▪️▪️🥋𝐓𝐡𝐞 𝐭𝐞𝐜𝐡𝐧𝐢𝐪𝐮𝐞 𝐨𝐟 𝐥𝐨𝐯𝐞🥀▪️▪️

*Si no es mucha molestia comenten pliss y no sean lectores fantama se lo agradecería mucho que comentaran en esta historia*

Capítulo II: Enamorados en Okinawa

Cuando el coche se detuvo frente a aquel almacén, Daniel sintió un nudo en el estómago

Sabía que el Sr. Miyagi tenía un pasado complicado con aquel amigo suyo, pero ahora estaban allí, no quería tener problema

Jessica, sentada a su lado, le apretó la mano con suavidad, transmitiéndole apoyo.

Chozen bajó primero y abrió la puerta para Miyagi, quien salió con calma, con la misma serenidad que siempre lo caracterizaba

Daniel y Jessica lo siguieron, mirando a su alrededor

La puerta principal del almacén se abrió lentamente, revelando a un hombre alto, de complexión fuerte, con una expresión severa

Sus ojos oscuros se posaron en Miyagi con una mezcla de sorpresa y resentimiento.

---Miyagi... ---dijo el hombre con voz firme.

El Sr. Miyagi inclinó levemente la cabeza en señal de respeto---Sato.

El silencio se hizo presente entre ellos.

Jessica miró a Daniel, al igual que él la miró a ella

Sato avanzó un paso, con los puños apretados.

---Viniste a ver a padre--- dijo

Miyagi asintió---Hai

Sato los observó por un momento antes de señalarlo --- tu y yo tener asunto pendiente

Daniel frunció el ceño, a punto de decir algo, pero Jessica le apretó la mano, indicándole que no interviniera

Miyagi simplemente asintió con tranquilidad.

---El Sr. Miyagi no vino a pelear---dijo Daniel, sin poder contenerse.

Sato lo miró con dureza---Entonces, que no hubiera regresado.

Con un gesto de la mano, Sato se monto en uno de los coches y les indicó a los coches que podían irse dejándolos allí tirados

Chozen los miró con una sonrisa de superioridad antes de darles la espalda y entrar al coche

Jessica exhaló lentamente--- menudos imbéciles

Miyagi puso una mano en el hombro de Daniel y luego en el de Jessica, dándoles un gesto de calma antes de avanzar fuera para buscar un taxi

Daniel y Jessica lo siguieron mientras Daniel no paraba de hacerle preguntas al señor Miyagi

El taxi avanzó lentamente por las calles de Okinawa hasta llegar a una casa tradicional, con un tejado de tejas rojas y paredes de madera, rodeada por un pequeño jardín con piedras blancas y bonsáis perfectamente cuidados

Daniel, Jessica y el Sr.Miyagi bajaron del vehículo, y al instante, la sensación del aire fresco y salado del mar los envolvió.

La puerta se deslizó con suavidad y, tras ella, apareció una joven de rasgos delicados, piel suave y ojos oscuros y expresivos

Vestía un kimono ligero de color pastel, y su cabello negro estaba recogido con sencillez, aunque algunos mechones caían con gracia sobre su rostro.

---Ohayo gozaimasu ---saludó con una leve reverencia--- ¿Miyagi-san?

El Sr. Miyagi inclinó la cabeza---Hai.

La joven sonrió con calidez antes de dar un paso al frente---Soy Kumiko, tía Yukie decir que tu venir, está cuidando su padre

Mientras Miyagi seguía a la joven al interior de la casa, Kumiko giró la cabeza hacia Jessica y Daniel, con curiosidad.

---¿ ustedes?--- preguntó para saber quienes eran ellos cuando el señor Miyagi se adelantó a irse

Jessica sonrió con amabilidad---Soy Jessica Lawrence, pero puedes llamarme Jess, un placer conocerte

Kumiko le devolvió la sonrisa y le dedicó una mirada apreciativa--- yo Kumiko, me encanta tu cabello, es muy bonito, poco común ver chicas como tu en Okinawa

Jessica sonrio, pasando una mano por su melena rubia

---Gracias--- dijo la chica con una sonrisa---Tú también eres preciosa

Daniel, sintiendo que lo estaban ignorando, carraspeó ---Yo soy Daniel, aunque nadie me haya preguntado

Kumiko tomó su mano con suavidad y asintió---Bienvenido a Okinawa, Daniel-san.

Pero antes de que pudiera agregar algo más, Kumiko tomó a Jessica del brazo con entusiasmo.

---Ven, te enseñaré un poco de casa--- dijo la chica

Jessica miró a Daniel con una sonrisa divertida antes de dejarse guiar por Kumiko

Daniel, por su parte, suspiró, quedándose un paso atrás mientras observaba cómo su novia se alejaba con la joven.

