treinta y dos
Más meses pasaron rápidamente, ahora habíamos aprendido a sobrellevar nuestra relación a pesar de que no teníamos mucho tiempo para estar juntos
—Mañana tomaré un vuelo.— conté al tata —Estaré fuera algunos días pero volveré por usted, no se preocupe.—
Estaba limpiando un poco su carita para después ponerle crema, su piel había empezado a resecarse así que tenía que cuidar eso también
—Rodri me acompañará, estuvo trabajando bastante durante estos meses.— conté con una sonrisa —No quiero ser optimista pero creo que encontré al amor de mi vida, no quiero conformarme con alguien que no sea él.—
Seguí con mis labores hasta que vi que la puerta de la habitación se abrió y sonreí al ver a Rodri entrando con una bolsa en su mano
—Hola.— saludó acercándose a mí para besar mi mejilla
—¿Qué haces aquí?.— cuestioné bastante feliz por tenerlo acá —Pensé que trabajarías también hoy.—
—Viajamos mañana, ya ahorré lo suficiente.— respondió con una sonrisa —Ahora tenía que venir a visitar al tata, hace meses no me pasaba por acá y le traje su gelatina.—
Ahora entendía que en aquella bolsa venía la gelatina, por un momento pensé que traería algo para mí pero estaba contenta de que siguiera siendo lindo con el tata
—Puedes dársela mientras yo le hago un chequeo, prefiero dejar todo muy claro para cuando nos vayamos.— dije y Rodri asintió
Pude ver como se sentó a un lado de aquel viejito para empezar a darle gelatina mientras yo simplemente veía los monitores para anotar todos los nuevos datos en mi libreta, todo seguía normal
—¿Pediste una licencia o cuantos días te dejaron ausentarte?.— cuestionó mi novio
No le respondí, estaba concentrada en mi trabajo, si los datos no eran exactos podría ocasionar algún problema. Rodri esperó pacientemente hasta que terminé así que por fin lo miré
—Me dieron hasta una semana libre pero creo que me tomaré solo 3 o 4 días máximo.— conté y me miró sonriente —¿Por qué sonríes tanto?.—
—Es el tiempo perfecto para que ambos regresemos, tengo un evento con Iván en algunos días y no quería cancelarle.— avisó
Yo amaba saber que era su prioridad, igual después de todo esto esperaba poder demostrarle que él también es mi prioridad
—¿Mañana pasarás por mí a la residencia?.— pregunté mirando como seguía dándole aquella gelatina al tata
—Tenía planeado acompañarte hoy a la residencia para que nos lleváramos tus maletas y quedarnos en mi casa.— avisó —Ya de ahí nos vamos mañana temprano.—
—Esta bien, igual necesitamos ver con quien vamos a dejar a Barry.— recordé, aquel gatito ya era como mi hijo
—Le pedí a uni que se lo llevara estos días, él estuvo de acuerdo.— contó
Yo no había visto a su primo después del día en que nos conocimos, lo único que sabía de él era cosas que Rodri me contaba
—¿Lo va a cuidar bien?.— cuestioné y asintió riendo —Más le vale.—
Después de eso simplemente le di un poco de espacio para estar con el tata, sabía que Rodri le había tomado muchísimo cariño también y le gustaba hablar con él
Salí de la habitación y caminé por los pasillos del hospital, después de estos meses había formado algunas amistades así que habían enfermeras que me saludaban al pasar.
Saqué mi celular para enviarle un mensaje a Andrés, necesitaba despedirme, él volvería a su país también y era probable que no volviera acá
"¿En qué área estas?"
"En pediatría, era
el área que me
faltaba por recorrer"
Yo solo había trabajado en dos áreas, mientras Andrés había adquirido experiencia de la mayor parte de las áreas... Él podría tener un campo más amplio para elegir si quería enfocarse en alguna especialidad, yo me había quedada en geriatría y ahora me sentía un poco frustrada.. Antes estaba muy segura de que esta carrera lo era todo para mí pero después de todo lo que había vivido empezaba a dudarlo
"Voy para allá, esperame"
"Te veo en las
incubadoras (:"
Guardé mi celular para dirigirme a ese lugar. Después de pasar por algunos pasillos y un elevador llegué a la sala de los recién nacidos.
Entré y pude ver a Andrés mirando por aquella ventana a los bebés, me paré a un lado de él para también verlos
—Hola.— me saludó mientras ambos seguíamos mirando a los bebés
—Hola.— saludé igual —Te estaba buscando para despedirme, mañana volaré a mi graduación y creo que tu también viajarás a tu país.—
Durante estos meses solíamos juntarnos en nuestros almuerzos para chismear sobre mi relación o sobre los típicos rumores del hospital, éramos buenos amigos y amaría seguir en contacto con él
—No sé que haré después de mi graduacion.— confesó de repente y soltó un suspiro —No sé si volveré acá aunque no creo porque no me han ofrecido un puesto como el tuyo.—
—¿Te aterra como será futuro?.— cuestioné y él asintió —Te entiendo.—
—¿Cómo me vas a entender?.— preguntó de repente —Tienes un trabajo y una pareja estable, yo no tengo nada de eso.—
—Sé que tengo eso pero a veces dudo de que esté sea mi camino.— confesé y me miró —Me refiero a la enfermería, ya estoy a un paso de la graduación pero ahora estoy dudando de que esto sea lo que quiero hacer el resto de mi vida.—
—¿Y por que no buscas algo más?.— cuestionó —Ya tienes tu título, te esforzaste por esto pero no quiere decir que tengas porque hacerlo si ya no te gusta.—
—En el fondo siento que me fallaría si no ejerciera la carrera que tanto me apasionó.— conté
—Pero ya no te apasiona, deberías pensar como quieres continuar tu vida.— murmuró —Yo sé que quiero seguir aquí pero no tengo la posibilidad de hacerlo, mientras tanto tú tienes la posibilidad de continuar no puedes decidirte si es lo que quieres.—
—Aun me quedaré por el tata.— avisé —Solo son dudas que surgen de repente.—
—Ya deberías saber que a los doctores y enfermeros no nos permiten dudar.— dijo, en eso tenía razón —Salvamos vidas, no podemos hacerlo si no estamos seguros de querer seguir en este camino.—
Habia venido a despedirme pero ahora tenía muchas más dudas y me empezaba a sentir mal por no tener las cosas seguras... Quizás debía hablarlo con Rodri para que me ayudara a decidir
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