El pelinegro se río de la expresión de la joven, la tomo del mentón como si de una cosa se tratara. Pues empezó a ponerla de perfil y luego a acariciar su rostro, pero la joven albina reacciono y le dio una fuerte bofetada.

Aquella bofetada, hizo que el joven se aturdiera, dando unos pasos atrás y finalmente, regresara a la realidad. La chica lo fulminaba con la mirada.

─ Vete de aquí, o te juro que llamare a la encargada Midnight que estas destrozando la biblioteca ─amenazó, mientras se daba la vuelta y se alejaba.

─ Que mujer... ─murmuró con una voz satisfactoria, mientras le acariciaba la mejilla abofeteada. Sonreía como un bobo.

Sin dudarlo, fue detrás de ella y se puso a su lado. Como si fueran los mejores amigo, cosa que a la joven le irritó más pero trato de ignorarlo, cosa que Dabi noto.
El no se iba a dar por rendido, cuando veía a una mujer que le interesaba hacía lo imposible por su atención. Y ella no sería la excepción.

─ ¿Cómo te llamas? ─preguntó con una sonrisa que demostraba su seguridad y arrogancia.

─ ¿Porqué rayos me estas siguiendo? ─preguntó sin mirarlo, pero su tono de voz era uno que expresaba su incomodidad ante la compañía de este.

─ Un gusto en conocerte, soy Touya ─respondió, aunque su pregunta no tenía nada que ver con el tema.

Ella acelero el paso, queriendo ignorarlo pero el nuevamente se acerco. Es más saco su celular, obviamente lo tenía escondido entre su ropa para evitar que se lo quitaran. La tomo del brazo, deteniéndola.

─ Dame tu numero.

─ ¿Acaso no entiendes? Quiero que te vallas ─le recordó con una voz algo irritada.

─ Y yo quiero salir contigo, ¿o no entiendes? ─contraataco el pelinegro, manteniendo su buen animo.

─ ¿Debo hacerte entender que no deseo pasar tiempo contigo? No te conozco pero ya me caes mal ─declaró, zafándose bruscamente de su agarre y cruzando brazos, para continuar:─ ¿Touya, cierto? Déjame decirte, que no quiero y no te pasare mi numero.

─ ¿Y porque no? Mira, quizás si fui lanzado hace un momento pero- ─fue interrumpido por la albina.

─ No me interesan tus falsas disculpas, guárdatelas para alguien que si se lo crea... ─comentó enojada, desviando su mirada.

El pelinegro bajo la mano donde estaba su celular, donde lo guardo en su bolsillo del pantalón. Manteniendo su sonrisa. Le parecía un desafió.

La joven no soportaba la expresión de despreocupación que tenia el, finalmente se fue del lugar muy molesta. ¿Tan opuestos eran? Si.
¿Esto tendría un final feliz? Quizás.
¿El corazón de Touya se aceleraba? También.

La albina regreso, junto con la profesora y que a la vez era encargada de la biblioteca. La joven, sostenía en su cabeza una toalla caliente para aligerar el dolor del golpe del libro.

─ ¿Entonces, donde esta el desastre...? ─preguntó mirando el lugar donde sucedió.

Takami miro el lugar, todo estaba ordenado y limpio. Le parecía algo extraño, hace un momento todo estaba de cabeza por culpa del pelinegro.

─ Le juro por dios que no se... ¡hace un rato el había desordenado todo! ─declaró algo confundida.

─ Que extraño de parte de Touya, nunca suele venir aquí ─suspiró, mientras pensaba y luego sugirió:─ Quizás se sintió mal y decidió ordenado todo de nuevo...

Internamente era difícil de creerlo

─ No puedo decir nada, no lo conozco... ─mencionó, algo molesta.

─ Si deseas, mañana puedo pedirle que no te moleste más, Takami

─ Se lo agradecería mucho, profesora... ─dijo con una voz suave.

─ Bueno querida, aun tengo clases y tu también deberías regresar a tu salón.

─ Si, ahora voy.

La profesora se retiro del lugar, dejándola sola nuevamente. Ella se introdujo a aquel lugar, observando todo detenidamente. Todo estaba en su lugar e incluso parece que había limpiado las portadas de los libros viejos. Lo que le dejo algo pensativa.

La albina por accidente piso algo, bajo su mirada y era un libro pero, estaba abierto y tenía una invitación. Se puso agacho y tomo el libro, para luego guardarlo y en su otra mano sostener la invitación.

Leía la invitación, se sorprendió pues era de su cumpleaños. NO lo conocía del todo y el la consideraba ya ¿cercana? Ella estaba tratando de averiguar en si el era confiado o un estupido loco.

"¡Que descarado es este tipo!" Pensó Takami.
Jamás había conocido a alguien tan sinvergüenza como Touya, eso si lo tenía claro.

El pelinegro miraba a todos salir de la escuela, esperaba en la entrada la joven. No la encontraba por ningún lado.
Finalmente, la vio salir de la escuela. El juraría que veía a el sol, tan resplandeciente. No dudo en acercarse nuevamente pero ella al contrario, solo acelero la velocidad en la que caminaba y se subió a un auto negro. Cerrándola puerta.

Obviamente, el Todoroki no logro su cometido. Vio como se alejaba el vehículo de ahí. Frustrándolo.

─ Que complicada es... ─murmuró para si mismo, pero alguien lo escucho.

─ ¿Eh, Qué complica es ella? ─preguntó Himiko Toga detrás de el.

─ Parece que solo seremos Tenko, tu y yo en mi cumpleaños... ─anunció frustrado.

Himiko se río de su desgracia. Ambos eran amigos desde que iniciaron la secundaria, siempre veía como Touya iniciaba una relación con alguien y pronto, la dejaba. Pero esta vez, noto que era diferente o eso parecia

─ Supongo que es tu nuevo desafío, ¿cierto? ─pregunto con un tono animado.

─ No, esta vez no... ─informó, mientras sacaba unas llaves de su bolsillo─, vámonos.

─ ¡Tenko dijo que lo esperemos en el carro!

Informó Toga. Ambos amigos se subieron al carro de Touya, que había sido regalado por sus abuelos.
El solía ir a donde quisiera y con sus amigos, pero esta vez, le hubiera gustado tener a la albina a su lado. Le interesaba conocer ese lado ¿Cariños y sensible? Si.

Se perdió en sus pensamientos mientras su amiga no dejaba de hablar.
Aquella albina, había ocupado un lugar en su cabeza. No dejaba de pensar en ella. Pero algo debía saber, que no se rendiría con ella tan facil.