0012
Al parecer los días avanzaban y yo no me daba cuenta, incluso no sabía exactamente la hora en que Taehyung venía a darme mis comidas diarias, era frustrante estar encerrada aquí.
De nuevo me encontraba llorando en ese pequeño y oscuro cuarto, queriendo disfrutar de mi vida como una persona normal, disfrutar de los días soleados, escuchar los malos chistes de Jin, ver a mi madre sonreír y ver a Jae jugar.
Todos esos pensamientos me hicieron lanzar el cuchillo lejos de mí, cuchillo qué tomé a escondidas de Taehyung cuando vino a dejarme el almuerzo. ¿Cómo carajos iba a resolver mi vida con sólo cortarme las muñecas? Esa idea no iba a regresar a mi vida normal. Tenía que salir de este maldito infierno, tenía que salvarme.
Me levanté del suelo cuando recordé el diario de Taehyung, por suerte no ha venido a buscarlo, fui directo a la cama, estaba escondido bajo la almohada, lo tomé y empecé a hojearlo hasta encontrar la página donde me quedé, era como un libro. Limpié mis lágrimas para ver con claridad.
20 de septiembre
Mi padre lucía diferente cuando no bebía, se convertía en un maldito demente cuando estaba ebrio, mi madre era la que sufría las consecuencias y en algunas ocasiones, yo. Cada día que pasaba, era lo mismo y sentía tanta pena por nosotros, incluso llegué a pensar que mi padre cambiaría, pero nadie puede cambiar a un hijo de puta, ¿cierto?
Ayer fue la primera vez que escuchaba como mi padre follaba a mi madre con fuerza, sus gemidos, sus malditos gemidos me daban náuseas, todo porque mi padre discutió con una de sus tantas golfas esa noche y mi madre pagó como siempre a sus actos de mierda, primero la golpeó como todas las noches y después la tumbó sobre la cama, llenándola de su asquerosa saliva, ella no se rehusó, sus ojos estaban llenos de miedo a ser golpeada una vez más.
Él lo llamaba 'hacer el amor', el idiota pensaba que estaba hablando con una de sus golfas. Aunque mi madre me lo ocultará yo podía darme cuenta de las enormes manchas de sangre que tenía su bata de dormir y como si no hubiera pasado nada, ella siempre con una sonrisa me decía: Buenos días, cariño, ¿Qué quieres desayunar?. Me rompía el alma ver a mi madre así. A pesar de sus enormes moretones, me sonreía como si nada hubiera pasado, tratando de ocultarlos con esa sonrisa hermosa.
Tete
Taehyung en parte me daba pena, pero aun así no encontraba la respuesta que quería encontrar, el maltrato qué recibió y vio desde su infancia, lo afectó. Trataba de encontrar una respuesta clara en mi mente del porque YO me encontraba aquí, leí cada página de su diario, nunca hubo día que no escribiera en el mes de septiembre. Hasta que llegué a Octubre.
06 de Octubre
Todos los días nos encontrábamos solos mi madre y yo, el silencio era algún tipo de cura de todo lo que sucedía por las noches, esta misma tarde le dije a mi madre que nos fuéramos de está casa, que ese hijo de puta no nos podría encontrar, pero ella me dijo que No. No entendía porque no quería irse de ese lugar, habían razones de sobra por las cuales irse y ella no quería. 'Tu padre es policía, sea a donde sea que vayamos, él nos encontrará'.
Yo aún así no entendía, quiero largarme de este lugar, sé que resulta difícil para los dos, pero de alguna manera tendremos que salir de este infierno. Lo que podía asegurar es que no había nadie quien nos acogiera, mis familiares más cercanos dejaron de hablarnos por el miedo a mi padre. Malditos cobardes. Yo no seré un cobarde.
Tete
Leer cada nota de Taehyung, me daba a entender el infierno que había vivido durante mucho tiempo y que parecía ser otra persona diferente a la que realmente se mostraba ante mí, en sus notas parecía un chico inocente, quien amaba y adoraba a su madre.
11 de Octubre
Mamá siempre había deseado comer un trozo de pastel de durazno, lo que era casi imposible, porque era muy costoso y el poco dinero que teníamos, papá se lo gastaba en los clubes y en el alcohol. Por suerte, ahorré el dinero que me sobraba después de la escuela, así podría comprarle un pastel de durazno a mamá.
