El aire en la pequeña cafetería se vuelve más denso con cada segundo que pasa.

Jake siente una mezcla de alivio y confusión. El bosque, la manada, y Sunghoon habían llenado un vacío en su vida que ni siquiera sabía que existía. Pero ahora, con Sunoo frente a él y su antigua vida recordándole lo que había dejado atrás, las decisiones parecen más difíciles que nunca.

—¿Así que somos un paquete ahora, eh? —Bromea Sunoo, mientras revuelve distraídamente su café con una cucharilla.

Jake sonríe débilmente.

—Siempre lo hemos sido, ¿no? Pero esta vez... es diferente.

Sunoo lo mira con seriedad poco habitual.

—Jake, sé que esto es importante para ti. Lo veo en cómo hablas de ellos... y especialmente de él. —Asiente en dirección a Sunghoon, quien permanece tranquilo pero alerta junto a ellos.

Jake siente cómo el calor sube a sus mejillas. Sunoo, con una sonrisa juguetona, se inclina hacia él.

—Déjame adivinar, ese lobo guapo ya te robó el corazón, ¿verdad?

—¡Sunoo! —Jake protesta, claramente avergonzado.

Pero su reacción solo provoca una risa más fuerte en su mejor amigo.

Sunghoon, que había estado observando en silencio, finalmente habla, su voz baja pero cargada de convicción.

—No se trata solo de un vínculo emocional, Sunoo. Jake es mi destinado, mi otra mitad. Esto va más allá de lo que cualquier Humano podría entender, pero créeme, no hay nada más importante para mí que su felicidad.

La intensidad en los ojos de Sunghoon hace que incluso Sunoo deje de reír por un momento. Bajando la mirada, pensativo.

—Entonces, si es tan importante para ti... —Murmura Sunoo, antes de mirar a Jake directamente—. ¿Por qué sigues dudando, Jake?

Jake se remueve incómodo en su asiento.

—No es que dude de Sunghoon o de lo que siento... —Empieza a decir, su voz temblando ligeramente—. Es que siempre he tenido miedo de que cuando finalmente encuentre algo bueno, lo pierda. Es lo que siempre pasa.

Sunoo estira una mano, cubriendo la de Jake con la suya.

—Jake, este no es el pasado. Este no es la "familia"'que se "hizo cargo de ti", ni esos imbéciles que te hicieron daño. Tienes que aprender a dejar esas cosas atrás y permitirte ser feliz.

Las palabras de Sunoo resuenan en la mente de Jake.

Cierra los ojos por un momento, tratando de procesar
todo. Entonces, siente una mano cálida en su hombro. Abre los ojos para encontrar a Sunghoon mirándolo con una mezcla de ternura y determinación.

—Jake, no puedo prometerte que la vida con la manada será fácil, pero sí puedo prometerte que nunca te dejaré enfrentar nada solo. Lo que sea que decidas, estaré contigo.

Jake traga con dificultad. Por primera vez en mucho tiempo, siente que no tenía que cargar con todo el peso solo.

—Sunoo, ¿estás seguro de que quieres venir? —Pregunta finalmente, volviéndose hacia su amigo.

Sunoo se encoge de hombros.

—¿Qué otra opción tengo? Mi familia sabe que detesto este lugar y ya somos mayores de edad... Este lugar no tiene nada para mí, y si estar contigo mi mejor amigo significa adentrarme en un bosque lleno de lobos parlantes, pues... al menos será interesante.

Jake ríe, una risa genuina que no había sentido en semanas. Mira a Sunghoon, quien le devuelve la sonrisa con una calidez que le llena de fuerza.

En ese momento, Jake sabe que, aunque el camino adelante estará lleno de desafíos, también estará lleno de apoyo, amor y nuevas posibilidades.

El pasado ya no lo encadenaría; está listo para abrazar lo que el destino tiene preparado para él. Y con Sunghoon y Sunoo a su lado, siente que puede enfrentarlo todo.

Cuando el trío sale de la cafetería, luego de las respectivas formalidades de despedida de Sunoo y los suyos, se dirigen hacia la carretera que los llevaría de vuelta al bosque, Jake mira hacia el cielo estrellado y respira profundamente.

—Estoy listo para esto —Murmura para sí mismo, aunque sabe que ambos, Sunghoon y Sunoo, lo escuchan perfectamente.

Sunghoon, camina junto a él y le aprieta ligeramente la mano.

—Lo sé, Jake. Lo sé.

El camino hacia las afueras de la ciudad está envuelto en un silencio cómodo, roto solo por el crujir de sus pasos sobre el asfalto. Jake siente el aire fresco en su rostro, una brisa que contrasta con el bullicio de la ciudad y lo acerca un poco más al bosque que ahora llama hogar.

Sunoo camina a su lado, cargando su mochila con una facilidad que no coincide con su actitud despreocupada. Gira la cabeza hacia Jake y le da un codazo suave.

—Oye, si todo esto sale mal y terminamos rodeados de lobos enojados, quiero que sepas que será tu culpa. —Una sonrisa se dibuja en sus labios antes de que añadir—. Aunque, si el resto de los lobos son tan atractivos como él, tal vez valga la pena.

Jake niega con la cabeza, riendo mientras siente el peso de la tensión aligerarse un poco más. Sunghoon, que camina al frente con pasos firmes, mira sobre su hombro y sonríe, como si supiera que Sunoo estaba intentando aliviar los miedos de su amigo.

—No te preocupes, Sunoo. Estarás a salvo con nosotros. La manada sabe proteger a los suyos, y ahora, tú también eres parte de ello, aunque aún no lo entiendas del todo.

Sunoo lo mira con una mezcla de incredulidad y asombro, pero no dice nada. Jake, en cambio, siente que esas palabras resuenan profundamente.

Por primera vez en mucho tiempo, no solo tiene un lugar al que llamar hogar, sino también personas que lo hacen sentir como si realmente perteneciera.

"𝐈𝐟 𝐲𝐨𝐮 𝐧𝐞𝐞𝐝 𝐦𝐞, 𝐈'𝐥𝐥 𝐛𝐞 𝐰𝐡𝐞𝐫𝐞 𝐭𝐡𝐞 𝐜𝐢𝐭𝐲 𝐦𝐞𝐞𝐭𝐬 𝐭𝐡𝐞 𝐬𝐤𝐲."

𝐓𝐡𝐞 𝐂𝐚𝐥𝐥
𝟏𝟗. 𝐖𝐡𝐞𝐫𝐞 𝐭𝐡𝐞 𝐂𝐢𝐭𝐲 𝐦𝐞𝐞𝐭𝐬 𝐭𝐡𝐞 𝐒𝐤𝐲
𝟐𝟒/𝟏𝟐/𝟐𝟎𝟐𝟒

Gracias por leer la historia ❤️