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II


▪️▪️🥋𝐓𝐡𝐞 𝐭𝐞𝐜𝐡𝐧𝐢𝐪𝐮𝐞 𝐨𝐟 𝐥𝐨𝐯𝐞🥀▪️▪️

*Si no es mucha molestia comenten pliss y no sean lectores fantasma se lo agradecería mucho que comentaran en esta historia*

Capítulo II: Rubita y chico karateca


Volviendo al presente los pequeños escuchaban la historia contada por su madre con entusiasmo y Anthony el más pequeño soltó una leve risa

---- Papa era un poco bruto--- dice el niño provocando que Daniel ruede los ojos divertido

--- no nos dejas decir malas palabras y resulta que tu eras peor--- dice Jeremy, su hijo mayor

---- bueno, vamos que seguir contando la historia o vais a seguir llamándome bruto--- responde el hombre

---- podemos hacer las dos cosas--- responden los pequeños y Jessica se ríe al ver a Daniel fingiendo estar indignado

--- pero mamá ¿por qué sugeriste esa idea? Seguramente podrías practicar karate de otra manera--- pregunta Sam, la única hija del matrimonio--- aunque la historia es mejor así

--- digamos que eran los años 80, además de que en ese momento no se me ocurrió otra cosa--- admite la mujer--- Seguramente habrías otras formas pero no se me ocurrió otra cariño

--- la verdad no me quejó, gracias a eso tuve mi historia de amor con la mujer más hermosa del mundo--- dice Daniel y ella sonríe

--- "te amo"--- le susurro la mujer y Daniel le respondió "yo tambien"

---- bueno, continuar con la historia--- dicen los pequeños y ellos sonrien y asienten

--- esta bien--- continuó Jessica

Otoño de 1984

Daniel estaba en su salón, con un libro de karate abierto sobre uma mesita

Estaba tratando de seguir una serie de instrucciones sobre cómo levantar la pierna correctamente para mejorar la fuerza de sus patadas.

Con concentración, se puso en posición y comenzó a levantar la pierna lentamente, intentando imitar las ilustraciones del libro.

---Vamos, Daniel, si levantas un poco más la rodilla... ---murmuró para sí mismo mientras intentaba equilibrarse.

Justo en ese momento, alguien llamó a la puerta.

Bajó la pierna rápidamente y cerró el libro antes de dirigirse a abrir.

Al hacerlo, se encontró con Jessica, sonriéndole con entusiasmo.

---¿Ya estás aquí? ---preguntó Daniel, algo sorprendido--- Pensé que tardarías más.

---Tenía muchas ganas de empezar --- respondió ella con una sonrisa juguetona.

Daniel no pudo evitar devolverle la sonrisa y se hizo a un lado para dejarla pasar.

---Bueno, pasa, vamos a practicar un poco ---dijo él--- Estoy un poco oxidado, pero haré lo mejor que pueda

Jessica asintió con entusiasmo mientras entraba en su apartamento

---No te preocupes, te agradezco mucho que me ayudes con esto--- le dice ella sinceramente

---No es nada rubita ---dijo Daniel encogiéndose de hombros—. Además, a mí también me agrada practicar

La chica se quedó algo pensativa ante como la había llamado, ella no era mucho de motes, simplemente había algo en ellos que no le gustaba

Pero la forma en la que él la llamó le pareció hasta linda y solo sonrio

Se quedaron un momento en silencio, sonriendo el uno al otro, hasta que Daniel carraspeó y agarró el libro de karate

---Estaba intentando mejorar mis patadas con este libro ---explicó, mostrándoselo--- Pensé que podríamos empezar con esto.

Jessica tomó el libro y lo hojeó brevemente antes de asentir.

---Parece un buen punto de inicio--- susurro la pequeña

---A ver, ponte en posición ---dijo Daniel con tono de instructora.

