El amanecer se filtra entre los árboles mientras Jake y Sunghoon caminan juntos hacia el territorio humano.

Habían decidido partir temprano, aprovechando la frescura de la mañana y la protección de la penumbra.

Jake lleva una mochila ligera con las pocas pertenencias y provisiones que la manada le había proporcionado, mientras que Sunghoon camina a su lado con la confianza de un protector nato.

—¿Siempre está así de tranquilo aquí? —Pregunta Jake, rompiendo el silencio. Mira alrededor, sintiéndose extrañamente cómodo en el bosque, aunque el propósito de su viaje lo mantiene inquieto.

Sunghoon asiente, pero con una pequeña sonrisa que parece ocultar algo más.

—Lo está, siempre que nosotros lo permitamos. Este territorio es nuestro refugio, pero no es la primera vez que salgo de él.

Jake lo mira con curiosidad. Había algo intrigante en la manera en que Sunghoon decía "nuestro" y cómo parecía relacionarse con todo lo que lo rodeaba.

—¿Qué quieres decir? ¿Saliste del bosque antes?

Sunghoon asiente, sus ojos oscuros reflejando una mezcla de recuerdos y algo más profundo.

—Algunas veces. Hay humanos que conocen nuestra existencia, aunque nunca hemos revelado demasiado. Siempre hay un riesgo en eso, pero, a veces, es necesario. —Hace una pausa y mira directamente a Jake—. Como ahora.

Jake traga saliva, sintiendo cómo esas palabras resuenan en él. Sunghoon había asumido un riesgo por él, y eso lo hacía sentir algo que no podía poner en palabras.

—¿Qué pasó la última vez que saliste? —Pregunta Jake, tratando de romper el silencio que se había vuelto más denso.

—Fue hace años, —Responde Sunghoon, sin apartar la vista del camino—. Ayudé a un niño perdido a encontrar su hogar. Su familia sabía que algo en mí era diferente, pero aceptaron la ayuda sin hacer preguntas.

La mayoría de los humanos no quieren saber demasiado. —Sunghoon hace una pausa, sus labios forman una sonrisa leve—. Pero tú eres diferente.

Jake siente que el calor le sube al rostro.

Es un elogio, pero también una declaración que carga un peso. Sunghoon lo observa de una manera que hace que cada fibra de su ser vibre, y en ese momento, siente que no hay nada que pudiera ocultarle.

—¿Diferente cómo? —Susurra Jake.

—Eres mi destinado, Jake. Eso te hace especial, no solo para mí, sino para lo que soy.

El silencio vuelve a llenarse entre ellos, pero esta vez, no es incómodo. Es como si las palabras de Sunghoon hubieran encontrado un lugar dentro de Jake, aunque todavía no supiera qué hacer con ellas.

Después de caminar un rato más, Sunghoon señala un claro.

—Podemos descansar aquí un momento.

Se sientan en una roca plana, con el bosque extendiéndose en todas direcciones. Jake mira a Sunghoon, sintiendo que hay algo más que quiere preguntar.

—¿Por qué estás haciendo todo esto por mí? —Pregunta finalmente.

Sunghoon lo mira, y en lugar de responder con palabras, toma la mano de Jake con delicadeza.

—Porque quiero que encuentres lo que necesitas para estar en paz. Y porque no puedo imaginar un futuro donde no estés a mi lado.

El peso de esas palabras hace que Jake se quede sin aliento. Hay algo en la manera en que Sunghoon habla, algo que hace que su conexión parezca inevitable.

—No sé si merezco esto... si realmente merezco a alguien como tú. —Jake susurra, mirando hacia el suelo.

Sunghoon levanta su barbilla suavemente para que lo mire.

—Mereces más de lo que crees, Jake. Y estoy aquí para demostrarte eso.

Antes de que Jake pudiera responder, siente el roce de los labios de Sunghoon en su frente.

Es un gesto sencillo, pero lleno de promesas. El humano cierra los ojos, sintiendo cómo su inseguridad se desvanece, al menos por un instante.

Cuando retoman el camino, Jake siente que algo había cambiado. No solo entre ellos, sino también dentro de sí mismo.

El viaje hacia el territorio humano es solo el principio de algo mucho más grande.

El sol comienza a alzarse en el horizonte cuando Jake y Sunghoon se acercaron a los límites del territorio humano.

La ciudad aún está lejana, pero ya pueden escuchar los ecos de la civilización: el sonido distante de autos, el zumbido de una vida que Jake había dejado atrás.

Mientras caminan, Jake siente que el peso de las últimas semanas cae sobre sus hombros.

