetro como una burla, pero no era eso, esta vez no lo era.

Aunque claro, ella nunca supo que Chelsea realmente intentaba ayudarla. Por lo mismo, su reacción fue de completo desagrado.

"¡No digas tonterias!, ¡y ya deja de burlarte de mi!, ¿no has tenido suficiente con todo lo que me has hecho?" Ruby aparto a Chelsea con un leve empujon, pero la pelirroja no dudo y la volvió a tomar del brazo.

"¡Solo acepta mi ayuda!, ¡te ayudaré a que seas como yo!, ¡todos te amaran y no tendrás que vivir con miedo al rechazo!" Exclamó Chelsea, forcejeando con Ruby para evitar soltarse de la misma.

"¡Yo no quiero eso!, ¡no quiero verme como tu!, ¡no quiero hacer lo que haces tu!, ¡no quiero ser como tu!, ¡¿por que no sólo desapareces y me dejas en paz?!"

Ruby se había desahogado de una forma agresiva con la "pobre" y "desafortunada" Chelsea, llamando la atención de los demás alumnos del pasillo.

La joven kraken permanecia suspirando y jadeando por culpa de la fuerza de sus palabras, tanto por la fuerza que uso al decirlas como por la fuerza que tenían esas palabras, dichas desde lo más profundo de su corazón.

Chelsea, por su parte, permanecia desconcertada, nadie jamás le habia levantado la voz asi, y que lo hayan hecho cuando ella solo intentaba ayudar para variar... le dio justo en su punto débil. 

Al igual que, le surgió una idea, algo que no tenía planeado hacer, pero dada las circustancias, quizás sea su única opción para terminar de dominar a esta pequeña kraken.

Poniendo su orgullo primero que sus sentimientos, Chelsea frunció el seño y soltó el brazo de Ruby. Acomodo su cabello y comenzó a irse del lugar.

"Bien, como quieras, disfruta tu patética vida de perdedora" Expresó la sirena con desinterés, sus pasos eran pesados contra la superficie.

Ruby la siguió con la mirada, sin dejar en ningún momento su expresión molesta y de ira. Se sentía un poco mal por lo que hizo, pero ella sabía que ese sentimiento de culpa estaba equivocado, y que Chelsea se merecía eso y mucho más.

Chelsea ordeno a los alumnos que se vayan, los cuales, obedecieron sin problemas.

Cuando Chelsea estaba por cruzar el pasillo, soltó un último comentario que se quedo grabado en la mente de Ruby. 

Y que solo era un presagio de lo que estaba por venir.

Mejor dicho, de lo que tenía preparado para ella.

"Veamos cuanto duras soportando este infierno"

Con eso último dicho, la joven sirena cambio de dirección, camino y camino hasta dejar de ser visible para la kraken.

Ruby dio un último suspiro antes de calmarse un poco, dio pasos lentos hacia la dirección contraria donde Chelsea se había ido, así consiguiendo avanzar hasta llegar a su clase correspondiente.

"..."

Era hora de irse, la hora de salida, el momento más glorioso para los alumnos más flojos y para los más desinteresados.

Para Ruby, la hora de salir de la escuela para irse a su hogar era una oportunidad perfecta para despejar su mente y descansar un poco. Toda su mañana y parte de su tarde había sido muy estresante, siendo todo culpa del primer acontecimientos que vivió por culpa de la chica que odiaba.

Aunque, estando ya caminando por los pasillos, pensaba por un momento, reflexionaba en que quizás... se pasó un poco de la raya. Más que eso, se daba cuenta que la actitud que mostró antes no era una buena actitud, definitivamente no la era. Recordaba las palabras de su abuela, de como los krakens son tanto nobles como poderosos, amables como agresivos, sintiendo miedo de convertirse en una chica bipolar con emociones estallando a cada momento.

Gracias a estos pensamientos, Ruby se decidió a buscar a Chelsea y pedirle perdón, tal vez era hora de hacer las pases y pasar de página. Lo que más queria, era quedar bien con la sirena, pues la propuesta de la misma le había interesado más de lo que esperaba.

Así mismo, sabía que ambas tenían un acuerdo mutuo no oficial, pues por más que Chelsea esparcia rumores de ella, jamás revelaba todas las pruebas que tenía a su disposición, lo único que hacia era "difamarla" por asi decirlo. Al igual que Ruby, jamás pensó en hacer lo mismo con Chelsea, nunca se planteo exponer su identidad real ni nada por el estilo.

Mientras más pensaba en eso, más se extrañaba de que ambas no fueran amigas o algo más que eso, algo como... mejores amigas, amigas que parecen hermanas, super amigas, esas cosas.

En cambio, en su realidad, eran como rivales o simples enemigas que se odian entre si. Sin embargo, Ruby sabía que eso podía cambiar, estaba completamente decidida a hacer el intento para modificar toda su relación con ella.

Quería arruinar su enemistad con Chelsea y convertirla en algo mejor, en una verdadera amistad.

Vio una oportunidad cuando la contempló a lo lejos, radiante como siempre, siendo como una estrella resplandeciente en la última noche de invierno.

Quiso llamarla por su nombre, pero se detuvo abruptamente, cuando sus ojos conectaron con los de ella de forma directa y fija.

No podía hablar, no podia moverse, solo podía verla a ella, su piel, sus labios, su sonrisa, sus ojos... estos últimos eran los más importantes.

Ruby vio un fugaz brillo rojizo en los ojos de Chelsea antes de que la misma simplemente se perdiera entre todos los demás estudiantes.

La joven kraken quedo extrañada por lo que sucedió, pensando que fue una ilusión, alguna cosa como esa.

Pero lo que si sabia, es que la situación anterior la había ayudado a decidirse por completo en arreglar las cosas con Chelsea.

En el camino a casa, no deo de pensar en Chelsea. En su rostro, en su figura, en su fina cabellera, en sus delicadas manos, en su hermosa sonrisa, en sus hipnotizantes ojos y en todo lo demás que pueda ser apreciado por su persona.

Junto a esto, se sintio un poco extraña.

Un poco ansiosa.

Algo emocionada.

Ligeramente feliz.

Muy ilusionada.

Como si... 

De repente... 

Estuviera... 

Hechizada...