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Capítulo 11.


—Gracias — Agradecí al chico de los cafés, aún tenía algunas marcas en mis muñecas y debajo de los ojos donde la gente me miraba algo raro. Cuando di media vuelta mi hombro chocó con el de alguien quien rápidamente se disculpo al mismo tiempo que lo hacía yo—. Lo lamento, no te vi.

—No, lo siento, andaba apurada por... — Y las palabras las dejó al aire, miré hacia donde miraba y un autobús se había ido—, olvídalo, tendré que caminar.

—¿Hacia dónde ibas?

—Iba a la universidad, tengo que entregar un trabajo y bueno, digamos que voy haciendo tiempo — Sonrió mostrando en su mano un folder con el trabajo.

—Tal vez conozca a alguien que nos pueda llevar — Dije, ella sonrió amplio y le pedí si me ayudaba a sostener mi café mientras sacaba mi celular para poder hablarle a Ralph, coloco mi celular en mi oreja hasta que contesta—. ¡Hola! Ralph, ¿me puedes hacer un favor?

Al terminar la llamada, Ralph llegó demasiado rápido si era honesta, la chica se subió en el asiento trasero mientras yo al lado del conductor quien no hizo preguntas sobre nada, le di una dona que había comprado como agradecimiento y él simplemente se la iba comiendo.

—¿Y cuál es tu nombre? — Preguntó mi amigo para poder hacer algo con el ambiente, que aún sentía que era algo tenso por lo de Barry, aunque ella no supiera nada.

—Me llamo Tori, mucho gusto.

—El gusto es nuestro, ella se llama Amanda y yo soy Ralph.

—Lindos nombres.

—Gracias— Dije girando para verla, en ese momento Ralph estacionó frente la universidad donde al parecer estudiaba yo, al bajarse miré al chico alto para sonreírle—. Me quedaré, quiero hacer algo más, ¿sabes? No es que tenga muchas ganas de andar por allá.

—Te entiendo, ¿qué le digo a Cisco?

—Dile que le mando un mensaje luego — Besé su mejilla y bajé del auto, Tori me había esperado, agité mi mano en forma de despedida hacia mi amigo, después giré a ella, quien no había notado sus rasgos físicos, rubia castaña, pecas y ojos verdes profundo, era guapa la chica.

—¿Era tu novio? — Abrí mis ojos de golpe ante lo que había dicho y negué de repente—. Oh, lo siento, creí que era tu novio.

—No, no, no tengo novio, las relaciones no se me dan muy bien, aunque... —En mi mente se vino una imagen de Cisco—, estoy intentando algo.

—Eso es bueno — Sonrió—. Yo tengo novia — Prosiguió relamiendo sus labios—, se llama Alex y es un año mayor que yo, tiene unos ojos cafés preciosos porque son claros que puedes verte en ellos como si fuera un espejo, también unos labios carnosos, tiene un lunar en la mejilla y algunos en su cuello, su cabello es negro como la noche, es perfecta —La miré con una amplia sonrisa, escuchar a alguien que hable así de lindo de ti, ¿qué se sentiría?

—Eso es bastante bueno, Tori.

—Gracias. ¡Por cierto! No tengo muchos amigos aquí en la universidad, no es que sea demasiado sociable, así que estaba pensando en que, si querías ser mi amiga, creo que me hace falta alguien más que me escuche, siento que Alex se cansa de mí un poco.

—Creo que todos se cansan de todos en algún momento, necesitan espacio.

—A mí novia le agradarías.

—Eso espero, mientras no piense que te vaya a robar —. Ambas reímos.

—¿Experiencia?

—Sí.

Entramos a la universidad, lo que agradecía de esta misma es que contaba con distintos campos y carreras y no sólo la de humanidades, sino, también de ciencias. Entré al área de química, miré algunos estudiantes haciendo pruebas entre ellos mismos, otros en animales como en fetos de cerdos. Miré entre cada salón, hasta que me encontré con al parecer un profesor, toqué su puerta y él me miró con una amplia sonrisa invitándome a pasar.