Hay algo en la cercanía de la "realidad" que hace que las emociones reprimidas salgan a la superficie. Sus pasos se vuelven más lentos, y su mirada permanece fija en el suelo, evitando la intensidad de los ojos de Sunghoon.

—Jake, ¿estás bien? —Pregunta Sunghoon con suavidad, deteniéndose a su lado.

—Sí... bueno, no lo sé. —Jake suspira profundamente y se pasa una mano por el cabello—. Todo esto... tú, la manada, lo que significa ser tu destinado... Es mucho.

Sunghoon lo mira en silencio, esperando a que continúe.

—Es como si... —Jake hace una pausa, buscando las palabras—. Como si quisiera creer que merezco esto, merezco sentirme así contigo. Pero... —Sus ojos brillan con una mezcla de emociones—. El daño que me hicieron en el pasado, todo lo que viví... me sigue persiguiendo.

Sunghoon da un paso hacia él, su presencia tan reconfortante como abrumadora.

—Jake, no tienes que enfrentarlo solo. Estoy aquí. Siempre lo estaré.

Jake sonríe, pero era una sonrisa cargada de tristeza.

—Lo sé, pero hay días en los que siento que no soy suficiente. Que no puedo ser lo que necesitas.

Sunghoon alza una mano, tocando suavemente la mejilla de Jake.

—Eres más que suficiente, Jake. Eres todo. No importa cuánto tiempo te tome aceptar eso, estaré aquí, contigo.

La vulnerabilidad de Jake finalmente rompe las barreras que había levantado. Sin pensarlo mucho más, se acerca un poco más a Sunghoon, buscando la seguridad que solo el Alfa parece poder ofrecerle.

—Gracias, Sunghoon. —Susurra, sintiendo cómo su corazón se acelera.

Sunghoon le sonríe de una forma tan cálida que hace que el mundo alrededor parezca menos caótico.

—No tienes que agradecerme por algo que es tan natural para mí como respirar.

Justo cuando el momento se hace más íntimo, una voz familiar irrumpe en la escena.

—¡Jake! ¿Qué demonios te pasó? —Sunoo aparece  corriendo desde un claro cercano, con el rostro lleno de preocupación y sorpresa, el joven parece sacado de un grupo de exploradores con linternas y provisiones colgando de una mochila gigante, señal de su búsqueda incansable de su mejor amigo.

Jake da un paso atrás, pero no suelta la mano de Sunghoon.

—¡Sunoo! —Exclama, sintiendo una mezcla de alivio y nerviosismo.

Sunoo frena en seco, sus ojos moviéndose entre Jake y el imponente extraño que lo acompaña. Después de unos segundos, suelta una carcajada.

—Bueno, ahora entiendo por qué te perdiste. Si yo estuviera con alguien tan atractivo como él, tampoco encontraría el camino de regreso.

Jake siente que se ruboriza hasta la raíz del cabello, mientras Sunghoon simplemente sonríe con esa confianza inquebrantable.

—Es un placer conocerte, Sunoo. —Dice el Alfa, extendiendo una mano en un gesto amistoso.

—Lo mismo digo, misterioso y atractivo acompañante. —Responde Sunoo con una sonrisa traviesa antes de girarse hacia Jake—. Pero tienes muchas cosas que explicarme, Jake.

Jake suspira, sabiendo que este es solo el comienzo de otra conversación importante, aunque el apoyo de Sunoo y la presencia constante de Sunghoon le hacen sentir que, por primera vez en mucho tiempo, no está, ni estará solo.

"𝐓𝐚𝐤𝐞 𝐦𝐲 𝐡𝐚𝐧𝐝, 𝐤𝐧𝐨𝐭 𝐲𝐨𝐮𝐫 𝐟𝐢𝐧𝐠𝐞𝐫𝐬 𝐭𝐡𝐫𝐨𝐮𝐠𝐡 𝐦𝐢𝐧𝐞, 𝐚𝐧𝐝 𝐰𝐞'𝐥𝐥 𝐰𝐚𝐥𝐤 𝐟𝐫𝐨𝐦 𝐭𝐡𝐢𝐬 𝐝𝐚𝐫𝐤 𝐫𝐨𝐨𝐦 𝐟𝐨𝐫 𝐭𝐡𝐞 𝐥𝐚𝐬𝐭 𝐭𝐢𝐦𝐞."

𝐓𝐡𝐞 𝐂𝐚𝐥𝐥
𝟏𝟕. 𝐓𝐚𝐤𝐞 𝐦𝐲 𝐇𝐚𝐧𝐝
𝟎𝟑/𝟏𝟐/𝟐𝟎𝟐𝟒

Gracias por leer la historia ❤️