---Genial, me han dejado solo, ahora soy la tercera rueda--- susurró el chico

Suspirando, Daniel apresuró el paso hasta alcanzarlas, entrando en la casa

La habitación en la que entraron era sencilla pero acogedora

El tatami cubría el suelo, y en el centro había una cama baja japonesa, sobre la cual yacía un anciano de rostro arrugado pero sereno

Yukie, la tía de Kumiko, estaba sentada a su lado, con una toalla húmeda en la mano, refrescando la frente del hombre

El anciano abrió los ojos con lentitud, fijando su mirada en el Sr. Miyagi.

Jessica observó con curiosidad y se inclinó hacia Kumiko.

---¿Qué ha dicho?--- le pregunto

Kumiko le tradujo con una leve sonrisa--- si estoy dormido que no me despierten, y si estoy despierto no dejen que me duerma--- dijo la chica

Jessica y Daniel se miraron y sonrieron también ante las palabras del anciano, mientras el Sr. Miyagi, conmovido, se arrodillaba a su lado y tomaba su mano con suavidad.

Después del emotivo reencuentro, Miyagi llevó a Daniel y Jessica a otra parte de la casa.

---Aquí, habitación para Jessica-San--- dijo el señor--- Y aquí, para Daniel.

Daniel, sin soltar la cintura de Jessica, sonrió y negó con la cabeza---No hace falta, Sr. Miyagi, dormiremos juntos.

Jessica asintió con naturalidad---ya estamos acostumbrados.

Miyagi arqueó una ceja pero no dijo nada, simplemente les asignó una habitación y los dejó solos

La habitación era pequeña pero acogedora.

Había un futón extendido en el suelo, y la brisa nocturna entraba por la ventana abierta, moviendo suavemente las cortinas.

Daniel se dejó caer en el futón con un suspiro, estirando los brazos---Vaya día...

Jessica, que se había quitado los zapatos y la chaqueta, se arrodilló a su lado y lo miró con una sonrisa traviesa.

---¿Ya tan cansado? Pensé que el gran Daniel Larusso tenía más energía--- bromeo la chica

Daniel se giró hacia ella, apoyando la cabeza en una mano---¿Ah, sí? ¿Y qué piensas hacer al respecto?

Jessica se inclinó sobre él, apoyando sus manos a ambos lados de su cabeza---Podría darte un masaje... para darte energía

Daniel sonrió---Eso suena bien

Jessica comenzó a deslizar sus manos por sus hombros, masajeando con suavidad.

Daniel cerró los ojos, disfrutando de su toque---Eres una diosa en esto...

---Tengo manos mágicas--- bromeó la chica

--- todo en ti es mágico--- le dijo el chico con una gran sonrisa

Después de un momento, Jessica dejó de masajearlo y lo miró con ternura---Me alegra estar aquí contigo.

Daniel abrió los ojos y, sin decir nada, deslizó una mano por su mejilla, acercándola a él para besarla

Fue un beso lento, dulce, pero poco a poco se volvió más intenso, más apasionado

Jessica respondió con la misma intensidad, pasando sus dedos por el cabello de Daniel

Sus cuerpos se acomodaron instintivamente, acercándose más, sintiendo el calor del otro

---Te amo, Jess ---susurró Daniel entre besos--- más que nada

---Yo también, Daniel--- susurró la chica

La noche pasó entre caricias y susurros hasta que, finalmente, el cansancio los venció y se quedaron dormidos, abrazados.

Cuando Daniel abrió los ojos al día siguiente, sintió el frescor de la brisa matutina entrando por la ventana

Se estiró, sintiendo el lugar vacío a su lado.

---¿Jess?--- preguntó

Se incorporó y vio que ella no estaba.

Rápidamente se levanto buscando una camisa para ponersela, se la puso y salió a buscarla.

Después de caminar un poco, llegó a un espacio abierto cerca del jardín, donde se detuvo en seco.

Jessica estaba allí, de pie, con una postura firme, siguiendo los movimientos del Sr. Miyagi

Se movía con gracia, imitando los movimientos de su maestro, con los ojos llenos de concentración

Aunque a los ojos de Daniel parecía una diosa griega que hacia una danza con una elegancia deslumbrante

El Sr. Miyagi observaba con aprobación mientras le corregía la postura con un toque suave en los hombros.

Daniel se cruzó de brazos y sonrió, apoyándose en un poste de madera mientras observaba a su novia entrenar.

Jessica lanzó un golpe preciso al aire y luego una patada controlada.

---Bien. ---dijo Miyagi con su tono tranquilo--- Jessica-San aprender rápido.

Jessica sonrió y giró la cabeza, dándose cuenta de que Daniel la estaba observando---Buenos días, dormilón.

Daniel sonrió con orgullo---Vaya, ¿cuánto tiempo llevo dormido?

Jessica se rió, secándose el sudor de la frente con la muñeca---Lo suficiente para que yo ya sea cinturón negro.

Daniel se acercó, aún con una sonrisa en los labios---¿Así que ahora tendré competencia?

