
Capítulo 37
Ralph entró a la oficina de Cisco donde yo estaba terminando de revisar los libros de trabajo, él sonrió amplio sentándose frente de mí tomando un libro mío y viéndolo con suma atención.
— ¿Y qué pasó con Barry? — Pregunté, él se encogió de hombros.
— Ya ha regresado.
— ¿Qué? Pero si se acaba de ir.
— Lo sé, lo sé..., ¡pero volvió! Al parecer las reglas del viaje del tiempo son demasiado extrañas — Dijo levantándose y acercándose a mí para tomar mi cintura, acariciarla y apegarme a su cuerpo mientras yo pasaba mis brazos por su cuello—. Se fue y volvió al segundo.
— Eso no puede ser cierto — Reí para acercarme un poco más a su rostro.
— Pues créelo.
Él terminó el pequeño espacio que quedó entre nosotros y junto nuestros labios en un cálido y cariñoso beso, donde nuestros labios danzaban, pero de un momento a otro el sabor comenzó a ser algo metálico, me separé sintiendo que me ahogaba en mi propia sangre, algo estaba mal.
Malcom entró por detrás, no podía ver la reacción de Ralph porque mis ojos se enfocaban en él, comencé a regresar toda la sangre hacia el exterior, Malcom se me acercó tocando mi mejilla susurrando unas palabras.
— Es hora de que te vayas hija mía.
•••
— ¡Amanda!— Abrí mis ojos de golpe sintiendo la adrenalina en mi cuerpo, podía sentir el sabor metálico en mis labios aunque no hubiera ningún rastro de sangre—. ¿Amanda?
— ¡Mamá! ¿Qué sucedió?— Alcé la vista viendo a los chicos, sentí algo extraño en mi cabeza y en mi pecho, como si presintiera algo espeluznante.
— Estoy bien.
— Mamá, gritaste y después despertaste — Randha habló—. ¿Soñaste con algo?
— Amanda, habla conmigo— Ralph dijo, él se giró y miró a los niños —. Déjenme hablar sola con su madre — Cuando los chicos se fueron, lo miré asustada.
— Tuve un sueño con Malcom — Susurré, él tomó mi rostro acariciando mis mejillas —. Me dijo que soy...
— ¿Qué dijo? — Pero no podía recordar la palabra que había usado.
— No..., no recuerdo — Sentí impotencia al no recordar algo tan sencillo como una maldita palabra, pero Ralph no parecía molesto, en cambio me abrazó con fuerza acariciando mi cabeza.
— Tranquila, después lo recordarás. Mientras tanto, los chicos ya pudieron armar la cosita esa, entonces necesitamos tu ayuda para combatirlo.
— Vamos.
•••
Cisco, Barry, Nora, Ralph, Randha, Marcus y yo estábamos en nuestras posiciones. Barry había tomado el techo como el principio, hacerle saber que había personas con superpoderes alrededor suyo, yo sentí algo de nervios y mi estómago se revoloteó un poco.
Cuando Barry bajó el edificio, pude sentir una vibra mala, un mal sentimiento. Nuestras miradas cruzaron y yo asentí dándole a entender que podía percibir el sentimiento de odio. Alcé la vista mientras mis manos se hacían puño, Dwyer se asomó por la ventana, minutos después lo teníamos fuera caminando directo hacia Barry con su típica capucha y respirador.
— Cigarra — Barry fue el primero en hablar.
— ¿Así me llaman? — Contestó, logrando que su daga se iluminara al acercarse más. Ralph estaba conmigo detrás de unos arbustos y un gran árbol.
— No todos los metahumanos son responsables por lo que le pasó a Grace.
— Sí, lo son — Dijo en tono gruñón, aunque realmente no se sabía con ese respirador que tenía —. La destruccion que causan, la muerte... El dolor.
— Sé sobre dolor y muerte — Barry contestó, yo suspiré sintiendo mi estómago algo extraño de nuevo, giré a ver a Barry a través de algunas hojas y Ralph tocó mi hombro preguntándome si estaba bien, yo solamente asentí —. No puedes terminar con los metahumanos, tú eres uno igual.
