𝟐𝟐. 𝐇𝐨𝐦𝐞
La cálida luz del atardecer se filtra entre los árboles, bañando el campamento de la manada con tonos dorados.
Para Jake, la vista es algo sacado de un sueño: pequeñas hogueras encendidas, un río cercano que proporciona un susurro constante, y la energía vibrante de los lobos que se mueven con propósito y armonía. Sin embargo, lo que realmente lo conmueve era la forma en que lo miran, como si ya fuera uno de ellos.
Sunghoon camina a su lado, con una mano colocada de manera protectora en la parte baja de su espalda, guiándolo entre el gentío.
Cada vez que alguien se acerca para saludar, lo hace con una sonrisa genuina, inclinando la cabeza en señal de respeto hacia Jake, quien apenas puede creer que todo esto es real.
—Jake, relájate. —Le susurra Sunghoon, inclinándose ligeramente para que solo él pudiera escucharlo—. Eres nuestra Luna. No tienes que hacer nada para ganarte su afecto; ya te lo has ganado por ser quien eres.
El rubor que colorea las mejillas de Jake no pasa desapercibido para Sunghoon, quien sonríe con orgullo antes de plantar un suave beso en su cabello, justo delante de varios lobos que dejan escapar algunas risitas.
—¡Ah, así que al Alfa le gusta presumir! —Grita alguien desde el fondo. Jake intenta cubrirse la cara, pero Sunghoon solo se ríe, más relajado de lo que Jake lo había visto nunca.
Unos minutos después, Jungwon aparece entre la multitud, moviéndose con la agilidad de siempre, pero con una gran sonrisa en el rostro.
—¡Jake! —Exclama mientras corre hacia él, casi tirándolo en un abrazo—. Me alegra tanto verte aquí. —Retrocede lo suficiente para mirar a Jake de arriba abajo, evaluándolo con una mezcla de afecto y curiosidad—. ¿Todo bien? ¿No te asustaron mucho los lobos grandes o los humanos indeseables?
—Todo está bien, Jungwon. —Responde Jake con una risa ligera, devolviéndole el abrazo.
Pero antes de que la conversación pudiera continuar, Sunoo, que había estado explorando el campamento con su usual actitud confiada, se acerca.
—¿Y tú eres...? —Pregunta Sunoo, mirando a Jungwon de arriba abajo, como si lo estuviera evaluando.
—Jungwon. —Responde el Omega, cuadrando los hombros de una manera que contrasta con su naturaleza normalmente dulce.
—Ah, claro. El amiguito de Jake. —Sunoo sonríe con un aire de superioridad antes de añadir—.Gracias por cuidar de él, pero ya estoy aquí para eso.
Jungwon frunce ligeramente el ceño, pero sonríe de vuelta con una dulzura que tiene un filo oculto.
—No sabía que Jake necesitara más protección. Pero si eso te hace sentir mejor, supongo que puedes intentarlo... pequeño Humano.
Jake rueda los ojos mientras los dos se lanzan indirectas.
—Por favor, díganme que no van a empezar a marcar territorio. —Murmura Jake, aunque en el fondo no puede evitar reírse de lo absurdo de la situación.
Sunghoon, que había estado observando la interacción desde una distancia corta, se acerca y coloca una mano en el hombro de Jungwon, tranquilizándolo con un gesto.
—Jungwon, Sunoo. No creo que este sea el momento para discutir quién cuida mejor a Jake. —Dice con calma, aunque en sus ojos brilla una pizca de diversión—. Ambos lo quieren, pero recuerden que yo soy el que mejor cuida a mi destinado.
La declaración, aunque sencilla, tiene el efecto de silenciar a ambos.
Jungwon aparta la mirada, claramente intentando controlar sus emociones, mientras Sunoo se cruza de brazos, murmurando algo que sonaba como "lobo territorial".
Jake, sin embargo, apenas puede concentrarse en ellos. La manera en que Sunghoon había dicho "mi destinado" lo hace sentir ligero, como si nada más importara en ese momento.
Más tarde, cuando el bullicio del campamento ha disminuido y todos se han dispersado para continuar con sus actividades, Jake y Sunghoon se alejan un poco hacia un claro donde las estrellas comienzan a brillar con fuerza. Sunghoon lo conduce hasta un tronco caído, donde ambos se sientan.
—¿Cómo te sientes? —Pregunta Sunghoon, mirando a Jake con ojos llenos de ternura.
—Honestamente... abrumado, pero en el buen sentido. Nunca pensé que pudiera sentirme tan aceptado. Es como si todos me conocieran desde siempre.
Sunghoon asiente, tomando la mano de Jake y entrelazando sus dedos.
—Es porque ven lo mismo que yo. Ven a alguien leal, bondadoso, fuerte... Alguien que merece ser amado y protegido.
Jake lo mira, su corazón latiendo con fuerza.
—Sunghoon, nunca me había sentido así antes. Contigo, con ellos... es como si finalmente tuviera un hogar.
Sunghoon sonríe, inclinándose hacia adelante hasta que sus frentes se tocaron.
—Lo tienes, Jake. Siempre lo tendrás, mientras yo esté aquí.
El momento es interrumpido por un sonido proveniente del campamento.
—¡Sunoo, te dije que esa carne era mía! —La voz de Jungwon retumba, seguida de una réplica indignada de Sunoo.
—¡Pues deberías haberla marcado, cachorro celoso!
—Lo siento Alfa, Luna. —Jay se disculpa por no poder controlar al par de celosos y por no poder darle a su Alfa la privacidad que tanto le había solicitado.
Jake estalla en carcajadas mientras Sunghoon suspira, aunque su sonrisa traiciona lo mucho que está disfrutando el caos que ambos jovenes han traído al campamento y con la cara de frustración de su Beta.
—Bueno, parece que nunca habrá un momento aburrido con esos dos. —Comenta Sunghoon, mirando a Jake con ojos llenos de amor—.Pero al menos, siempre tendremos esto.
Jake asiente, recostándose contra Sunghoon mientras ambos miran hacia las estrellas, sintiendo que, por primera vez, todo está en su lugar.
"𝐑𝐞𝐬𝐭 𝐚𝐬𝐬𝐮𝐫𝐞𝐝, 𝐦𝐲 𝐚𝐧𝐠𝐞𝐥, 𝐲𝐨𝐮'𝐫𝐞 𝐚𝐥𝐰𝐚𝐲𝐬 𝐨𝐧 𝐦𝐲 𝐦𝐢𝐧𝐝."
𝐓𝐡𝐞 𝐂𝐚𝐥𝐥
𝟐𝟐. 𝐇𝐨𝐦𝐞
𝟐𝟏/𝟎𝟏/𝟐𝟎𝟐𝟓
Gracias por leer la historia ❤️
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