Pequeña y linda alma,
Un poco querías jugar.
Inocente y pura dama,
tu vida mía será.

¿Alguna vez has oído el dicho: "La curiosidad mató al gato"? Lo más probable que sí. Yo lo llegué a escuchar en variadas ocasiones y cada vez con un contexto muy diferente.

Oh, pero esta historia no es sobre mí. Yo sólo estoy aquí para narrar los acontecimientos de otra joven (no tan) especial... ¿Te sorprendería escuchar que esa joven eres tú? Por favor, esto es wattpad, a nadie le sorprende leer cosas así.

No es tu historia real, obviamente; sólo es algo sacado de la imaginación de un torpe escritor para poder desatar esos deseos de que algún día viva algo tan fantástico, increíble, y terrorífico como las historias que escribe... Eh... Sí, de hecho me cagaría del susto si todo lo que estás a punto de leer resulta suceder. Y créelo, igual a ti te aterraría.
Seamos escépticos, y sobre todo, realistas. El masoquismo es algo poco normal, y nadie quisiera vivir con el dolor que esta protagonista está a punto de pasar. Por eso prefiero que tú vivas todo esto en un escrito que a tener que sufrirlo en la vida real.

Regresemos al tema, del gato y la curiosidad.
Esta historia cuenta sobre un inocente pero travieso gato, que terminó enamorándose de una terrible curiosidad, que eventualmente fue causa de su muerte.

Si llegaste a este punto de la narración, es probable que la historia que narraré te interesa, ¿verdad?
... Me alegra saber eso. Todo lo que estás por leer, salió de mi imaginación el diciembre del año dos mil diecinueve. Cómo pasa tan rápido el tiempo, ¿eh?... Y ya ha pasado más de un año desde que empecé esta historia. Le puse todo mi empeño, así que espero la disfrutes tanto como yo disfruté escribiéndola en su momento.
Supongo que ya va siendo hora de narrarte esto, ¿verdad? Pues ponte cómodo, te ofrezco unas imaginarias cerezas con caramelo, tan dulces y contrastantes con el ácido sabor de este fic para que degustes.

Todo empezó exactamente un viernes, cuando una joven de cabellos oscuros se hallaba en la salida de la escuela, esperando por su madre, que ya llevaba casi una hora de retraso.
Todas las tardes ella la recogía del instituto, ya que a nuestra protagonista le daba miedo irse sola por los peligros de su pequeño pueblo, que en realidad no eran peligros constantes. Sin embargo hacía meses su mejor amigo había desaparecido, y el cuerpo muerto fue encontrado cerca del basurero de la ciudad. Los policías empezaban a buscar pistas, pero todo quedó en que el joven Derek se había suicidado. Ella nunca lo quiso creer ya que, bueno, él era su mejor amigo. Y ahora sin él, todo le estaba siendo muy difícil de sobrellevar.

Suspiró, y se recostó en la pared.
De largos y azabaches cabellos, tez ligeramente morena y ojos claros, esa era ____. Una universitaria de ya veintidós años con una personalidad calmada y amable, tímida pero confiable. Ignoró la molestia que le causaba la hora, pensaba ocasionalmente que solo estaba siendo una miedosa al no querer irse sola, pero si seguía esperando de su mamá, anochecería y aquel miedo sería mucho peor, y no quería que la regañaran de nuevo por quedarse dormida en las instalaciones de la escuela una vez más.

—¿Dónde estás...? —Susurró, como si su madre fuera capaz de oír ese débil susurro a la distancia.

Miró su celular para ver la hora... O3:16 p.m. Su madre llevaba más de una hora tarde. Bueno, que ya era niña grande y siempre se lo repetía.
Suspiró pesadamente y se dirigió adentro del instituto, para buscar algo de beber o un teléfono público para llamar a su hermano ya que ella no tenía saldo. Pero sólo terminó desvíandose por estar perdida en sus pensamientos y entrando a la biblioteca del lugar. Todo vacío, salvo por el bibliotecario que casualmente era su crush y estaba haciendo su pasantía allá mismo.
Lo miró con timidez. Era tan lindo, de cabellos largos y negros, ojos color canela, lo que a su mejor amiga Lillian le gustaba llamar un "basta sos re lindo".

Y hablando del rey de Roma, la halló tras uno de los estantes acomodando torpemente una pila de libros que al parecer se le habían caído. ____ se acercó a paso tímido.
Lillian era su mejor amiga, aunque se habían conocido apenas un año atrás. Era igual de reservada que ella, pero un poco más grosera y hosca, torpe socialmente y un poco cringe.

—¿Lily?

—Oye, ¿qué haces aquí? —Preguntó la de piel clara viendo a su compañera acercarse. Su tono de voz denotaba nerviosismo —¿Dónde esta tu mamá? —Se levantó y empujó algunos libros bajo el estante.

—No creo que venga —Respondió ___ revisando por segunda vez su celular —. ¿Y tú qué haces acá? La práctica de biología acabó, y no nos han dejado nada para estudiar.

—Pues... me gusta estar aquí... —Se encogió de hombros. A la vez que sonreía nerviosa. Traía oculto lo que parecía ser un libro tras su espalda. Aquello explicaría el desastre que hizo y que trató de acomodar.

____ hizo un pequeño puchero, antes de tomar impulso para agacharse y tomarlo tras de ella. Ninguna de las dos tenía gusto por la lectura, a no ser que fueran fanfictions nerds o esas cosas que justo ahora tu yo detrás de la pantalla está leyendo.

—¡Oye, espera! —Gritó la de lentes evitando que su amiga lo leyera. Aunque era algo tarde, pues ___ ya lo estaba hojeando.

—¿Qué se supone que es esto? —Cuestionó la más alta —¿Es una adaptación de novelas de wattpad? ¿Qué haces leyendo porno?

—No es porno... —Respondió Lillian. Suspiró y le quitó el libro de las manos a ___, mientras acomodaba sus gafas —Escucha, el profesor de lectura me lo ofreció a cambio de una cogida —Hizo gestos sexuales con su mano. ___ ladeó su cabeza, confundida sin entender del todo, para después reaccionar con susto por la confesión que su compañera había dado.

—¿¡Se la diste!? —Le tomó por los hombros mirándola a los ojos con notable pánico. —¿Cogiste con un viejo... ¡por un libro!? —Gritó... en un susurro, pues estaba prohibido gritar en la biblioteca y su crush estaba allá. Además de que naturalmente era muy discreta.

—¿Qué? ¡No! ¡Yo no soy así! —Dijo con un gran rubor, que era bastante visible en su piel pálida.

—¿Entonces...?

—Se lo robé... —Sonrió de manera traviesa. ___ suspiró —Parece que nos escuchó hablar sobre nuestra época fans de creepypastas de hace años.

—Qué cringe.

—Lo sé. Peeeero, dijo que esto era real, ¡un libro de magia oscura...! O rituales, no sé, está en un idioma raro y tiene un pentagrama.

—E-entiendo, pero oye... robar es malo... —____ comentó mientras la miraba con preocupación. Lillian nunca fue así. Era raro en ella. Demasiado, pensó la muchacha. Ambas eran buenas. Desde niñas trataban de hacer el bien, aunque sí eran pecadoras hasta cierto punto. Y también, se conocían la una a la otra a pesar de apenas tener un año de amistad.

—Escucha, este es un libro satánico, de rituales, y cosas bien brujas —Respondió la más chaparra desviando totalmente el tema e hizo comillas —. Si funciona, Derek podría regresar...

—¿Qué? —Preguntó ___ con sorpresa, alzando un poco la voz antes de tapar su boca con las manos y regresar a su habitual tono bajo —. Lily, no hagas ese tipo de cosas... No soy religiosa, pero creo en Dios, y no quiero llamar un ser del más allá y que me hagan un exorcismo.

—¿No te llama la idea? —Cuestionó la contraria —Lo extrañas... Además, ¿Cuál es la probabilidad de que funcione siquiera? Quiero divertirme un rato si esto es falso, y si no, tal vez, solo tal vez, ¡podrías verlo de nuevo!

