treinta y nueve
Tuve que alcanzarlos y agarrar a mi novio para que mamá lo soltara, ella me miró un tanto mal pero después prefirió seguir con su hipócrita sonrisa
Salimos del hotel y durante todo el camino parecía que mamá quería conocer más a Rodri así que le preguntaba bastantes cosas que mi novio le contestaba sin objeción, al menos así la mantenía entretenida y me dejaba pensar en paz
Llegamos a un restaurante, entramos y nos sentamos en una de las mesas disponibles. De inmediato nos atendieron así que miré atentamente el menú para ver que pedir
-Me sorprende que mi hija pudiera conseguirse un novio como tú.- le sonrió mamá -Todos pensaban que era una rarita que quedaría soltera toda su vida.-
Seguido de eso empezó a reír haciéndome sentir un tanto incomoda, Rodri tomó mi mano por debajo de la mesa, era para darme su apoyo
-Creo que yo soy más raro que ella.- exclamó Rodri -La gente que pensaba algo malo lo hacía por envidia, su hija siempre se destacó por ser bastante metida en sus estudios, es obvio que no tendría tiempo para una relación.-
-Eso lo entiendo pero ¿eso era excusa para que fuera una rata de biblioteca?.- siguió con su burla
Todos sabían que el concepto de "rata de biblioteca" era para hace sentir mal a quienes ponían más empeño en sus estudios. Cualquiera estaría orgulloso de tener una hija tan dedicada como yo pero al parecer para ella eso no sería suficiente.
El mesero llegó y pedimos nuestra comida, me sentía aún incomoda al escuchar a mamá reír y a Rodri lanzandome miradas preocupadas por todo esto, yo debía disimular ser fuerte
Pasaron pocos minutos hasta que nos trajeron la comida así que empezamos a comer
-Su papá pensaba que no podría lograr nada, creo que su muerte al menos sirvió para poder encaminarla.- exclamó mamá mientras picaba la comida con su tenedor
-No creo que ese sea un buen tema ahora...- murmuré algo molesta
La muerte de papá siempre había sido un tema sensible para mí pero al parecer ella podía tocarlo con facilidad, como si ya no importara
-Estoy conociendo a tu novio, claro que la muerte de tu papá es un buen tema, él debería saber.- dijo mamá mientras comía -Incluso debería enseñarle tus fotos de pequeña, eras una pequeña mosca, aunque ahora parezca una mariposa, supongo que es la genética.-
¿Antes parecía una mosca? No quería sobre pensarlo, yo sabía que ahora era linda, muchos me lo decían pero quizás mi niña interior se sentía bastante afectada
-No diga eso, su hija siempre fue linda.- exclamó Rodri -No solo externamente, ella es la del corazón más puro de este mundo y si pensá que de alguna manera con sus comentarios la hará sentir mal creo que no merece que la llamen madre.-
La mirada de mamá cambio totalmente a una de sorpresa y yo sonreí discretamente, sin duda amaba que mi novio me defendiera
-Bueno como diga mi yerno.- le sonrió de nuevo -Igual espero que puedas conseguirte algo mejor que mi hija, seguramente tendrás mejores opciones que ella.-
Bajé la mirada sabiendo que en eso tenía razón, muchas veces me había sentido insignificante pero jamás lo había enfocado en mi relación con Rodri. No recordaba que él posiblemente tendría opciones mejores.. ¿Por qué me elegiría?
Rodri hizo una mueca y después simplemente pude ver como sacó un poco de dinero para dejarlo en la mesa y levantarse
-No pienso quedarme donde no paran de hablar mal de la persona que amo.- exclamó mirando a mamá -Quise darle una oportunidad después de todo pero no quiero dejar que mi novia se sienta inferior cuando para mí está claro que es más de lo que cualquiera se merece.-
Y sin más simplemente se marchó así que miré a mamá que parecía impactada
-No sé como lo lograste pero espero no le des pretextos para que te deje.- murmuró y siguió comiendo
Yo no dije más, solo me levanté y fui detrás de mi novio que se había quedado esperándome afuera del restaurante. Se veía bastante molesto así que simplemente tomé su mano
-¿Por qué dejas que te trate así?.- cuestionó mirándome -No debes dejar que te pisen.-
-Es mi familia.- exclamé como si fuera obvio
-No justifiques los malos tratos simplemente con eso.- murmuró -Sos la persona más increíble que conocí en toda mi vida y que alguien intente convencerte de lo contrario me re molesta.-
Puse mi mano sobre su mejilla y la acaricié
-Bueno, sonará mal pero a partir de ahora mi única familia serás tú.- avisé un poco feliz -Así que solo me importará lo que tú digas.-
Asintió con una pequeña sonrisa, al parecer eso había cambiado su humor
-Vamos.- sonreí -Aún tenemos que ir a comer algo.-
-Si, además tenemos que disfrutar los días de vacaciones que nos quedan.- recordó
Empezamos a caminar tomados de las manos hasta que solo unos pasos después sentí mi celular vibrar. Me detuve para sacarlo y miré de que se trataba; Andrés me estaba llamando.
Decidí ignorar la llamada, ahora solo disfrutaría con mi novio
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