
Capítulo 35
Me puse la máscara, ya estaba preparada Justo antes de leer el mensaje donde Ralph me decía que había llegado por mí, me miré al espejo admirándome, Randha estaba mirándome en el sofá de mi apartamento, sentí los nervios a flor de piel y ganas de vomitar.
— Tranquila mamá, todo saldrá bien.
Y eso es lo que esperaba, bajé del edificio llegando al auto de Ralph, él me esperaba fuera del auto con sus piernas cruzadas y sus brazos de la misma forma recargado en su auto, cuando me acerqué él puso su postura firme dando unos pequeños pasos hasta que ambos quedamos frente de uno.
— Wow — Dijo —, te ves increíble — Susurró, yo sentí mis mejillas algo calientes, mordí mi labio inferior para alzar la vista y verlo.
— Tú también te ves increíble.
Abrió la puerta del auto al que subí, él manejó directo a la fiesta en encubierto. Me dijo que era en un hotel, teníamos que investigar a una chica de la cual había desaparecido y sus padres creen que fue secuestrada, él me comentó todo su caso diciéndome que en realidad fue secuestrada para ser carnada para los grandes mafiosos de la ciudad, y cuando la secuestraron sólo tenía quince años.
Al llegar bajamos del auto y tomé su brazo, caminamos entrando directo a la fiesta; sentí miradas sobre nosotros haciéndome sentir un poco incómoda, pero adoraba ser el centro de atención en este momento. Acaricié su bícep, había una canción lenta que recién comenzó a sonar y la gente se acercó a la gran pista de baile, con sus máscaras y sus parejas.
Ralph me dijo que iría a checar algunas cosas, dejándome sola y viendo como todos iban a bailar, algunas personas tomaban algo en sus vasos, yo tomé una copa de un chico que andaba por ahí. Di un trago y escuché la voz de un chico detrás de mí.
— Hola belleza — Dijo, giré a verle y sonreí sin muchas ganas — ¿Te han dejado plantada? Yo puedo ser tú cita.
— No gracias — Comenté gentilmente, pero él parecía seguir insistiendo que quería invitarme a bailar, yo negué rotundamente—. Mi novio me espera, adiós.
Giré mi rostro de forma en que tenía que irme ya, entonces me fui pasando por por una puerta viendo una rosa, tocándola, sintiendo un deja vú, sabía que en este momento Ralph tomaba la foto, lo que sonreí sintiendo mariposas revoloteando en mi estómago.
Giré hacia mi lado derecho viendo a Ralph caminar directo a mí, yo me acerqué con una sonrisa ladina y algo coqueta para mi gusto, de acercó a mi oído susurrando algunas palabras.
— Ella ya no está aquí.
— ¿En serio?— Pregunté, él asintió colocándose a mi lado viendo la gente con una sonrisa — ¿Y ya te quieres ir?
— No quiero desaprovechar ese vestido, te queda divino — Dijo, tomando mi copa dejándolas en una mesa detrás —. Vayamos a bailar juntos, quiero que vean que tengo a la mejor chica del mundo.
Él sonrió haciéndome hacer lo mismo, estiró su mano y la tomé con mucho gusto, me llevó a la pista de baile mientras colocaba sus manos sobre mi cintura apegándome a él, yo pasé mis brazos por su pecho enrollándolos en su cuello, sonreí ampliamente y comenzamos a danzar al movimiento de la música, lenta, pero con un sazón rápido.
Él me dio una vuelta tomando mi mano y volvimos a la posición original, él y yo nos sonreímos, sabía y podía presentir que era nuestro momento, solo de nosotros dos sin que nadie más se involucrara, cerré mis ojos dando otra vuelta sintiendo su mano sobre la mía encima de mi cabeza, al abrir los ojos pude ver que nadie estaba en nuestro alrededor y así me sentía, solos. Con la música alrededor.
— Amanda— Alcé la vista —. Quiero que estés conmigo, siento desde la primera vez que te vi una conexión que jamás había sentido— Comenzó a hablar, yo sentí algo en mi pecho —. Me gustas más de lo que signifique la palabra gustar.
— También me gustas.
Le dije, él sonrió y nos fuimos acercando lentamente, pude sentir como nos habíamos detenido pero como si estuviéramos dando vueltas sin mover algún pie. Cerré mis ojos sintiendo su respiración sobre mis mejillas, sabía que iba a ocurrir tal cual Randha predijo, podía sentir su cercanía y había ocurrido, él dio tan sólo un movimiento y nuestros labios de rozarse ahora se tocaban sin ningún movimiento, se separó tan solo unos segundos aprovechando para tomar aire y volver a unirlos, pero nuestros labios comenzaron a moverse al unísono. Lento y después con algo de pasión, podía sentir como si hubiera gigantescos fuegos artificiales detrás de nosotros, después nada, solamente nada y demasiado silencio, me sentía la única persona en el mundo con él.
Cerré la puerta detrás de nosotros, cada paso que dábamos estábamos más cercas de la cama. La ropa comenzó a desaparecer poco a poco y de un momento a otro me encontraba encima de él, Ralph entrelazó nuestras manos y volvimos a besarnos, estuvimos juntos y realmente me estaba entregando a él. Comenzaba sentir cosas por él, ¿y si ya sentía desde el primer día en que lo vi? Recuerdo aún el sentimiento cuando le dispararon, el sentimiento al haber peleado con Barry, el sentimiento al escucharlo hablar de mí cuando finjo quedarme dormida en el sofá, el sentimiento en que nuestras manos se entrelazaron.
