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Capítulo 29 - La muerte de Vibe.


[No fue el amor de tu vida]



Acomodé mi vestido, era la primera vez que lucía así después de la graduación, me siento en una de las sillas que se encontraba fuera de una oficina, me iban a entregar mis últimos papeles para poder ir a pedir un trabajoas y así poder ejercer como maestra.

La puerta se abrió dejando salir a alguien y entrar a otra persona. Yo miré directo hacia mis pies mientras los movía con algo de ansiedad y desespero, pero una sombra se posó a mi lado provocando que miré a la persona.

— ¿Amanda? — El chico me miró sonriente, yo le miré algo confundida porque no entendía cómo sabía mi nombre—. No me recuerdas ¿cierto? — Negué algo apenada —. Me llamo Ethan, nos conocimos hace dos días en la fiesta, incluso... — Se acercó a mí susurrando:—, dormimos juntos.

— ¡Claro! Ethan, ya te recuerdo — Sentí mis mejillas algo tibias ante lo que me decía, por lo que solté una pequeña risa nerviosa—. Lo lamento, tomé demasiado ese día.

— No hay problema, ¿estás aquí por tus últimos papeles? — Asentí— ¡Genial! ¿Dónde ejercerás?

— No lo sé..., pero quiero dar clases a pequeños.

— Sí no te decides, yo estaría encantado de recibirte en mi escuela — Comentó, yo le miré algo confundida ante sus palabras.

— ¿Tienes una escuela?

— Sí, un año siendo director y me faltan algunos dos maestros que tomaron vacaciones y no volvieron, especialmente de español y ciencias — Sonreí.

— Me encantaría, ¿cómo se llama tu escuela?

— St. June School — Hizo una pausa—. Le puse así porque empecé en Junio, abrió mi escuela ese mes.

— Nos veremos ahí, seré con mucho gusto maestra de español.

Dicho y hecho, me tocó entrar segundos después a recoger los papeles, mandándome directamente a la escuela donde Ethan trabajaría, o más bien, donde yo trabajaría para él.

•••

Horas después fui a los Laboratorios para ver qué es lo que harían hoy, estaba emocionada por contarles a los chicos que ya iba a trabajar terminando el verano, bueno, por Agosto y que ya se acercaba mi cumpleaños.

Cuando puse un pie en los laboratorios, miré a todos con sus rostros tristes y algo molestos, Cisco y Barry traían su traje, de lejos vi a Ralph y tambien lo traía puesto. Me acerqué a este último quien me miró de inmediato.

— ¿Qué pasó? — Pregunté.

— Nora nos dijo que nunca atrapamos a Cicada, pero dijo que tiene un plan.

— ¿Tan rápido?— Giré a ver a Nora quien asintió.

— Se como arreglar esto.

Una alarma sonó mencionando que la policía necesitaba ayuda en un caso, Ralph y yo pedimos el caso para que Barry pudiera ayudar con lo otro sobre Cigarra. Ambos nos fuimos rápidamente para atrapar a un ladrón, yo presioné mi insignia dos veces sintiendo como mi traje se ajustaba.

Entramos con precaución escuchando sus palabras de cuánto tiempo había tardado en cargar su arma solar, también como le decía a la cajera que él mismo había traído las bolsas para poner el dinero, en eso Ralph se convirtió en una pera gigante.

— No se te olvide el otro tipo de vegetal — Dijo este, yo me puse atrás de él esperando a que acercara un poco más.

— ¿Qué diablos? — Ahí, Ralph le dió un puñetazo, yo salí y con mis poderes encerré su arma en una pequeña esfera de mi poder para que no pudiera dañar a a nadie.

— No teman, buenos ciudadanos, el Hombre Elongado está aquí — Sonreí colocándome de lado, pero me di cuenta que Ralph no había cambiado su cuerpo en la forma correcta dejándolo ver aún como si fuera una pera provocando la risa de los demás.

— Ralph, sigues como pera — Le susurré en su oído, las personas ahí comenzaron a tomar fotos y grabar.