La puerta se quedó abierta, pero miré algunas cosas en su escritorio, hojas con rayones y anotaciones por doquier, el profesor tenía canas crecidas en sus patillas y detrás de su oreja, sus lentes tenían demasiado aumento y lo sabía por lo grande que se veían sus ojos.

—¿En qué puedo ayudarle, señorita...?

—Speerling, Amanda Speerling — Le dije mientras nos saludábamos agitando nuestras manos—. Quería ver si me podía ayudar en cómo buscar pistas nuevas que antes no se hayan encontrado o buscado para ver si un amigo es inocente.

—¿Perdón? —El maestro se burló un poco mientras reía—. ¿Es para el juego de operando o qué? Lo que me pide, señorita Speerling no se le puede otorgar, no existe evidencia que no sea checada y pruebe que su amigo sea inocente, por algo se hace un veredicto después, porque primero se analiza todo.

—Pero debe de haber algo pequeño, algo que nadie ve.

—Si en todas las pruebas se encuentra el ADN de tu amigo, y en una no, es claro que el caso se va en la estadística mayor, querida. Así que lo lamento, tu amigo no sería inocente.

—Usted como profesor, si dice ser muy bueno, debe encontrar alguna otra alternativa.

—No, lo siento, lo que te digo es la verdad y sí soy un muy buen profesor, lo siento — Relamí mis labios mientras soltaba un gran suspiro, asentí y le miré.

—Yo lo siento, por haber hecho que pierda tiempo con mis estúpidas preguntas.

—Oye —Mientras caminaba a la puerta, me detuve en el marco mirándolo por última vez—. Ninguna pregunta es estúpida, estás aprendiendo, por eso se pregunta.

—Gracias.

Le sonreí sin mucha gracia, salí de su módulo caminando por esos largos pasillos donde todo olía diferente, pero sigo pensando y tengo esa idea de que puedo encontrar alguna otra pista, o tal vez hacer que Marlize diga la verdad, necesitamos sacar a Barry de la cárcel y no hay ninguna manera de hacerlo. Tengo que encontrar esa pista y la única manera de hacerlo es ir a hablar con su cómplice en el crimen.

Mi celular sonó iluminando la pantalla con el nombre de Cisco y dos emoji a su lado, uno de un corazón y otro de dos personas dándose un beso, sonreí inconscientemente y llevándolo a mí oreja sin dudarlo ningún segundo.

—Hola, Cisco.

—Hola, cariño, ¿todo bien? Te fuiste de los Laboratorios así sin decir nada a nadie.

—Lo siento, tenía que venir a la universidad para tomar algunas cosas de trabajo, aparte me encontré con una amiga — Mientras caminaba cruzando el campus para llegar a mí edificio, miro a Tori hablando con una chica, tal vez su novia, me miró y me saludó haciendo algunos gestos para que me acercara—. Que por cierto, me volví a encontrar.

—Entiendo, ¿quieres que pase por ti después para ir a comer?

—No tengo ganas de correr, nos vemos —Colgué rápido el teléfono mientras me acercaba a ellas, esperen..., ¿dijo correr o comer? Alejé ese pensamiento de mi cabeza, ya que la sentía algo extraña, como si una migraña fuera a aparecer en cualquier momento y sé que es una malísima idea, cuando llegué con ellas, saludé a Tori con una sonrisa—. Hey.

—Hola, Amanda — Me sonrió amplio, mi celular volvió a sonar con un mensaje de Cisco.

"Aún espero ese mensaje que le dijiste a Ralph"

—¿Todo bien? — Volvió a hablar, asentí—. Mira, te presento a Alex, mi novia toda preciosa que amo con todo mi corazón, Alex ella es mi nueva mejor amiga Amanda —Nos presentó, Alex parecía una chica de pocas palabras, pero que en el fondo era una chica de fiestas. Agitamos nuestras manos y después mordí mi labio inferior.

