𝟐𝟑. 𝐘𝐨𝐮'𝐫𝐞 𝐭𝐡𝐞 𝐓𝐫𝐞𝐚𝐬𝐮𝐫𝐞
Jake está sentado en el claro, recargado contra un árbol, mientras la brisa nocturna acaricia su rostro.
La luz de la luna llena ilumina el bosque con un brillo etéreo, y el sonido de las hojas susurrando al viento llena el aire con una calma que contrasta con el torbellino de emociones dentro de él.
Había estado pasando mucho tiempo con Sunghoon desde que llegó a la manada, pero esta noche es diferente. Sunghoon había desaparecido entre los árboles poco antes, diciendo que necesitaba "ajustar cuentas" con Benjamin, su lobo interno.
Jake no entendía del todo cómo funcionaba esa conexión, pero había aprendido que cuando Sunghoon lo mencionaba, era mejor no interrumpir.
De repente, un crujido de hojas llama su atención.
Desde la oscuridad del bosque emerge una figura majestuosa. Benjamin. Su pelaje blanco reluce bajo la luz de la luna, y sus ojos, tan familiares, tan intensos, lo miran con una mezcla de calma y autoridad.
Jake se queda inmóvil, sorprendido como siempre por la transformación. Cada vez que Sunghoon se convertía en Benjamin, era como si su fuerza, su poder y su esencia se materializaran en algo casi divino.
Benjamin camina hacia él con pasos tranquilos, sus movimientos llenos de gracia. Se detiene frente a Jake y se sienta, su mirada fija en él. Jake no puede evitar sonreír mientras extiende la mano, rozando el pelaje cálido del lobo.
—Nunca deja de sorprenderme lo increíble que eres —Murmura Jake, su voz apenas un susurro.
Benjamin inclina ligeramente la cabeza, como si estuviera considerando las palabras de Jake, antes de responder con esa voz mental que siempre lograba estremecerlo.
¿Eso piensas?
Jake ríe suavemente, dejando que sus dedos se deslicen entre el pelaje suave.
—Claro que lo pienso. Es fascinante cómo Sunghoon y tú son uno solo. Cómo puedes transformarte en algo tan... poderoso, tan majestuoso.
Benjamin suelta un sonido bajo, una especie de risa mental.
No somos tan diferentes, Jake.
Jake niega con la cabeza, sin estar de acuerdo.
—Oh, claro que lo somos. Tú puedes convertirte en un Lobo imponente, mientras yo... yo apenas soy un Humano.
Benjamin lo observa con paciencia, sus ojos brillando con algo que Jake no puede identificar del todo, como si supiera un secreto que aún no está listo para compartir.
"Ser humano no te hace débil" responde Benjamin, su tono lleno de calma. Hay una fortaleza en ti que aún no comprendes.
Jake sonríe, aunque el comentario lo deja un poco desconcertado.
—Si tú lo dices... Pero, ¿sabes? A veces me gustaría ser como tú. Poder convertirme en algo más. Algo más fuerte.
Benjamin ríe nuevamente, esa risa profunda y grave resonando en la mente de Jake.
Tal vez algún día entiendas que ya tienes más de nosotros de lo que crees.
Jake frunce el ceño, intrigado, pero antes de que pudiera preguntar a qué se refería, Benjamin cambia de postura, su mirada volviéndose más seria. Se levanta y camina un par de pasos, mirando hacia el bosque como si estuviera escuchando algo.
Entonces, sucede. Frente a los ojos de Jake, el cuerpo de Benjamin comienza a cambiar. Su figura se alarga, su forma se moldea, y en cuestión de segundos, donde antes estaba el lobo, ahora está Sunghoon, de pie con su habitual aire de autoridad.
Su cabello oscuro cae desordenado sobre su frente, y sus ojos, aunque humanos, aún mantienen el mismo brillo intenso que los de Benjamin.
Jake parpadea, maravillado.
—Nunca me acostumbraré a eso —Admite con una sonrisa.
Sunghoon cruza los brazos, observándolo con una expresión que mezclaba exasperación y algo más suave, algo que Jake no puede descifrar del todo.
—No es tan complicado como parece. Benjamin y yo somos uno. Lo que él siente, yo lo siento. Lo que él ve, yo lo veo.
Jake lo mira fascinado.
—Debe ser increíble tener esa conexión. Es como tener a alguien que siempre está contigo, que siempre entiende lo que sientes.
Sunghoon asiente lentamente, pero luego baja la mirada, como si las palabras de Jake hubieran tocado algo profundo dentro de él.
—Es más que eso. Benjamin es... mi otra mitad. Pero también es un recordatorio constante de mis responsabilidades. Mi deber con la manada.
Jake da un paso más cerca, mirándolo fijamente.
—¿Y no es agotador? Llevar todo ese peso solo.
Sunghoon alza la vista, sorprendido por la franqueza de Jake.
—Es lo que se espera de mí. Como Alfa, no puedo permitirme fallar. No puedo permitirme debilidades.
Jake niega con la cabeza.
—No creo que preocuparte por los demás sea una debilidad, Sunghoon. Creo que eso es lo que te hace tan... bueno. No solo como líder, sino como persona.
Por un momento, el Alfa parece desarmado por las palabras de Jake. Sus ojos se suavizan, y sus hombros, normalmente tensos, se relajan ligeramente.
—Hago lo que puedo —Responde finalmente, su voz baja pero sincera.
Jake sonríe, y en ese momento, bajo la luz de la luna, ambos quedan en silencio, una conexión silenciosa formándose entre ellos.
Aunque Jake no lo sabe, Sunghoon está luchando con sus propios sentimientos y deseos, cada vez más consciente de que el Humano frente a él es mucho más importante de lo que está dispuesto a admitir, mucho más importante que su destinado o la Luna de su manada, Jake es todo lo que Sunghoon había deseado y anhelado. Y Benjamin, en el fondo de su mente, no puede evitar soltar una risa satisfecha, porque sabe algo que Jake aún no está listo para entender.
"𝐘𝐨𝐮 𝐚𝐫𝐞 𝐭𝐡𝐞 𝐭𝐫𝐞𝐚𝐬𝐮𝐫𝐞 𝐭𝐡𝐚𝐭 𝐈 𝐥𝐨𝐧𝐠 𝐭𝐨 𝐟𝐢𝐧𝐝."
𝐓𝐡𝐞 𝐂𝐚𝐥𝐥
𝟐𝟑. 𝐘𝐨𝐮'𝐫𝐞 𝐭𝐡𝐞 𝐑𝐞𝐚𝐬𝐨𝐧
𝟐𝟖/𝟎𝟏/𝟐𝟎𝟐𝟓
Gracias por leer la historia ❤️
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