— Bien, si van a... Solo no pongan... ¡Vi que la publicaron!

Dicho esto salimos de ahí, él con su cuerpo normal y la policía nos agradeció el haber ayudado, yo entregué el arma a una chica quien se encargó de ponerla en una caja. El trabajo había sido sencillo, pero él no se sentía del todo bien y podía verlo desde kilómetros.

— ¿Quieres ir por algo de tomar? ¿Comida china?

— Claro.

Sonrió provocando que le correspondiera de inmediato, caminamos durante la noche, no había nadie a nuestro alrededor por lo que toqué de nuevo mi insignia y el traje volvió a esta, Ralph en un abrir y cerrar de ojos, ya tenía su pequeño traje en el bolsillo de su camisa mal arreglada, me acerqué un poco acomodando el cuello de esta y abotonando el primero, él me miró directo a los ojos como yo a él, le sonreí y después fuimos a comer algo de comida China.

El restaurante no quedaba lejos, caminaba con mis manos a mis lados y podía sentir que él lo hacía igual. De vez cuando estás se rozaban, pero yo no podía hacerle eso a Ralph, aún no me sentía lista.

— ¿Qué es lo que más te gusta de la comida China?— preguntó. Yo me puse a pensar cuando era más pequeña, mis padres le prestaban más atención a Ana, pero comía la sobras de lo que más dejaban: arroz.

— El arroz es mi favorito, es lo que más comía cuando era niña.

— Yo adoro el pato, los rollos de verdura, el chile, y el arroz siempre debe de ir, pero ¿blanco o combinado?

— Los dos son deliciosos.

Asentí en su dirección, cuando llegamos el abrió la puerta para que pudiera pasar primero y eso hice, me senté en una mesa que un mesero me llevo, después de sentó Ralph frente mío checando de inmediato el menú.

— Creo que será de todo un poco ¿no? — Asentí para beber del agua que nos habían traído, después él me miró sin decir completamente nada.

— ¿Qué pasa?

— Nada — Suspiró, un suspiro demasiado largo —. Simplemente que estás muy hermosa Amanda y de verdad que daría lo que fuera por ti.

— Ralph yo no...

— Puede que aún no estes lista, pero eso no quita el hecho de que quiera enamorarte ¿o sí?

Mis mejillas se sintieron algo acaloradas, Ralph pidió la comida con un extra de arroz el cual no sobrará porque todo lo que tenga arroz me lo acabó en un santiamén, bueno, tal vez me lleve algo para almorzar mañana.

•••

Al despertar, sentí algo pesado en mis piernas, observé de que se trataba y pude ver a Ralph hecho "bolita" en mis piernas, le miré confundido moviendo mis pies intentando despertarlo.

— Cinco minutos más, mami — Dijo el mayor, giré mis ojos tomando mi celular viendo que ya era algo tarde, pero también miré las noticias locales, confundida entré viendo una nota sobre Ralph, esto está muy mal.

— ¡Ralph!— Grité, este despertó de golpe cayéndose de la cama, continué leyendo todo lo que decía sobre el hombre pera que salvó ayer una tienda.

— ¿Qué pasa? — Se subió de nuevo a la cama algo alarmado, entonces con mi rostro de vergüenza le pasé mi celular. Él leyó todo con detenimiento, después suspiró—. Tengo que hacer algo con esto.

Ambos volvimos a los laboratorios llegando apurados y algo desesperados por hacer desaparecer todo lo que había visto Ralph en mi celular, no era justo nada de esto, él los había salvado e hicieron memes con él.

Cuando entramos justo donde estaban los demás, pude divisar una figura masculina conocida, sonreí ampliamente corriendo hacia él mientras Ralph miraba las fotos que imprimió en sus manos.

— Oh, hola Harry — Dijo después, pero yo ya estaba abrazándolo.

— Amanda, él no es Harry — Escucho decir a Barry, me separo viendo el rostro y en definitiva es Harry —, es otro Wells de otra Tierra.

— Oh, lo siento — Le dije apenada al momento en que me separaba.

— No hay problema, madame Dibny— Abrí mis ojos de golpe escucharlo, él pareció notar algo —. Oh lo siento, ¿aún no se casan aquí?

— Aún no, Sherloque.

— ¿Sherlock? — Pregunté.

— ¡No! Sherloque, Sher-loque — Repitió, yo asentí para volver a donde estaba Ralph escuchando al nuevo Harry hablar —. Ahora sí — Bebió de una pequeña taza que tenía en sus manos, ahora podemos empezar.

— ¿Té? — Preguntó Caitlin.

— Así es.

— Lo estamos mirando hace veinte minutos — Continuó.

— De nada. No se puede apurar la excelencia.

— Esto es una pérdida de tiempo — Cisco parecía algo malhumorado, sus manos traían unas vendas y no podía imaginar lo que él sentía en ese momento, me quise acercar un poco, pero me quedé donde estaba—. Muchas gracias por venir, Cumberbatch.

— Estoy seguro de que te gustaría que me fuera, ¿verdad? — Dijo Sherloque, pero lo que dijo después fue como un balde de agua fría —. Tendrías más tiempo para recuperarte de tu reciente desamor.

— ¿De qué está hablando? — Susurró Cisco.

— Las magulladuras subcutáneas en tus ojos indican que has estado llorando, tu piel desmejorada indica deshidratación, probablemente por el consumo de alcohol— Yo me quedé sorprendida por cada palabra que dijo —. Alcohol más llanto solo puede significar una cosa: Te han dejado — Me miró por unos segundos —. Por ella.

— Pero...

— Estas equivocado, detective. No me dejaron... bueno sí me dejaron. Amanda y yo tomamos la decisión, más bien ella, pero ambos tomamos la decisión — Yo me quedé en silencio con mis labios juntos mirando un poco hacia el piso—, somos un equipo, ¿bien?

— Claro, ajá — Sherloque continuó.

— Y no estuve llorando — Lo miré por detrás, su voz se cortó un poco —. De hecho, no recuerdo la última vez que lloré por eso. Disculpe.

Él se dió media vuelta mirándome por segundos, abrí mis labios para decir algo, pero no pude porque él se alejó de ahí, todos miraban la escena serios, yo tragué algo de saliva y rasqué mi ceja cerrando mis ojos por unos momentos intentando no pensar en eso.

— Y tú, jirafa bebé, puede notar que sientes algo de temor, desespero... ¿Acaso es por ella también? — Me mira alzando y bajando sus cejas, yo niego.

— ¿Qué? No — Se rió incómodo Ralph—, es otro caso, tenemos un problema chicos — Enseñó las fotos, yo me abracé a mi misma mirando las imágenes de Ralph—. Espera, ¿entonces eres como un detective?— Lo miré alzando una ceja, no puedo creer que haya escrito eso.

— Detective, bueno ¿a que nombre pongo tu autógrafo?

— Oh no, digo porque yo también soy uno.

— ¿En serio? Fascinante, mucho gusto — Agitaron manos mientras sherloque hablaba muy emocionado —, dime ¿cual fue lo más reciente que has resuelto?

— ¿Recientemente? Resolví el caso del Chevy robado— Carraspeó, le miré sonriendo —. De Impala.

— Que gracioso. Muy gracioso, por lo que veo.

— Bueno, salve a todos los rehenes anoche y sólo de habla de esta fotografía — Volvió a mostrar—, hasta la convirtieron en un meme, es... Creo que en esta ciudad nadie me toma en serio.

— Ralph, no creo que tanta gente lo haya visto ¿sabes? Y es claro que nosotros sí te tomamos en serio— le dije con una sonrisa.

— Oh, excepto la chica que te gusta ¿no es así? Ella sigue enamorada de su antiguo amor...— Sherloque habló, giré a verlo con furia, sentí el poder en mis ojos listo para dispararlo—. Lo siento— Volví la vista a Ralph.

— Bueno, 500 000 publicaron esto, así que, nadie me toma en serio.

— Así que... ¿Cigarra? — Nora interrumpió.

— ¡Cierto! Ya se donde encontrar a su asesino, así que vamos — Sherloque dijo, yo me emocioné caminando detrás de Ralph, pero el hombre mayor de aquí lo detuvo—. No tan rápido, jirafa bebé. Dos detectives solo complican las cosas, sobre todo cuando uno solo es un maestro. ¿Por qué no mejor te quedas? Puedes morder las hojas. Los demás, vengan conmigo.

Dicho esto, todos se fueron, Caitlin se quedó sentada, yo me puse a su lado viéndolo con una cara algo triste, él se había sentido mal y lo sabía, se podía notar en su rostro; yo me puse enfrente de él para poder tocar su hombro.

— Ralph, sabes que no lo dijo en serio, tu eres un maestro, recuérdalo. También, él no es de esta Tierra ¿ok? Así que tú eres el maestro aquí — Me paré de puntitas dejando un beso en su mejilla yéndome de ahí.

•••

Caminé por el pasillo buscando alguna noticia de cierta persona, miraba en cada puerta si se encontraba por ahí, pero nada. Cuando llegué a su taller, pude verlo sentado con sus manos sobre su rostro; me acerqué un poco hacia él pensando en qué es lo que yo diria.

— ¿Cisco? — Él alzó la vista, su rostro estaba algo inflamado por llorar supongo yo, muerdo mi labio inferior.

— ¿Qué haces aquí?

— Quería checar cómo estabas, Sherloque tiene una pista de lo que podría ser cigarra, su escondite y eso.

— Gracias — Se levantó, pasó por mi lado dejándome ahí sola, mirando el piso y de vez en cuando a mi alrededor —. ¿Amanda?— Giré a verlo, aún no se iba de ahí.

— ¿Si?

— Lo siento.

— ¿Por qué?

— Por haberte roto el corazón.

•••

— ¿Estas seguro que aquí está Sherloque?

— Sí — Dijo el nombrado desde el córtex para el auricular de Barry donde había ido con Nora a atrapar a Cigarra—. Muy seguro. Cuando entren se encontrarán con una bomba...

— ¡La veo!— Dijo Nora por el Intercomunicador—. Yo me encargo.

— Sí bueno, es una trampa — Concluyó Sherloque. Le miré alzando las cejas pensando si en verdad era detective porque se comportaba de una manera en la que no le importaba nada.

Se escuchó la explosión de tres explosivos, me preocupé por ellos, hasta que se escuchó que estaban bien, después unos golpes medio raros.

— Lo atrapamos.

•••

Estaba sentada en el laboratorio de Cisco, quería hablar con él y poner todo en orden. Pero unos pies diferentes captaron mi atención justo entraba Nora con una amplia sonrisa.

— Hola Tía Dybs — Dijo ella, pero no le contesté más que con una sonrisa ladina—. Lo siento, no debería decirte así ¿cierto?

— Aún no creo que Ralph y yo seamos algo — Ella frunció el ceño, parecía confundida —. Probablemente después, por el momento puedes decirme tía Amanda, o Amy.

— Me gusta — Asintió dándome un abrazo fuerte al que correspondí de inmediato—. Bueno, me voy — Se despidió, al salir, Cisco venía entrando, ambos se saludaron y después él me miró confundido.

— Hola — Murmuré bajo para que solo él escuchara, yo jugaba con mis manos.

— ¿Qué haces aquí?

— Quiero decirte algo — Él asiente —. Sigo enamorada de ti — Murmuré, él abrió sus ojos sorprendido y negando —. No debería porque yo ya no quiero, yo quiero estar con Ralph y...

— No Amanda, no puedes venir a decirme esto después de que veas como me siento tan mal por haber roto tu corazón — Empezó a hablar—. Simplemente no puedes decirme eso porque en primer lugar nunca me dijiste que me amabas.

— Creo que ya no lo podré decir entonces — Él iba a decir algo más, pero el celular sonó mostrando una alarma de emergencia.

— Es la casa de Joe.

— ¡Ve! Yo te cubro desde el córtex.

Ambos salimos corriendo, él se llevó sus guantes y sus lentes especiales, yo me fui directo a las computadoras mirando su estado, nombre y escuchando lo que sucedía. Iris llegó segundos después a lo que agradecía, porque yo no sabía usar esta plataforma por completo.

— Iris llegó...

— ¡Chicos! ¡Cigarra se llevó a Cisco!— Cuando escuché esas palabras de Barry que sonaba alarmado, todo a mi alrededor se puso en silencio, parecía que estaba al fondo del océano, solo podía escuchar mi respiración y los latidos de mi corazón.

— Cisco, ¿me oyes? — Escuché segundos después, giré en dirección a Iris, no contestaba — ¡Cisco!

— Amigos, ¿me oyen? — Parecía algo acelerado, huyendo. Llevé mi mano directo a mi boca mordiendo mi uña del dedo pulgar, comenzaba la ansiedad a hacerse presente.

— Cisco sí, ¿dónde estás?

— No lo sé, parece un bosque.

— ¿Puedes abrir de nuevo una brecha?— Preguntó Barry, pero Cisco se quejaba, sabía que le dolían las palmas de su mano y eso no iba a funcionar.

— No está funcionando... — Se escuchó un golpe alterno, mi corazón dio un brinco por saber que iba a estar bien. Se escuchó el sonido de cigarra, también como corría Cisco.

— Cigarra debilita sus poderes — Comentó Nora.

— Sin satélite no puedo detectar su ubicación. En el estado hay más de cinco millones de hectáreas de bosque.

— Black Forest y Ronal son los más cercanos. Comenzare por ahí — Barry dijo, yo quería ir a ayudar, pero había algo que no me lo permitía.

— No lo hallaremos a tiempo, ¿verdad?— Todos lucían desesperados y yo más.

— No digas eso Nora, lo encontraremos.

— Antes de que se rindan — Comentó Sherloque — ¿Qué tipo de árboles? ¡Cisco! Dime que tipo de árboles son.

— Pinos, creo. Algunos tienen hijas puntiagudas.

— "Puntiagudas". Fresnos. Claro. Ahora, aguanta la respiración para sí poder escuchar tu ambiente — Cisco se quejó, pero al final terminó por acceder. — Grillos, bien. Ahora busca donde haya una alta concentración de pinos, fresnos, en un campo abierto, tenemos...

— Colin Woods.

— ¡Voy en camino!

Barry fue el que habló por el comunicador, podía sentir que algo no estaba bien. Cigarra iba a debilitar sus poderes, no podría salvar a Cisco. Por otro lado, todo a mi alrededor se puso tan lento que me hizo girar a ver a Nora, los minutos pasaban como segundos y mi miedo iba creciendo cada vez poco, Nora me miró sorprendida por estar en tiempo flash junto con ella.

— Tengo una idea.

— ¿Puedes salvar a Cisco?— Ella asintió, entonces la abracé —. Confío en ti, mi pequeña. Así que corre Nora, corre lo más rápido.

Ella asintió alejándose de ahí en cuestión de segundos volviendo todo a la normalidad, Iris me miró cuestionándome un poco por saber a dónde iba su hija del futuro.

— Tiene una idea.

— Confío en ella.

Escuché un gemido de Cisco con dolor, yo solamente pensaba en que Nora llegara a tiempo, me alejé de las computadoras con nervios a flor de piel tocando dos veces mi insignia, era hora de ir a ayudar. Tomé el pequeño transportador y Iris me detuvo.

— ¿Estas segura?

— Sí.


Otro golpe seco se escuchó, Nora llegó a tiempo, pude escuchar su voz, luego al de Cisco y después simplemente una explosión. Me quedé sin aliento, pedí mil veces que no fuera él, y cuando crucé la brecha Barry tomó los lentes rotos de Cisco que estaban sobre la tierra en un agujero, solté el aire que traía seguido de un grito, un grito que desgarraba mi garganta, sentí mis poderes salir de mi y la tierra vibrar. Solo escuché las palabras de Barry:

— ¿Cisco?

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