3 meses después.

Había hablado con el director sobre mi plan desde un comienzo, pedir mi intercambio al cumplir dos años aquí y casi cumplía mis dos años conviviendo con esto ya chicos, me encantaba.

Aprendí tanto, perdí mucho.

Cuando los chicos contestaban la respuesta a mi pregunta sobre como saludar en español, alcé la vista viendo al final como Ralph, Marcus y Randha estaban ahí mirando mi trabajo, entonces la campana del receso llamó a los niños a salir corriendo.

— ¡Hola! — Randha me abrazó, Ralph besó mi mejilla—. Necesitamos tu ayuda.

Esas fueron las palabras donde los chicos me vieron de forma seria y sabia que iba a ser una pelea algo fuerte, al fin sabían quien era Cigarra y tendríamos que derrotarlo.

Los chicos se fueron a los laboratorios, Ralph se quedó conmigo hasta que terminara mis clases, de vez en cuando le dirigía la vista y podía verlo sonreír, los niños llegaron a preguntarme sobre él si era mi novio o incluso mi esposo, yo solamente pensaba en si lo era, en un futuro él sería mi esposo.

Lo acompañé en su auto mientras miraba algunas cosas en mi celular, después alzaba la vista viendo a Ralph tomando fotos a Orlin, suspiro recordando que había sido su compañera por tan solo unos momentos.

— ¿Cuántas tomaste?— Pregunté mientras mordía un pedazo de dona y tomaba chocolate caliente.

— Como unas 100.

— ¿Alguna buena? — No contesto, pero hizo un sonido medio raro dándome a entender que aún no lo sabía con exactitud, suspiré y bebí de mi chocolate otra vez —. Habrá que seguir hasta que salga bien.

— Supongo.

Murmuró, volviendo a tomar una foto. Se giró a verme y sonrió ampliamente mostrándome que había sido perfecta.

— Como dicen por ahí, la tercera es la vencida — Dijo orgulloso, yo me reí.

— Más bien, la ciento uno.

Entonces me miró fulminante a lo que carcajeé, él manejo directo a los laboratorios, no sin antes parar por un helado y después mirarlo fijamente mientras manejaba, me encantaba su mandíbula y su barbilla cuarteada, su nariz era lo que más me llamaba la atención, a lo que me acerqué y dejé un beso en su mejilla picando con mi dedo su nariz.

— ¿Y eso por qué?

—Porque me encanta como mueves tu nariz al "oler" el misterio, te ves demasiado tierno — Susurré para seguir viendo el camino, hasta que el mismísimo Orlin estaba frente de nosotros en la calle—. ¡Ralph!

— ¡Carajo!

Él maldijo, frenando con fuerza haciendo que nuestros cuerpos se inclinaran hacia enfrente, pude escuchar las llantas frenar con fuerza y olor de las mismas quemadas inundo mi nariz. Alcanzamos a frenar, pero miré como Ralph intentaba algo con sus manos, era imposible.

— No tengo mis poderes — Murmuró, yo sentí un aedos en mi frente, a la que toqué y tenía un poco de sangre. No me había percatado que me había golpeado. Salimos del auto y abrí mis palmas lista para preparar mi poder y atacar.

— Ni lo intentes, Explosive, a menos que quieras que tú novio muera.

Miré a Ralph por el rabillo de mi ojo, soltando un suspiro molesto. Sonreí para dar unos pasos a él y negar.

— No me asustas, aparte tendrás que matarlo sobre mi cadaver — Él tenía la mirada seria, alzando su daga yéndose del lugar dejándome ahí, sin entender el por qué se fue—. ¿Estás bien?— Le pregunté a Ralph sin dejar de ver el camino por el que se fue Orlin, giré y caminé hacia él mirándolo.

— Ya puedo sentir mis poderes, ¿tú estás bien?— Él puso sus manos sobre mis mejillas y asentí, tocó mi frente e hice una leve mueca.

— Es más el golpe que la sangre, Ralph — Susurré, no parecía muy convencido —. Estoy bien — Sonreí hasta que recordé algo y me puse triste corriendo hacia el auto mirando el tapete, solté un gran suspiro y él llegó por detrás.

— ¿Qué pasó?

— Se cayó mi helado.

Él soltó una carcajada, le miré sintiéndome ofendida y golpeé su pecho diciéndole que no debería de reírse, perder un helado es muy doloroso, Harry me hubiera comprado otro. Le enseñé la lengua como niña pequeña y después subí al auto, él también y nos dirigimos hacia los laboratorios.

•••

— Orlin Dwyer...— Comenzó Ralph mientras estábamos frente al equipo.

— Por lo que sabemos, se crio en el Medio Oeste. Entro y salió del reformatorio, perdió popularidad y hace unos años apareció en Ciudad Central— Dije.

— Empleado a medio tiempo en Químicos Szrek los últimos dos años. El capataz dijo que es reservado. Un ermitaño. Dio una dirección falsa.

— Se ocupó de la custodia de su sobrina...— Ralph cambió la imagen y ambos dijimos al mismo tiempo: Grace Gibbons.

— Luego de que un metahumano asesinara a sus padres.

— Ahora sabemos por qué Dwyer odia a los metahumanos. Cuando adquirió sus poderes, comenzó a marcarlos.

— Poderes que adquirió la noche de la Iluminación, como todos sabemos, cuando lo golpeó o una esquirla del satélite de Laboratorios S.T.A.R. tras la explosión.

— La misma noche que Grace entró en coma —  Dije, Barry asintió y los demás se vieron sabiendo a lo que entraban, conociendo al enemigo esta bien.

— Donde Dwyer la ha ido a visitar, cada día, cada noche, las últimas tres semanas — Ralph terminó de explicar, todos se sorprendieron pero al menos conocían en lo que estaban involucrados.

— Así que ahora está ahí — Barry comentó, aunque parecía más bien con un poco de duda.

— Sí — Ralph y yo le dijimos al mismo tiempo, nos miramos y sonreímos. Mordí mis labios un poco sonriendo ladinamente mirando a los chicos.

Cisco y yo nos vimos mutuamente, pero bajé la mirada un poco viendo ahora a Barry quien soltó un pequeño suspiro.

— Entonces, vamos a buscarlo.

•••

— ¿Vamos a buscarlo? ¿Cómo haremos eso? Como siempre, respeto tu espíritu, Barry Allen — Miré a Sherloque que hablaba con Barry, de vez en cuando a Nora quien leía algo en un pequeño cuaderno, probablemente su diario —, pero mientras la Cigarra tenga su daga para aplacar tus poderes, no hay forma de detenerlo.

— Entonces, destruyamos su daga — Dijo el nombrado con sus brazos cruzados.

— ¿Cómo haremos eso?— Ralph habló, Randha y Marcus se miraban mutuamente sin saber qué decir, era claro que no podían decir nada por las reglas del viaje del tiempo—. Salgo que tengamos un tipo de daga aplacadora de poder para aplacadores de poder oculta por ahí.

— No, pero sí tuviéramos, de nos habría ocurrido una forma mucho mejor de llamarla — Comentó Cisco, miré que tocaba sus manos aún con sus vendas y sentía su dolor, me preocupaba.

— Claro. Digo, daga aplacadora...

— Di, de hecho, eso es... Decente, porque te encuentras con...

Cisco y Barry comenzaron a hablar sobre el nombre de la Daga, Sherloque se metió en la conversación y él junto con Ralph comenzaron otra conversación. Todos se unieron hablando sobre si tuviera otro nombre, que por qué llamarla así, hasta que Nora alzó la vista de su diario captando nuestra atención.

— Chicos — Todos guardaron silencio — ¿Y si pudiéramos hacer una?

— ¿Hacer una qué? — Barry le preguntó.

— ¿Y sí podemos hacer una arma más poderosa que la de él? La cigarra puede controlar su daga. Nosotros necesitaríamos algo más poderoso que su conexión con ella.

— Un momento. ¿Como un imán súper cargado?— Iris preguntó mirando a los demás y después a su hija.

— Exacto.

— No se si tenemos algo con fuerza suficiente para eso. Hicimos a Sally con una aleación de micro impuestos—. Cisco comentó, le miré alzando una ceja ante el nombre Sally—. El satélite de los laboratorios— Me susurró, asintiendo sabiendo ahora sí qué era.— Para un satélite, ella era muy potente.

— Inckuso sí pudiéramos conseguir la daga, aún deberíamos descubrir cómo quitarle la materia oscura para anularle el poder— Caitlin dijo, yo me acerqué a Marcus quien miraba a Nora de una manera muy extraña, mientras acariciaba su espalda en círculos esperando a que estuviera bien.

— Exacto. Lo que tú sugieres es que hallemos una aleación... No. ¿Una aleación indestructible con propiedades súper magnéticas, pero que también pueda anular la materia oscura? ¿Dónde encontraremos algo así? — Yo miraba todo con atención, a veces no entendía nada de lo que decían. Intentaba ponerles atención, pero me sentía Joe cuando ellos hablaban, sin entender nada.

— En el pasado — Dijo Nora. Todos la miramos como si de loca se tratara, Barry principalmente lucía interesado, pero sabía que era peligroso. — Ya te has cruzado con todo lo que necesitamos, ¿verdad? Una aleación fuerte con propiedades magnéticas.

— El traje de Savitar — Cisco comentó.