—Lily, yo... no quiero creer que está muerto —Miró al suelo, ocultando su voz rota y sus repentinas ganas de llorar —. Así que no lo intentaré. Hazlo si quieres, no es mi problema...

—Sabía que dirías eso...

Se sonrieron mutuamente. Ambas se conocían perfectamente y no importaba si estaban en desacuerdo en algo... Estaban bien con el simple hecho de tenerse la una a la otra.

—¿Me acompañas a casa?

—Claro que sí —Le sonrió, tomándole de la mano y empezando a caminar hacia la salida del lugar.

Cuando estaban a punto de salir, en el pasillo se encontraron con dos chicas ya conocidas: Eylen y Carol, que de seguro sabrás, son las típicas antagonistas rubias y tontas, que adoran joder la vida de las demás y molestar a todo el mundo, creyéndose el centro del universo. No quise ser original, pero igual y ellas serán importantes en la trama. Presten atención, mis chavas.

—Oh, hola —dijo Eylen sarcástica acercándose a paso lento, tipo diva —. ¡Qué gusto verlas aquí! Creí que ya se habían ido de la escuela —____ frunció el entrecejo ligeramente al notar cómo la rubia miraba al bibliotecario que era su crush.

—Por favor, váyanse... —Lillian suspiró con fastidio, frotando el puente de su nariz en señal de clara molestia.

—Ow, ¿y por qué? No estamos haciendo nada malo —Carol hizo una pose diva, que incomodó a ___ por lo tonto que fue.

—Lily, vámonos, es mejor no pelear —Dijo nuestra no tan valiente ___ tomando el brazo de su amiga para irse.

—Sí, mejor hazle caso. Es igual de cobarde que Derek —Exclamó Carol —. Ese canalla huía de todo. Qué bueno que murió y ahora estás sola, buuuuh.

___ se detuvo en seco... Las miró por unos momentos. Sólo querían hacerla enojar, lo sabía. Sabía que ignorarlas sería lo mejor pero la manera en que Lauren se burló le dio tanto coraje. ¿Acaso nadie tendria respeto por su difunto amigo?
No iba a arderse tan rápido, sobre todo sabiendo que ello no valdría la pena para nada.

—¿Qué? ¿Extrañas a tu noviecito? —Se mofó Eylen —. Bueno, dicen que los más pendejos mueren rápido, y él era tan idiota para fijarse en ti...

—En primera, no era mi novio, mucho menos le gustaba —Respondió ___ aún sin mirarlas —. Segundo, no hables así de él. ¿Qué ganas con eso? Al final, está muerto.

—¿Quieres saber cómo murió? —Preguntó Eylen arqueando una ceja. Poco a poco, su plan de enojar a ___ iba funcionando.

—... ¿Qué le hicieron? —___ soltó el brazo de Lillian mirando a las contrarias. Empezaba a creer que ellas tenían que ver con la muerte de Derek, y no estaba equivocada... Al menos no del todo.

Carol le susurró algo a Eylen, a quien de inmediato le brillaron los ojos y su mirada se posó en el libro que la de lentes sostenía. Sabía del profesor de lectura y su afición por lo paranormal (y por las colegialas), rió tontamente antes de señalar el libro y mirar a la prota, cuya mirada reflejaba enojo y duda.

—¡____...! —Fingió dulzura en su tono de voz —¿Te gustaría saber cómo murió Derek...? Quizás si él te lo dice, puedas lograr revelar al asesino.

Los ojos de la morena vararon a su amiga, y al libro que sostenía. Lillian de inmediato escondió el libro tras su espalda y negó repetidas veces con la cabeza.

—¡____, no! Es tonto, ambas somos cobardes, no tienes qu–...

—¿Si tanto te molesta para qué trajiste el libro? —Susurró con molestia, y groseramente le arrebató el objeto saliendo de la biblioteca. Lo último que escucho fueron las carcajadas de aquel dúo de rubias.