Carajo, estaba enamorada de Ralph desde la primera vez que lo vi, podría decirse que era amor a primera vista, y hasta ahora podía saberlo. Y creo que él también lo sabía.
•••
A la mañana siguiente, palmeé el lado de la cama y no había nadie, abrí mis ojos algo confundida sobre aquella soledad, y miré que él estaba de pie desde la puerta del baño con una bata blanca y su cabello mojado dejando caer algunas gotas sobre su rostro.
— ¿Qué haces ahí?
— Me despertaron tus ronquidos de camionera — Entonces él soltó una carcajada, no pude evitar reír junto con él y me levanté de la cama con la camisa que él traía ayer acercándome, pasando mi mano por su cabello húmedo y mirándolo.
— Que mentiroso eres — Le dije para entrar yo al baño cerrando la puerta.
— Necesito la camisa, Amanda — Dicho esto me la quité, abrí la puerta y se la di —. ¿Quieres algo de desayunar?
— Te diré luego.
Después de salir del hotel, ambos fuimos a desayunar algo simple ahí mismo dirigiéndonos al final hasta los laboratorios para ver a los chicos si necesitaban algo, cuando llegamos todos estaban serios, en cuanto nos vieron sonrieron ampliamente.
— ¿Qué sucede, chicos?
— Nada — Dijo Barry—. Estamos esperando a que algo suceda, ¿no ha vuelto zoom?
— No, y me alegra que no vuelva.
— Temgo un mal presentimiento, mamá — Marcus se acercó a mí—, un presentimiento muy grande y bastante malo ha decir verdad.
— ¿A qué te refieres?
— Marcus es bueno en los presentimientos, pueden ocurrir al momento u ocurrir después — Randha contestó—. Igual que papá.
— A ver — Dijo Ralph mirando a Marcus — ¿Cuál es tu presentimiento?
— Tengo presentimientos, pero no soy vidente papá. Pero lo que puedo decir es que tiene que ver con mi madre.
— Bueno — Suspiré, en la mañana había recibido un mensaje sobre mi primer trabajo, me había emocionado bastante y tendría que presentarme hoy en un par de horas, a lo que llevo que checara el reloj de muñeca que había comprado—. Yo tengo una noticia que darles..., hoy en la tarde...
— Irás a tu primer trabajo como maestra y los niños te van a amar mamá — Dijo Marcus emocionado, yo me sorprendí porque él lo sabía y porque yo no sabía que iba a ser con niños.
— ¿Niños?
— Sí, con niños. Siempre te han gustado...
— Mi plan siempre fue con jóvenes, supongo que la misma escuela me dio a niños.
— Puede ser, pero déjame decirte que te enamoras de los niños mamá, tanto que un día nos llevaste a la escuela para que la conociéramos, ahí descubrí por primera vez mi poder de relentizar el tiempo— Susurró lo último Marcus, haciéndome soltar una leve carcajada.
— Bueno, solo quería avisarles que no podré estar mucho tiempo por aquí.
— También para avisarles que yo tampoco — Ralph mencionó, le miré alzando una ceja —. Yo me encargaré de cuidar de Amanda en caso de que algo suceda, y claro, no pueda defenderse.
Entonces no sabía que decir, todos sonrieron, pero a mi no me agradaba demasiado esa idea. Toda la vida fui yo sola, y tener a alguien que me "mantenga" o esté ahí cuidándome no era mucho de mi agrado cuando yo lo había hecho sola.
Entonces solo sonreí.
Ralph me acompañó más tarde en su auto hasta la escuela a la que me habían mandado, estaba nerviosa, no podía imaginarme trabajando por primera vez en clase, a niños pequeños. Ralph tomó mi mano dándole un apretón, yo acaricié su mano con mi pulgar y él se acercó a dejar un beso en mis labios.
— Lo harás excelente ¿si? Serás la mejor maestra del mundo.
— Te am...— Me quedé en silencio y le miré tragando algo de saliva — Te agradezco tus palabras, Ralph.
— No hay de qué.
Parecía nervioso, y podría ser por lo que casi le digo, entonces suspiré, solté su mano, respiré hondo acercándome a la entrada. Ralph se quedó en el auto, yo solamente entré a la escuela esperando conocer a alguien que me pudiera ayudar.
— ¡Ahh!— Se escuchó un pequeño gritar, giré viendo que estaba en el suelo y algunos niños se reían. Me acerqué y los niños dejaron de reir.
— ¿Te encuentras bien?— Pregunté levantándolo y limpiando sus pantalones, sonriéndole.
— Sí — Susurró limpiando sus mejillas con su manita, entonces saqué de mi mochila una paleta que traía y se la di —. Gashias.
— De nada pequeño — Dije sonriente.
Ahí entendí a lo qué Marcus me decía.
— ¿Señorita Speerling? — Alcé la vista, levantándome y el niño se fue corriendo con su paleta, sonreí.
— A sus órdenes.
— Soy el Director Croft, bienvenida a la escuela — Extendió su mano y yo amablemente la tomé —. Le mostraré las instalaciones y terminaremos con su aula, ¿le parece?
— Claro que sí, gracias.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro