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𝐂𝐀𝐏² ━━━ Se mi mentor

CAPÍTULO 2
(SE MI MENTOR)

──¿Estás bien? -preguntó el doctor, acercándose para ayudarla. ──¿Quién es tu médico? ──El mayor se inclinó hacia la chica, su rostro reflejando preocupación genuina.

Lanier cerró la puerta tras de sí y dirigió su mirada a la joven, que respiraba con dificultad. La habitación, en penumbra, parecía intensificar la tensión del momento. Cada respiración entrecortada de la joven llenaba el silencio, mientras Lanier se acercaba con cautela, preocupado por su estado.

──El profesor.──respondió ella, sosteniéndose de la mesa para no perder el equilibrio. Su voz era apenas un susurro, cargada de esfuerzo, mientras intentaba mantenerse de pie a pesar de su evidente malestar.

──¿Alguna vez te examinó? ──preguntó el rubio, acercándose por detrás y sosteniéndola con cuidado. Su preocupación era evidente mientras intentaba ofrecerle apoyo y estabilidad.

──Tiene demasiado miedo a equivocarse.──dijo la joven con una respiración entrecortada. Una mano descansaba en su cintura mientras se seguía apoyando en la mesa, su voz apenas un susurro que reflejaba tanto su agotamiento como su frustración.

──Quítese el vestido.──dijo Lanier, esta vez con un tono de preocupación en su voz mientras se acercaba. Sabía que el doctor necesitaba revisarla cuanto antes. La dama lo miró con horror, como si lo que hubiera dicho fuera lo peor del mundo. Sin embargo, Lanier no tenía intenciones malas; su preocupación era genuina y estaba motivada por la urgencia de la situación.──Él necesita escuchar su respiración. Quítese el vestido. Yo esperaré fuera si es necesario.──dijo con firmeza en su voz, mientras la miraba con una expresión que buscaba transmitirle comodidad. Si ella le pedía que se fuera, él lo haría sin dudarlo. Siempre había aprendido que la comodidad del paciente era crucial, aunque, en una situación tan grave, la prioridad era asegurar que recibiera la atención adecuada.

La joven dudó por unos segundos, pero finalmente accedió a la petición. Con algo de ayuda de Lanier, cuya preocupación era palpable, comenzó a despojarse del vestido. Sin dejar caer la falda, dio algunos pasos hacia un rincón más apartado y se la quitó allí. Lanier desvió la mirada respetuosamente, pero notó que Dawkins observaba sin disimulo. Lanier lo miró severamente y le dio un leve golpe en el hombro. Dawkins se quejó, pero guardó silencio, comprendiendo el reproche implícito en el gesto.

La mirada de Lanier se posó en el estetoscopio y, con un movimiento decidido, lo tomó y se lo entregó a Jack. El gesto, aunque práctico, no carecía de una cierta elegancia. Jack lo miró con un leve asentimiento de agradecimiento, un pequeño destello de reconocimiento en sus ojos que reflejaba una complicidad inesperada en medio de la tensión.

Jack se acercó a la joven bajo la atenta mirada de Lanier. Con precisión, colocó el estetoscopio en la espalda de la mujer, lanzando una rápida y cargada mirada hacia Lanier antes de volver a concentrarse en su examen.

Lanier, observando cada movimiento con una mezcla de atención y sospecha, sabía que su presencia en esa habitación no era fortuita. La joven era perceptiva e inteligente; Lanier sospechaba que ella comprendía que él había notado el collar que Dawkins y el hombre habían robado. Esta conciencia mutua añadía una capa de complejidad a la situación, que ninguno de los presentes podía ignorar.

──Ahora, respira con calma. Respira conmigo.──pidió el médico, mientras mantenía su mirada fija en la joven.──Adentro...──La joven tomó aire, siguiendo las instrucciones con un esfuerzo visible.──Y afuera. Bien.──Su tono era suave pero firme, guiando a la joven con una paciencia que contrastaba con la tensión del momento. Su presencia calmante y su voz tranquilizadora buscaban estabilizar el ambiente, ofreciendo un breve respiro en medio de la tensión que los rodeaba.──De nuevo. Adentro. Afuera.──La mirada de Jack se desvió hacia Lanier, que observaba el proceso con una intensidad marcada. Lanier, con una mano descansando pensativamente en su mentón, no podía evitar un leve atisbo de admiración en sus ojos, mientras Jack mantenía el foco en su tarea. La conexión entre ambos, aunque cargada con un poco de rivalidad, también contenía un pequeño destello de respeto mutuo en medio de la tensión.──De acuerdo. Iré por delante.──El mayor se acercó un poco más a la joven, colocando el estetoscopio en su pecho con una concentración profesional. Lanier, cruzado de brazos, observaba la escena con una sensación de intrusión. La atmósfera, cargada de una tensión que parecía casi íntima, le daba la impresión de estar interrumpiendo una escena de pareja, como si su presencia fuera un elemento discordante en una interacción más personal.──Otra vez. Adentro. Bien, y afuera.──indicó el médico, guiando la respiración de la joven con firmeza, mientras Lanier se preguntaba si realmente encajaba en ese momento.──Adentro. Afuera...──La habitación se sumió en un silencio contemplativo mientras el médico seguía escuchando el latido del corazón de la joven. Lanier observaba la escena desde una distancia prudente, sintiendo una extraña mezcla de intrusión y fascinación. La atmósfera, cargada de una quietud intensa, parecía acentuar la conexión silenciosa entre el médico y la paciente, dejando a Lanier con una sensación de desubicación en el delicado momento.

La chica hizo una señal a Lanier para que se acercara. Con atención, el joven pelinegro avanzó hacia ella, su mirada fija en sus movimientos. Sin previo aviso, la joven deslizó su mano en el bolsillo de Lanier y sacó el collar que había escondido allí.

──Eres un simple ladrón.──dijo ella, mostrando el collar con una mano temblorosa. Su voz, aunque débil, llevaba un tono de acusación que resonaba con claridad. La joven se levantó, decidida a dirigirse hacia la puerta. Una sonrisa, cargada de satisfacción, apareció en los labios de Lanier. Con los brazos cruzados, observaba la escena con una mezcla de interés y placer, claramente disfrutando del desenlace que se desarrollaba ante él.──¿Llamo al capitán Gaines ahora o después?

──No, espera, espera.──Hablo colocándose frente a ella.

──Puedo decírselo yo, no te preocupes.──dijo Lanier, avanzando hacia la puerta con decisión. Sin embargo, Jack se interpuso en su camino, plantado frente a él con una firmeza que dejaba claro que no tenía intenciones de moverse. La tensión entre ellos se palpaba en el aire, marcando el desafío implícito en el enfrentamiento.

──No... no. Darius me hizo trampa en las cartas. Me va a cortar la mano si no le pago una deuda absurda.──dijo Dawkins, dirigiéndose a ambos con desesperación. La joven, sin embargo, lo miraba con una sonrisa enigmática, como si pagar aquella deuda fuera algo de una facilidad asombrosa. Su expresión sugería una confianza serena, en contraste con la angustia evidente del doctor.

──Entonces, págale con tu propia dinero.──la joven miraba a Jack con sus manos en la cintura.

──¿Con qué dinero? Me pagan migajas──dijo Dawkins con frustración, mirando a ambos con una mezcla de desesperación y enojo. Mientras hablaba, el mayor volteó al escuchar los pasos de los guardias afuera, su expresión endureciéndose ante la inminente amenaza de ser descubierto.

──Tienes dos opciones: grito "guardias" y te cuelgan.──dijo la joven con una determinación fría.

──No sería lo ideal.──respondió el rubio, mirando a la joven con un matiz de preocupación. Mientras tanto, Lanier observaba la escena con una expresión de diversión contenida, como si el conflicto ante él fuera un espectáculo entretenido.

──O me conviertes en la primera mujer cirujana y guardo tu secreto. Oh, y usted, señor...──dijo ella, buscando el nombre de Lanier, quien aún no se había presentado. Su mirada se posó en él con una mezcla de curiosidad y desafío, esperando que el joven revelara su identidad mientras el destino del intercambio estaba en juego.

──Lanier, Lanier Leroy, milady.──Contesto el chico con elegancia mientras la mirada de Jack se posaba en él y la joven le daba una sonrisa.

──¿Desea algo que el Doctor Jack Dawkins pueda proporcionarle?──preguntó ella, con un tono que insinuaba que Jack había ofrecido sus servicios, aunque en realidad no había sido así. Su voz tenía un matiz de ironía mientras dirigía la pregunta a Lanier, enmarcando la situación con una mezcla de audacia y perspicacia.