Olvidó por completo que estaba sola, olvidó el miedo, a Lillian, corrió por unos diez minutos antes de llegar a su casa, jadeando y sudando por el cansancio.
Inhaló hondo, y guardó el libro dentro de su mochila antes de exhalar y abrir. Tocaba pretender ser tan perfecta entre su familia de mierda que ya ni hacían esfuerzo por fingir un poco de, pues, perfección.
Lo primero que vio fue a su madre dormida en el sofá con un frasco de somníferos y algunas píldoras regadas en el suelo. Aunque seguía respirando. Le preocupaba, pero lo tomó como una buena señal.

Siguió avanzando y se detuvo al sentir a alguien tomar su hombro. Se giró, y miró a su hermano, Alex, cuyo rostro reflejaba preocupación.

—No fue por ti, ¿verdad? —Le preguntó a su hermana, sintiéndose un poco culpable.

Ella negó con la cabeza cerrando los ojos.
—Está bien. Ya soy muy grande para necesitar que me vayan a buscar a la escuela —Apartó la mano de Alex de su hombro, y subió a su dormitorio, ignorando sus constantes preguntas. Lo maldijo internamente por no haber ido por ella, si sabía que su madre no pudo.

Llegando soltó un pesado suspiro y se lanzó a su cama, mirando al techo y pensando en todo lo que Eylen y Carol le habían dicho. Cerró sus ojos, estresada. No sabía por qué se sentía triste ni por qué últimamente sentía una enorme presión en su pecho. Su mejor amigo murió, su madre se drogaba, su hermano fumaba en secreto y su padre los abandonó cuando pudo. Todo en sí era muy malo pero, pensaba siempre que no podía dejarse entristecer por aquello si habían personas que la pasaban peor. Al menos tenía casa y comida, estudiaba, era buena en la escuela, pensaba que no tenía derecho alguno de quejarse, pero aquello no significa que sus emociones no le afectaran. Eylen y Carol eran el menor de sus problemas.

Se sentó en su cama y tomó su mochila, sacando aquel libro y pasando las viejas y empolvadas páginas de éste.
Escritas en un idioma que desconocía, la única página medio entendible fue una con una ilustración de una radio antigua. Las letras eran las que ella conocía, la lengua, era otra cosa.
Reconoció algunas palabras en inglés, como hide o recite.
¿Sería tonto tratar? Ni siquiera habían instrucciones precisas y tampoco creía que fuera a funcionar, aunque le diera miedo el intentar. Tomó su teléfono y tradujo un poco del texto. Lo único que debía hacer era usar una radio, recitar aquel párrafo y esconderse para que algún demonio interactuara con ella, de maneras diferentes dependiendo de a quién haya llamado. Todo dependía de la estación en cuestión, y el tipo de pensamientos que se estén teniendo. Si pensaba lo suficiente en Adam, tal vez...

La noche cayó eventualmente. ____ hizo cada paso usando una vieja radio que le pertenecía a su padre. Puso una estación al azar porque desconocía mucho sobre los programas de radio, y tras recitar el párrafo, se escondió dentro de un closet. El único paso que olvidó fue el círculo de sal alrededor de su escondite y de la radio, que justo momentos después se encendió sola.
No fue coincidencia que el ritual de la radio hubiese sido el que fue leído, y tampoco fue coincidencia que un demonio en especial tuviera un hambre mortal por sangre humana. Hambre que fue mayor que el deseo de ____ por reencontrarse con su amigo.

Se le erizó la piel de la nada, y cerró sus ojos cuando el closet tembló ligeramente.
—Adam... —Susurró débilmente, pensando en él, sin embargo solo se oía ruido blanco en la radio y gritos de lo que parecía ser una masacre. Ese no era Adam —¿Quién... quién carajos eres...?

Quería salir, pero el miedo fue mayor. Quería gritar, pero el amor por su hermano y su necesidad de protegerlo también fue mayor.
Sintió que le agarraban los hombros... pero no había nadie. Era más como un sentimiento. Un sentimiento que ardía como si su piel fuera desgarrada lentamente.

