Salí de la habitación de Nora con un fuerte dolor de cabeza, ¿extraño no? Los síntomas comenzaron a aparecer de forma automática al percatarme sobre aquel dato que jamás creí que olvidaría.

— Amanda ¿estás bien? — Volví a la normalidad asintiendo frenéticamente con una falsa sonrisa.

— Chicos, no podré acompañarlos en esta misión..., tengo cosas que hacer.

— ¿Más importantes que tú sobrina favorita?

— ¿Me estabas espiando?— Pregunté a Iris, negando después—. No importa, pero en serio es un tema muy importante para mí, ya vuelvo — Giré a Ralph para besarlo cortamente en sus labios —. Prometo volver para ayudarles en algo.

Saliendo del córtex, fui corriendo rapidamente hasta donde estaba el elevador que me llevaría fuera de aquí.

Cuando llegué al auto de Ralph, me lo robé mandándole un mensaje diciendo que me llevaría su auto. Mi mente solamente repetía las palabras de Nora: "Serás una increíble madre".

Estaba paniqueada.

Bajé corriendo del auto entrando a la farmacia con los nervios a flor de piel que no sabía si las náuseas que sentía era por los nervios u otra cosa; tomé tres pruebas porque como dicen por ahí: «la tercera es la vencida». Las puse en el mostrador y la señorita me miró con una tierna sonrisa.

— Hola linda, ¿sería todo?— Asentí, sacando nerviosa la tarjeta con cual pagar, se la ofrecí y después las miré, a las tres pruebas de embarazo ahí frente de mí—. ¿Necesitas compañía? Allá está el baño recién lavado, puedo acompañarte para la noticia.

— ¿En serio?— Me sentía nerviosa, mi madre no estaba aquí, jamás lo ha estado ahora que lo pienso, dudo que se emocione si supiera que estoy embarazada—. Por favor— Le dije a la señorita, quien cerró la farmacia para que tuviera mi privacidad.

— Me avisas cuando esten las tres — Dijo detrás de la puerta y me puse a pensar; ¿tengo que orinar tres veces? ¿En una sola? ¿Cómo voy a orinar tres veces en cada una? No guardo tanta pipí.

Dejé sobre el lavado las pruebas mientras lavaba mis manos, abrí la puerta y la señorita estaba ahí; no tan señorita, parecía mayor con experiencia en niños.

— Solamente tienes que esperar quince minutos para ver los resultados — Asentí jugando con mis manos, ella las tomó mirándome con una mirada cálida como si fuera una madre —. Tranquila, si necesitas una amiga que te acompañe a donde gustes o algun soporte en tus decisiones dímelo.

— ¿A qué se refiere?

— Si deseas tener al bebé o si no, puedes contar conmigo — La verdad, no me esperaba eso, pero honestamente sentí bonito al escucharla decir eso, ella ha sido más mamá que mi propia mamá—. ¿Y tus padres?

— Ellos están en México— Le digo —. Y si le soy honesta, no creo que les importe donde estoy.

— ¿El novio?— Preguntó, alcé una ceja sintiendo mis mejillas arder un poco —. Lo lamento por tantas preguntas, intento hacer el tiempo pasar.

— ¿Usted es madre? — Asintió.

— De seis hijos — Abrí mis ojos sorprendida—. Imposible de creer ¿no? Hubiera tenido siete, pero el último bebé no tuvo latidos, sangre mucho entonces me operaron para no tener más hijos.

— Lo lamento.

— No hay problema cielo...— Susurró, entonces me señaló al lavabo—. Creo que ya es hora.

— Okay.

Susurré, sequé mis manos sobre mi pantalón, estaba tan nerviosa que me sudaba todo. Tomé el primer test analizándolo.

— ¿Cómo sé si estoy embarazada?—. Nunca me había tocado algo como esto la verdad, nunca supe, o tal vez sí pero lo olvidaba con esto hdcho realidad.

— Dos rayitas.

Entonces lloré, sentí un peso de encima caer al saber lo que mis ojos veían; limpié mis lágrimas rápidamente, miré las otras dos y eran completamente iguales. Alcé la vista para ver a la señora enfrente mío, ella me abrazó acariciando mi cabello para después suspirar.

— ¿Has tomado una decisión? — Asentí, ¿cómo reaccionaría la señora si le dijera que ya conocía a mi hija en forma adulta?

— Gracias por estar aquí como un apoyo.

— Cuando quieras.

Salí de la farmacia caminando al auto de Ralph, traía las tres pruebas de embarazo en mis manos mirando ambas rayitas en los tres test. Seis rayitas iluminaban frente de mí, estaba embarazada. Estoy embarazada.

Al llegar a los laboratorios, miré el asiento del copiloto las tres pruebas, a lo lejor miré a Ralph quien venía hacia mí, entonces los escondí en el maletero intentando que no se vea obvio y cuando se acercó (ya había guardado los test) le abrí la puerta, él entró.

