Llegué a la habitación de Don Martín y lo vi plácidamente dormido así que aproveché para revisarlo

—¿Y mi gelatina?.— se despertó de repente

—Ya se la había dado.— recordé anotando algunas cosas en mi libreta

—Claro que no niña.— empezaba a sonar enojado, ahora entendía por qué decían que era un paciente complicado —Hicimos un trato.—

Suspiré y caminé hasta el cesto de basura para mostrarle la envoltura vacía de su gelatina

—¿Contento?.— cuestioné y ahora pareció pensarlo

—¿Se me olvidó?.— preguntó algo dudoso

—Tranquilo, solo despertó aturdido de su siesta.— intenté justificar

Él se acomodó para quedar sentado en su camilla

—¿Fuiste a tu cita?.— preguntó esta vez

—No fue una cita, solo invité a comer a sus amigos.— recordé algo que ya le había contado

—En mis tiempos no se hacía eso.— de nuevo con la misma cantaleta —Los hombres pagábamos.—

—Pero no estamos en sus tiempos tata.— reí un poco

—¿Los tiempos cambian las buenas costumbres?.— empezó a reír también

Era tal su risa que empezó a toser, intenté estabilizarlo pero no pude hacerlo así que empezaba a preocuparme así que rápidamente activé un código rojo en el hospital

Los doctores llegaron en pocos segundos así que les dejé hacer su trabajo

—Su oxigenación está bajando.— escuché a un doctor, aquella tos seguía resonando en el lugar —Necesitamos conectarlo.—

—No podemos mantenerlo conectado, sería difícil por su otra enfermedad, para nadie es un secreto que es un paciente muy inquieto.— dijo el otro

—Pero si la oxigenación no es la correcta empeorará las cosas.— peleó el primero —Con poca oxigenación en su cerebro su demencia avanzará más rápido y será peor.—

Yo solo observaba a lo lejos como aquel señor empezaba a tener una tonalidad morada en su rostro mientras tosía

Los doctores empezaron con el procedimiento para neutralizarlo, vi como poco a poco la tos paró y parecían más tranquilos, le habían puesto una mascarilla de oxígeno

—Señorita, ¿usted es su enfermera?.— cuestioné y asentí —Necesita nuevos cuidados, le haremos estudios para ver que tan avanzada está su demencia.—

—¿Demencia?.— cuestioné, era un mal término para usar en alguien que podía escucharlo

—Demencia es el término correcto para el deterioro de la salud mental del paciente.— explicó —Sabemos que los expedientes dicen que es alzheimer pero aún está en una etapa muy pronta para diagnosticarlo de esa manera, aunque es lo más probable.—

—¿Entonces necesitará otro tipo de cuidados?.— pregunté

—Si, por eso necesitamos cambiar a una enfermera con más disponibilidad.— informó —Según tengo entendido usted es practicante extranjera y por este tipo de enfermedad el paciente necesita una enfermera que se pueda quedar mientras su enfermedad avance, si sufre cambios será difícil de asimilar.—

—¿No me puedo quedar con él?.— pregunté

—Como doctor puedo recomendarte a otra área o...— empezó a hablar

Escuchamos como si Don Martín quisiera hablar así que le prestamos atención, parecía débil

—Déjenme.. a mi niña.— pidió entre pausas para tomar aire, yo sonreí un poco —Quiero que ella sea mi enfermera.. por favor.—

El doctor simplemente me miró, yo estaba contenta

—Necesito hablar con usted.— me miró —Afuera.—

Y sin más salió, yo le sonreí a mi paciente y salí detrás del doctor

—El señor Martín es una persona difícil de convencer pero su enfermedad es difícil y será así para usted también.— empezó a hablar —No se encariñe con los pacientes y menos con los que sabe que no tienen cura.—

—Sé que su enfermedad será complicada pero si él me está pidiendo como enfermera espero que me dejen seguir siéndolo.— dije —Lo haré bien, estaré estudiando todo para ser la enfermera que merece y no pararé de ver los informes clínicos.—

El doctor suspiró y chasqueó un poco sus dedos como si estuviera pensando

—¿Estarías dispuesta a transferirte permanentemente?.— cuestionó y lo miré sin entender —No sé cuanto tiempo te quede de intercambio pero si estas dispuesta a no abandonar a tu paciente puedo hacer el papeleo para pedir que te quedes.—

¿Apoco eso se podía? No sabía si debería acceder, sabía que estar con Don Martín me haría adquirir experiencia pero en este país me sentía tan sola que no sabía si sería bueno

—Lo haré.— accedí para que no me quitaran a mi paciente

—Le pasaré las nuevas indicaciones para el paciente, puede volver a su puesto.— dijo y se marchó

Me quedé unos segundos ahí parada mientras analizaba lo que acababa de pasar ¿me había ofrecido una plaza en el hospital aunque ni siquiera estoy graduada?

Dejé de darle vueltas y volví a la habitación de mi paciente, estando ahí saqué mi celular para enviarle un mensaje a Rodri

"Creo que me dieron algo
así como un asenso"

Estaba por guardarlo pero él de inmediato respondió

"¿Qué clase de asenso?
¿Te van a dar menos tiempo
de laburo?"

"Me ofrecieron quedarme
pero siento que es una broma"

"¿Por qué pensás
eso?"

"No tengo tanta
experiencia"

"Yo no creo que haya sido
una broma, vamos a
celebrar que te quedas"

"Avisáme cuando salgas
de tu turno, ahora yo te
invito la cena"

Sonreí y guardé mi celular, vería a Rodrigo por segunda vez en el día y eso estaría bien ¿no?. No quería volverme dependiente de su contacto pero si ya había aceptado quedarme era bueno empezar a considerarlo como mi mejor amigo