—T̵͚̠̬̙̞̗͍̮͖͂͐h̵̛̫̓̓̾̏͐̍͝a̶̺͖͌n̴̤̎̋͑k̸̮̯̟͇͛̏͆̉͝͝͠s̷̭̻̞̬̀̋͐͒̓͑̈̚ ḟ̵̛̛̞̯̘͈̣̾̑̌̅̒͝ͅo̷͍͒̊̒́̂̀̕r̴̻̋̋͑͋͛̂͝ d̵̖̰̪͉̰̠̻͔̣͛̿̊̂̐͌̐̕̕i̶̫̱̲̥̦̋̀ṅ̶̡͌̒͛̍̈́̚n̶͖̲̍̅̈̀̃̐e̸͒͗͊̿r̶͈͖̼̗̈́̈́̾.

Despertó de su sueño con la respiración agitada. Sudaba frío y no sabía qué ocurría. La radio estaba en su mesa. Jadeando, miró sus manos notando cómo temblaban.
¿Qué había sido aquello? ¿Cómo llegó a su cama? ¿Y qué demonios hacía la radio bañada en sangre al lado de su cama?
La puerta fue repentinamente abierta, y ____ miró con miedo e intriga a su hermano.

—¡____! Mamá murió...

Ella empezó el juego. Será mejor acabarlo... ¿Listo para leer la historia de una torpe gata que se dejo devorar por la curiosidad? El juego del escondite ha empezado... Un, dos, tres, por mí.

❥ 𝕿𝖆𝖌, 𝖞𝖔𝖚'𝖗𝖊 𝖎𝖙 ๋࣭ ⭑⚝

▭▭ ✦֢ᜒ   . ﹕𔘓  ██ notitas geis.

☁ ▭▭ MIL GRACIAS A KAR0USEL POR LA NUEVA PORTADA AAAAA. ES TAN HERMOSA, LE BESO LAS MANOS.
Vayan a seguirlo, no sean culos, edita precioso y escribe fics que te aseguro que te sacarán de las drogas 👺.

☁️️ ▭▭ Cuando escribí esto hace cuatro años, al tener únicamente el piloto y pocos datos, no sabía demasiado sobre cómo hacer la historia. No quería que todo empezara desde el piloto, sino que me inspiré en otros fanfics donde rayita es humana para poder hacer esto. En esos tiempos eran muchos los fics de raya invocando a Alastor y que de allí empiece todo JAJAJA.

☁️️ ▭▭ También recuerdo que estaba un poquito muy obsesionado con todo el asunto de los creepypastas y cosas de rituales. En esos entonces me llamaba mucho la atención el ritual de Hide and Seek alone por la canción del mismo nombre, y fue el primer ritual que escribí. Que mucho no tenía que ver con Alastor, lo sé, pero si te ibas a esos fanfics de los que hablé, casi todos usaban el ritual de la radio para invocarlo. Que claro, tendría más sentido, y por eso decidí usar esa idea y crearme mi propio ritual. Quedó culero.

☁️️ ▭▭ El nombre original de Eylen era Kelly, y el de Carol, Lauren. Los cambié pues porque... nomás. Al editar quise poner Emily a Kelly por motivos personales pero luego recordé que ya tenemos una Emily en HH JAJSJA. Y lo mismo me pasó con Derek, cuyo nombre original era Adam.

☁️️ ▭▭ Agradezco a mi  yo del 2022. En una de las anteriores ediciones se encargó de corregir muchos errores así que no fue tan difícil editar ahora. Solo releer un poco y especificar ciertos detalles.

☁️️ ▭▭ Pronto editaré la playlist de Spotify, solo déjenme organizar bien las canciones (mi yo del 2020 le metió a Melanie Martinez a diestra y siniestra). Si mal no recuerdo este fic también era un musical, pero entre ediciones borré las canciones y lo agradezco, porque me da cringe JSJAJA.
Por ahora les dejo la playlist sin editar. Iré ordenando todo conforme vaya corrigiendo.

Puto wattpad y su calidad de mierda.

☁️️ ▭▭ También estoy empezando con los dibujos e ilustraciones ¡! Al igual que hace años, sólo que esta vez ya no están tan feos esos dibujos. Posiblemente en otros cuatro años vuelva y diga "los dibujos del 2024 están asquerosos" y haga lo mismo JAJSJJAJA.

☁️️ ▭▭ ¡Gracias por leer hasta aquí! Sin más por ahora, me despido. Chau.