La chica se puso más o menos como pensaba que era y él chico se puso detrás

--- ¿Puedo?--- pregunto por si podía tocar su brazo --- no haré nada si tu no quieres

---- si--- asintió la chica y él la ayudo a ponerse bien una vez que tuvo su permiso

---Levanta la rodilla más alto antes de extender la pierna ---indicó el---Así aprovecharás mejor la fuerza del movimiento.

Jessica siguió sus instrucciones y, poco a poco, empezaron a practicar juntos.

Se turnaban para corregirse mutuamente, riéndose cada vez que alguno perdía el equilibrio

Llevaban apenas unos minutos cuando alguien llamó a la puerta.

Daniel frunció el ceño, extrañado, y fue a abrir.

Al otro lado estaba el Sr. Miyagi, con su expresión serena y una caja de herramientas en la mano.

---Ah, Sr. Miyagi ---saludó Daniel--- ¿Viene por lo del grifo?

El anciano asintió lentamente y luego desvió la mirada hacia Jessica.

---Jessica-San ha llegado temprano ---observó con su típico tono pausado.

Jessica sonrió y asintió---Sí, señor Miyagi, es que el "maestro" Larusso me está enseñando karate ---bromeó, haciendo una ligera reverencia hacia Daniel

Miyagi arqueó una ceja y esbozó una leve sonrisa.

---Ah... ¿Maestro Larusso? Gran honor, gran responsabilidad ---dijo con humor.

Jessica rió y Daniel negó con la cabeza, divertido.

Miyagi los observó un instante más antes de dirigirse hacia el baño.

---Voy a ver grifo ---anunció antes de desaparecer por el pasillo.

Cuando Daniel volvió a girarse hacia Jessica, ella lo estaba mirando con una ceja levantada.

---¿Qué? ---preguntó él.

---Maestro Larusso... ---repitió ella con una sonrisa burlona.

Daniel resopló---No te acostumbres ---dijo, volviendo a ponerse en posición para seguir practicando.

Pero Jessica no dejó de sonreír mientras se colocaba frente a él, lista para continuar con el entrenamiento.

---¿que paso en ojo?--- preguntó el señor Miyagi

Daniel lo miro--- me caí de la bicicleta--- dijo y Jessica rodó los ojos viendo como mentía y le dio un codazo

--- menos mal que no daño sus manos--- respondió el señor y ella rió al notar que lo había pillado

---- no te rias--- susurra el chico a la joven

Días después, Jessica caminaba por el pasillo del instituto junto a su mejor amiga, Ali

Las dos hablaban animadamente sobre una tarea de historia cuando, de repente, una presencia a su espalda la sobresaltó.

---¡Boo! ---susurró una voz familiar, provocando que Jessica diera un leve respingo antes de girarse con una sonrisa.

Era Daniel... su cabello despeinado y su chaqueta ligeramente arrugada le daban ese aire relajado que comenzaba a gustarle más de lo que estaba dispuesta a admitir pero sin embargo se dio cuenta que el chico tenía una herida en la frente

---¡Vaya! Me asustaste ---dijo ella, divertida--- ¿Dónde estabas?

---En clase rubita, no te preocupes---respondió él con una leve sonrisa, como si su presencia allí no fuera nada extraordinario.

Jessica, sin dudarlo, le tomó la mano y le dio un beso en la mejilla, asegurándose de que varias personas a su alrededor los vieran

Daniel sintió un leve cosquilleo en la piel y, aunque sabía que todo era parte de su acuerdo, no pudo evitar que una pequeña sonrisa se asomara en sus labios

---Para que todo el mundo vea que somos novios ---susurró Jessica, guiñándole un ojo con complicidad.

Daniel asintió y le dedicó una mirada curiosa---¿Y qué opinó tu hermano sobre esto? Tendrá aún más ganas de matarme que antes

El rostro de Jessica se endureció un poco, y su expresión perdió parte de la alegría de segundos antes.

