La luz del amanecer comienza a colarse entre los árboles mientras Jake, Sunghoon, Sunoo y Ni-Ki se adentran en el bosque. La transición de la ciudad al territorio de la manada es tangible: el aire es más fresco, los sonidos de la naturaleza reemplazan el zumbido constante de los autos, y todo parece vibrar con una energía más pura.

Jake camina al lado de Sunghoon, cuya presencia es un ancla para él.

A cada paso, siente cómo las dudas que lo habían atormentado en la ciudad se disipaban. Sin embargo, también sabe que el regreso significa enfrentar la mirada de la manada, sus preguntas, y tal vez, sus juicios.

Sunoo, por su parte, parece dividido entre la fascinación y la incomodidad. No deja de robar miradas furtivas hacia Ni-Ki, quien lidera el grupo con movimientos ágiles y seguros, como si el bosque respondiera a su presencia.

—¿Entonces siempre haces esto? —Pregunta Sunoo, tratando de sonar casual mientras acelera el paso para caminar junto al alto y delgado beta.

Ni-Ki le lanza una mirada rápida antes de esbozar una pequeña sonrisa.

—Patrullar es parte de mis responsabilidades. Me aseguro que el territorio esté protegido.

—¿Y qué pasa si encuentras algo... peligroso? —Insiste Sunoo, su curiosidad mezclada con una genuina admiración por el beta.

Ni-Ki se encoge de hombros.

—Lo manejo. No es tan complicado. —Sus ojos brillan con un destello de orgullo antes de añadir—. Aunque supongo que no muchos Humanos podrían entenderlo.

Sunoo arquea una ceja, sintiendo un desafío en las palabras de Ni-Ki.

—No subestimes lo que un Humano puede hacer. Quizás te sorprenda.

Ni-Ki suelta una risa baja, pero no dice nada más, dejando a Sunoo con una mezcla de frustración y fascinación.

Detrás de ellos, Jake observa la interacción con una leve sonrisa antes de volver su atención a Sunghoon.

—¿Crees que la manada estará... bien con esto? —Pregunta, su voz apenas un susurro.

Sunghoon gira la cabeza para mirarlo, su mirada llena de comprensión.

—Tú eres la Luna que necesitamos a nuestro lado, Jake. Eso significa que estarán bien. Lo que piensen o sientan no importa tanto como lo que tú sientas.

Jake asiente lentamente, aunque las palabras de Sunghoon no disipan del todo su inquietud. Sin embargo, el Alfa extiende una mano, entrelazando sus dedos con los de Jake mientras caminan. El simple gesto es suficiente para calmar sus nervios.

Cuando finalmente llegan al claro que marca el límite del campamento de la manada, Jake se detiene, su corazón latiendo con fuerza. Las cabañas están dispersas entre los árboles, y puede ver a varios miembros de la manada moviéndose por el área, ocupados en sus tareas diarias.

Un murmullo comienza a extenderse cuando las miradas se posan en ellos. Jake siente el peso de la atención, pero Sunghoon no lo suelta, su postura firme y protectora.

—Bienvenidos a casa. —La voz de Sunghoon resuena con autoridad, dirigiéndose tanto a Jake como a la manada que los observa.

Jake respira hondo, sintiendo el calor de la mano de Sunghoon en la suya y el apoyo silencioso de Sunoo detrás de él. Aunque los desafíos aún están por delante, por primera vez, realmente se siente como si estuviera en casa.

Sunghoon no suelta la mano de Jake mientras avanzan hacia el centro del campamento. Cada paso está cargado de significado, un recordatorio silencioso de que no importa cuán difícil fuera el camino, no lo recorrerían solos.

Jake siente las miradas de la manada sobre ellos, algunas curiosas, otras desconfiadas, pero el calor de los dedos entrelazados con los de Sunghoon lo mantiene anclado, seguro.

—No tienes que enfrentarlos, Jake. Nosotros lo hacemos juntos. —La voz de Sunghoon es baja, solo para él, pero contiene una firmeza que lo hace sentir invencible.

Jake lo mira de reojo, y sus ojos se encontraron. En ese momento, todo lo demás desaparece.

El bullicio del campamento, las dudas que aún intentan aferrarse a su mente, incluso las sombras de su pasado. Solo están ellos dos. Jake no necesita palabras; la conexión entre ambos habla por sí sola, un lenguaje silencioso que se siente más profundo que cualquier cosa que hubiera conocido.

—Contigo, sí puedo. —Jake finalmente habla, su voz temblando un poco, pero con una determinación que lo sorprende a él mismo.

Sunghoon sonríe, una sonrisa sincera que ilumina sus facciones serias. Luego, con un gesto casi imperceptible, levanta la mano de Jake y la llevó a sus labios, dejando un beso cálido en sus nudillos.

El gesto es breve, pero íntimo, y Jake siente que su corazón se acelera mientras sus mejillas se encienden.

—Nunca olvides que eres mi Luna, Jake. La razón por la que todos estamos aquí. —Sunghoon se inclina un poco hacia él, sus palabras resonando como una promesa que solo ellos entendían—. Y mi razón para seguir adelante.

Jake traga con fuerza, sintiendo que algo en su interior se alineaba, encajaba. Lo que antes parecía una batalla interna interminable ahora se siente como una pieza del rompecabezas que había estado buscando.

Sunghoon no solo lo veía, lo comprendía. Y, en ese entendimiento, Jake encuentra el valor que siempre había creído que le faltaba.

"𝐈'𝐥𝐥 𝐛𝐞 𝐛𝐲 𝐲𝐨𝐮𝐫 𝐬𝐢𝐝𝐞 𝐰𝐡𝐞𝐧𝐞𝐯𝐞𝐫 𝐲𝐨𝐮 𝐟𝐚𝐥𝐥, 𝐢𝐧 𝐭𝐡𝐞 𝐝𝐞𝐚𝐝 𝐨𝐟 𝐧𝐢𝐠𝐡𝐭, 𝐰𝐡𝐞𝐧𝐞𝐯𝐞𝐫 𝐲𝐨𝐮 𝐜𝐚𝐥𝐥."

𝐓𝐡𝐞 𝐂𝐚𝐥𝐥
𝟐𝟏. 𝐁𝐲 𝐘𝐨𝐮𝐫 𝐒𝐢𝐝𝐞
𝟏𝟒/𝟎𝟏/𝟐𝟎𝟐𝟓

Gracias por leer la historia ❤️