Jessica se inclinó ligeramente sobre la punta de los pies y le dio un beso en los labios---Siempre la tuviste, Larusso, lo que pasa es que te dejo ganar para no herir tu frágil ego masculino

Miyagi miró la escena con una leve sonrisa antes de volver a su entrenamiento

Daniel se quedó allí, mirando a Jessica con admiración, mientras el sol de Okinawa iluminaba el nuevo día

Después del entrenamiento matutino, Jessica decidió cambiarse de ropa para sentirse más cómoda y apropiada para el clima de Okinawa

Aunque no quería nada demasiado caro o llamativo, escogió un conjunto sencillo, es un conjunto retro y femenino compuesto por una blusa rosa pastel, una falda azul de cintura alta y un cinturón blanco con laz que se movía con gracia con la brisa

Se dejó su pelo liso suelto bien peinado y tras ponerse unas sandalias cómodas, salió a reunirse con Daniel y el Sr. Miyagi.

---Lista ---dijo con una sonrisa cuando los encontró esperando en la entrada.

Daniel le dedicó una mirada apreciativa---Siempre estás lista para todo y preciosa

Jessica le guiñó un ojo antes de tomar su mano con naturalidad.

El Sr. Miyagi los guió por el pueblo, caminando por los estrechos caminos de tierra que conectaban las casas tradicionales con los pequeños comercios locales

Mientras paseaban, el maestro les contaba la historia de Okinawa y cómo el pueblo se había mantenido a pesar de los cambios con el tiempo.

---Aquí, todos conocer a Miyagi--- les dijo--- Pueblo pequeño, pero corazón grande.

Daniel y Jessica lo escuchaban con atención mientras miraban alrededor

Los habitantes los saludaban con sonrisas y pequeñas reverencias al ver al Sr. Miyagi.

A pesar de la diferencia cultural, Jessica se sentía bienvenida en ese lugar.

Mientras caminaban, el sonido de una suave melodía llamó su atención

En un pequeño claro, Kumiko estaba enseñando a una niña a bailar

Era el Odori, una danza tradicional de Okinawa

Kumiko movía sus brazos con gracia, marcando el ritmo con las manos mientras la niña intentaba seguir sus pasos.

Miyagi se detuvo y señaló con la cabeza---Kumiko enseñar a niña después de clases, bailar importante en Okinawa, parte de historia.

Jessica miró con curiosidad cómo la joven se movía con delicadeza, transmitiendo una elegancia natural en cada paso

En ese momento, Kumiko los vio y les sonrió con entusiasmo antes de acercarse rápidamente ---¡Jessica-San! ¡Ven a bailar!

Jessica parpadeó sorprendida---¿Yo? Oh, no... yo no sé bailar esto.

Kumiko rió suavemente y tomó sus manos---No te preocupes, yo enseño, es fácil, sígueme

Jessica miró a Daniel, quien le dedicó una sonrisa alentadora---Vamos, Jess, si puedes conmigo en la pista de baile o cuando practicamos karate, esto será pan comido

Jessica suspiró y aceptó, siguiéndola hacia donde estaban las niñas

Kumiko le mostró los movimientos básicos, guiando sus manos con suavidad

Al principio, Jessica se sintió un poco torpe, pero poco a poco empezó a soltarse, disfrutando del ritmo y de la conexión con las niñas.

Las pequeñas la rodearon, mirándola con admiración.

---¡tu muy hermosa! ---exclamó una de ellas.

---Parece un ángel--- dijo otra con emoción.

Jessica rió con dulzura, sintiendo el cariño genuino de las niñas

Una de ellas se adelantó tímidamente y le tendió un pequeño collar de cuentas hechas a mano, con un colgante de Shisa, el león protector de Okinawa.

---Para ti--dijo la niña con timidez.

Jessica se arrodilló y tomó el collar con cuidado, sintiéndose profundamente conmovida---Es precioso, muchas gracias

Con un gesto cariñoso, se lo puso al cuello con una gran sonrisa y volvió a unirse a la danza, disfrutando del momento con las niñas mientras Daniel la observaba desde lejos con una sonrisa orgullosa.

Pero la armonía del momento se rompió abruptamente cuando el sonido de motores hizo eco en la distancia.

Daniel giró la cabeza y vio cómo varios coches negros se acercaban a la zona, levantando polvo a su paso

Reconoció de inmediato los vehículos

Los coches se detuvieron bruscamente a unos metros de ellos y, de inmediato, varias puertas se abrieron

De uno de los autos bajó Chozen, con su expresión de superioridad de siempre

A su lado, algunos jóvenes de aspecto rudo, claramente seguidores suyos, también descendieron.

Y detrás de ellos, con una presencia imponente, bajó Sato.

El hombre se irguió con los brazos cruzados, su mirada dura y llena de resentimiento clavada en el Sr. Miyagi.

El aire pareció volverse más denso.

Jessica, aún con el collar en la mano, se detuvo al notar el cambio de ambiente. Kumiko la miró con preocupación, y las niñas, sintiendo la tensión, se quedaron en silencio.

Daniel frunció el ceño y avanzó un paso, poniéndose cerca de Jessica, listo para lo que fuera a suceder.

El Sr. Miyagi, con su calma característica, miró a Sato con serenidad

---- lo que faltaba--- susurró Jessica--- los imbéciles de turno

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Capitulo II del acto dos publicado ✅️

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