—Siento informarte que el alumno Kim no necesita tutor, Jeongguk. —Junghyun se apresuró a responder, la directora seguía observando embobada a su hermano menor.

—Oh, ¿De verdad? El cuatro en su exámen no dice lo mismo, hermanito. —Le respondió paseando la hoja del exámen por el rostro del avergonzado Taehyung.

—¡Dame eso ahora mismo!

El rubio le quitó la hoja con rapidez mientras sentía el calor aumentando en sus mejillas sonrojadas, de inmediato la guardó en su mochila ante la burlona sonrisa de su nuevo tutor.

—Joven Jeongguk, tengo que retirarme para resolver algunos asuntos en la junta ejecutiva de padres. —Informó la directora del plantel llamando su atención, el rosáceo de inmediato se puso de pie tomándose el atrevimiento de dejarle un suave beso en la mejilla como despedida. —Los alumnos son afortunados de aprender algo de sus conocimientos, le confío el grupo a usted y a Junghyun.

Jeongguk sonrió de manera victoriosa dedicándole una mirada de reojo a su asombrado hermano, se había salido con la suya con facilidad.

—No se preocupe, directora Mindy. No podré hacer un gran trabajo como usted pero daré mi esfuerzo.

—Oh, joven Jeongguk, es realmente adorable y dulce. —Murmuró Mindy avergonzada por las palabras del nuevo y encantador tutor, le brindó un corto beso de vuelta en la mejilla antes de retirarse. —Buena suerte.

Jeongguk esbozó una amplia sonrisa antes de acercarse al alumno, la mirada atenta de Junghyun estaba sobre él.

—¿Y bien? ¿Comenzamos contigo, Kim Taehyung?

—Yo estoy en medio de unos apuntes, ¿Sabes?—Se apresuró a poner excusas el adolescente con nerviosismo tomando la libreta de apuntes de Yoongi, el pálido le dejó tomarla ayudándole en la mentira como buen amigo. —¿Ves? Aún no termino, ¿Por qué no ayudas a otro?

—Esos no son tus apuntes, ni siquiera escribiste algo. —Habló Jimin desde su butaca sin que nadie se lo pidiera, Yoongi le dedicó otra mirada de enfado.

—Bueno, pero es la clase del maestro Junghyun y aún no termina su hora de clase.

—Eso es cierto, estamos en clase de historia y aún falta tiempo para que termine, Jeongguk. —Le dijo su hermano con fastidio, Taehyung suspiró y le agradeció con una pequeña sonrisa en sus labios. —Un tutor es después de clases.

Junghyun abrió sus ojos con temor cuando se dió cuenta de lo que dijo, la sonrisa maliciosa de su hermano Jeongguk no se hizo esperar. Realmente lo había metido a la boca del lobo, era un total tonto.

—¡Gracias por informarme, hermanito! Kim Taehyung, te veo después de clases para ayudarte. —Expresó con entusiasmo levantándose de la butaca en la que estaba sentado, le dedicó una mirada al grupo antes de salir. —Sigan estudiando bien mocosos, no quiero ser el tutor de ustedes, me fastidiarían.

Jimin frunció el ceño cuando el rosáceo se retiró del aula y de inmediato el salón se echo a reír.

—Guarden silencio, no le veo el chiste. —Regañó Junghyun malhumorado para posteriormente sentarse en su silla de vuelta al escritorio. —Quiero tres cuartillas ahora sobre la prehistoria.

Todos se quejaron en contra del profesor y Taehyung sólo pudo llevarse sus manitas a la cara maldiciendo por su mala suerte.

Al finalizar las clases, Taehyung intentó escabullirse del enfadoso de Jeongguk pero era inútil porque su nuevo "tutor" estaba justo al frente viéndolo con una sonrisa victoriosa, ¿Por qué tenía tanta mala suerte? ¿Acaso en su otra vida hizo algo malo para merecer esto?

—¿Así que te escapas de mí, Kim Taehyung?—La coqueta voz del joven rosáceo inundó sus oídos, Taehyung bufó con un puchero entre los labios. —Olvidé decirte que soy bueno atrapando a mis presas, en especial a tigrecitos tan lindos como tú.

—Yah, por favor, sólo vas a ayudarme en historia y ya. —Le advirtió acomodándose la mochila en el hombro, Jeongguk palideció cuando escuchó sus palabras. Era cierto, tenía que enseñarle historia y él muy apenas se sabía los números romanos. —¿En dónde queda tu casa?

—Oh, sí, sube al automóvil. Las hermosuras van primero. —El joven tutor le abrió la puerta de su preciado Lamborghini y Taehyung frunció el ceño antes de entrar por la puerta del copiloto. —Entraría yo porque también soy hermoso pero si hay alguien más hermoso que yo entonces afirmo que eres tú.

El rubio lo ignoró posando su mirada en la ventana, no pudo evitar sacarle el dedo de en medio a Jimin cuando lo vió caminar a la parada del bus.

Maldito Jimin castroso.

Jeongguk soltó una gran carcajada cuando notó el gesto, emprendió marcha al automóvil dispuesto a no perder más tiempo. Todo minuto con ese bonito niño era valioso, en especial si quería conquistarlo y hacerlo novio del grandioso Sung Jeongguk.

—¿De qué te ríes?—Le cuestionó Taehyung malhumorado, sus ojitos miraban con fastidio a su tutor.

—Hey, primeramente deberías respetarme porque soy mayor que tú y porque soy tu tutor.

El adolescente le ignoró olímpicamente de nuevo y sacó su móvil dispuesto a no hacerle caso en todo el camino pero sus planes se fueron a la borda, Jeongguk no era especialmente un tipo callado.

—Tienes que decirme hyung.

—No.

—Dime hyung o le digo a la directora que no pones atención a mis tutorías. —Expresó Gguk serenamente manteniendo su fija mirada en la avenida.

—¡Decirte hyung no es una tutoría, tonto!

—Lo es para mí, dilo ahora.

—No. —Volvió a repetir el rubio negándose rotundamente decirle así al fastidio de su tutor.

—Bien, sacaré mi móvil y le diré que no estás interesado en pasar la materia.

El tutor de cabello rosáceo sacó su móvil fingiendo que llamaba a la directora Mindy, Taehyung arrugó su naricita probablemente más enfadado que nunca.

—¡Está bien! ¡Está bien, hyungie!

—Cosita adorable. —Murmuró Jeongguk deteniéndose un momento por el cambio del semáforo a rojo, se dedicó a mirarlo con una sonrisa burlona al ver su carita molesta. —Ahora dime futuro esposo.

Y Gguk mentiría si dijera que el manotazo que Taehyung le dió después de decir eso no le dolió.