---Ahora mismo la relación con mi hermano no es precisamente la mejor del mundo ---confesó con un encogimiento de hombros--- Así que, sinceramente, no me importa mucho lo que piense.

Daniel asintió, entendiendo que el tema era delicado.

Justo en ese momento, al mirar hacia el otro extremo del pasillo, su cuerpo se tensó ligeramente.

Allí estaba Johnny, el hermano de Jessica, acompañado de su grupo habitual.

Un grupo que Daniel conocía demasiado bien.

Porque fueron ellos quienes, lo habían empujado de su bicicleta cuando volvía a casa

Jessica notó el cambio en su expresión... su postura rígida, la forma en que su mirada se clavó en su hermano con una mezcla de nerviosismo y alerta.

---¿Qué pasa? ---preguntó Jessica con el ceño fruncido, siguió la dirección de su mirada y su rostro se endureció aún más al ver a Johnny y sus amigos riéndose despreocupadamente.

La chica no necesitó más explicaciones....entendió de inmediato.

---¡No puede ser! ---exclamó, su tono cargado de furia---¿Fueron ellos, verdad? Fueron ellos los que te hicieron eso

Daniel trató de calmarla, pero fue demasiado tarde.

Jessica avanzó con decisión hacia su hermano, sus ojos brillaban con una mezcla de rabia y determinación.

Antes de que pudiera dar un paso más, sintió un brazo rodeándola por la cintura. Daniel la sujetó suavemente, pero con firmeza, deteniéndola.

---No vayas rubita ---le murmuró al oído---- No quiero problemas, estaré bien.

Jessica se giró hacia él con incredulidad. ---¡No puedes dejar que se salgan con la suya!

Daniel suspiró. —No quiero enfrentarme a ellos, no ahora...no estoy preparado.

Jessica apretó los labios, pero asintió.

Aún así, no podía dejarlo así, se separó de Daniel y, para que todos siguieran creyendo en su supuesta relación, se inclinó para darle otro beso en la mejilla antes de alejarse

Mientras se dirigía hacia su hermano y su grupo, su ira solo crecía.

Los amigos de Johnny, al verla acercarse, intercambiaron miradas y sonrisas coquetas.

Uno de ellos, Bobby, se pasó una mano por el cabello y le lanzó una mirada confiada.

----Jessica, qué sorpresa verte por aquí. ¿Vienes a vernos a nosotros? ---preguntó con una sonrisa socarrona.

Jessica lo fulminó con la mirada--- No me hagas vomitar.

Johnny se cruzó de brazos y la miró con burla---- ¿Y ahora qué, hermanita? ¿Vienes a defender a tu nuevo novio? No puedes estar en serio con ese don nadie.

Jessica sintió cómo la rabia ardía en su interior---Tú no sabes nada sobre las personas, Johnny, no todo se trata de dinero o de popularidad pero parece que tú sí te estás convirtiendo en todo lo que representa Sid

La mención de su padrastro hizo que Johnny se pusiera rígido.

Por un momento, su expresión vaciló, pero la ocultó rápidamente tras una sonrisa fría.

---No compares, Jessica, yo no soy como ese hombre--- responde

---pues te estas convirtiendo en él y te advierto, Johnny ---su tono se volvió más bajo y amenazante--- si vuelves a hacer algo como esto, si vuelves a meterte con Daniel o con alguien más de esta forma, te olvidarás de mí para siempre.

Los amigos de Johnny intercambiaron miradas, sorprendidos por su amenaza.

Johnny la observó con el ceño fruncido, pero Jessica no esperó una respuesta

Simplemente se dio la vuelta y se marchó, sintiendo la adrenalina recorrer su cuerpo.

Al encontrarse de nuevo con Daniel, lo tomó de la mano sin decir una palabra.

Sabía que esto aún no había terminado... pero al menos, por ahora, su hermano sabía que ella no se quedaría de brazos cruzados.