— Tenemos que ir a ayudar a Caitlin con Frost, llevaremos a los metahumanos a un lugar más seguro alejándolos de Cigarra. Al parecer un policía estaba dando pistas al mismo Cigarra para captuar a los metahumanos.

— ¿En serio? No inventes — Dije sorprendida—. Entonces iremos de inmeadiato — Encendí el auto de nuevo.

— Sí — Dijo, colocando su cinturón—. Oye ¿y cómo estás? — Me encogí de hombros.

— Tenía que ir rápido a la escuela donde se supone que debo de trabajar, el director me dió chance de faltar un poco más porque sabe quien soy — Me encogí de hombros —, así que, mañana probablemente quiero volver a la escuela de nuevo.

— Eso significa que no serás más héroe.

— Noup — Negué al mismo tiempo que hablaba.

— ¿Y qué pasará con Cigarra? ¿Con Malcom? 

— Ya no tengo miedo Ralph, me siento más fuerte ahora.

— ¿En serio?— Me detuve en un alto a verlo.

— Sí, bebé... En serio.

Iba a decírselo, solamente que aún no estaba preparada para hacerlo. Quería que fuera una sorpresa y claro que lo será, él va a ser uno de los primeros que lo sepa (aparte de la señora, claro).

— ¡Flash! Ya está aquí — Caitlin como Killer Frost, Ralph y yo miramos directo donde Cigarra entraba, yo abrí mis palmas mostrando mi poder, él me miró algo extrañado pero no tomé importancia. La daga que traía en sus manos brillo.

— No tengo mis poderes.

— Yo tampoco — Ralph dijo complementando a Barry.

— Esta pelea debe ser justa — Murmuré caminando directo a Cigarra estirando mis brazos para lanzarle algo de mi poder quien con su daga detuvo, me quedé mirándole algo sorprendido.

— ¡Explosive! — Gritó Cigarra llamando mi atención—. Encontré una forma para arrebatarte tus poderes, no eres tan invensible como piensas — Me sorprendí por sus palabras, en eso Malcom salió detrás de él con sus manos detrás de él.

— Papá...— Susurré instantáneamente.

— Hola querida, ¿me extrañaste? — Él alzó sus brazos para comenzar a remangarse la camisa —. Yo sé que sí — Entonces él con un movimiento rápido me lanzó por los aires directo a unas cajas, yo detuve la caída con mis poderes usandolos de pequeños torbellinos. Caí hincada de una rodilla sobre otra como una posición de super-héroe. Alcé la vista y mi cabello se hizo hacia atrás.

— ¿Es todo lo que tienes? — Grité para brincar y volar por aires, él hizo lo mismo y ambos nos golpeabamos con el fuego morado de nuestro poder.  Miré rápidamente como Ralph se iba de ahí ayudando a los metahumanos, después a Barry quien golpeó a Cigarra, Caitlin como Frost le ayudó deteniéndolo; volvi mi vista con Malcom quien movió sus manos a un lado llevandose las mías alejando mi poder de él, se acercó tomando mi cuello con fuerza.

— Te dije que ibas a sufrir — En ese repentino movimiendo, ambos caímos al suelo. Sentí el golpe más fuerte de toda mi vida, apenas podía moverme y hablar, mi espalda habia impactado contra el pavimento creando un pequeño cráter, el sonido fue tan fuerte creando un eco, levantando polvo, la ola de mi poder al impactar se extendió quien sabe cuántos kilómetros, Malcom aún tenía su mano sobre mi cuello apretándolo, yo apenas podía respirar.

— ¡Mamá! — Escuché de forma sofocante, un eco en mi cabeza, miraba todo borroso. Distinguí como Malcom alzó la vista mirando hacia la voz.

— Así que ella es tu hija en vivo y en directo— Gimoteé, él quitó su mano de mi cuello y escupí sangre que era la que me estaba ahogando.

— No le hagas nada...— Dije, susurré, murmuré, mi voz no salía. Malcom bajó la mirada para verme de forma sonriente.

— ¿Dijiste algo? Amanda, estás muriendo, no puedes hablar, te ahogas con tu propia sangre.

— ¡Déjala!

La otra voz, Marcus. Él relentizó el tiempo y pude sentirlo, pero la impotencia y las ganas de llorar aparecieron porque sabía que sería en vano, Malcom también puede relentizar el tiempo. Extrañaba la super fuerza que no sabía que tenía.

— Increíble puedes relentizar tiempo — Fueron las palabras de Malcom cuando Marcus estaba frente de él —. Igual que yo — Malcom se dispuso a golpearlo en el rostro, pero lo que Malcom no sabía era que mi hijo tiene el poder de su padre. La mano de Malcom quedó atrapada en la piel de Marcus.— ¿Qué carajos...?

— ¿Olvidaste quién es mi padre?

Malcom parecía ver terror en sus ojos, pero sorpresa de igual forma. Con un chasquido él desapareció, yo comencé a sentir el dolor en todo mi cuerpo, abría la boca, pero más sangre salía de esta, podía sentirlo. Marcus y Randha se acercaron, yo miré a la chica adulta frente de mí, acaricié su mejilla y después lleve mi mano a mi vientre, pude divisar que ella supo a lo que se refería, yo miré hacia en frente, directo el techo sintiendo como todo se ina tornando más borroso y un poco oscuro.

— Mamá, tienes que activar la súper fuerza — Parpadeé intentando quedarme despierta —. Así podrías sanar sin necesidad de doctor, sería mejor y más rápido.

— Randha, no sabe cómo se hace eso.

— Piensa en algo que te enfurezca — mamá y papá—, algo que odies, que pienses que lo detendrás— Malcom —, piensa en todo aquello que te hace fuerte o quienes... — Ralph, Randha, Marcus, Barry, Cisco, Cait, Frost... — Y también, en alguien que pienses que puedes cambiar para bien—. Iris. Entonces lo sentí, sí lo sentí en mi cuerpo sintiendome de nuevo como si nada hubiera ocurrido, me levanté y sentí como si mi cuerpo brillara y lanzara una luz desde dentro, al que segundos me sentía bien.

Entonces toqué mi vientre.

— Mamá — Randha habló, yo la abracé con fuerzas.

— Perdóname, lo importante es que estás bien.

— Mamá, estamos bien.

— ¡Sí! Odio al abuelo — Dijo Marcus captando mi atención—. Me refiero a Malcom.

— ¿Le dices abuelo porque ha estado contigo siempre o nada más porque es mi padre biológico?— Pregunté, Marcus me miró subiendo sus hombros restándole importancia. — Bien.

— ¡Amanda! — Alcé la vista viendo a Ralph aparecer, yo me acerqué a él para dar un leve brinco sintiendo como me caegaba en el momento, pasé mis brazos por su cuello y lo besé.

— ¡Qué asco! — Escuché que gritaron detrás, solté una risa en los labios de Ralph quien también hizo lo mismo, me bajó y posó su mano sobre mi espalda baja. — ¡Hasta que dejan de besarse! Llevaban como medio día pasándose el chicle.

— Marcus, calla — Randha lo golpeó en el costado con su codo, él se quejó —. Mamá y papá, los amo, pero no tanta demostración en público.

— Ya te quiero ver cuando tengas novio — Le digo, entonces miré como sus mejillas se tornaron rosadas.

— ¡Ja!— Gritó Marcus— Tremendo caso con el vato ese ¿cómo se llamaba? Jhonny — Marcus habló con una voz graciosa haciéndome reír, Ralph no tanto.

— ¿Quieres callarte, Marcus? — Los miré, era entretenido. Cuando Randha me miró, alcé las cejas en busca de respuestas—. Jhonny es un chico con el que salgo, es muy apuesto.

— No — Ralph interrumpió con un tono de papá sobreprotector—. Estás pequeña, no debes andar de novia.

— Papá..., ¡pero si la que parece su novia eres tú! ¡Yo no! — Entonces estallé a carcajadas; me llegaban las imágenes de Ralph cocinando carne asada y el novio de Randha con él, hablando y riendo. Muy tierno si era honesta.

— Ah, interesante.

— ¡Chicos! ¿Están bien?— Barry llegó, detrás de él llegó Nora y yo corrí a darle un abrazo súper fuerte que ella contestó sin dudarlo.

— Nora, me alegra que estes muy bien — Acariciaba su cabello.

— Gracias Tía Dybs, tenías razón en que me esto sería rápido y aquí sigo— Me separo de ella para sonreírle.

— ¿Cómo estás, Bar- Flash?— Pregunté, él asintió abrazando a Nora por los hombros.

— Estoy bien, claro que sí. Me alegra saber que Nora está bien.

Todos sonreímos volviendo a los Laboratorios, yo iba tomada de la mano de Ralph quien miraba de vez en cuando: su rostro era perfecto, parecía tallado por los mismos ángeles.

Él también me miraba, de vez en cuando, y podía sentir su mirada sobre mí. Mordí mi labio inferior sentandome en una silla, Ralph se quedó a mi lado y yo parecía que moría, estaba demasiado cansada.

— ¿Necesitas algo?— Sí, a ti.

— Una noche juntos — Sonreí tierna, pero el brillo en su mirada mostraba otro interés, sentí mis mejillas acaloradas y al verlo en cunclillas frente de mí, lo jalé y besé sus labios cortamente acariciando su nuca con mis dedos —. Viendo películas, comiendo pizza... — Digo para relamer mis labios alzando una ceja.

— Me parece perfecto, ¿hoy? — Asentí—. Nos vamos juntos terminando el día ¿te parece?

— Claro.

— Te amo — Dijo, entonces sonreí besando sus labios lentamente.

— Te amo más — Contesté, separandonos cuando Barry comenzó a hablar sobre algunas cosas de Cigarra.

La mayor parte de tiempo fijaba la vista en mi novio, tenía un presentimiento y no quería desaprovechar mis días con él si era honesta. Ese presentimiento donde es dsr de ti al máximo.

Yo lo estaba dando con Ralph.