Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

veintiséis.

Mi día de descanso pasó tranquilamente, Rodri me había llevado a su casa para enseñarme a jugar "LOL" y después de algunas horas me había vuelto mejor que él, tanto que podía ganarle con facilidad

Por fin era jueves, el día de volver al hospital. Entré como normalmente y la gente ni siquiera me miraba, era como si realmente hubieran olvidado el insidente con el doctor así que me sentí un poco más liberada

Pasé a la cafetería para comprar la gelatina de todos los días y después me dirigí a mi área correspondiente. Llegué a la habitación del tata y entré

—Buenos días tata.— sonreí, él mantenía una mirada fría sobre mí —¿Tata?.—

—¿A quién le dices "Tata"? ¿Quién eres?.— cuestionó como si estuviera a la defensiva

—Por favor Tata, no estoy para juegos.— murmuré un tanto nerviosa —Le voy a tomar los signos.—

Me acerqué un poco para empezar con nuestra rutina pero él parecía realmente inquieto, como si no quisiera que lo hiciera

—Le traje su gelatina.— recordé mostrandosela —Puede comer mientras me deja revisarlo y...—

Con un manazo hizo que tirara la gelatina al suelo

—¡No sé quien eres, dejame en paz!.— gritó paranoico

Empecé a limpiar la gelatina del suelo y simplemente la dejé a un lado

—Soy su enfermera.— intenté ser paciente

—No te recuerdo.— se cruzó de brazos

Sabía que la enfermedad del Tata llegaría a un punto donde no recordaría nada pero no podía ser tan rápido ¿o sí?

Justamente el doctor entró y al verme simplemente suspiró

—Necesito hablar con usted señorita pero hagamoslo en el pasillo.— pidió y asentí

Salió mientras yo lo seguía, cerramos la puerta para que el tata no pudiera escuchar nada

—Pensé que ya no la vería por aquí.— dijo —Me alegra saber que es fuerte y pudo denunciar al otro doctor, al menos una hizo que tuviera su merecido.—

Sonreí un poco, en este momento necesitaba saber sobre el Tata, no sobre mi "valentía"

—¿Qué pasó con mi paciente?.— cuestioné

—El día de ayer tuvo un fallo respiratorio que lo dejó sin oxigenación por algunos minutos gracias a la negligencia de su otra enfermera.— contó y fue como si me cayera un balde de agua fría —Usted debería saber que cuando el cerebro se queda sin oxígeno algunas células empiezan a morir, gracias a esto los neurotransmisores son afectados y causa daño cerebral... Por desgracia hizo que avanzara más rápido la demencia del señor Martín y ahora empezará a perder conocimientos con mayor rapidez.—

Sabía que si ahora empezaba a perder recuerdos tan recientes como lo era conocerme faltaría poco para que empezara a perder el poder hablar

—¿No necesitará una enfermera de tiempo completo?.— cuestioné preocupada

—Si.— respondió sin más —Por eso hablé con la directora de área y pensé en usted para ofrecerte un cambio de horario.—

—No dejaré a mi paciente.— aclaré

—El cambio sería quitarle su guardia de 48 horas.— avisó —Pero a cambio de eso le quitaría su día de descanso, usted vendría todos los días de 7:00 am a 10:00 pm.—

¿Jornadas de 15 horas? ¿Y en que momento podría escaparme para ver a Rodri?... Cuidar a alguien como el Tata empezaría a ser un reto más difícil

—Tiene hasta el final de su turno para decidirlo.— dijo y asentí agradecida —Por otro lado, hemos intentado contactar a los familiares del paciente para informarles la nueva situación pero no hemos podido localizar a ninguno.—

—¿Y cómo podría ayudarles con eso?.— pregunté confundida

—Un día Don Martín me presentó a su nieto, usted estaba ahí también.— recordó —Y si no mal recuerdo, es el mismo chico que golpeó al doctor antier.—

Había olvidado que el Tata había presentado a Rodri como su nieto

—No me interesa meterme en la relación que tenga con el nieto del paciente pero contactelo para que venga a ver a su abuelo, creo que le haría bien.— dijo y se despidió con una sonrisa para después irse

Ahora tenía un sentimiento agridulce en el estómago... La última vez que había visto al Tata lo había abrazado, me había protegido y me había hecho sentir a salvo.. Ahora solo eran recuerdos que yo tenía, él ya no me recordaba

Saqué mi celular para enviarle un mensaje a Rodri

"Si estas libre, ¿puedes
venir al hospital?"

No sabía si se lo estaba pidiendo por el Tata o por mí, realmente me dolía la situación y necesitaba un abrazo que nadie me daría si no fuera él

"Voy saliendo para
allá, ¿vos estás bien?"

"No te preocupes, no es por mí,
es por el Tata"

Guardé mi celular y entré de nuevo a la habitación, ahí estaba aquel señor que de nuevo se había vuelto malhumorado

—Creo que empezamos con el pie izquierdo.— exclamé con la mejor sonrisa que me salió

—No vengas con esa sonrisita hipócrita, todas las enfermeras son iguales.— se quejó —No me comprarás dándome gelatinas.—

—Lo siento por eso.— hablé sintiéndome mal por la situación —Es solo que a mi abuelo le gustaban y por eso pensé que...—

—Deja de pensar entonces, solo has tu trabajo.— me interrumpió —En mis tiempos las enfermeras no eran tan charlatanas.—

¿Cómo podría hacer mi trabajo si él no me dejaba tomarle los signos?. Suspiré y continué con mis labores; le suministré sus medicinas, arreglé las cosas de su habitación, acomodé un poco sus almohadas y después de casi una hora él se quedó dormido

Aproveché para tomarle sus signos y anotarlos en mi libreta para llevar su control. En ese momento alguien abrió la puerta y pude ver que era Rodri, al verlo simplemente corrí hasta él para abrazarlo

—¿Qué pasó con el Tata?.— preguntó preocupado

—Ayer tuvo un ataque respiratorio y su enfermera no lo notó hasta minutos después, gracias a eso su cerebro se quedó sin oxigenación y le dañó algunos neurotransmisores, por eso su enfermedad se volvió más grave y...— intenté explicar pero él me soltó y me miró confundido

—Siento que me hablas en otro idioma.—dijo —¿Podes explicarlo como si quisieras que un niño lo entendiera?.—

Intenté buscar la manera correcta hasta que la tuve

—Imagina que nuestro cerebro es un árbol de navidad lleno de foquitos de colores.— pedí y él asintió —Cuando el oxígeno no llegó al cerebro del Tata hizo que varios de esos foquitos se descompusieran, el problema con él es que ya muchos de sus foquitos no prendían por su enfermedad y ahora que más se apagaron digamos que tiene un daño más grande.—

—¿Y si le conectan oxígeno? ¿No volverían a prender?.— intentó solucionar y negué

—No Rodri, no funciona así.— dije —Cuando los foquitos se apagan ya no vuelven a encenderse.—

—¿Ahora que pasará con él?.— preguntó mirando al Tata que seguía dormido

—Empezará a olvidar todo, ya inició olvidando su memoria a corto plazo, por eso ya no me recuerda a mí.— lo último lo murmuré bajando la cabeza —Su familia no ha respondido pero el doctor piensa que tú eres su nieto así que me pidió que te llamara para que vieras a "tu abuelo".—

La mirada de Rodri era de ternura y después simplemente asintió

—No creo que el Tata entienda que está olvidando las cosas y debe ser triste olvidar toda su vida estando solo.— susurró cerca de mi oído, supuse que no confiaba en que el viejito estuviera dormido —¿Y si vos y yo nos convertimos en su familia durante este tiempo?.—

—¿A qué te refieres?.— cuestioné

—Él me presentó como su nieto y vos sos mi novia.— explicó —Somos su familia mientras dure la enfermedad ¿no es así?.—

En teoría el tata me había dicho que era su nieta antes de decírselo a él, aun así estaría contenta con ser la novia del último nieto que él eligió... No sabía que tan catastrófica sería esta experiencia pero tomaría el riesgo, este no era momento para dejar el hospital.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro