𝟖. 𝐒𝐨𝐦𝐞𝐭𝐡𝐢𝐧𝐠 𝐑𝐞𝐚𝐥
La luna llena ilumina el claro donde se encuentra la manada de Sunghoon, una mezcla de sombras y luces plateadas que crean un ambiente cargado de misterio.
La llegada de Jake había causado un murmullo entre los miembros, pero cuando Sunghoon se pone de pie al frente, su presencia imponente los silencia al instante.
—Escuchen todos —Dice con voz autoritaria, sus ojos oscuros recorriendo cada rostro—. Este humano, Jake, es un invitado especial. Estará con nosotros por un tiempo, hasta que decidamos cuál será el próximo paso.
Jake siente la mirada de todos posarse sobre él, la incomodidad creciendo en su interior. No es difícil darse cuenta de que no pertenece a este lugar. Los rostros de la manada muestran una mezcla de curiosidad y recelo. Sin embargo, ninguno de ellos cuestiona la decisión de Sunghoon; su respeto por él es palpable.
—Les recuerdo que bajo ninguna circunstancia deben hablar de su presencia con seres fuera de nuestra manada —Continúa Sunghoon con firmeza—. Esto incluye a los humanos. Si se rompe este silencio, habrá consecuencias.
Jake observa cómo asienten, inclinando la cabeza en señal de obediencia. Hay algo fascinante en la dinámica de poder que Sunghoon ejerce sobre ellos. A pesar de su juventud, nadie parece dudar de su liderazgo. Sin embargo, Jake también nota la distancia emocional con la que Sunghoon maneja la situación.
Cada palabra que dice está impregnada de un desdén apenas disimulado hacia él, como si su mera presencia fuera una mancha en el orden perfecto de la manada.
El ambiente se tensa aún más cuando la cena es servida. Sentados alrededor de la hoguera, la conversación es baja, casi como si nadie quisiera interrumpir la autoridad que Sunghoon había impuesto. Sin embargo, Jake no puede quedarse callado por más tiempo. La curiosidad lo carcome, pero también lo hace la necesidad de comprender qué clase de criaturas lo rodean.
—¿Qué clase de seres son ustedes? —Pregunta de repente, rompiendo el silencio.
El sonido de su voz hace que varios levanten la mirada, sorprendidos por la interrupción. Los ojos de Sunghoon se entrecierran al escuchar la pregunta. Se nota que no le agradaba tener que explicarse frente a alguien a quien considera ajeno.
—Somos híbridos —Responde Sunghoon, su tono seco y directo—. Mitad humanos, mitad lobos. Cada uno de nosotros tiene la capacidad de transformarse a voluntad, gracias a nuestra herencia.
Jake traga saliva, intentando procesar lo que acaba de escuchar. Había oído hablar de leyendas sobre hombres lobo, pero nunca había creído que fueran reales. Y ahora, aquí está, rodeado por una manada de ellos.
—¿Cómo... cómo funciona esto? —Jake mira a Sunghoon, su mente llena de preguntas—. ¿Tienen una jerarquía?
Sunghoon lo mira con cierto desdén, como si le molestara tener que perder el tiempo explicándole algo tan básico para ellos.
—Por supuesto que tenemos una jerarquía —Dice, con un tono de superioridad evidente—. Yo soy el Alfa, el líder de la manada. Mi deber es protegerlos, tomar las decisiones y asegurarme de que nadie ponga en peligro nuestra existencia. Jay es mi Beta, el segundo al mando. Él se encarga de mantener el orden y coordinar las patrullas. Ni-Ki que se encuentra patrullando es nuestro Gamma, se encarga de la estrategia y la defensa y Jungwon es uno de nuestros Omegas, son los encargados de mantener la fertilidad y la supervivencia de la manada.
Jake asiente atentamente, no puede evitar sonrojarse al ver el rostro de Jungwon al escuchar la descripción de su función en la manada, son tantas preguntas las que se generan en su mente, pero por respeto al joven Omega que no ha sido más que dulce y amable con él, no piensa hacerlas.
Jake también puede notar la distancia emocional con la que Sunghoon habla, como si él fuera simplemente un observador incómodo en este mágico mundo.
—Todos aquí tienen un rol específico —Continúa Sunghoon, haciendo un gesto hacia los demás—. Algunos son cazadores, otros se encargan de vigilar nuestro territorio, y otros se dedican a tareas más especializadas, como el cuidado de los jóvenes o la defensa contra amenazas externas.
Jake asiente lentamente, tratando de comprender la complejidad de la estructura. Sin embargo, no puede ignorar el tono condescendiente de Sunghoon. Cada palabra que sale de su boca, está cargada de un desprecio apenas contenido, como si le estuviera recordando a Jake constantemente que no pertenece allí.
—Este no es tu lugar —Parece decir con cada mirada.
Jake, siente la incomodidad crecer dentro de él, y se da cuenta de algo importante. Por más que intente adaptarse, por más que estuviera agradecido por haber sido salvado, jamás será parte de este mundo. Aquí, es un intruso, alguien que ha sido aceptado temporalmente, pero que nunca será visto como uno de ellos.
"Este no es mi lugar", piensa mientras baja la mirada hacia su plato, incapaz de ignorar el peso de las palabras no dichas.
Sunghoon le ha permitido quedarse, pero eso no significa que lo acepte. Para él, Jake sigue siendo un simple humano, una carga que debe soportar por razones que no comprende del todo.
Finalmente, Jake rompe el silencio nuevamente, su voz firme pero teñida de resignación.
—Si realmente soy una molestia para ti, puedo irme. No quiero causar más problemas.
Sunghoon lo mira, su expresión endureciéndose aún más. Durante un largo momento, no dice nada, simplemente lo observa, como si estuviera evaluando sus palabras.
—Ya lo dije —Responde al fin, su tono cortante—. No es seguro para ti allá afuera. No me importa si eres una carga o no. Quédate el tiempo que sea necesario para que te recuperes.
Jake siente un nudo formarse en su estómago. La indiferencia en la voz de Sunghoon es clara, y aunque sabe que el alfa no lo dejará morir, tampoco puede ignorar el hecho de que no lo quiere allí. Está atrapado en un lugar donde no pertenece, y cada palabra de Sunghoon lo reafirma.
Aun así, hay algo en Sunghoon que lo atrae. Algo más allá de su arrogancia, más allá de su desdén. Tal vez es la fuerza de su carácter, o quizás la intensidad de su mirada, pero Jake no puede evitar sentirse fascinado por él, incluso cuando sabe que no debe.
"Este no es mi mundo", piensa una vez más, mirando a los miembros de la manada que lo rodean. Pero a pesar de todo, algo en su interior le dice que tal vez, solo tal vez, hay una razón por la que había terminado allí.
Durante la cena, Jake no puede quitarse de la mente la sensación de estar fuera de lugar. Las miradas furtivas de algunos miembros de la manada, la conversación que pasa a su alrededor, todo le recuerda que este no es su mundo. Aun así, una curiosidad incontrolable crece en su interior. Hay algo que no puede dejar de pensar, algo que lo descoloca más de lo que quiere admitir.
Sunghoon habla en tono serio, explicando la estructura y jerarquía de la manada, cómo cada miembro tiene un rol específico, desde los exploradores hasta los guerreros y curanderos. Jake apenas sigue la conversación, sus ojos se mueven por los rostros de los demás, reconociendo la familiaridad entre ellos, pero también percibiendo la distancia que sienten hacia él.
Finalmente, sin poder contenerse más, Jake lo interrumpe, sus palabras casi un susurro pero lo suficientemente fuertes para que Sunghoon lo escuche.
—¿Dónde está Benjamín? —Pregunta Jake, mirando directamente a Sunghoon, buscando una reacción en su inexpresivo rostro—. ¿Cuál es su rol en la manada?
El silencio que sigue es palpable, como si el aire en la habitación se hubiera detenido por un segundo. Los ojos de Sunghoon se entrecierran por una fracción de segundo, pero su expresión no cambia del todo. Sin embargo, Jake puede notar la mínima rigidez en sus movimientos, un indicio de que ha tocado un tema sensible.
Sunghoon deja el cubierto sobre la mesa con lentitud, su mirada fija en Jake, y responde con frialdad controlada.
—Benjamín... es parte de mí —Dice, su voz baja pero tensa—. Él no tiene un rol separado en la manada porque somos uno. Es mi lobo y por lo tanto es el Alfa.
Jake frunce el ceño, sin entender del todo.
—¿Tu lobo?
Sunghoon asiente, pero su incomodidad es evidente ahora, aunque lucha por mantener su fachada de autoridad. El hecho de que Jake mencione a Benjamín lo ha tomado por sorpresa, como si hubiese revelado algo que Sunghoon prefiere mantener en secreto.
—Es complicado de explicar. Los lobos internos como Benjamín y yo no somos dos seres separados. Somos una unidad. Él... siente lo que yo siento, y yo lo que él siente.
Jake lo observa en silencio por un momento, procesando esa información. Algo dentro de él se revuelve, como si la respuesta de Sunghoon, aunque directa, no es suficiente. Hay algo más, algo que el Alfa no está diciendo.
Si Benjamín es parte de Sunghoon, eso quiere decir que Sunghoon también quiso salvarlo y lo ayudó, gracias a Benjamín y a Sunghoon, Jay y Jungwon pudieron salvarlo, sin embargo, al ver la reacción contenida de Sunghoon, sabe que no debe seguir presionando. No todavía.
"𝐈 𝐰𝐚𝐧𝐭 𝐭𝐨 𝐡𝐞𝐚𝐥, 𝐈 𝐰𝐚𝐧𝐭 𝐭𝐨 𝐟𝐞𝐞𝐥 𝐥𝐢𝐤𝐞 𝐈'𝐦 𝐜𝐥𝐨𝐬𝐞 𝐭𝐨 𝐬𝐨𝐦𝐞𝐭𝐡𝐢𝐧𝐠 𝐫𝐞𝐚𝐥"
𝐓𝐡𝐞 𝐂𝐚𝐥𝐥
𝟖. 𝐒𝐨𝐦𝐞𝐭𝐡𝐢𝐧𝐠 𝐑𝐞𝐚𝐥
𝟎𝟏/𝟏𝟎/𝟐𝟎𝟐𝟒
Capítulo largo porque amo escribir esta historia 🥺
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