Jessica llevaba días notando que Daniel la evitaba.

Cuando lo veía en los pasillos del instituto, siempre encontraba una excusa para irse

Al principio pensó que solo era su imaginación, pero con cada día que pasaba, su preocupación crecía, algo le estaba ocultando.

El día de la fiesta de Halloween del instituto, Jessica se encontraba en el gimnasio ayudando a decorar.

Colgaba telarañas falsas, acomodaba calabazas y ajustaba las luces tenues que le daban un aire espeluznante al lugar

Fue entonces cuando, al girarse para recoger una caja de decoraciones, lo vio.

Daniel estaba allí, al otro lado del gimnasio, mirándola pero en cuanto sus miradas se cruzaron, él giró sobre sus talones y salió corriendo.

Jessica se mordió el labio, frustrada...¿Por qué demonios estaba actuando así?

Cuando llegó a casa esa noche, se dio cuenta de que había olvidado comprar un disfraz, bufó, harta de todo.

Subió a su habitación y rebuscó en su armario hasta dar con un vestido corto de Calvin Klein, blanco, para complementar su atuendo, tomó prestada una chaqueta de su hermano

Bajó las escaleras con decisión, lista para la fiesta.

---Te ves hermosa, cariño ---dijo su madre con una sonrisa.

---Gracias, mamá ---respondió Jessica, sonriendo de vuelta.

Cuando su hermano Johnny la vio, arqueó una ceja---¿Qué se supone que llevas puesto? ---preguntó con tono burlón

--- Un vestido--- responde la chica y su hermano la mira con el sueño fruncido

--- ¿y quien dice eso?--- pregunto el chico

Jessica, sin perder la compostura, respondió con ironía----Lo dice Calvin Klein

Johnny rodó los ojos, pero no replicó.

---Mamá, ¿puedo llevar el coche?---preguntó Jessica, con una sonrisa persuasiva.

Su madre suspiró, pero asintió---Solo por esta vez.

Jessica sonrió y abrazó a su madre antes de salir.

Pero antes de ir a la fiesta, tenía otro destino en mente.

Manejó hasta el taller del señor Miyagi, donde Daniel vivía.

No tenía intención de irse sin obtener respuestas, al llegar, empujó suavemente la puerta y vio a Daniel sentado, hablando con el anciano.

En cuanto él la vio, su expresión cambió

Sus ojos se abrieron con asombro, casi como si la viera por primera vez.

Jessica, con su vestido blanco y la chaqueta sobre los hombros, parecía sacada de un sueño

Daniel sintió un golpe en el pecho. ¿Cómo no había notado antes lo hermosa que era?

---¿Vas a decirme qué está pasando? ---preguntó Jessica, cruzándose de brazos.

Daniel bajó la mirada, incómodo.

---Solo... no me sentía con ganas de ir a la fiesta ---respondió evasivamente.

---No puedes ignorarme, Daniel, estamos en esto juntos chico karateca ---dijo Jessica, dando un paso al frente---Vas a venir conmigo a esa fiesta, aunque tenga que arrastrarte

El señor Miyagi soltó una carcajada ante la determinación de la chica---Daniel-san, ella tener carácter fuerte, mejor hacerle caso

Daniel suspiró, sabía que no iba a poder escapar de Jessica.

---Está bien, pero con una condición ---dijo él.

Jessica arqueó una ceja---¿Cuál?

En lugar de responder, Daniel desapareció por unos momentos y regresó con una chaqueta suya.

Se acercó a Jessica y se la colocó sobre los hombros

---Llévala puesta, por favor---dice el chico haciéndole un puchero

Jessica sonrió, conmovida, y asintió cambiándose la chaqueta y poniéndose la de Daniel

Juntos, con la ayuda del señor Miyagi, prepararon el disfraz de Daniel.

Lo vistieron con un atuendo de ducha, lo cual la chica sonrió al ver cómo había quedado

Camino al instituto, Jessica lo guió para asegurarse de que no tropezara con nada.

Al llegar, se adentraron en la pista de baile.

De repente, Daniel la tomó de la cintura y la llevó dentro de la decoración de una ducha

---¿Qué haces? ---preguntó ella, riendo.

---¿No puedo bailar con mi novia? ---respondió él, con una sonrisa.

Jessica sonrió y dejó que la música la envolviera.

Bailaron, olvidando todo por un momento. Daniel aprovechó la cercanía para disculparse.

---Lo siento por haber estado ausente... No fue maduro de mi parte, no volveré a hacerlo--- lo prometo

Jessica lo miró con dulzura.

---Está bien, chico karateca, aceoto tus disculpas pero vuelve a hacerme algo asi y acabare contigo--- dice la chica y él la miró fijamente y, con una sonrisa traviesa, preguntó

---¿Sería mucho pedir un beso de agradecimiento por haber venido a esta fiesta obligado?--- preguntó él chico

Jessica se rió y le dio un beso en la comisura de los labios provocando que el chico sonriera

Pero justo en ese momento, alguien abrió la ducha, provocando que un huevo le cayera a Daniel en la cabeza... Jessica estalló en carcajadas.

---Voy al baño ---dijo Daniel, sacudiendo la cabeza--- Nos vemos en un rato.

Jessica se quedó bailando con su amiga Ali, quien la abrazó emocionada.

---¿Qué te traes con tu novio? ---preguntó Ali con picardía.

---Nada ---respondió Jessica---Solo estábamos bailando.

Pasaron unos quince minutos y Daniel no regresaba.

Jessica comenzó a preocuparse, salió del gimnasio y caminó hacia la parte trasera del instituto... lo que vio la dejó helada.

Su hermano y sus amigos estaban golpeando a Daniel.

Él estaba en el suelo, ensangrentado, tratando de defenderse.

---¡Déjenlo en paz! ---gritó Jessica, corriendo hacia ellos.

Pero antes de que pudiera intervenir, el señor Miyagi apareció de la nada y, con movimientos rápidos y precisos, dejó fuera de combate a cada uno de los agresores.

Jessica cayó de rodillas junto a Daniel, quien apenas podía mantenerse consciente.

---¡Daniel! ---susurró, tocándole la cara

---- Jess--- susurró el chico antes de cerrar los ojos desmayandose provocando que la chica se sintiera devastada

Cuando su hermano intentó levantarse, el señor Miyagi iba a acercarse pero Jessica  se levantó, furiosa y fue ella

---¿Cómo pudiste hacer esto? ---gritó--- ¡Casi lo matas!

Johnny intentó justificar su acción, pero Jessica lo interrumpió con una advertencia gélida.

---Si vuelves a hacerle algo a él o a alguien que me importe, te lo advierto Johnny y no vuelvas a dirigirme la palabra, esto es demasiado, eres mi hermano y te quiero pero no voy a justificar tus acciones--- dice la chica--- Me iré de casa, y te quedarás solo con Sid, piensa bien en lo que haces, Johnny y no es una advertencia es una amenaza, una cosa es que hagas un comentario y otra que hagas esto

Sin esperar respuesta, Jessica y el señor Miyagi ayudaron a Daniel a levantarse y lo llevaron en el coche de ella hasta el taller del anciano.

Jessica se mantuvo a su lado todo el camino, sosteniendo su mano, sin soltarla ni un segundo, acariciando el pelo del chico inconsciente creyendo que tal vez así podría ayudarlo a calmar su dolor

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Segundo capítulo publicado ✅️

(+70 comentarios, no valen puntos y se publica el siguiente capítulo)

¿Que les ha parecido el capítulo?

Gracias por todo su apoyo de verdad

Espero que les guste tanto leer esta historia como a mi escribirla

Espero que disfruten y nos vemos pronto en el siguiente capítulo 👋 ♥️

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