— Algo para quitar materia oscura — Continuó Nora.

— El transmisor de Fuerza de Velocidad con el que Zoom le robó velocidad a Barry— Caitlin dijo.

— Esa era su Fuerza de Velocidad — Dijo Iris.

— Sí, pero sin partículas exóticas que son lo mismo que energía oscura. Solo necesitaríamos un poco de eso para calibrarlo— Nora era tan inteligente que me sentía tonta a su lado, Ralph le miró con orgullo como si un buen tío fuera.

— ¿Se puede hacer eso? — Preguntó mi chico.

— Habría que llenar el transmisor con el mismo tipo de materia oscura — Cisco fue el que le contestó, pensando profundamente, al menos así parecía.

— ¿El mismo tipo que DeVoe?— Pregunté, todos me miraron —. ¿Qué? Pongo un poco de atención a lo que dicen — Todos asintieron a lo que dije.

— O que el acelerador de partículas — Dijo Cisco, complementando mi pregunta, a lo que me sorprendí.

— Perdón, ¿debemos hacer estallar los Laboratorios otra vez? — Ralph preguntó, yo miré a mi hijo y de verdad que parecía como hechizado.

— No, otra vez no — Nora volvió a hablar —. Debemos regresar a la primera vez que sucedió.

— Esto influirá mucho en la línea temporal.

— No, no lo hará. El traje de Savitar, el Transmisor, son objetos descargados a lo largo del tiempo. Sí los robamos, no afectaría en nada— Nora tenía un punto ahí.

— Incluso si todo eso funcionara, no podemos simplemente entrar al hospital con nuestro próximo aparato atenuador a bautizar. Sí Dwyer siente que llegamos, se irá— Ralph también tenía otro punto, hasta que Nora mencionó algo nuevo de escuchar.

— Entonces, hackeamos el tiempo.

— ¿Y cómo se hackea el tiempo?— Pregunté intrigada.

— Planear algo en el pasado para usarlo en el futuro — Cisco y Randha hablaron al mismo tiempo, no me había dado cuenta que me hija estaba del lado de mi ex. Los cuales chocaron los cinco al decir eso.

— ¿Qué?— Dijo ella, porque me le había quedado mirando —. Cisco y yo nos llevamos muy bien, él me enseñó todo lo que sé hasta el momento igual que la tía Caiti. ¡Oh! Y la tía Frosty también me enseñó muchísimas cosas.

— ¿Tía Frosty?— Caitlin le preguntó, y Randha asintió.

— Entonces...— Cambié el tema de nuevo al principal—. Barry vuelve al pasado, toma el artefacto y lo oculta cerca del hospital. Un sitio donde no lo encuentren en cinco años.

Él sintió, yo miré a Nora que lucía muy orgullosa sobre su propuesta.

— Entknces, tú y tu padre vuelven al pasado para derrotar a la Cigarra en el futuro— Sherloque dijo, pero Barry interrumpió.

— No, Nora se queda aquí— Dijo Barry, todos le miraron en silencio—. Yo puedo hacerlo.  Mientras tanto, chicos ¿pueden determinar las mejores fechas a las que regresar?

— Claro — Caitlin se llevó a Cisco, donde Randha les acompañó sin dudarlo, yo miré a Nora quien estaba algo triste y me acerqué a ella, no sin antes escuchar la voz de Marcus.

— Ay, como amo a esa mujer— Giré a verle con una ceja alzada, él parecía volver a la realidad y se fue con su padre, suspiré y toqué su hombro.

— Hola Nora.

— Ey — Ella parecía demasiado triste, Iris se fue detrás de Barry para hablar, yo me senté a su lado y saqué unas gomitas que había robado de Cisco —. Gracias tía Dybs.

— No hay de qué — le sonreí, me crucé de piernas y mordí mi labio inferior esperando a que ella dijera algo, pero no lo hacía—. Recién llegaba no me querían ¿sabes? Especialmente tú mamá.

— A mi no me quieren y soy su hija — Dijo, pero negué—. Me canse de hacer todo mal, odio todo, siempre hago algo muy mal.

— Pequeña y dulce Nora — Ella me miró sonriendo ladinamente—, no es tu culpa. Creciste sin tu padre, no has tenido algún mentor y lo descubriste por ti sola. No te sale mal, simplemente estás aprendiendo.

— Tienes razón...— Susurró —. Iré a hablar con papá — Pero la detuve en cuanto se levantó, haciendo lo mismo—. ¿Qué pasa, tía Dybs?

— Deja que tu padre te llame, estoy muy segura de que eso va a ocurrir.

Entonces ella asintió dándome un fuerte abrazo, para después separarse y limpiarse la pequeña lágrima que había caído por su mejilla.