──Sí, de hecho, sí... ──respondió el chico, con una mirada retadora en su rostro.──Quiero que seas mi mentor, enséñame todo lo que sabes y... también guardaré tu secreto.──Dijo el chico mientras rascaba distraídamente la palma de su mano, como si la magnitud de su oferta no tuviera mayor importancia para él. Su actitud relajada contrastaba con la seriedad implícita de su petición, añadiendo una capa de desafío a la conversación.──Claro, siempre puedes elegir la soga...──Lanier levantó los hombros con un gesto despreocupado, solo para dejarlos caer de nuevo. Su mirada se posó en Jack, quien lo observaba con una intensidad palpable, la tensión en el aire marcando la seriedad del momento.

──¿Y bien?──preguntó la joven, cruzándose de brazos con una actitud desafiante. Jack observaba a ambos con una expresión de fastidio, su mente trabajando para encontrar una respuesta adecuada mientras la tensión en la habitación crecía.

El rubio giró la cabeza para mirar la puerta, luego dirigió su atención hacia la dama. Su expresión mostraba una mezcla de incertidumbre y resignación, como si evaluara las posibles consecuencias de cada opción mientras ponderaba su próxima acción.

──Estoy pensando...

La joven y el mayor de los Leroy sabían que el doctor no tenía otra opción más que aceptar la propuesta. Sus miradas reflejaban una mezcla de anticipación y certeza, conscientes de que tenían al doctor acorralado y sin salida.

──Se le acaba el tiempo, doctor.──dijo Lanier, tratando de apurarlo y añadiendo más presión a Dawkins. Sus palabras estaban cargadas de una urgencia calculada, aumentando la tensión en la habitación y forzando al médico a tomar una decisión rápidamente.

El rubio lanzó una mirada hostil al joven pelinegro, que lo observaba con una sonrisa provocadora. La tensión entre ellos era palpable, como si cada gesto y mirada fuera una batalla silenciosa por el control de la situación.

──Bien, lo haré ──dijo Jack, colocando sus manos en la cintura con un gesto de resignación. Su voz revelaba una mezcla de derrota y aceptación, mientras se preparaba para cumplir con la propuesta que le habían impuesto.

Una sonrisa victoriosa se dibujó en el rostro de Lanier, mientras sus ojos brillaban con satisfacción. Jack lo miraba fijamente, su expresión reflejando una mezcla de descontento y resignación ante la victoria de su rival.

──Mañana comenzarás a enseñarnos, no aceptaremos un no.──dijo la joven, fijando su mirada en el rubio con determinación. Su tono firme dejaba claro que no había margen para la negativa, consolidando su control sobre la situación.

Dawkins soltó un bufido de frustración y extendió su mano derecha, esperando a que ella le entregara el collar. Su gesto era una mezcla de resignación y desdén, reflejando su desagrado por la situación.

La joven le dio el collar a Jack con un poco de desconfianza, sus dedos temblando ligeramente mientras Lanier observaba de cerca. Ambos sabían que ahora compartían un secreto gigantesco, uno que podían usar a su favor si fuera necesario. El peso de ese conocimiento se sentía en el aire entre ellos, una promesa tácita de complicidad y estrategia futura.

( . . . )

Los tres conversaron durante un buen rato sobre la hora en la que se encontrarían en el hospital. Después de ponerse de acuerdo, supieron que debían bajar. Lanier sabía que era hora de irse; seguramente su hermana lo estaba buscando.

──Antes de que se vaya... prométame que no dirá nada sobre el doctor Jack Dawkins.──dijo la joven en un susurro, mirando a Lanier con ojos implorantes. Jack, con las manos en la cintura, parecía ajeno a la conversación, probablemente sin haber escuchado lo que ella había dicho.

──De mí no saldrá nada, señorita.──respondió Lanier, sus palabras cargadas de una promesa silenciosa. La mirada del pelinegro se desvió de la joven hacia Jack, que estaba cruzado de brazos. Sus ojos se encontraron brevemente, y una corriente de tensión y desafío pasó entre ellos, intensificando el momento.

──Genial, le agradezco...──dijo la joven, dándole una pequeña palmada en la espalda con suavidad.

Lanier sabía por qué estaba allí. Comprendía que, si no hubiera presenciado el momento en que el anciano escondía el collar en el bolsillo de Jack, probablemente ya estaría en el carruaje de regreso a casa.

¿Había sido bueno verlo? Al menos ahora había logrado encontrar a alguien que podía enseñarle todo sobre ese mundo médico, una oportunidad que podría cambiar su futuro y ampliar sus horizontes de una manera...algo inesperada.

TOO SWEET || -itsjosxs

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