—¿Todo bien? — Preguntó ahora Alex, tenía el estilo de una de las hermanas de la película de las hermanas que eran vampiro, aquella que parecía roquera—. No soy tan mala como parezco.

—¡Qué! Oh, Dios, no pensaba en eso, sólo que traigo muchas cosas en mi cabeza con un amigo, luego le colgué a mí novio y creo que confundí su pregunta —Rasco mi nuca—, y creo que ahora está molesto conmigo porque no le he hablado desde que lo dejé.

—¿Tienes novio y lo dejaste? Entonces es una expareja.

—¡NO! Me refiero a que, lo dejé pasando un problema solo y no estuve con él en ese momento difícil.

—Lo bueno es que el mundo tiene mucho tiempo aún — Tori sonrió para darme un abrazo corto y tomar la mano de su novia—. No tenemos que ir, ¿mañana vamos a almorzar juntas? Es el único día que no tengo clases y mi novia sí.

—Todo el maldito día —Dijo Alex, sonreí y asentí—. Cuídala, Amanda.

—Nos vemos chicas, hasta mañana.

Se despidieron dejándome ahí sola, me senté en la banca que Alexa tapaba, saqué mi teléfono y miré el mensaje de Cisco, leyéndolo y perdiendo la cuenta de cuantas veces lo hice. Rasqué la tabique de mi nariz desbloqueando mi celular para marcar su número, quien no tardó en contestar.

—Lo siento —Fue lo primero que dije—. En serio lo siento, no quería colgarte así, sólo que estoy algo preocupada por lo de Barry, me siento mal y busco una forma de ayudarlo.

—Amanda Speerling —La voz no era de Cisco, sentí el pánico correr por mis venas—. Creo que has marcado el número incorrecto, pero si no lo has hecho, tu amigo Cisco está en serios problemas.

—No le hagas daño — Mi voz sonaba en un susurro, pero molesto, sentí el poder crecer dentro de mí, me controlé escuchando las otras voces sobre los compañeros que pasaban—. Sí le pones un dedo encima, te juro que te mataré con mis propias manos.

—No me asustas — Habló serio—. No me importa lo que digas, al fin y al cabo, morirá por tu culpa. —En ese momento el teléfono se cortó, lo guardé en el bolsillo de mi pantalón y salí corriendo de la universidad, tenía que salir de aquí e ir con Cisco, o al menos, primero a los Laboratorios para ver si Caitlin podía ayudarme, o Iris quien ha estado en el lado de Cisco en esto durante meses.

Estaba sudando de manera incontrolable, estaba cansada, me faltaba aire y tenía demasiada sed, pero Cisco no merecía ser lastimado por nadie, cuando llegué a los laboratorios, abrí la puerta con tan sólo un movimiento de mano y una onda saliendo de esta, subí al ascensor para cuando llegara al piso saliera corriendo al córtex mirando a una Caitlin sonriente con algunas cosas que decía junto con Iris, quien fue la primera en verme, su rostro cambió y no a uno molesto, sino, preocupado y tal vez por la cara que yo traía.

—¿Amanda?

—¿Cisco? ¿Cisco está aquí?

—Salió a buscarte a tu departamento, dijo que no te encontró y que después iría a la universidad.

—Lo secuestraron —Fue lo único que dije, casi sin poder hablar, así que me tranquilicé un poco tomando aire, Ralph llegó riendo sobre algunas cosas que veía en su celular, hasta que me vio—. No sé quién lo tiene, pero llamé y me contestó alguien más.

—Tal vez es una clase de prueba, ¿no?

—¿Prueba? ¿Por qué carajos sería una prueba, Ralph?

—Porque Cisco viene detrás de mí — Miré a Cisco quien caminó junto con Harry, por un momento me sentí aliviada, todo el peso que tenía se quitó, pero sentía que me desvanecía, él se acercó y me miró preocupado, me acerqué a él lo más rápido que pude y lo besé, lo besé como si me sintiera arrepentida por algo que hice y lo hubiera lastimado, escondí mi rostro en su cuello y solté un jadeo, rayos quería llorar.