— De todas las tías, tú eres mi tía favorita.

Se va corriendo y yo me quedo aquí jugando con mis manos bastante orgullosa por lo que había logrado, salgo para caminar por los pasillos y puedo escuchar a Nora pidiéndole que le dejara ir, sabía que no me escucharía, pero escuchó la súplica pidiendo arreglar lo que había arruinado, pero Barry negó que fuera.

Nora se fue, dejando a Barry ahí solo, donde yo aparecí segundos después. Él sonrió sin muchos ánimos a lo que verifiqué que se haya ido Nora para cruzarme de brazos y hablar con él.

— Soy la tía favorita — Le dije a Barry sonriéndole, ambos lo hicimos y después se puso serio.

— ¿Crees que debería dejarla ir conmigo?— Entonces solté un largo suspiro, deshice mis brazos cruzados y toqué su hombro.

— Barry, es tu hija que creció sin padre, ella ha cometido errores, pero es porque está aprendiendo, no tuvo a su mentor, eso lo tuvo que aprender sola — Le comenté, le di pequeñas palmadas en el hombro y seguí caminando—. Piénsalo.

— ¿A donde vas? — Preguntó.

— Tengo niños, tengo que revisar tareas para mañana.

— ¡Amanda!— Corrió quedando frente de mi, le sonreí —. Serás una excelente maestra, yo lo sé.

— Barry — Susurré —. Dime algo que no sepa — Reí arrugando mi nariz y yéndome de ahí soltando una que otra pequeña risa al ver la cara de Barry.

•••

Le pedí a Cisco que me llevara a la escuela con una brecha, tenía que ir por unos libros rápidamente para poder revisarlo, él me ayudó a cargarlos y de vuelta los dejamos en el escritorio de su taller, me senté y comencé a revisar mientras leía cada respuesta, los chicos veían las fechas mejores que podían regresar.

Caitlin y Ralph le estaban ayudando, mientras yo ponía una palomita y una tachita en los ejercicios de los pequeños, Ralph se me acercó un poco dejando un beso en mi frente y sentándose sobre el escritorio a un lado mío.

— Okay, estos son los mejores momentos. De hecho, también fueron los peores peores momentos. Pero si se trata de volver hacia atrás, es así— Cisco comenzó a explicar una gran pizarra—. Savitar... Cuando lo vencimos, Barry se metió en su traje, lo destruyó y lanzó al aire sus trozos, tan lejos que nuestros pasados no se darían cuenta si Barry tomara uno o dos de ellos. ¿Qué les parece?

— Totalmente. Barry debe volver a la Fuerza de Velocidad antes de que la línea temporal lo alcance y esos trozos dejen de existir.

Dibuja una línea.

Estoy segura que un círculo no es una línea.

Hola.

Hola, estoy segura que no significa comida.

— ¿Amanda? — Alcé la vista, Ralph acarició mi mejilla —. Tranquila, son niños, todo saldrá bien. Iremos a enseñarle la pizzarra a Barry, en un momento vuelvo para ayudarte.

— Gracias — Le sonreí complacida, Cisco se quedó buscando algunos papeles hasta que se agachó, en ese momento Sherloque apareció diciéndome que guardara silencio, y cuando se levantó, él rápidamente le mostró el cuaderno de Nora.

— ¡Ah! — Gritó Cisco y no aguanté la risa, él me miró ofendido.

— ¿Qué es esto?

— ¿Qué es, el diario de Nora? ¿Ahora robas? — Alcé la vista a Sherloque y él sonrió.

— No. Sí. Pero por una buena razón. ¿Alguna vez has visto estos símbolos?

— Son parecidos a los que Barry dibujó cuando salió de la fuerza— Le dije mientras miraba el cuaderno moviendo mi pluma roja de revisión.

— Exacto — Me apuntó Cisco dándome la razón —. Ahora sí me disculpas debo irme, ¿y si quieres saber por qué no le preguntas? — Cisco se fue dejándome sola con Sherloque.

— No le digas — Yo asentí y me quedé mirándolo mientras escribía o buscaba algo en la computadora, solté un suspiro—. ¿Tengo algo en la cara?

— Pura belleza...— Susurré, pero negué volviendo a mis libros y sintiendo la mirada de él sobre mi —. ¿Lo dije en voz alta?

— Lo siento, pequeña explosive, pero no tengo tiempo para relaciones — Dicho esto se fue de ahí, yo sentía mis mejillas arder con fuerza, recargue mi cabeza sobre la mesa negando ante mis palabras.

— Ay Dios mío.

Tomé un sello que tenía con una abejita y lo puse sobre la esquina del libro: Buen trabajo, decía.

Buen trabajo, Amanda. Le dijiste belleza a Sherloque.