Tete.
12 de Octubre
Hoy era el día especial de mamá, su cumpleaños, estoy deseando ver su cara al probar el pastel, ella se pondrá contenta, haré su sueño realidad.
pd. Escribir en el autobús es muy mala idea.
Tete.
13 de Octubre
Ayer al llegar a casa, escuché los fuertes gritos de ayuda de mamá, mi padre estaba encima de ella golpeándola, cada vez su puño se llenaba más de sangre, repitiendo una y otra vez que era una hija de puta, aunque mi respiración se cortaba y mis ojos se llenarán de lágrimas al ver, dejé caer el pastel, tomé una botella de alcohol de las que tomaba mi padre y la quebré de la base, con el corazón acelerado corrí hacía a él y se lo clavé en el torso, recuerdo haber visto su mirada en mí, volví a clavar cuando vi que su brazo se movió, así las veces que fueran necesarias para que su cuerpo ya dejará de funcionar. Dejé caer la botella, observé mis manos llenas de sangre y rápidamente me acerqué a mamá quien ya estaba agonizando, la sostuve entre mis brazos, me miró, no pude salvarla.
Tete.
14 de Octubre
Hoy observé cómo el cuerpo de mi madre se iba descomponiendo poco a poco y como los insectos se la comían, comí un poco de pastel del suelo por ella, aunque las moscas estuvieran alrededor, y era cierto que mamá era tan dulce como el pastel de durazno. También observé el cuerpo de mi padre, quien se había quedado con la misma expresión que me vio por última vez, maldito imbécil, ¿cómo se atrevía?
Los policías llegaron por una queja, de la cual yo no hice, el olor no era ningún problema, me observaron con una expresión seria y a la vez asustados en sus rostros, sabía que esto iba a suceder, así que quebré la botella en pedacitos con la que maté a papá.
Tete.
15 de Octubre
Hoy fue el funeral de mamá y mi padre en el mismo cementerio, papá era policía así que tenía a mucha gente alrededor de su tumba, pero mamá, sólo me tenía a mí.
Después de horas, unas personas se acercaron a mí diciendo que me iban a brindar ayuda por ser menor de edad, que cuando tuviera edad suficiente, podría buscar trabajo e irme.
Tete.
Escuché el sonido de las teclas cuando Taehyung pone el código, escondí rápido el diario debajo de las sábanas, tan pronto lo vi aparecer en la puerta con una bandeja de comida.
— Es hora de la cena — Cerró la puerta con el pie al entrar por completo.
— Qué emoción — dije con ironía, en cuanto a esto, él me observó.
— ¿No tienes hambre? — Preguntó dejando la bandeja de comida en la pequeña mesa, mientras seguía mirándome.
— Si… — Respondí observando el cuchillo que había lanzado antes, y que había olvidado esconder. Él tan pronto lo notó y vio el cuchillo, se acercó a él y lo tomó.
— ¿Qué querías hacer con esto? — Lo miré y me quedé en silencio unos segundos.
— Quería matarte, imbécil —Mojó sus labios y se acercó a mí con lentitud, se sentó a lado de mí, aún con el cuchillo en la mano.
— Si querías matarme, ¿cómo ibas a salir de aquí? — Me vio directo a los ojos — Sólo ibas a ver como me pudría, como los gusanos se comían mi cuerpo hasta devorarlo por completo, soportando el mal olor de mi cadáver mientras tú vomitas lo poco que tenías en el estómago, no ibas a salir de aquí, porque la puerta estaría cerrada y nadie vendría a rescatarte — Su semblante era tan frío, tenía un miedo intenso de él — ¿Y sabes que sería lo mejor? — Negué con la cabeza — Que tu ibas a morir después de mí lentamente y nadie más te podía amar y desear como lo hice yo…
Juré sentir un escalofrío en toda mi espalda en ese momento, él tomó mi mano con delicadeza y me entregó el cuchillo.
— Sería un honor morir contigo, mi amor… — Dijo para finalizar, se levantó del suelo y se dirigió hacia la puerta metálica, sólo escuché el sonido de los dígitos y salió. Doblé mis rodillas para abrazarlas mientras lloraba a mares, dejando el cuchillo de lado, no había manera de salir de aquí.
No la había…
...
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