—¿Cariño? ¿Qué pasa? — Él acarició mi espalda de forma lenta al igual que mi cabello, me separé de él y tomé su rostro entre mis manos, quería ver que estuviera bien, que no tuviera ningún rasguño, otra mano se puso en mi hombro y era Harry quien estaba también algo consternado por mi actitud, yo también lo estaba si era honesta.

—Te marqué —Él se confundió un poco—. Me contestó otra persona diciendo que estabas en peligro — Mi labio inferior comenzó a temblar, por lo que tuve que detenerlo con mis dientes, de los cuales sentí el sabor metálico.

—Oye, oye — Puso su pulgar en mis labios intentando que no lo mordiera—. Estoy bien, Iris y Caitlin buscaran la llamada y la rastrearan, ¿sí? Te llevaré a mí taller para poder hablar con claridad — Le di mi teléfono a Caitlin quien se lo llevó, yo me sentía inútil y como si fuera una maldita broma, ¿por qué alguien me haría algo así?

Cuando llegamos al taller, Cisco me dio una toalla, una botella de agua y una blusa nueva. Pasó la toalla por mis brazos, rostro, cuello; me pidió amablemente que me quitara la blusa porque estaba mojada y podía mojarme, pero era mi sudor. Me levantó de la pequeña silla donde estaba sentada al llegar, me dio media vuelta y comenzó a secar mi espalda y los brazos. Cuando terminó, me puse la nueva blusa y me volví a sentar tomando de la botella de agua. Cerré mis ojos por unos segundos, al abrirlos Harry se acercó con una pastilla roja.

—Tómala, para la jaqueca.

—No tengo... — Mala idea, sentí una punzada del comienzo de uno, así que la tomé rápidamente—. Listo.

—¿Cómo te sientes?

—Como una tonta, pero no hay nada que pueda hacer, ¿o sí? — Cisco se retiró unos momentos dejándome con Harry, quien me levanté y lo miré con terror—. Me hicieron creer que la persona a la que quiero le estaban haciendo daño, ¿cómo crees que me sentiré?

—Amanda, tal vez marcaste el número mal y te dijeron una broma.

—¿Entonces cómo se sabían mi nombre y apellido? Cisco no me tiene agendada por mi nombre ni apellido, me tiene como "babe" y un corazón color rosa al lado— Me crucé de brazos, me senté de nuevo y negué—. Algo está mal, yo lo sé.

—Y estás en lo correcto — Alcé la vista mirando a Cisco con una gigante bazuca, una pistola por así decirlo, apuntándonos, me levanté algo confundida, Harry puso un brazo frente de mí para protegerme, pero aquí la que debería de proteger, soy yo—. Me llamo Malcom...

—¿El de en medio? No te tengo miedo.

—Reyes — Terminó mirándome furioso, donde llevó su mano hacia donde estaba su cuello y algo levantando, cuando menos me lo esperé, era una máscara de Cisco. Asco. Miré a Malcom con sus ojos verdes llenos de furia, como los míos también, pero había algo que me decía que lo conocía—. Y estoy aquí para terminar lo que debí de haber hecho hace siete años, Amanda.

Él disparó la bazuca, yo me coloqué frente de Harry donde estiré mis brazos y abrí mis manos para sacar mi poder, pero no fui lo suficiente rápida, porque sólo hizo que me aventara junto con Harry y volar sobre la mesa cayendo al suelo, todo mi cuerpo dolía, gruñí molesta, me levanté con cuidado y miré a Harry inconsciente, lo chequé y estaría bien, así que salí corriendo detrás de él.

Estaba preparándome para lo peor, mis manos brillaban de un extraño color morado y salían pequeñas ondas, recordé una caricatura que miraba de niña, tanto que la hicieron película con personas reales, me sentía como Gwen Tennyson de Ben 10. Escuché un ruido y giré lanzando una de estas ondas de luz, otro ruido y repetí lo sucedido.

—No puedes vencerme, Amy — Al escuchar como me hablaba, varios de flashbacks vinieron a mí haciéndome perder la concentración y siendo golpeada contra la pared, alcé la vista desde el suelo sintiéndome débil, mirando de nuevo esos ojos verdes—. Así como tampoco me venció Ana —Entonces, grité.

Grité tan fuerte que la onda de mi poder lo golpeó y lo lanzó hacia la otra habitación traspasando la pared, tan fuerte que el cielo vibró por completo haciéndome sentir poderosa y furiosa, me levanté sintiendo como una energía corría por todo mi cuerpo, sintiéndome como nueva, solté un gran suspiro de satisfacción, pasé el mural que había atravesado y llegué con él, la impotencia me hizo levantarlo sin tocarlo, me imaginaba mi mano aplastando su cuello con fuerza y eso es lo que estaba haciendo con mis poderes.

—¡AMANDA! — Escuché, pero en un eco en mi cabeza.

—No vuelvas a mencionar su nombre — Le dije, mi voz sonaba completamente diferente, no me importo, lo que en realidad quería era matarlo. Mi mano estaba extendida a él, aún imaginándome, tomando su cuello.

—¿Ana? Ella fue tan d-débil — Jadeó casi sin aire—, pero murió tan f-fácil.

—¡BASTA! — Grité de nuevo, hasta que tomaron mi mano, parpadeé y me sentí débil en ese momento, Malcom cayó al suelo inconsciente donde Caitlin le lanzó algo extraño a su pie haciendo que no se moviera, giré mi rostro y miré sus ojos cafés, sus labios donde en la comisura tenía algo de sangre, de su ceja también lado con algunos golpes, sentí como si volviera a respirar, entonces lo abracé.

Malcom fue encerrado en la prisión de ahí mismo, sentí como mi corazón se aceleraba cada vez que pensaba en él y escuchaba su voz diciendo el nombre de Ana, cerré mis ojos reposando en una silla en el córtex con una mano en mi frente, aún sentía el calor subir, los chicos llegaron y Cisco se hincó frente de mí haciendo una mueca, para eso, miré su rostro y sentía culpa.

—¿Estás bien? — Asentí.

—Pero yo no soy la importante, ¿tú lo estás? — Asintió, tomé su rostro en mis manos mirándolo, analizándolo—. Lamento no haberte hecho caso, ¿sí? Lo lamento tanto.

—No te preocupes, tienes en la cabeza a Barry, todos estamos igual.

—No me siento bien.

—No deberías —Apareció Harry—. Tras gastar toda aquella energía, no te sentirás bien, es la primera vez que sucede.

—De hecho, es la segunda— Ralph dijo—. La primera ocurrió cuando se cayó el cartel de los Laboratorios. ¡Por cierto! Te miraste mucho mejor esta vez, toda tu brillabas y tus ojos, toda tu era diferente.

—Me sentía diferente.

—Oye, Amanda — Habló Iris—. ¿Quién es esa tal Ana? —Me levanté suspirando, dudando en decirlo o no, pero la mano de Cisco entrelazada a la mía me hizo suspirar, mirarlos y tragar saliva.

—Ana es..., era mi hermana —Todos se quedaron en silencio—. Hasta que Malcom la asesinó. 



















Buenas buenas, espero que les guste. Me gustaría leer sus comentarios de los que les gustaría que pasara o si tuvieran alguna idea que les gustaría ver, también algún tema en específico, porque yo tengo algunos también.

pd: espero que los gif que agregué no les molesten, es como para darles una idea de lo que hacen o sus gestos, por así decirlo. 

pd2: La primera foto que sale arriba, es como son mas o menos los poderes de Amanda, o si quieren darse otra idea, vean Ben 10, los antiguos, no el nuevo y las películas en live action.

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