— Cuando te haya ido, te seguiré— La daga de Cigarra se encendió más, yo sentí como me quitaban aire y traía conmigo un extraño recuerdo nublándome la vista por unos segundos con imágenes alternativas sobre mi madre cargando un bebé, después llorando, gritando, lado un señor que no era mi padre—. A los siete.
Volví a la realidad, los chicos comenzaron a salir de donde se encontraban. Cisco fue el primero y Nora siguió después, Ralph junto conmigo salimos acercándonos quedando detrás de Barry.
— No tengo mis poderes — Randha habló quedando detrás de mí junto con Marcus quien coincidió con su hermana, yo sentía una extraña energía dentro de mí, lo más extraño es que la sentía de forma negativa.
Miré mis manos y miré una extraña electricidad correr por mis dedos, alcé la vista preparándome en caso de que atacara a Barry o alguno de nosotros. Pero fue demasiado rápido, Cigarra lanzó su daga directo al rostro de Ralph, yo me puse frente de él sin importarme si era atacada, pero me pasó de largo rozando el poco cabello que sobresalía de mis mejillas, vi como la daga giraba yéndose directo hacia una pared del hospital.
— ¡Funcionó!
Gritó Cait emocionaba tras el comunicador, Randha dio unos pasos abriendo sus palmas mostrando de ella una magia, en Marcus podía sus ojos agrandarse un poco de las pupilas.
— A ver si te gusta esto — Barry susurró, yo lo miré y me preparé para atacar en el momento, Barry corrió a él dándole un puñetazo que lo lanzó por los aires.
— ¡Ahora, Cisco! — Grité, él asintió para tomar la daga.
— ¡Sacalo de aquí! — Gritó Ralph, en ese momento Cisco lo hizo, yo sonreí girando para ver a Cigarra quien me acerqué a él con mis palmas abiertas dispuesta a atacarlo.— Te atrapamos — Escuché la voz de Ralph detrás mío.
— Ahora sí, se ha acabado — Murmuré, pero él no parecía asustado ni nada por el estilo.
— Parece que has tenido un mal día — Se escuchó a Cisco —, ¿Es porque lancé tu daga al espacio exterior? ¿O porque recién ahora te das cuenta de que no me mataste? — Sonreí, él me miró fijamente a los ojos ladeando su cabeza, abalizándome.
— Amanda Carolina Speerling — Dijo mi nombre, yo alce el rostro dándole entender que no me intimidaba —, tu padre dice que pronto es tu hora.
Le miré confundida, en ese momento él estiró su mano hacia el espacio exterior, terminando por alzar ambos brazos y gruñir en un grito ahogado, su rostro comenzó a brillar y el suelo tembló. Yo no entendía lo que sucedía porque las únicas palabras que vibran en mi cabeza son: "tu padre dice que pronto es tu hora".
Se escuchó el sonido de algo lanzado contra la fuerza de la Luz, giré y la daga venía directo a mi, no pude relentizar el tiempo, los chicos no podían hacer nada tras quitarle los poderes, sólo pude ver el rostro de Ralph y de mis hijos; Marcus gritó con fuerza.
La daga impactó mi hombro con un roce y terminó en el suelo haciéndonos volar por los aires en el impacto contra el cemento. Alcé la vista sintiendo impotencia, pude sentir las manos grandes y cálidas de Ralph.
— ¿Estás bien? — Asentí.
— ¡Esto es ahora! — Se escuchó el grito de Cigarra hacia Barry, en cuanto giré se escuchó otro, femenino y algo distorsionado. Caitlin se había transformado en Killer Frost y de ella salía humo de sus manos. Dwyer lucía asustado.
Ella lo lanzó por los aires con sus poderes, golpeando una camioneta del hospital, entonces él se fue de ahí sin dudarlo dos veces, dándome una última mirada. En cuanto se fue de ahí, los chicos se juntaron, acercándose conmigo.
— Lo hiciste débil — Le dije, Cait sonrió.
— ¿Estás bien? Me preocupa tu hombro — Susurró Cisco, yo asentí.
— Lo que me preocupa es algo que me dijo y probablemente involucre un sueño que tuve.
— ¿Recordaste? — Asentí con el miedo de haber entendido bien o mal —. ¿Qué era?
— Malcom es mi padre. Mi padre biológico.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro